Partida Rol por web

La Guerra Interminable

I. Territorio hostil

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16/11/2014, 14:05
Tabernero

Los ingleses... también -respondió el tabernero a Arrieta-. Mas que nos vale que no sea así, pues la enfermedad no entiende de banderas et de reinos, que en llegando aquí se desatará el caos... -luego miró a Ramiro-. No es que haya muchos soldados, pero esta ciudad tiene su mayor brecha en el puerto -le comentó-. Cualquier flotilla ligera del los ingleses destrozarían a cañonazos el centro de esta ciudad. Aquí las espadas no sirven, sino las defensas en sobre el agua.

Le pareció al dueño del local que Constantí era el más prudente de todos ellos.

Pues si de paso andáis, bueno será que, en caso de dormir, lo hagáis en la posada de mi hermano -aconsejó el hombre, intentando sacar algo de negocio lícito-. Está enfrente, junto al puesto de cuchillos y de cueros de ahí fuera. No hay muchas camas en Brest, pero mi hermano posee toda la casa entera para el negocio. ¡VOYY! -el tipo vociferó a otro cliente que ya la exigía antención desde otra mesa, et se marchó raudo.

Las dos mujeres manteníanse calladas.

Notas de juego

Podeís visitar alguna armería, el mercado, la ciudad, el puerto, etc., antes de que cambiemos de día ;)

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16/11/2014, 20:17
Viana Bermúdez

Engullo, más que como, las fumientos xudíes que, habida cuenta nuestra marina procedencia, me saben a gloria! Un buen trago de vino pa echar abajo el manxar, restregón del dorso de la mano por el morro más un merecíu rutiu ponen punto y final a las cuestiones del yantar! "Que nun se diga que les del Naredo somos unes tocinas, pero unes remilgadas tampoco! Ja!"

Ensimismada en lo que a atiborrarse refiere, presto escasa atención a lo que discurren mis compañeros con el tabernero: Parece que el tal Ramiro ofrece su espada a quien le pague y el otro le indica que no hay mucho que hacer con una espada contra los cañones ingleses.

El gordo tambien dedica su cháchara a promocionar la hostería del su hermano cosa que non se me aparenta mal, más bien lo contrario!

- Pues si non disponéis lo contrario, y antes que cadacual siga lo suyo camino, non me parece mala cosa pernoctar juntos en el aquel hospicio del hermano del gordo este! - Con la panza ya bien llena, et deseosa de visitar el mercau, me levanto cubriendo mi cabeza con el capuchón - Yo ansí pienso facerlo y si así os apetece, ahí nos encontramos que voy a mercar a ver si alcuentru les yerbes que me son menester! Hasta depués!

Dicho lo cual me dirijo a la barra a pagar la mía pitanza, con los sentidos bien alerta no vaya a ser que cualquier desaprensivo pretenda colmar su calentura con las mías carnes!!!

- Tiradas (1)
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16/11/2014, 20:33
Viana Bermúdez
Sólo para el director

El motivo del mio viaxe a aquestas tierras claro est: Encontrar a la mía familia perdida en Flandes. Una de las posadas del puerto de Brest me parece un buen lugar en el que iniciar la búsqueda y el tabernero, que fabla castellano, quizás sea fuente de información al respecto!

- Cuánto se debe? - Al tabernero.

Le dejo, en la barra, una moneda más de las que me indique por la mía pitanza, dinero que, a pesar de brindárselo, por ahora mantengo aun resguardado con el dorso de la mía mano:

- Bon tabernero... - le dedico la más hechizante de mis sonrisas - ...quizas en aqueste puerto haya quien pudiera saber de la mía madre: Nicolette de Flandes, partió, hará cosa de 21 años, con un soldáu castellano al que llamaban Lope "El tuerto"... - Nueva mirada de corderu degolláu - ...verdad que usté sabrá decirme a quien acudir para averiguar desto???

Notas de juego

Obviamente solo pago mi comida! No pienso invitar al resto que soy la más pobre de la expedición!!!

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19/11/2014, 15:16
Constantí Domenech

Me molestó que Ramiro ofreciese mi espada como si fuese de alquiler. 

- Mi buen "Capitán". Mi espada tan solo la blandiré por una causa justa y en nombre del Señor. - Le dije ofendido como solo puede mostrarse alguien de la nobleza. - No por unas miseras monedas. 

Parecia buena idea tener camas que no se movieran esa noche. Y tambien me parecia bien compartir habitación con estas personas, ya que tal vez no amistad, si que habiamos conseguido algo de camaraderia. Aunque no compartiese el punto de vista del resto en algunos asuntos. Me sorprendí al escuchar hablar a la mujer, Viana si mal no recordaba, pues habiaba tan poco que casi me habia olvidado de su presencia. 

- Me parece bien tambien. Iré a avisar de que seremos cinco para dormir esta noche en ese hospicio, y ya nos veremos cuando caiga el sol. Id con Dios. - Me despedí del resto del grupo. y al igual que la rubia mujer me acerqué a la barra para pagar mi parte. 

 

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19/11/2014, 15:31
Constantí Domenech

Una vez pagada la comida y ya fuera. Me acerqué al Hospicio de enfrente para hablar con el dueño. Reservar cinco camas y después acercarme a un armero a que revisase mis armas y armadura. Pues el viaje podia haberlas oxidado o dejado en mal estado. Y, aunque no esperaba entrar en batalla para nada, Era de buen caballero mantener las herramientas del oficio en buen estado. 

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21/11/2014, 00:34
Arrieta

Arrieta levantose con premura ante las palabras de Viana, y mientras estaba en la barra, le puso una mano grande y callosa sobre el hombro. Generalmente esto podría ser una afrenta para una dama, pero el norteño ignoraba las cuestiones de etiqueta habituales en Castilla.

—Mujer, no vayáis al mercado sola. Sois forastera et difícil será que os vean— miró con cierto descaro de arriba abajo a Viana, pero no con instinto sexual mas como si mirase una de sus ovejas— e non os deseen. Iremos todos a una, si non os parece mal.

El vasco se cruzó de hombros, interponiéndose entre ella y la puerta a lo lejos. Lo decía de buenos modos y con mejores intenciones, pues consideraba a aquellos, al menos, compañeros de infortunios; y si nadie pagaba plata por la cabeza de ninguno, no había porque separarse de ellos. Cuando llegó Constantí, Arrieta le miró, indicándole con un gesto que los cinco estarían juntos.

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23/11/2014, 11:30
Tabernero

Los siento joven -le dijo el tabernero-. Muchos vienen por aquí, et de muchas tierras, pero si todos hacen es sentarse, comer, et nada más. No he escuchado a nadie con esos nombres. Los siento.

El tabernero no sabía nada acerca de tu búsqueda.

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23/11/2014, 11:32
Director

Primero se levantó Viana, luego Constantí, et luego Arrieta et el capitán, seguido de Magdalena. Todos fueron pagando su menú correspondiente hasta quedar en paz con el tabernero de Brest, el cual os despidió alegremente con un "Au revoir" muy pronunciado. Salísteis todos a la plaza del mercado, y el ambiente seguía discurriendo a su merced. La gente aún continuaba paseando y adquiriendo algo de aquí y algo de allá. Por iniciativa de Constantí fuísteis a la posada del hermano del tabernero, y allí alquilásteis cuatro camas para la noche. Tras ello, éste marchó a una de las herrerías para comprobar sus armaduras y sus armas; empero que viendo aqueste que sus protecciones no estaban dañadas, nada hizo en reparar, ni tampoco con la su espada.

Luego, tras caminar un poco por Brest, pudísteis captar los rumores sobre un inminente ataque inglés. Cobraron fuerzas las hipótesis que hablaba sobre lo mismo que pronunció el tabernero: un ataque marítimo. Sin embargo, aquella tarde nada pasó, et volvísteis finalmente a la taberna.

Notas de juego

Os he restao a todos 2 monedas por la comida.

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23/11/2014, 11:58
El Cronista

¡CLIN! ¡CLIN!¡CLIN!¡CLIN!¡CLIN!¡CLIN!

Un estrepitoso estruendo os despertó. Procedía de la calle y no era el ruidoso mercado del día anterior. Lo primero era una campana (¡CLIN!), que parecía alertar algo. Nada más levantaros y vestiros observásteis por la ventana cómo la gente de la ciudad de Brest corría asustada por doquier. En el puerto, que se veía desde vuestra habitación, había un par de columnas de humo y fuegos llameantes; numerosos barcos encontrábanse anclados en el puerto, y ondeaban de sus mástiles banderas inglesas y el escudo del príncipe de Gales... Brest estaba en peligro. Tampoco Magdalena aparecía. Era como si hubiera salido temprano de la habitación.

Oíais traqueteo tambén en la posada en la que estábais. Por los pasillos corría la gente, e incluso parecían resbalarse y caer por los pasillos. Abrísteis las puertas y, efectivamente, la gente huía de allí. Enseguida os acabásteis de preparar y tomar vuestro equipaje, y bajásteis al comedor de la taberna. El dueño se llevaba las manos a la cabeza mientras sus clientes huían, al tiempo ue en la calle el griterío de los habitantes de Brest era ensordecedor. "¡LOS INGLESES!" "¡HAN ATRACADO!"  o "¡SON PEOR QUE LA PESTE, VIENEN A MATARNOS!" fueron algunos de los comentarios que pudísteis oir a pie de calle, una vez salísteis alarmados y alertados del establecimiento.

Allí pudísteis ver cómo la gente huía: familias enteras, madres y padres agarrando con lo puesto a sus hijos o niños perdidos por doquier, sin saber muy bien qué hacer. De vez en cuando una tropa con varios efectivos franceses, la guardia de la ciudad, se encaminaba a la carrera al puerto con sus lanzas en alto y sus espadas fueras. Algún cañonazo irrumpía desde los barcos intrusos hasta los muros protectores que el propio puerto tenía, destruyendo poco a poco sus almenas. ¡Brest estaba siendo inminentemente atacada por una gran flota inglesa! Lo más problable es que, dada la terrible confusión, el embiste hubiera sido sorpresivo, pese a los rumores que en los últimos días apuntaban a este fatal desenlace. Quedarse allí era una auténtica locura. Asique corrísteis tras la turba de personas huyendo de la ciudad, pese a que ningún rastro de Magdalena había llegado a vuestros ojos*.

Notas de juego

*Magdalena sale de la partida, como ya sabéis. A partir de ahora estaréis vosotros cuatro.

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23/11/2014, 12:07
Director

Huísteis de allí dirección sureste junto con muchos habitantes de la ciudad. La marcha, durante los primeros días, es agradable, pues en habiendo salido de aquella ciudad en conflicto teníais más segura vuestras vidas. Tomásteis una calzada romana destartalada que salía de Brest y recorría innumerables leguas hacia el sureste. Según el último indicador, llegaba hasta Burdeos. Sin embargo ¿dónde acabarían vuestros pasos?

Los árboles habían comenzado a mudar las hojas, pero las nubes se hacían como enormes manchas grises que cada vez dejaban menos espacio para el sol. Mirarlas era saber que en breves harían caer su agua, pues estaban cuajadas de lluvias. Habiendo recorrido unas cincuenta y tres leguas, una gran ciudad se os presentó a vosotros, y en un pequeño cartel apuntaba a la misma con el nombre de Nantes. Era una ciudad al lado de varios ríos, no era costera (aunque si muy cerca estaba), y el principal de ellos era el Loira. Mucha de la multitud de la gente con la que viajaban se internaron en la ciudad, y otra prefirió diseminarse por los caminos aledaños o incluso seguir la vía romana, quién sabe si hasta Burdeos. Sin embargo, vosotros creísteis oportuo descansar de nuevo en taberna o posada, tras casi una semana de lentísimo viaje.

Eso sí, desde hacía trece años que Nantes había sido por tomada por Eduardo de Woodstock, el Principe Negro rey de Gales.

Era casi de noche, y veíais muchas casas iluminadas en la ciudad. Numerosos puentes comunicaban diferentes orillas de varios ríos, y al fondo podía verse el castillo de torres redondas que custodiaba la ciudad. Una taberna brillaba no muy lejos de vosotros, en mitad del lugar.

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23/11/2014, 19:42
Viana Bermúdez

Iremos todos a una, si non os parece mal.

Arrieta, el tosco guerrero Vasco, me acoje cual hermano mayor. A pesar de haber cruzado desde Naredo hasta Bermeo sola, por mis propios medios, non me parece mal saberme acompañada y parapetada por las variopintas xentes que acompáñenme des que nos embarquemos algunas Lunas en face ya. Non puedo escaquearme de dedicarle al vascu una cálida sonrisa:

- Va bien, bon euskera! Mientres el nuesu aldu vaya pareyu al vuesu vamos faer camín xuntos!

Nos instalamos en el llugar del pariente del taberneru y salimos a deambular mercau donde dedícome a gusmiar cosines que me son menester por los míos asuntos.

corrísteis tras la turba de personas huyendo de la ciudad, pese a que ningún rastro de Magdalena había llegado a vuestros ojos

Dempués tan apacible noche, el asalto inglés cayó sobre Brest cual tormenta de verano, desencadenando nuestra precipitada huída de la población. Tanto es así que en aquesta deserción causamos nuestra primera baja puesto que la dulce Magdalena ya non despierta al pie de nós e bien podría ser que nunca más en sepamos della: "Avatares del viaxeru! Mon Dieu!"

una gran ciudad se os presentó a vosotros, y en un pequeño cartel apuntaba a la misma con el nombre de Nantes

Merde! Nantes, apenas un punto en algún mapa polvoriento que avistara lustros en face! Seya como quier, resultau de la atropellada fuga, aqueste lugar se aleja en demasía del mío destino!

Una taberna brillaba no muy lejos de vosotros, en mitad del lugar

A pesar dello, el anochecer róndanos y más nos vale buscar refugio:

- Paez que vamos tener que faer nueche equí, ¿qué vos paez aquesta tabierna?

Notas de juego

* Aldu: Rumbo

* Gusmiar: Husmear

* Seya como quier: Sea como sea

* Paez: Parece

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23/11/2014, 20:16
Viana Bermúdez
Sólo para el director

Notas de juego

Un par de cosines, si no te parece mal:

1) En el mercau busco los ingredientes para mis hechizos... luego te digo qué me hace falta y me cuentas si pude encontrar algo de ello.

2) En mi historia relato que el motivo de mi huída hacia Brest es encontrar a la família de mi madre Nicolette: En la historia puse algo tan genérico como que Ella, Nicolette, era de Flandes, descendiente de una poderosa casta de Brujas... consultando por ahí veo que Flandes comprende un vastísimo territorio de modo que, si no te parece mal, centraría mi búsqueda en la región cuya capital es Brujas, al fin y al cabo y teniendo en cuenta la íntima relación madre-hija (confabuladas contra su padre) sería normal que la madre le hubiera dado a Viana-Xandra algún detalle más preciso sobre su orígen que decido ubicar en Brujas (me parece divertido que la casta de brujas Nicolette - Viana/Xandra proceda, precisamente, de una ciudad llamada Brujas!)

Siendo así, y si me concedes esa licencia, Viana-Xandra intentará, por todos los medios, encaminar el rumbo del grupo hacia Brujas... ya me dirás qué te parece!!! ;-)

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23/11/2014, 20:53
Viana Bermúdez
- Tiradas (1)

Notas de juego

Por cierto!

No sé si la brecha que Arrieta se hizo en la tormenta que hubo entre Bermeo y Brest ya sanó: Si es que aún no, durante el viaxe la limpio y curo!!!

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24/11/2014, 19:37
El Cronista
- Tiradas (1)

Notas de juego

Viana, bueno, y para todos: la tirada de medicina que quieres aplicar serviría concretamente para que durante el tiempo de reposo que esté un herido con puntos positivos (aún no cero o menos) sus heridas no se infecten (y como lo único que ha hecho Arrieta es como mucho huir de Brest, doy por bueno que no ha realizado mucho esfuerzo físico) Además, habéis comido y dormido más o menos bien, asi que todo correcto..

La tirada, Viana, es buena (no hacía falta que lo hicieras en negativo). Procedo ahora a tirar por los PV que recupera Arrieta según la tabla de curación natural y su valor de RES. --> Arrieta recupera 1 PV (ya te lo he actualizado en ficha).

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24/11/2014, 20:04
Constantí Domenech

Tras asegurarme de que la armadura y las armas estaban en buen estado pasé la tarde dando vueltas por el mercado, preguntando por mi cuñado al que habia ido a buscar. No sabia siquiera si estaba en Brest o en algun otro lugar de Francia. Pero por algun lugar tenia que empezar. 

Sin ningun resultado volví a la taberna a descansar junto al resto. Pasé una buena noche, hasta que me despertó el familiar sonido de una batalla. 

Mi primer impuslo fue ataviarme para la batalla y salir a luchar por la Gracia de Dios, pero recordé lo que el tabernero nos dijo. Ataque naval. Me puse algo verde al pensar en lo mal que lol pasé en el viaje y renuncié al combate. Acerté a recoger a mi jamelgo antes de huir de Brest. 

Cabalgué durante dias junto al resto. Incluso le presté cabalgadura a ancianos y debiles refugiados que huian de la batalla. 

Llegamos a Nantes. Nada sabia de aquel lugar mas que hacia algo mas de una decada, el Principe Negro la habia tomado. Era cuestión de infanzones conocer los movimientos de los gobernantes en esta epoca de conquistas. Y a los caballeros tambien nos interesaba, pues nuestra misión para/con Dión nos podia llevar a lugares insospechados, pues los caminos del señor son inesctrutables. 

La dulce Viana que tan bien cuidó de las heridas del vasco, propuso de hacer noche en la taberna no my lejos de ahi. Era buena idea pues necesitaba descasar y quitarme el polvo del camino de encima. 

- Sembla un bon lugar per a descansar. - Le dije a la mujer. Al dia siguiente trataria de acercarme al hogar de los nobles y enterarme de las ultimas noticias. 

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25/11/2014, 14:42
Ramiro "Capitán" Gutiérrez

Tras la comida, el Capitán acompañó al resto del grupo a la hostería del otro lado de la plaza, manteniendo la distancia con el santo caballero. Ese petimetre, con toda su sacra verborrea, no aguantaría ni media jornada en una galera sarracena, pero en tierras cristianas podía pasear su noble trasero contoneándose como un pavo real, sintiéndose ofendido por que Ramiro ofertara su acero a cambio de oro. El castellano ocultó su desprecio tras su sempiterna sonrisa torcida. Que cada cuál labore su campo con la semilla que más guste...

Tras reservar una celda pequeña y austera, Ramiro abandonó el hostal y visitó las diversas mancebías, escogiendo una que portaba por nombre La Fleur de Lys, por tener las rameras más rollizas y de precios más que aceptables. Descargó con furia su exceso de entusiasmo, sintiéndose más sereno y más calmo al volver a salir a la plaza del mercado un cuarto de hora más tarde. Non hay nada como aligerar el horcate, tras noche tormentosa sobre la cubierta. Aunque aquestas rameras cristianas non saben jalar como las furcias moriscas...

El Capitán paseó sin rumbo por las angostas callejuelas de Brest, estudiando sin darse cuenta las fortificaciones del emplazamiento. La fuerza de la costumbre... Sus pasos le llevaron hasta el pequeño puerto, donde sentóse en un poyete junto a la puerta de un comercio con vistas al muelle. Con la espalda contra la pared, Ramiro observó el ir y venir de los bajeles: cocas de todos los tamaños cruzaban las aguas del puerto, algunas descargando mercancías y otras hombres armados; dos grandes carracas de carga esperaban ancladas frente al barracón de la guardia. Pueden llenar aqueste sucio agujero de soldados, si gustan. Pero esas tristes murallas non les servirán un carajo cuando lleguen los barcos ingleses... Batirán aquesta ciudad con sus cañones, hasta que non quede un muro en pie. Non es éste buen lugar donde echarse a descansar...

El antiguo pirata pasó la noche intranquilo, sabiéndose al alcance de las salvas de los ingleses, si éstos decidieran asaltar Brest. Sus sueños pobláronse de imágenes de muerte, fuego y metralla, despertando en más de una ocasión para echar mano a su acero y restar en silencio unos minutos, intentando escuchar unos cañonazos que nunca llegaban. Finalmente cayó rendido al cansancio y durmió profundamente hasta la llegada del amanecer.

El retumbar de los cañones le arrancó de su letargo, pero el Capitán volvió a cubrirse la cabeza con la andrajosa manta, creyendo oír solo los ecos de sus sueños. Mas los tañidos de una campana acompañaban los embates de la artillería inglesa, con un tintineo asustado y preñado de urgencia. Ramiro levantóse al fin, confuso y desorientado, sin saber a ciencia cierta si los sonidos de la batalla era reales o simples artificios de su adormilada mente. Los alaridos procedentes de la calle lograron convencerle de lo real y apurado de la situación. El castellano se levantó del camastro en el acto, vistiéndose apresuradamente y reuniendo sus escasas pertenencias para salir corriendo del edificio. Allí encontró al resto de sus compañeros de viaje, prestos ya a abandonar la perdida ciudad en pos de la reata de fugitivos que abandonaban Brest.

Las siguientes jornadas fueron tristes y cansadas, formando parte de la muchedumbre de asustados franceses que huían de la batalla. Fueron días de silencio, frío y cansancio, andando de sol a sol por la campiña franca. Sin rumbo. Sin esperanza. Compartía camino con tres de sus compañeros de la Herrumbrosa: el aguerrido Arrieta, siempre ceñudo y austero en el hablar; la menuda Viana, con su acento asturiano y sus mal disimuladas curvas bajo sus ropajes de tela basta; y Constantí, el caballero catalán que meaba agua bendita y cagaba hostias consagradas. Dicen que el roce face el cariño y, tras esas jornadas de duro viaje, el Capitán aprendió a apreciar los hoscos silencios del navarro, la inocente sonrisa de la muchacha de Naredo y, a regañadientes, la magnanimidad del santurrón de brillante armadura. No daría un real por ellos sobre la cubierta de un navío, pero su compañía era grata sobre los desgastados adoquines de una calzada romana perdida en tierras gabachas.

Al atardecer del sexto día, la luz del ocaso dibujó la silueta de una ciudad en el horizonte: habían llegado a Nantes. La ciudad, cruzada por diversos ríos, se presentaba a los ojos de Ramiro como una nueva oportunidad para empezar desde cero.

- Aqueste es tan buen lugar como cualquier otro para encontrar cobijo et, quizás, algo en qué emplear nuestros pellejos -respondió el Capitán-. Ojalá non tengamos que volver a salir por patas como en Brest... Estoy hasta los cojones de andar por aquestas tierras, sin nada que llevar a la boca ni monedas en la bolsa.

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01/12/2014, 19:33
El Cronista

Decididos a entrar en aquella pequeña taberna que refulgía como muchas otras ventanas del paseo costero, entrásteis en la tal, y aquesta tenía únicamente grabado sobre la entrada, en un tablón, un par de vasos, uno tras de otro.

Una hermosísima parra cubría parte del cartelón, y recorrísteis con la mirada su fino ramaje hasta el suelo, lugar de donde sobresalía. Estaba sujeta en sus tramos medios por una estructura metálica, en la cual se apoyaba al tiempo que crecía. Quizá en la época diera buenas uvas con las que poder degustarse, et que la tal parecía ser buena creciendo en tierras de los francos. Justo antes de entrar, la noche cayó por completo, y escuchásteis el rumor interior de la taberna, sobresliendo ya por la puerta de acceso.

Nada más entrar, el espectáculo que se ofreció a vuestros ojos fue un poco jocoso, y a su vez un poco preocupante: un grupo de hombres (con aspecto de mercenarios y tipos duros) estaban turbando la paz del garito. Los muy burros, no contentos con formar un espectáculo escandalosos entre griterío, juergas y risas, se divertían incordiando a un tipo al que habían tapado la cabeza con un saco, el cual se encontraba sentado (a la fuerza) en una de las mesas, rodeado por todos ellos. Por su aspecto, aquel tipo parecía un hombre delgado, y a su vez era vituperado entre chanzas amenizadas por escupitajos, pequeñas collejas, y golpeado levemente para el contento de sus captores y otros clientes curiosos allegados allí. Nadie se percató de vuestra entrada con el "glorioso" espectáculo que allí se ofrecía.

Notas de juego

Haced una tirada de Descubrir (PER)

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01/12/2014, 19:46
Ramiro "Capitán" Gutiérrez
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Notas de juego

Ahí la tienes. Te la hago oculta porque entiendo que si no paso la tirada, no tengo porqué saberlo.

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01/12/2014, 20:26
Constantí Domenech
- Tiradas (1)
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01/12/2014, 20:55
Viana Bermúdez

La belleza emparrada del exterior de la posada oldea el sucio espectáculo del interior: Una banda de matonos vilipendiando al probe tipu cola cabeza cubierta por un sacu. Ente'l ropaje, la mio mano allega empresta a la daga.

- Tiradas (2)

Notas de juego

.- Oldea: Contrasta

Ahí va mi tirada, a ver si descubro algo! Por cierto, ya que tanto nos hemos fijado en la amable parra del lugar, tiro Con Vegetal a ver si hay algo en ella que me llame la atención!