Partida Rol por web

La Guerra Interminable

PRÓLOGO - El viaje a Brest

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21/07/2014, 01:23
Arrieta

Aún molesto por la actitud del viejo Ramiro, Arrieta salió del camarote un poco encendido. Malgastó su fuerza con una caja, que pateó con vehemencia una y otra vez hasta que se astilló. Llevaba años viajando en barcos de aquí y allá, y sin embargo los aborrecía. Era hombre de tierra, de olor a musgo y lombrices, de animales, de lo que se podía palpar; el navegar era un mal menor que había que soportar... como a ciertos hombrecillos, incluido el capitán.

Medio agachado limpió su bota de buena calidad mientras el capitán comenzaba su arenga. Malas horas para calmar los vientos, Eolo. Todos los tripulantes habían visto zozobrar la Herrumbrosa bajo las órdenes de aquel tipo de las barbas, y eso hacía peligrar la paz. Y Arrieta quería paz. Siempre le molestaba la gente ruidosa, con ganas de jarana. Casi siempre acababan con el filo del hacha haciéndole una nueva sonrisa, con tal de que callaran. Así le había pasado en varios puertos franceses, y así había sido desde siempre. El vasco sólo quería estar tranquilo.

Mirando al mar, donde las luces de la costa extranjera se amontonaban a lo lejos, sintió el olor a hembra que acompañaba a las dos mozas que llevaban en el barco. Se pusieron tras de él, como ovejas asustadas que deciden ponerse cerca del lobo para que les proteja del oso. Arrieta gruñó. Las mujeres en la cama, no en los barcos. Todo el mundo lo sabía. Al menos la agraciada sabía tratar las heridas.

Iba a decirles algo cuando vio al portugués mirándole muy fijo, de cerca, comiéndole los morros casi. El vasco ya había jugado a aquello, así que miró con sus ojos fríos. No hagas movimientos raros, parecía decirle con los ojos. No hagas movimientos raros que te carneo y adiós muy buenas. Y por si fuera poco, se acercó a las muchachas, les dijo algo en un idioma parecido al gabacho, y se acercó al Xandinho para dar más fé a sus miradas. La mano, cálida cerca de la madera de su hacha a la espalda, la otra apartando a los marineros sudorosos y ahora piadosos; un ojo en el predicador que hablaba como si Dios supiese su empastada lengua además del latín, y el otro ojo... el otro ojo inquieto, esperando lo peor.

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21/07/2014, 01:41
Arrieta

El vasco se vuelve, con su rostro bajo y picado de cicatrices, con los dientes apretados, y murmura algo a Viana y Magdalena. Apenas perceptible. Apenas inteligible. Su voz en susurros es más suave de lo que dice su mirada, y habla a las mujeres con una mezcla de desprecio y simpatía, extraña y difícil de digerir.

*— Les marins prennent garde, mes filles. Il semble que la trappe d'une émeute. Que je vous protéger ... mes vertus.*

Y avanzó con paso decidido hacia el veedor de la Herrumbrosa sin esperar respuesta.

Notas de juego

Tened cuidado con los marineros, mis muchachitas. Parece que traman un motín. Yo que vosotras iría protegiendo mis... virtudes. 

En francés.

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21/07/2014, 16:05
Viana Bermúdez
Sólo para el director

— Les marins prennent garde, mes filles. Il semble que la trappe d'une émeute. Que je vous protéger ... mes vertus.

Entre la lascivia que adiviné en los ojos de los Marinos y la advertencia de Arrieta, lo tengo claro: Bajo las gruesas ropas mi mano busca la empuñadura de la Daga mientras escuadriño en mi memoria cuáles eran las palabras y gestos necesarios para activar la Piel de Lobo: "Mon Dieu!"

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22/07/2014, 16:43
Constantí Domenech

Mientras el capitán Irizar hablaba a  los hombres y me daba paso, observé al Xandinho, y a los demáspasajeros de la herrumbrosa, como las dos mujeres iban juntas tras el Arrieta y Ramiro tambien pululaba por ahi. 

Le agradecí al capitan que me diera paso y subí al castillo de popa, agarrandome fuerte para aparentar que me encontraba bien. Decidí hablar en castellano para que la mayor parte de los marinos me entendieran.

Hermanos y Hermanas - Dije, recordando a la tripulación que las dos mujeres de abordo también era hijas de Dios. - Hénos aqui reunidos para honrar la memoria de los Marinos que perdieron la vida en la tormenta, y pedir a Dios, Nuestro Señor, gracias por guiarnos al resto a nuestra supervivencia. - Tras estas palabras cité algún verso de la biblia que tenia entre manos, referido al tema del que hablaba. Tras una breve pausa proseguí.- Hermanos, Hermanas, este es también un momento de reflexión, de arrepentimiento y perdón. Puesto que aquellos que llamaron al Mal anoche están arrependidos de sus actos, como el Contable, que ya no está entre nosotros, o el capitán Irizar, que ha decidido permitirme oficiar esta Santa Eucaristia para vosotros y en señal de arrepentimiento. Por tanto, al igual que Dios Misericordioso lo hizo anoche salvándolo, vosotros tambien deberiais perdonarlo. - No mencioné a Ramiro, porque esperaba que mis palabran distrajesen la atención de la tripulación de él, y del resto de viajeros. Busqué en la Biblia un nuevo pasaje refiriendose al perdón y al arrepentimiento y lo leí para todos. Les leí algunos Salmos que me parecieron acertados, y los hice rezar conmigo hasta que di por finalizada la Misa, con estas palabras, mientras me santiguaba.

In nomine Patris et Filii et Spiritus Sancti. Amén.

- Tiradas (1)

Notas de juego

No he puesto bien lo de la dificultad creo. Creo que en total era 75 -30 por marearme en los barcos= 45 y con un resultado de 3. 

Me parece que tal vez haya gente que pueda aumentar su RR si rezan lo bastante.

PD: No se me da nada bien el castellano antiguo... Lo siento. Ni tampoco las misas ni las biblias. A pesar de que Constantí es un fanatico religioso, yo jamás he abierto una bibia (fuera del instituto) y no he leido practicamente nada.

Espero que os haya gustado. 

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23/07/2014, 03:34
Magdalena Pérez

Magdalena estaba perdida entre sus pensamientos cuando escuchó a Xandinho hablar sobre las preocupaciones de los marineros. Quería pensar que aquello no iba en tono de amenaza, pero algo le hacía pensar que podría ser así. Comenzó a mirar a todas partes en busca de algo que pudiera suponer una amenaza. Se había salvado de muchos problemas pensando siempre mal de la gente. Su madre le decía: "Piensa mal y acertarás". Y la mayoría de las veces le había ahorrado muchos disgustos.

Después contempló el pequeño libro sagrado que sacaba y como se lo daba a Irizar que rápidamente formaba una plegaria por los marineros ahogados. ¡A ver si es cierto y pronto llegamos! ¡No aguanto más este mareo! pensó la hermosísima mujer.

Y entonces se dio cuenta de algo, Viana parecía haber visto algo y Magdalena miró hacia la misma dirección que ella, a duras penas se levantó y se dirigió hacia ella. Quería saber si habría descubierto algo, si algún marinero podría atacarlas, porque de hacerlo, seguramente empezarían por ellas. Aunque estaban muy equivocados sin pensaban que ella no iba a oponer resistencia. Se acercó a ella y le siguió el juego para esconderse detrás de Arieta. Una vez allí escuchó lo que su compañera quería decirle.

Tras ver como Arriesta también se acercaba para decirles algo, Magdalena rápidamente se llevó una mano a sus partes más íntimas, mientras con la otra buscaba el estilete que tenía guardado entre sus ropajes.

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08/09/2014, 11:10
El Cronista

Mientras Constntí articulaba el "In nomine Patris et Filii et Spiritus Sancti", los marineros allí presentes (los treinta y cinco restantes) se presignaron para devolver la bendición al caballero catalán, y tonar, muchos de ellos, su alma más reconfortada*. Viana y Magdalena permanecían con arrieta, mientras que Ramiro intentaba pasar desapercibido entre cuantiosas miradas, que habian sido menos agobiante durante la más de media hora de misa y oración.

Et que no hubo tiempo para mas, puesto que lo marineros se revolvieron, se levantaron y poco a poco comenzaron a bajar a los camarotes en grupo. Aquella noche, en habiéndose hecho la calma antes de la misa, no hubo tiempo y ni ganas de más, ni mucho menos historias que contar, pues sería una locura volver a impacientar la misericordia del Señor en plena mar.

Quedásteis sobre cubierta y en breves volvísteis a vuestros camarotes. Según comentó Irizar momentos antes, al día siguiente llegaríais a Brest, verdadero destino. Lo último que faltaba, et que ojalá así no fuese, sería cruzarse con fuego de cañones en plena noche, fuera del bando francés o galés... Y tras bajar a los camarotes, os acomodásteis, no sin recordar la gran tormenta y el desaguisado que provocó la misma en el barco y los marineros.

El sueño, en mayor o menor medida, os inundó.

- Tiradas (2)

Notas de juego

*: Si Constantí, algunos de ellos han subido su IRR. Por cierto, no pasa nada con la interpretación, tu hazlo como mejor sepas y ya esta ;)

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08/09/2014, 11:14
Director

Notas de juego

Viana, no sé si has querido activar el hechizo (desde luego no has hecho la tirada de IRR con el malus correspondiente), por lo que en tu última intervención deduzco que solo te has precavido, por si lo tuvieras que usar. De hecho, como os "he mandado" a dormir al actualizar el post, mejor que no lo uses (pues "Piel de Lobo" dura 20 asaltos), y si vas a dormir eso durará nada y menos ;)

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08/09/2014, 11:20
Xandinho

TOC, TOC, TOC

Un levísimo ruido de nudillos golpeando la puerta de vuestro camarote se posó en vuestros oídos. Sin embargo, la puerta estaba abierta (los marinos no acostumbraban a cerrar las mismas, por si tenían que salir a cubierta por una urgencia). Tras producirse este ruido, escuchásteis pasos, pasos adentrándose en la estancia donde dormíais (las dos mujeres muy cerca la una de la otra, Arrieta a su lado, y luego Constantí... puesto que "el Capitán" se colocó separado del vasco para evitar más roce o tensión.

Eran, internándose en la noche, más de uno claramente, pues numerosas botas y zapatos pisaban en el camarote. Fue entonces cuando unas manos se posaron en vuestros hombros, despertándoos. El primero que abrió los párpados fue Arrieta (fue al primero que despertaron). Luego al resto. Entonces vísteis hasta ocho de los marineros, todos ellos muy jóvenes allí presentes. Casi no cabían en la estancia.

¡Eh!, ¡vos...! -dijo en bajo el maestro veedor al grandullón vasco-. Es la hora. ¡Arriba! ¡Habéis de ayudarnos!

Y asintió con la cabeza.

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09/09/2014, 01:43
Arrieta

El sueño no había venido a visitar a Arrieta. El vasco había peleado contra el jergón de paja que era su catre una y otra vez, más pendiente de la tensión esperada que de otra cosa. No le gustaban los barcos, no cansaría de decirlo a quien le quisiera escuchar. Pero claro, hablaba poco. Pese a eso, se conocía los cuentos. Cuentos como con el que quería darle arrullo el portugués, Xandinho.

Se hizo el dormido, siniestra cerca de la maza, diestra apretada como una roca. Pero se dejó sobar por el veedor. Mejor él que las mozas. Contó ocho y ellos cinco; tocaba callar y seguir el juego de naipes.

El vasco se incorporó en silencio, sin gruñir siquiera. Vio revolverse y preguntar algo al viejo. Miró la jeta ansiosa del de Portugal y dudó un segundo, desencontrado consigo mismo y receloso de tomar una decisión para después arrepentirse. Agarrando la maza, con las pupilas en sangre por la mala noche y los dientes apretados, la levantó sobre la cabeza del veedor con fuerza, con sorpresa.

CROC

Era un mercenario... y a él le pagaba el capitán.

Notas de juego

- Desenvainar

- Aturdir

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09/09/2014, 21:27
Ramiro "Capitán" Gutiérrez

─¿Ayudarvos? ─mi mano, inconsciente, se había deslizado ya a la empuñadura de mi viejo telek, el cual cuidaba de mi sueño y, durante muchos años, bebió la sangre de infinidad de cristianos, moros y judíos sin hacer distinción o discriminación alguna.

─¿Ayudarvos en qué? ─repetí ─o más bien cómo... ─pues ya intuía yo de que trataba el asunto, que sería un motín en toda regla, de esos que hurden las ratas bajo el amparo de la oscuridad de la noche y el cobijo de los barriles de la bodega. Y que me vino entonces el recuerdo de la última vez que estuve muy cerca de un motín, y aunque aquel no acabó con la cabeza decapitada del capitán, acabó de manera bien fea:

 

Que había oído yo hablar del trato que se les da a los esclavos en las naves negreras, y aquél no me parecía malo. Así se lo dije al capitán, y me respondió que, aunque esos esclavos habían de ser tratados a cuerpo de rey, no todos los cargamentos eran iguales ni para lo mismo. Sólo un negro de los encadenados y uno de los niños espicharon en la travesía, aun tan larga, y de maltratos ninguno de los dos, sino de un cagalistre la criatura y el otro porque ya venía malo, que a lo mejor se rebelaba también por eso, y, antes de que los echásemos al agua, los estuvo mirando mucho el cirujano por si era cosa de peste.

Vino a morirse aquel negrazo, y a la otra noche el crío, poco antes de ponérsenos a la vista la isla de la Madera, que fue última aguada a Lisboa y tuvimos su puerto ante la cara cuatro días sin poder tomarlo, por no permitirlo el viento. Alarmó al Coello, que así se llamaba el cirujano, que se juntaran esas dos muertes y que dos gorrinos de la Guinea no quisieran luego comer el maíz del barco, cosa que lo anerviosó más y no lo dejó tranquilo hasta que, pasadas cuatro o seis fechas, no vio él que la carga seguía en buena salud.

Me dijo que las pestes en los buques negreros son más de temer que ninguna otra cosa y que, en siendo de las malinas, se corren más pronto que la pólvora y, a poco, se ponen los negros a echar por arriba y abajo hasta los primeros calostros, y se mueren. Y que en el pánico de que esa peste, ya declarada en el sollado, saltase de él a cubierta, los hombres perdieron la cabeza, se amotinaron y forzaron al capitán a terminar cuanto antes con los morenos regándoles veneno de mal olor en un potaje, que les bajaron en cubos con sogas y ellos hubieron de comérselo luego de andar dos días con la tripa en blanco. Tan grande era el cargamento y tan rabiosa la epidemia, que la marinería no vio otra salida, ni la de echar los negros a la mar. Y así que bajaron aquel potaje, pusieron barras y cerrojos a los escotillones y no los abrieron hasta que, al cabo de mucha queja y griterío, no se escuchó piar a nadie, que antes era terror oírlo. Un viaje fue aquél que hizo ruido por todo el Mediterraneo, pues, habiendo sucedido esa matazón de los negros a media travesía, vino luego la tripulación a tomar arrepentimiento de lo hecho, con el miedo de que, aun cerrado el sollado a cal y canto, acabaran subiendo y metiéndoseles en el cuerpo los vapores y miasmas del pudridero.

 

Y que bien tardó aquel pusilánime de Xandinho en responder que me dió tiempo de revivir todo aquello...

...buena historia por cierto, para contar en alguna de las próximas noches. Seguro sería del agrado de todos los "marineruchos" que ocupaban este navío.

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11/09/2014, 03:11
Magdalena Pérez

En cuanto sintió las manos de aquel marinero, Magdalena desenfundó su estilete que tenía guardado bajo la almohada. Estaba acostumbrada a dormir con él bajo la almohada. Era una locura, que una mujer tan hermosa como ella, y con una vida tan dura, durmiera desprotegida. En innumerables ocasiones habían tratado de propasarse con ella, y desde la primera vez, siempre había tenido a mano su arma.

Cuando un hombre tenía su arma fuera, y Magdalena sacaba la suya, muchos se arrepentían de cualquier tipo de intención que tuvieran hacia ella. Desde luego que era hermosa y tentadora, pero también podía ser rápida y eficaz. Y desde luego que ninguno de esos marineros sería el primer eunuco al que había castrado Magdalena.

Pero la cosa no era así, a pesar de tener aquel arma entre sus manos, se dio cuenta de que no estaban tratando de violarla, más bien tenían otras intenciones con ella y los demás. No es que prefiriese que hicieran lo que había pensado, sino que ante aquella reacción no sabía como responder. Así que, se quedó mirando a sus compañeros para ver qué hacían ellos, y ella, simplemente, se limitaría a imitar el comportamiento del resto.

Si luchaban, que se preparasen para perder los huevos. Si les seguían, así haría ella, cumplir con lo que se requiriese de ella. Al fin y al cabo, Magdalena siempre había sido una chica dedicada a cumplir ciertas órdenes.

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11/09/2014, 08:17
Constantí Domenech

Me desperté rapido pues habia pasado mala noche a causa del bamboleo del navio. Creo que la unica vez en que no me afectó demasiado el viaje fue durante la misa, y solo por la gracia del Señor. Me sentia confuso y aturdido, mientras trataba de incorporarme. 

- Que significa todo esto? - Pregunté en castellano, pues sentia malestar y preferia quedarme en cama lo que restaba del viaje. 

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11/09/2014, 18:31
Viana Bermúdez
Sólo para el director

Notas de juego

Al escribir con el movil no me da para narrar demasiado: Más o menos mi actitud será pareja a la de Magdalena, es decir, empuñar mi arma y, secretamente prepararme para activar mi hechizo de protección a la espera de acontecimientos... Aunque Arrieta parece haber tomado iniciativa!!!

En una semana vuelvo... Al respecto de lo que me dijiste del hechizo pues si era eso: Alistarme por si fuera menester ejecutarlo!

Saludos!!!

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16/09/2014, 19:42
Xandinho

Ayudarnos... ¡Si! -dijo Xandinho-. ¡¡A tomar este barco!! -con ello quedó clara la intención al tiempo que respondía a Constantí-. Hemos de llegar al camarote del capitán y tomar el control de la Herrumbrosa. ¡Es vital!, ese hombre... -refiriéndose al elocuente y avispado Irizar-... es la razón de todos nuestros males, tormenta y penurias. Trama algo, no sé que será, pero tiene a bien que su barco encalle o quede hundido, Dios sólo sabe porqué...

Somos ocho -dijo el maestro veedor señalando a los suyos-, y avisar al resto de marineros sería llevarnos al momento a la razón o enseguida al fondo del mal, quedando mal gobernado este navío. Et vosotros, sé que sois hombres de bien, cabales y experimentados en la vida, no como el resto de marinos -parecía que Xandinho había escogido para este motín a marinos de cierto empaque, aunque también jovenes-.

Todos ellos observaron cómo os pertrechábais con vuestras armas, tomándolas al instante, aunque nada hicieron sino sólo contenerse.

Ese capitán es el mal, en los últimos viajes se ha dedicado a ¡¡UGGGH!! -un terrible mazazo de manos de Arrieta sucumbió a un inmenso golpe en la cabeza de éste, cayendo redondo al suelo, con una breza en una de sus sienes... Fue entonces cuando los jóvenes marineros desenvainaron sus espadas.

-¿¿¡¡Qué hacéis!!?? -dijo uno de ellos-. ¡No tenéis ni idea de lo que ocurre!

- Tiradas (2)

Notas de juego

Si vais a rematarle, tirad INICIATIVA, si vais a luchar, también. De momento, los marineros no os son hostiles, pero si hacéis movimientos en falso o ademanes de ataque como los que os digo, no dudarán en defenderse o incluso atacaros.

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16/09/2014, 20:44
Constantí Domenech

- Ben fet, Arrieta. - Dije al fornido vasco que noqueó al veedor con un certero golpe. Tomé la palabra puesto que esos marineros no tenían demasiado claro que hacer o a quien seguir. Continué hablando, esta vez en castellano. 

- Hermanos temerosos del Señor. No es propio de buenos cristianos tratar de resolver las disputas con batallas y luchas. Eso debeis reservarlo para los infieles. Un buen cristiano lo que hace es hablar y resolver esos conflictos con la palabra en lugar de lanzar una soga al cuello de su capataz, o en este caso, de su capitan. Aquellos de vosotros que tengais quejas con su forma de gobernar la nave debeis exponerselas a vuestro capitán en tierra firme, donde no se pueda hundir la nave en mitad de una refriega o herir de gravedad a aquellos imprescindibles para gobernar el navio. - Me detuve un momento para provocar un buen silencio expectante. - Asi que llevemos esta nave a puerto. Obedeced por le momento a vuestro capitán. y una vez arribemos a tierra, hablad con él, explicadle lo que está mal, y negociad. Y si no os gusta marchaos a servir en otro barco. Sois hombres sabios de mar y sabeis que una tripulación que no está unida, no hará nunca nada bien. 

 Esperé un poco a ver si las palabras calaban entre la gente y me hacian un poco de caso, evitando así un  inutil derramamiento de sangre. 

- Tiradas (1)

Notas de juego

*- Bien hecho, Arrieta.

PD: Se me da bastante mal hablar en castellano antiguo ( y en catalán ya puestos), y dado que soy el charlatán del grupo, espero que no os moleste demasiado que me exprese de un modo mas actual. 

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17/09/2014, 08:41
Viana Bermúdez

Observo, desde mi jergón, la rápida sucesión de acontecimientos que ocurren en el corto lapso de tiempo entre ser manoseada por un hediondo marino, incorporarme a la vez que mi mano busca la daga, siempre presente entre mi ropaje, Xandinho da inicio a su monserga inmediatamente aplacada por el elocuente Arrieta.
Como ya ocurriera en anterior ocasión, busco refugio detrás del robusto vasco, la mano presta a desenvainar, mientras oigo que la suerte de monge catalán trata de evitar el inminente enfrentamiento con dulces y hechizantes palabras, llenas de buenas intenciones.
Ignoro como responderán los marinos a la prédica del catalán, parecen necesitar una diestra mano que los gobierne en su desesperación. Me mantengo alerta, parapetada detrás de Arrieta!

Notas de juego

Mis disculpas si no puedo extenderme demasiado: Mañana ya regreso y puedo postear normalmente!!!

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17/09/2014, 13:01
Ramiro "Capitán" Gutiérrez

Armas en ristre era menester, así que bracamante en la diestra y telek en la zurda planté bien los pies sobre los tablones mohosos de la estancia.

─Antes de iniciar pendencia et tomar desición en favor de unos u otros, placeríame, si no es molestia ─mientras decía esto último miré a Constantí ─escuchar a que es lo que vos decides que dedicábase el capitán en los últimos viajes.

Que ya debía ser algo inquietante, y bastante, para que me decantara por unirme a aquel motín formado por jovenes grumetes ansiosos de emociones.

─¡Fablad prestos! ─espetéle a los marinos que habían desenfundados ─¡que lo que contéis podrá salvarvos o condenarvos!.

- Tiradas (1)
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18/09/2014, 00:42
Arrieta

Palabras necias para oídos sordos, las que el catalán lanzaba a los mozos que acompañaron al veedor. El mercenario le hizo un gesto afirmativo con la cabeza y luego lo empujó hacia atrás. Xandinho, seguía en el suelo, hecho un ovillo de dolor y sangrando por la testa. Arrieta pasó por su lado pegándole un puntapié. Ya se conocía el paño así que se colocó a la vera del viejo, con la maza a medio camino entre dar las buenas noches y volver a casa a descansar. Por delante del devoto y sin dejar de echar ojo a las damas, escupió la flema de la mañana sobre la cubierta y gruñó entre dientes:

— El único capitán aquí es el que suelta la plata. Y ese es Irizar. Fablad y luego idos. No salgáis de vuestros sucios agujeros hasta llegar a tierra, haurrak*.

Notas de juego

*niñatos

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21/09/2014, 22:15
Magdalena Pérez

Magdalena se movió lateralmente hasta Arrieta, prefería estar de su lado que del de los marineros. Él era un hombre grande y fuerte, capaz de dejar inconsciente a un hombre de un solo golpe. Si alguien podría protegerla sería él. Iba armada de su estilete, y en ningún momento dio la espalda a sus enemigos.

No daría el primer paso para castrar a ninguno de los marineros, pero tampoco se dejaría achantar por ninguno de ellos. Simplemente, y como había hecho hasta ahora, se quedó observando lo que hacían. Dispuesta a ayudar en lo que estuviera en sus manos.

¡Que tumbaran a uno, que ella se ocuparía de cortarle los huevos y después servirlos con panceta en el desayuno del día siguiente!

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22/09/2014, 21:34
El Cronista

Las palabras de Constantí los calmaron. Aquellos marineros miraron a Xandinho, aquel portugués diestro en la mar, tendido inconsciente en el suelo. Tragaron saliva, sabiendo que lo que estaban haciendo les haría formular del todo su motín o llevarlo a la horca o a una muerte más rápida. Pese a que no sabían que hacer, la voz del de Montesa, que ya habían oído en la misa, les convenció. Bajaron sus espadas y se las guardaron al costado. No obstante, su miedo de primer motín (quizá el único de su vida) no se disipó ahí, sino que tanto el Capitán Ramiro como Arrieta hicieron entrarles en un desasosiego aún mayor.

El barco zozobraba un poco, pese a la calma, y los marinos cerraron la puerta. De los ocho tipo pareció hablar el más joven, no sin temblarle la voz en todo momento.

Xandinho es un hombre prudente -comenzó-. Es el capitán de este barco esquien hace cosas extrañas. Algunos somos nuevos aquí, pero el capitán... hace cosas, ¿cómo decirlo?: temerarias e insensatas para echarse a la mar. Carga mucha mercancía, nos hace zarpar aún con los vientos y las rachas de agua en contra y... lo más increíble... cruza batallas en plena mar... Nada más enarbolarme aquí, comprobé su primer desatino: por babor, en la costa francesa al sur de este punto, la tripulació dio la alarma: una batalla naval se cernía a unas dos millas. Era de noche, y no pudimos sortearla antes... Vimos el fuego de la pólvora de las bombardas de los grandes barcos franceses, y nos metimos en el fuego cruzado. La guerra es sumamente cruel en la mar... Sin embargo, la Herrumbrosa...

El marinero se paró, y entonces siguió otro, como si supiera bien la historia.

La Herrumbrosa no fue alcanzada por ningún disparo. ¡Si vieran vos cuantas bolas de cañón fueron disparadas! ¡Si pudiéramos, cuantos estamos aquí, contarlas! ¡Y ni una d'ellas golpeó el casco, los palos o las velas! Salir vivos de ese fuego fue más que un milagro, un milagro incomprensible..., solo que el Capitán Irizar no es hombre cristiano. Y ya ven las historias que cuenta en cubierta...

Sin relatar más, aquellos marinos dejaron una sensación extraña en el aire. Parecia que la imprudencia era el principal motivo de motín.