Partida Rol por web

Recibes una carta del Padre Aldern , diciendo que requiere tus servicios y que te cites con el en su iglesia de Nelleska en la ciudad de Cardius. Cuando llegas a Cardius parece ocurrir algo en la ciudad. Hay algo malo. Muchas tiendas tienen cerradas sus puertas, y los cadáveres tapados son una algo común a lo largo de las calles. Las pocas personas que permanecen al aire libre se ven asustadas, como si el mundo estuviera llegando a su fin.

Al entrar en la ciudad, el cambio con el mundo de afuera era patente. Parecia haber entrado a una version deprimente del mundo y Zanatoth no lo entendia.

¿Que crees que pase? Pregunto hablando por lo bajo a Shinten mientras miraba atentamente a las personas y esquivando el tropezar con algun cadaver cubierto.

-Por el aspecto de la cantidad de muertos que son ordenados, una plaga, hace mas de 350 años que no veia una, portador, son en casos mas crueles y horribles que la guerra- Decia la experimentada espada, llamandolo como siempre portador, mas alla de su insistencia en ser llamado Buenamano.

-Debe de ser realmente contagiosa esta plaga, sera mejor empezar a consultar por los vivos, y no con los muertos, al menos hasta saber mas- Aclaro Buenamano.

Y asi se puso a buscar con la vista a quien tuviera mejor aspecto de salud para comenzar a hablar, y comentar esto.

El viaje a la ciudad de Cardius fue largo, pero sin mayores altercados. La imagen de la ciudad con los cuerpos por doquier y en decadencia fue algo que te llamo mucho la atención  debido a que esto es algo que no se ve todo el tiempo en cualquier lugar. Mientras iba por la calle siguiendo los cuerpos, trataba de conseguir algo de información de la poca gente que se encontraba en la calle

Una maldicion! muy mal han debido de rezar la gente de Cardius a los dioses pues estos nos han castigado con una plaga , y las cosechas tampoco es que hallan sido demasiado buenas, lo que te decia un mal presagio que trae una calamidad, no se que vamos a hacer mucha gente se esta marchando, los que se quedan tienen familiares enfermos.

Le preguntas donde esta la iglesia del padre Aldern:

La iglesia de Nelleska hace lo que puede , pero no pueden pararlo, esta al fondo de la calle principal a la derecha,  alli van muchos enfermos y gente a rezar porque termine la maldicion, pero todo esta perdido , cuando veas la aglomeracion alli la encontraras

-Gracias buen hombre, espero la Dama fortuna le sonria- Le respondio a este, asintiendo, mientras daba las gracias con la plegaria de la diosa de la suerte. Era mas sensillo de esa forma disimulada en una zona donde no era muy conocida. No era tiempo de predicar, ni nada por el estilo.

Con lo cual se dirigio hacia la iglesia sin demora, le costaria poder pasar entre tanta gente buscando servisios religiosos. Pero deberia encontrar alguna forma de llegar a su objetivo, hablar con quien habia requerido su ayuda y servicios.

El Padre Arden es un hombre de mediana edad de pelo castaño. Está vestido con una tunica marrón sencilla con el símbolo de su orden bordado en verde en el pecho. Él sonríe y dice: "Vaya  , veo que eres una persona de acción, así que voy a ser breve. Usted sin duda,es consciente de la plaga barre la ciudad, y es posible que también tenga en cuenta que la única cura parece ser un objeto mágico en la posesión de Baron Velstaf, y lo usa sólo por un precio. Ahora, yo no quiero ser juicioso, pero no tengo oído que usted tiene ciertos ... talentos para la adquisición de artículos. Si la estrella de Olindor viniera a nuestro poder, estaríamos muy agradecidos ".

Zanatoth y Shinten, habian sido testigos de los muertos por la plaga que asolaba la ciudad. Pero aun asi, no podia comprender que tan serio era, hasta el momento en que un sacerdote le pedia que fuera a robar a una persona importante de la ciudad. El conocia a Arden solo por comentarios, y ninguno ni demasiado bueno, o malo. 

Pero la situacion era chocante, con lo cual decidio solo reirse ante la peticion. El hombre estaba solo calmado, dado que no debia tratarse de un contrato exclusivo sobre el objetivo.

-Entiendo, entiendo, pero bueno, necesitare para facilitar las cosas, que me diga lo que pueda de la persona que posee este artilugio- Dijo mientras sopesaba todo. -Ya que no creo que el unico objeto que puede curar a esta gente de la enfermedad, no vaya a estar vigilado esperando a ladrones u oportunistas-

-Deje de tratarnos a mi portador y a mi, de simples y vulgares ladrones o asesinos, o reclamare un duelo ante tal ofenza!- Salto Shinten en voz alta, cosa que hizo incluso que se sorprendiera Zanatoth. Ya que a pesar que se llevaran bien, y esta fuera una arma leal, no esperaba que tomara parte de la charla.

-Shiten, por favor- Le llamo la atencion Zanatoth, mirando a la empuñadura que salia de la vaina en su cinturon. Luego mirando al seguro extrañado sacerdote. -Disculpelo, posee cierto sentido del honor, y es un buen amigo, pero en parte tiene razon, usted me llamo a mi, no yo a usted, y no soy un simple ladron de mala muerte, ni alguien quien vaya quitandole cosas a quien no se lo merece, y mucho menos un asesino despiadado, claro esta que no quiero buscar la muerte de ninguno de los que guardan tal artefacto, y espero cumplir con esa parte, mas no le puedo prometer que llegadas las cirscuntancias no me defienda como es debido cuando peligre mi vida, y en todo caso, si tan nobles son sus intenciones a la hora de salvar a la ciudad, comprendera la necesidad de sacrificar a uno para salvar a mil, mas como dije, no es esa mi intencion si esta en mi evitarlo- Una vez dicho esto, se paro firme, se inclino en saludo formal, procesio a salir de la iglesia.

Tendria suficiente trabajo en buscar ahora una forma de entrar al lugar, por lo pronto seria ir a una taverna, todo empezaba mejor con una cerveza, y alguien que ya se hubiera tomado muchas para aflojar la lengua.

La taberna mas cercana a la mansion, por lo de que puedan conocer a sus dueños es el "Caliz de fuego" famoso por su vino demasiado especiado de ahi su nombre , Es una buena posada muestra de ello son las camareras son jovenes y guapas y los platos estan llenos , el tabernero te mira con buenos ojos 

Tu no eres de la zona verdad forastero? Que te pongo

-oh, no, no lo soy, estoy de paso por aqui- Le dijo amablemente al tavernero. -Una cerveza por favor-

Le pide, y se acomoda un poco mejor en la silla, mientras mira distraidamente un poco al rededor para ver la clientela del lugar. -No he podido dejar de notar los cuerpos en las plazas y demas, me han dicho que hay una enfermedad aqui... ¿Como es eso?-

 El Baron Velstaff , ese maldito tiene el unico antidoto para la enfermedad que asola la ciudad y la pone a un precio de 4000mo para que solo los ricos puedan pagarla, mientras los demas llenan las calles con sabanas encima, los demas curadores de la ciudad no han conseguido nada.

Buenamano, torsio un poco la boca, no necesitaba actuar mucho o nada, ya que realmente le disgustaba la situacion. -Oh, malditos, siempre pasan cosas asi, gente despreciable que ve esa oportunidad en la miseria del resto, y les importa un comino- Dijo para tomar luego un gran sorbo de cerveza. -¿Y que acaso la gente se queda asi como si nada? ¿No han hecho nada? Uno diria que una ciudad entera podria entrar por la puerta y tomar ese antidoto, en especial tan desesperada como se ve afuera- Dijo señalando lo que daba a entender como obvio, y esperando que le de algun dato de porque no lo habia hecho ya una muchedumbre de gente desesperada.

El dinero que tiene y gana le sirve para pagar a la guardia , incluso dicen que tiene una personal que le protege en su casa, la enfermedad aparecio hace relativamente poco, y de momento se esta aprovechando de sus ventajas,  y poco se puede hacer , ya sabes los ricos y el poder

-Maldito sea su nombre entonces, mira que ser tan egoista!- Esclamo el gnomo, dejandose llevar un poco por la cerveza. -Pero bueno, ¿Que podemos hacer nosotros, los pobres trabajadores? Apenas y uno se puede ganar la vida- Dijo mientras se quedo mirando la cerveza, jugando con su pulgar en la manija del chop, dejando mermar la pregunta en la cabeza del tabernero, y de quien estuviera cerca. Por lo pronto, el se giro en el banco, mirando desde la barra para ver al resto de la clientela, capaz en una de esas distinguia alguien con ganas de apostar en las cartas entre ellos.

No parece que nadie quiera jugar contra un extraño

Viendo la falta de vida en la taberna, Zanatoth solo hace un mohin con la boca, y bebe un buen trago de cerveza, mas luego paga, demuestra sus intenciones de irse. -Bueno, buen amigo, el dia es largo, y debo terminar asuntos en este lugar, gracias por la charla- Le dice, luego de bajar, alzar la mano en saludo y salir de la taberna.

-Veamos que tal es la casa de este baron, ¿Te parece Shinten?- Le susurro a la espada.

-Sera mejor conocer el lugar por fuera primero-

-Si, veamos cuanta gente se agolpa en la entrada- Remato el gnomo, mientras se dirigia hacia donde le habian marcado que era la casa de su objetivo.

Una inspeccion a primera vista revela que la mansion Whitehall  es una casa solariega rodeada de un muro de piedra. El estilo de la arquitectura es elegante y no demasiado complicado. El techo de pendiente suave se rompe por las dos habitaciones pequeñas parecidas a torres en las esquinas opuestas de la casa. Una columna de humo sale de la chimenea

1. El muro exterior: Los terrenos de la finca Whitehall se rodean por un muro de piedra de 10-pies de altura

2. La puerta principal: La única entrada a través de la pared es un conjunto de puertas dobles bien guardadas. Hay dos guardias en puerta frontal vigilandola

Zanatoth se ve conforme con lo que puede sacar del edificio por sus propios ojos. El no podria ver mas alla, en especial con su tamaño.

Asi que luego de una vuelta, el se dirije caminando, casualmente, a un callejon, una vez compruebe que este vacio. Al callejon entra un pintoresco gnomo, con su arma, y su estrafalario porte, y de el sale un Mediano, unas pulgadas mas alto, vestiendo ropas menos coloridas, compuestas por un pantalon y una camisa comunes, algo gastadas, en sus pies ahora hay sandalias comunes. Su daga se ha transformado en la empuñadura de una daga, y su mochila parece haber desaparecido, siendo reemplazada por una mas pequeña.

Y como toque final, su gran sombrero vistoso, ahora es un simple gorro, como el que muchos trabajadores usan en el dia. Con esta nueva apariencia, disfrazada, ahora Zanatoth, salio a dar una vuelta buscando alguna cara en especial, algun vagabundo, o moribundo por la plaga, siempre los hay, en especial cerca de casas tan prosperas, y ellos siempre veian todo. Solo era cuestion de encontrar a la adecuada.