Partida Rol por web

Año del Fuego Azul, 29th Tarsakh 1385 DR

La Forja estaba completa. El Mago se sento, satisfecho, contemplando su obra. La Forja no era un lugar de creacion de objetos y baratijas magicas. No solo. Eso era lo que le habia vendido a Ella para que le financiase el proyecto. La Forja era mucho mas. Era un portal a otros mundos, incluyendo el suyo propio. Era un catalizador de la singularidad magica de ese lugar. Era... Era el resultado de una vida al estudio de la Magia y su canalizacion a traves del Aliento, en definitiva. El potencial de la Forja era inconmesurable.

Sonrio con suficiencia y una ligera mueca de desprecio. Los sacrificios habian merecido la pena: Los meses sin apenas dormir, el viaje hasta alli que casi le habia arrebatado la vida y la cordura (varias veces) y, por supuesto, el aguantar las criticas y chanzas de todos esos iletrados y analfabetos funcionales que tenia en casa.

Necios - penso - No lo comprenden. Nunca lo han hecho. Apenas les llega el discernimento para gobernar esa aldea polvorienta y hablar del pasado.

Se recosto en su silla, recordando sus criticas. Especialmente al enano. Disfrutaria restregandole su triunfo por las narices

A otro mundo que se va el follaviales, dice. - repitio, imitando su voz - A ver si se cree que alli les va a caer bie...

*Singularidad*

El mago se paro en seco, alerta. Habia pasado algo. Lo notaba en cada fibra de su ser. De pronto, sin previo aviso, los conjuros que tenia memorizados empezaron a quemarle la mente. Se agarro la cabeza con las dos manos y cayo al suelo de rodillas, gritando de dolor. Blanqueo su memoria, soltando la energia almacenada. Esta se convirtio en llamaradas de fuego azul que arrasaron la habitacion. El mago, atonito, miro a su alrededor intentando recuperar el aliento. Por primera vez en su vida, no tenia ni la menor idea de lo que estaba pasando.

Que... - Era demasiado tarde. La magia, rota la Urdimbre, entro en su mente como un millon de voces diferentes, cada una intentando gritar mas alto que las demas. Despues de unos instantes de agonia, perdio el conocimiento

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Calor. Poco a poco se fue despertando. Sudaba. Miro a su alrededor, intentando recordar donde estaba. La Forja. El ataque psiquico. Quien era capaz de realizar semejante accion? Se fijo en la Forja, que habia empezado a palpitar. Algo queria entrar en el plano material a traves de ella. Se levanto con dificultad y cogio su baston. Azuth? Quizas habia ido demasiado lejos?

Tu Dios ha muerto, mago. - dijo una voz en su cabeza con una risa - Y mis huestes se encargaran de que le hagas compañia.

De la forja, lentamente, salio un demonio. Un enorme ser con cuerpo de fuego y alas de ceniza. El primero de muchos que vendrian. El mago suspiro y se apoyo pesadamente en su cayado. Todo este esfuerzo para nada. Todos los sacrificios, inutiles. Se encogio de hombros, derrotado. A veces, parecia que hasta el mismo mundo conspiraba contra sus planes.

Asmodeus! - grito el demonio levantando el hacha ignea - Te ofrezco este mortal como muestra de mi lealt...

El hechicero meneo la cabeza. Si habia algo que odiaba mas que la derrota eran los delirios de grandeza del tipico idiota. Bastante malo era el fracaso. No iba a, encima, aguantar a un demonio pelota.

...ad hacia su impia divinidad. Mi brazo sera el arma ejecutora que llevara la maldad y el terr...

Por todos los Dioses! - grito el mago exasperado. Levanto el baston y, cogiendolo con las dos manos, lo estrello contra su rodilla, partiendolo. Una explosion mas brillante que el Sol envolvio la habitacion. Cuando se disipo, solo quedaba la Forja, que palpitaba ligeramente.

Año de los Heroes de Phandalin 1489 DR

El enano se acomodo en su silla mientras esperaba a los mercenarios que habia contratado. No eran baratos pero, si estaba en lo cierto, la mina le iba a hacer uno de los enanos mas ricos de Neverwinter. Sonrio y bebio un buen trago de su cerveza. Si, uno de los mas ricos...

Your parents lived in the prosperous village of Thundertree, east of the city of Neverwinter and at the edge of the Neverwinter Wood. A druidic comunity. But when nearby Mount Hotenow erupted thirty years ago, your parents fled, carrying you in your infancy. Your family drifted from village to village around the region, finding work as servants or laborers where they could.

You’ve spent the last few years in Neverwinter as a porter and laborer at the city’s bustling docks. But it’s clear to you and  everyone around you that you are destined for much more. You stood up to an abusive tyrant once, so other workers look up to you. Someday, you’ll come into your own. You’ll be a hero.

Personal Goal: Recover Thundertree.

The ruins of Thundertree call to you. Your family and their friends once lived in prosperity there, and now they’re reduced to menial labor. The ruins are said to be haunted, and nobody has ever wanted to speak about why they had to run away from the town. But those are problems a hero can solve.Reclaim the town —to yourself and everyone else—you’re a real hero, destined for greatness. This job to Phandalin might be a good start. An old friend of your parents, a druid called Garaele lives there and might give you more information on what is the state of your old home and what can be done to recover it.

Tu superior del Templo de Selune te ha encomendado una mision: Evangelizar el pueblo de Phandalin. Ahora mismo no hay ninguna Iglesia en ese pueblo y si lo que dice el enano es cierto y el sitio se convierte en un nuevo hub, el first mover advantage va a ser crucial. Conseguir que la clase dirigente del pueblo (o los que manden) esten del lado de Selune es importante. Tan importante que si hay que quitar a los que estan y poner a uno (o a ti misma!) en su lugar, es la voluntad de Selune. Todo de forma civilizada, claro, que somos buenos.

Te han elegido a ti para la mision por tus contactos con el gremio de mercaderes. Una vieja conocida, Lynele Greywind, vive en el pueblo, aunque ahora trabaja para otra empresa. Sin embargo, es posible que te ayude a dar tus primeros pasos en el pueblo. O no. Hace mucho que no la ves

Personal Goal: Teach the Redbrands a Lesson. (tied to Bond: Luchar por aquellos que no pueden luchar por sí mismos)

After accepting the job to Phandalin, as it seems easy enough and a good pay, you’ve heard from some of your old comrades that Daran Edermath (your old lieutenant, a good man. Or at least a good half man, as the other half is elvish) lives now in Phandalin and is apparently unhappy with the current situation. There is a band of thugs terrorising the town. These thugs, the  Redbrands, have been throwing their weight around in Phandalin, without any of the poor souls there being able to do much. It could be worth a visit to your old contact and see if you can teach those morons not to mess with poor defenceless folk.

Ateela, digo Diegen, tu superior del Templo de Sarenrae te ha encomendado una mision: evangelizar el pueblo de Kelmarane.

Ari, tu superior del Templo de Selune te ha encomendado una mision: evangelizar el pueblo de Phandalin.

O sea, que otro dios del sol NO, pero repetir el mismo cliché no tiene problema, no? :-D

Recientemente, en tu soledad, tuviste una vision. Un Mago de inmenso poder (sic) y un Demonio del abismo luchando por un objeto de poderes cosmicos: La Forja de Azuth. Vamos, que tu PJ ha visto la escena de introduccion.

La vision paso de la Forja a un pueblo de gente corriente al norte de un grupo de montañas que reconociste como las montañas de la Espada y al sur del gran Bosque de Neverwinter. No te fue facil descubrir que el pueblo era Phandalin, con lo que entiendes que tu busqueda debe empezar alli. Cuando, al dia siguiente de llegar a Neverwinter en tu viaje al pueblo, oiste que buscaban gente para transportar mercancia a Phandalin, lo tomaste como una señal cosmica del Destino y te apuntaste al trabajo.

Alton llegó a la posada, cansado y cubierto de polvo del camino, las botas con manchas de barro seco que iba desprendiendose a cada paso.

Aquel puñetero campesino al que había decidido acompañar para cubrirle parte del camino y, de paso, ahorrarse una caminata, había terminado metiendo la rueda en un barrizal y el esquelético burro hacía las veces de tiro no había bastado para sacarla.

Por supuesto, entre el viejo desdentado y el halfling sano y saludable, estaba claro quién se iba a manchar de barro.

Cuando el hombretón que hacía las funciones de guarda de la taberna fue a decirle algo, Alton se bajó la capucha y su mirada bastó para que no hubiera más comentarios.

Cerveza. - pidió con un gruñido ensañado que paliase el tono más chillón de los de su raza. - Sin aguar.

Miró a Rockseeker desde detrás de su jarra, una vez acomodado en la mesa.

¿Cuál decías que era exactamente el contrato? - preguntó. - Tu sobrino habló de un cargamente a Phandelver y del pago pero no especificó mucho más...

Calethos es un hombre desastrado, lleva una armadura con varias rajas y claramente ha pasado más de una semana sin ducharse. Lleva el pelo largo, sucio y con ramas pegados. Se siente en una esquina de la posada poco a gusto y pide una cerveza.

- Industrial, pfff - murmura al primer sorbo - Seguro que ni siquiera es de aquí - protesta lo bastante algo para que le oigan todos.

En cuanto el pijo pregunta por la misión mira hacia él, levantado las orejas puntiagudas con atención.

- Industrial, pfff - murmura al primer sorbo - Seguro que ni siquiera es de aquí - protesta lo bastante algo para que le oigan todos.

El propietario levanta la cabeza al oir el comentario, mientras limpia unas jarras con un trapo que, por la apariencia, sobrevivio a la Plaga de Conjuros.

Tu! - dice apuntando con el dedo al druida - El piojoso! Si no te gusta mi cerveza, te puedes largar a otro sitio. Y sabes lo que no es de aqui? El olor a estiercol ese que has metido en mi taberna.

Un humano de unos cincuenta primaveras se sienta en vuestra mesa sonriendo.

No hagais caso a Eldelbar. Ladra mucho pero no muerde. Soy Sildar Hallwinter. Gundren me ha dicho que vais tambien a Phandalin, cuando el cargamento este listo. - os observa como midiendo vuestras capacidades y añade con otra sonrisa - Quizas tenga trabajo para vosotros alli

Gundren hace un gesto con la mano a Sildar, como quien aparta a una mosca

No les lies. Puede que les necesite de guardias para la mina. - os mira y susurra - Yo pago mejor - echa una carcajada evidenciando su buen humor.

¿Cuál decías que era exactamente el contrato? - preguntó. - Tu sobrino habló de un cargamente a Phandelver y del pago pero no especificó mucho más...

Si - dice centrandose y limpiandose la barba de cerveza con un pañuelo rojo que lleva al cuello - 10 monedas de oro por cabeza ^(*) para llevar un carromato cargado de cosas que necesito a Phandalin. Yo y este - dice señalando a Silvar - Salimos hoy asi que os estare esperando en el pueblo. Recibimos los ultimos utensilios para la mina mañana por la mañana, asi que estad aqui antes del mediodia para coger el carromato y las mulas y partir hacia Phandalin - saca un mapa y os lo enseña - Aqui esta Phandalin. Unos 3 dias de viaje. Bajad hacia Leilon por el Camino Alto y en un par de dias llegareis al Sendero de los Tres Jabalies. De ahi cogeis una bifurcacion hacia las Montañas de la Espada. Cuando el terreno empieza a elevarse encontrareis Phandalin. Por supuesto, os pago no solo para llevar el cargamento si no para que os asegurais que llegue al final del trayecto.

La mirada de Alton fue del pordiosero al tabernero y después al coletitas que defendía al último y les ofrecía trabajo a futuros para que Rockseeker también planteaba un puesto como guardas.

Empezaba a plantearse en qué clase de taberna disfuncional había acabado y si el trabajo merecería la pena pero las palabras 10 monedas de oro por cabeza habían resuelto todas sus dudas.

Miró el mapa y al enano después.

¿Ha habido informes de salteadores por el camino?

Levantó la mano antes de que el enano pudiera responder y aclaró con tono cansado. Más de los normales, me refiero.

¿Ha habido informes de salteadores por el camino?

Es una zona relativamente tranquila - dice el enano dando otro trago de cerveza - Ha habido rumores de ataques orcos mas alla de Conyberry pero no cerca de la costa. Nada con lo que un grupo como vosotros no pueda lidiar. O crees que os dejaria mi cargamento si pensase que no podeis haceros cargo? - se vuelve a reir con su juego de palabras y le da una palmada en la espalda al halfling que casi lo empotra contra la mesa. Tiene mano de jugador de pelota enana o de minero.

- Buenos días, caballeros.

Una voz femenina surge del espacio delante de ellos en la mesa. Como un mago vanciano que al lanzar otro conjuro pierde la invisibilidad, de repente delante de ellos hay una mujer rubia, de estatura mediana, y de bastantes años para ser humana, a la que ninguno ha visto llegar. La mujer tiene ya una jarra servida en la mano y se sienta con ellos.

- Hombre, sacerdotisa Ari, llegas justo a tiempo. Precisamente estaba explicando a tus compañeros sobre el carromato al que también tendréis que acompañar ---el enano acompaña una vez más su chiste malo con una risotada--- hasta Phandalin. Mira...

- Sí, sí, ya lo escuché así de fuera. Llevo aquí un rato de pie...

Sin que me hiciérais caso, mamones, piensa Ari, pero no lo dice porque quiere el trabajo.

- ...y he podido escuchar lo que comentabas. Me parece un buen plan.

En la mesa de al lado, en silencio, un humanoide grande con el cuerpo cubierto de escamas sostiene con las dos manos un generoso cuenco relleno de caldo humeante. No habla con nadie, no observa orgullosamente la situación, simplemente está, como formando parte del atrezzo del local. Un atrezzo extraño y ligeramente fuera de lugar, como ese trofeo de guerra de una taberna cuando cambia de dueño...

Cita:

Cuando escucha el nombre de la ciudad se gira

¿Phandalin?

Y al girarse brúscamente hace tropezar a una camarera que no acierta a sostener la cerveza que lleva al halfling

¡Oups! Disculpa señorita. Caballero, yo le invitaré a otra, disculpe mi torpeza.

Alton, que estaba ya casi de pie (aunque la diferencia no era apenas apreciable dada la altura de los bancos) vuelve a tomar asiento y deja pasar la afrenta con un sencillo bufido, algo extraño en él

Tampoco es el momento de montar una pelea, no parece malencarado...

El dragonborn ayuda a la camarera a incorporarse y vuelve a dirigirse al enano...

SI el grupo no está completo ya, me gustaría acompañarles. No es que mi oficio sea defender caravanas por los caminos, pero probablemente pueda serle útil en cualquiera de las encrucijadas y pueblos que crucemos.

Y las monedas no me vendrían mal, dicho sea de paso.

SI el grupo no está completo ya, me gustaría acompañarles. No es que mi oficio sea defender caravanas por los caminos, pero probablemente pueda serle útil en cualquiera de las encrucijadas y pueblos que crucemos.

El enano le mira de reojo arqueando una ceja

Un dragonborn? En Phandalin? - menea la cabeza - No creo que hayan visto uno en su vida. Atraeria demasiada atencion. Ademas, no hay ningun pueblo de aqui hasta alli, forastero. Lo siento.