Partida Rol por web

El invierno se acercaba y la salud del anciano empeoraba. Nunca se quejaria abiertamente de ello, era algo que tu veias, sus movimientos lentos, sus espasmos de tos seca y ronca...

Una mañana te desperto mas temprano de lo normal.- Vamos muchacho, nos espera un viaje largo.- Te anuncio.- Este invierno sera duro, aqui no lo resistiremos, iremos al oeste. Alli tienes parientes, un hermano de tu padre, un bastardo a fin de cuentas pero no dejara su sangre desatendida.

-Se está muriendo,lo se,yo no quiero que se muera-  Asavar estaba muy unido a ese testarudo viejo, que le había salvado de los pictos cuando arrasaron su aldea, y la simple idea d perderlo le daban ganas de llorar como el niño que era.

-Si McMardigan,voy a recoger las cosas. -dijo empezando a recoger lo poco que tenían, unas cuantas mantas y unos poco cacharros para cocinar. La vida era muy dura en las montañas,y con menos comodidades si cabe que una choza de piedra en el valle.

-Pongamonos en marcha- observado a McMardigan todos sus movimientos.

El viejo avanzo como pudo, abria el camino, no dejaria su posicion de mando ni aunque tuviera que ir a rastras, era testarudo y terco como pocos.

- Asavar, ¿Cual es tu proposito en la vida?.- pregunto de pronto ya de camino, negandose incluso a buscar el apoyo de un baston.

Mirando a McMardigan como mucha lástima de verle en este estado, pero orgulloso y admirado de tan gran resistencia, dijo orgulloso:

-Llegar a ser un gran heroe como tu, ayudar a la gente necesitada y vengar a mi familia!- dijo caminando al lado de su enfermo maestro.

- No esperaba menos de ti.-gruño.-Tienes que hacerme sentir orgulloso chico. Todos mis hijos murieron y ahora eres el unico que conoce las historias de tu pueblo, debes transmitirlas por mi a las futuras generaciones.- Te ordeno.

- Donde te llevo tienen constumbres distintas... Los hombres se casan con varias mujeres y estas hacen lo mismo con varios hombres a la vez... luego no esta mal visto tener amantes... por lo que te encontraras en situaciones un tanto raras.

Asavar miraba a McMardigan como había hecho toda su vida,antes incluso del ataque picto, con sumo respeto, devoción y atento para aprender sobre cualquier cosa que dijera, por insignificante que fuera. Pero de mujeres no sabía nada,solo cuando le levantaba las faldas a las niñas de su poblado. Y también le abrumaba que pesara sobre él toda la responsabilidad de contar las historias de McMardigan y de su pueblo.

-Lo haré lo mejor que pueda- como siempre- que gente tan extraña, aunque yo no creo que nunca tenga mujer,seré un gran héroe, y viajaré de aquí a allá derrotando al mal,como tú!- sentencia, dando puñetazos al aire luchando contra monstruos imaginarios.

El viejo rio a carcajadas y palmeo tu espalda con orgullo antes de que la tos lo atrapara por un momento doloroso. Viste que su barba caia un leve hilillo de sangre mezclado con su saliva, no era nada bueno.

-En tal caso, muchacho, tendras muchas mujeres, puede que una diferente cada noche... si tienes suerte.- bromeo.

Caminasteis durante dias. El viejo se sentia apremiado por su salud, tenia prisa pero escasas fuerzas, aun asi llegasteis a una aldea escondida entre montañas y bosques.

Los hombres del lugar hablaban una lengua algo diferente a la que habias oido siempre pero entendible. Todos parecian contentos de ver al viejo. En torno a vosotros se creo un circulo de curiosos hasta que el lider de la aldea llego a saludaros.

-Bienvenidos hermanos.- dijo con tono alegre. Tenia el pelo rubio y los ojos claros. Abrazo al anciano y lo invito a entrar en su casa, que era una construccion de madera bastante precaria pero grande.

Iban a tratar temas de adultos asi que se volvio a ti y te dijo.- Mis hijos tienen tu edad, estan jugando con espadas de madera en lo alto de esa colina ¿Por que no vas y les enseñas como se hace?

-En esta aldea le conocen,que grande es!- pensó cuando vió como saludaban a McMardigan. Siguiéndole de cerca para entrar en la casa,mira al hombre que le cuenta lo de los niños,y asintiendo con ganas, Asavar hecha a correr colina arriba apra ir a jugar con los niños,algo que hacia muchísimo tiempo que no hacia.

Sobre la colina dos niños luchaban a espada. Claro que eran armas de madera. Aun asi se lo tomaban muy enserio.

El niño tenia las de perder ante una niña muy seria que blandia la madera con una soltura impropia de la edad y su sexo.

Derett paro la pelea cuando vio asomar a un niño que no habia visto antes por la aldea.

- ¿Tu quien eres?.- pregunto con curiosidad.

Subiendo la colina jadeante, Asavar vió a los niños jugar con las espadas,y al oir la pregunta contestó:

-Hola,me llamo Asavar. Estamos de paso mi maestro y yo por aquí, y bueno,me han dicho que subiera a jugar con vosotros. ¿Como os llamais?

-Yo me llamo Gudrum y el es Derett, somos hijos de Baram.-Se presento Gudrum.- ¿Sabes luchar?¿Quieres practicar con nosotros?

-Ah,vosotros sois los hijos del hombre del pueblo.Bueno,se luchar,podemos probar.- Dijo Asavar acercándose a los niños un poco más, tomando una espada de madera, la levantó en pose defensiva,empuñándola a dos manos,como le enseñó McMardigan