Partida Rol por web

Saco el mapa que nos hizo el cartógrafo y lo extiendo sobre el suelo, tras le pregunto a Nielas antes de hacer una marca en el escribiendo "S"

No escribiré nada más por si esto llegan a verlo otra gente, no quiero ser el culpable de que nadie descubra nada que no deba... tras hacer mentalmente el plan de ruta que dejamos atrás exclamo: Cachis, venimos casi de al lado. Levanto la vista y continuo mirándole con una sonrisa: Digo... menos mal que tiramos hacia el Este en el Yermo de Natara y no al Oeste eh jajajajaja

Nah, no tengo intención por ahora de adentrarme en ese sitio. Puede que vuelva a Magnostad cuando todo esto acabe. Digo para tranquilizar a mi padre.

De todas formas ninguno de los dos hemos rehuido nunca los peligros. Aclaro levantando las cejas como si le reprendiera inocentemente que intente protegerme cuando el mismo me alentaba a luchar ante todo. Si Magnostad no está en esa lista de lugares peligrosos, tengo curiosidad por saber qué lugares la conforman y qué peligros has podido encontrar en ellos. Jajajaja

Entre risas y recuerdos el día transcurre junto a Nielas ayudandole a colocar las trampas y sin tener más noticias de Ram que el eco de sus flechas al golpear sus objetivos.

Durante la charla y en confidencia, Nielas te confía que el gusano que visteis es en realidad la entrada a la Dungeon y que seguramente el motivo por el que intento tragaros fue por la presencia de un candidato como Ram en las proximidades, según él "el dueño de la Dungeon debe estar impacientandose".

Después de que las trampas han quedado puestas, de las charlas padre e hijo, de recuperar mucho tiempo perdido con Nielas, de incluso practicar con el bastón volador con algunos consejos del maestro de mi infancia,... cuando Ram parece más calmada y tenemos provisiones para continuar, es momento de irse.

La despedida se hace más emotiva de lo que hubiera imaginado, yo le entrego a Nielas un dibujo que había hecho durante nuestra charla en el fuego con una frase escrita "Gracias, es un orgullo poder ser tu hijo". Tras lo cuál el sonríe y me hace entrega del suyo (como si ambos hubiéramos pensado en la misma sorpresa). Un dibujo de uno de nuestros viajes cuando era niño que evidentemente deja el mio a la altura del más triste amateur y que reza una dedicatoria:

"He intentado enseñarte a ser mejor, a no cometer los errores que yo cometí. He intentado apoyarte sin agobiarte, animarte sin presionarte y aconsejarte siempre desde la experiencia. A pesar de todo, he aprendido mucho más de tí con solo tu presencia en mi vida. Vive tu vida como quieras, que yo tendré mis brazos extendidos para ti y guardaré tus secretos para siempre. Nielas."

Pasado el tiempo de las emotivas despedidas que prometen ser solo temporales, el viaje hacia Yamagiri continua y el terreno cambia poco a poco. La vegetación y la fauna aparecen de vez en cuando entre la arena, como si a un ritmo irregular el desierto quisiese covertirs en sabana pero sin llegar a conseguirlo.

Tras unas semanas de viaje y tras una pequeña zona rocosa, por fin divisais un cambio brusco en paisaje, a lo lejos una gran ciudad amurallada rodeada de vegetación se alza en mitad de la nada. Según la información otorgada por los homúnculos parece ser una ciudad habitada con bastante población, tal como lo cuentan parece que hay bastante movimiento y vitalidad en su interior asi como una gran cantidad de soldados acampados en el exterior al otro lado de la ciudad*,las entradas parecen custodiadas como la entrada a cualquier otra ciudad de tamaño considerable.

-Civilización al fin, esta debe ser la ciudad que se comunica con los caminos de comerciantes, cuenta como salir de la zona peligrosa- Señala Ram con la capa llena de polvo y la cara llena de suciedad del viaje- Vamos- comenta mientras sale de entre las rocas dispuesta a ir hacia la ciudad justo antes de darse la vuelta como percatándose de algo- No creo que debiéramos llevar exceso de equipaje- Dice mientras señala los dragones- Hasta ahora solo hemos pasado por pueblos pequeños y echos un desastre por lo que no importaba, pero no quiero llamar la atención demasiado, además es posible que los guardias quieran confiscarlos o los comerciantes comprarlos o robarlos.

Ram queda a la espera de que decidas que hacer con tus homúnculos pero no parece muy dispuesta a acompañarte en la ciudad con un sequito de seres medio gatos.

Miro a mi "séquito" cuando Ram lo menciona y empiezo a reírme a carcajadas.

Ni aún dejándolos aquí lograrías hacerme a mi pasar desapercibido y lo sabes jajajaja. Pues a fin de cuentas mi "perfume" me hace la persona más deseada de conocer allá donde voy.

Además, no lograremos reunir suficiente información de dónde estamos y a dónde tenemos que dirigirnos si vamos juntos. Lo más lógico es separarnos al entrar. Según me has contado tu experiencia moviéndote por las sombras te facilitará recabar información de lugares a los que yo, por mi forma de ser, no tendría acceso.

Sin embargo para mi el hacerme con información de comerciantes, burgueses, incluso nobleza local... es más que viable. Llamar la atención es mi especialidad, de ahí la importancia de mis híbridos gatunos jejeje. ¿Crees que aquellos que quieran a mis homúnculos no intentarán primero intercambiar información de ellos directamente conmigo?

-Sobrestimas tu suerte Magus, solo te digo eso, te buscaré cuando tenga algo, en el peor de los casos nos vemos en la puerta en-Ram duda un instante el periodo de tiempo que darte hasta que finalmente declara sin lugar a discursión- 3 días.

Sin nada más que decir Ram se adelanta a la ciudad, al cabo de un tiempo que consideras oportuno haces lo propio seguido de tu sequito de homunculos.

Al llegar cerca de la puerta ves que la entrada es más grande de lo que parecía desde lejos, desde luego las murallas no son tan grandes como las de Magnostad pero si eran lo suficientemente altas y gruesas como para fijarte en ellas. Cuando te acercas, uno de los 4 guardias que vigilan desde la parte de abajo se te acerca con una lanza en la mano, no obstante sus intenciones no parecen agresivas y entiendes que solo la lleva como autoprtección.

-Buenos días caballero, sería usted tan amable de identificarse y nombrar el motivo de su visita a Garakta-Mientras te habla echa un vistazo tras de ti para observa a tus homunculos y levanta una ceja con algo de asombro-_{aunque me lo puedo imaginar}.*-murumura por lo bajo.

Buenos días. Digo con una educada sonrisa. Mi nombre es Magus-Medivh Aran Aegwynn. He decidido explorar el mundo para expandir mis negocios, tengo entendido que esta es una gran ciudad comerciante y quería verla con mis propios ojos para saber que industrias puedo traerme a este lado de Tenzan.

El guardia te sonrie como si ya hubiera anticipado tu respuesta y señala hacia el norte, indicando un pequeño camino que rodea la muralla por el exterior.

-Los animales no tienen permitido entrar a la ciudad, a no ser que se posea alguno de los permisos especiales, puesto que es su primera vez aquí no creo que lo tenga. Deberá dirigirse a la puerta norte, allí hay unos "establos" para todo tipo animales, deberá pagar allí la tasa de estancia si quiere dejarlos, pero es bastante seguro y confiable, luego podrá entrar sin problema en la ciudad registrando su ingreso, no se preocupe es mero papeleo para mantener el orden. Tambien hay una oficina en la que podrá enterarse mejor de los permisos especiales para animales por si esta interesado.

Eso es perfecto. Digo mirando en la dirección que me señala. Muchas gracias. Añado educadamente mirándole y sonriendo. Una pregunta, por curiosidad. ¿Para qué son las distintas puertas? Me refiero: Supongo que la puerta Norte es una especie de entrada general a la ciudad, para comercio o turismo. En este caso, dada que su disposición apunta directamente al desierto, sin ningún camino que apunte a ella, esta puerta parece más una salida que una entrada. Si las distintas puertas son para distintos objetivos... ¿Quizás esta sea de carácter estratégico? ¿Militar? Miro la reacción del guardia y me río mientras continuo Me fascina la disposición arquitectónica estratégica y estos pequeños detalles son los que hacen impresionante una ciudad y los que denotan una soberanía de gran talento y eso es bueno para los negocios.

[...]

Tras lo cual me dirijo a la puerta norte intentando buscar el establo del que me han hablado y la oficina de información a la que se refería el guardia para preguntar por los permisos necesarios

[...] 

-Esto es una ciudad comerciante pura, completamente neutral a la guerra por lo que la seguridad que puedas ver es sobre todo para mantener el orden más que para librar guerras, "no nos destruirán si seguimos siendo de provecho", es la política del gobernador-Contesto el hombre a tu preguntas con tranquilidad- Hay 4 puertas por una mezcla entre estética y utilidad, lo de utilidad viene a que nunca sabes por donde aparecerá la gente, incluso aunque sea improbable,como si vienen desde el gran desierto- Señala en la dirección en la que has aparecido- Es una forma de decir que la gente es bienvenida desde donde quiera que venga, además usualmente solo los comerciantes usan la puerta Norte, otros prefieren no aguantar las largas colas, los fuertes olores o el barullo  y prefieren pasar por aquí, jajaja. Bueno espero haber respondido a su pregunta, que pase un buen día.

[...]

Al llegar a la puerta Norte, tal como te habían avisado el sonido de la gente es casi ensordecedor. Alrededor de las puertas y la muralla se extendia lo que perfectamente podía pasar por un mercado entero en cualquier otra ciudad: puestos rápidamente montados por doquier, carretas dispuestas, gente moviendose de un lado a otro movilizando su mercancias, etc.

Acercandote más hacia las puertas tambien puedes presenciar una gran cola que parece introudcirse en un edificio cercano de dos plantas. A su lado y rodeando la muralla una gran estructura de madera se extiende sorprendiendo, más aún cuando al acercarte percibes un olor tan fuerte y "salvaje" que podría opacar por completo tu perfume, entiendes sin mucha dificultad que esos eran los establos de los que te hablo el guardia, tambien ayuda a reconocerlos el sonido de diferentes animales provenientes del interior.

Entre el movimiento de personas no son pocos los que chocan contigo o casi pisan a tu homunculos, algunos se disculpan mientras otros te gritan antes de irse a todo correr sin percatarse de si quiera el aspecto de los mismos. Otros por el contrario parecen quedarse mirandote y señalandote a ti o a tus "gatos" con curiosidas mientras comentan entre ellos, posiblemente haciendo estimaciones del precio de los mismos.

-Ten ordenada tu mercancia pequeño-Grita un hombre de 1'90 cargando una enorme caja, mientras casi aplasta a uno de tus gato-dragones.

Uno de los guardias que pasea por el lugar se acerca a ti raudo al verte y con cierta tranquilidad entre aquel alboroto pone una mano en tu hombro para llamar tu atención.

-Caballero, para movilizar animales debe usted formarlos en fila y llevarlos atados de forma correspondiente, tambien si se trata de animales de tamaño menor como es el caso , deberá llevarlo en una carreta o similar, a ser posible bien atados o encerrados. Si no posee ninguna se le puede facilitar en los establos.-El hombre había pronunciado sus palabras a gritos entre el tumulto, con un tono tan monótono que entendía que no era infrecuente pronunciar aquel dialogo. Con la mano que no estba en tu homro realizo un gesto de invitación como si fuera a guiarte hasta los establos, o más bien, escoltarte para que no perdieras tu "mercancia" por el camino.

Entonces, una vez obtenido permiso o si en futuras veces viniera sin mis acompañantes peludos ¿Podría entrar por esta puerta, o por cualquiera de las otras? Hago un gesto mezcla de sorpresa y satisfacción.* y añado La verdad es que eso agiliza mis posibles rutas de comercio. Me gusta.

[...]

Tras escuchar atentamente al guardia con una sonrisa miro su mano en mi hombro, después a mis homúnculos y doy dos palmadas y de manera firme exclamo: Formen filas. Acto seguido estos forman de manera casi militar tras de mi lo más rápido que pueden, haciédose parecer un pelotón de mascotas adorables, sonrío y se sientan a modo de estar relajadas manteniendo su posición preparados para seguirme a paso unisono si comienzo a moverme). Mirando al guardia contesto: La verdad es que son tan sumisos, obedientes e inofensivos que no necesitan ser atados pero si la normativa de la ciudad lo exige le agradezco mucho su atención. Es mi primera vez aquí y simplemente me dirigía a la oficina para obtener permiso para entrar con ellos.

-Lo siento caballero, normativa de la ciudad, se impuso después de que un mono malabarista supuestamente inofensivo intento.."seducir" a cierta comerciante.- Comenta sobre el tema de llevarlos atados.- Aunque consiga el permiso seguramente no pueda introducirlos a todos por ser su primera vez y no tener referencias, pero si son parte de su mercancia seguramente se le permita llevar a un par como muestra al bazar interior.

Mientras te habla llegaís a los "establos" donde un joven hombre no muy agraciado se acerca para atenderte, en ese momento el guardia se despide y se marcha a patrullar.

decido pagar 5 monedas de plata para dejar a mis 5 gato-dragones a un gato-mono y a un gato-alado, llevando conmigo a Abú y a Sol*

Tras conseguir registrarnos y llevar todo el papeleo en regla decido entrar a la ciudad y tras preguntar por cual es la "zona rica" de la ciudad. Dirigirme a ella directamente.

Tras hacer los arreglos pertinentes y obtener los permisos y papeles correspondientes, sigues las indicaciones por la ciudad hasta el "bazar alto", situada en la parte central de la ciudad. Tal como se puede esperar de una granciudad mercante las calles apararecen abarrotadas de gente y vida, sin estar presente el fuerte olor a animal de la entrada norte, que es opacado por el de algunos puesto de incienso y especias.

A medida que te acercas a la zona central notas como los comercios se van volviendo más recatados y lujosos. Algunos hombres y mujeres se te acercan al ver tu "mercancia" con cara más o meno amigable.

-Chico, ¿Tienes pensado mostrarlos en la subasta o estan en venta ahora mismo?

[...]

De entre toda la multitud que encuentras en las calles y la gran variedad existente, te llaman la atención en particular los diferentes grupos armados de que circulan por la ciudad y las distintas impresiones que causan en los transeuntes.

El primer grupo armado puedes indentificarlo facilmente, uniformados de la misma forma que los guardias de las entradas, circulan en grupos de a dos, ayudando en las pequeñas disputas e intentando mantener el orden, por lo que los identificas facilmente como los guardias de la ciudad y la gente parece acostumbrados a ellos.

El segundo grupo es más variopinto, sin uniforme alguno, en grupos y de forma indivivual los ves cerca de puestos, llevando mercancias o simplemente paseando sin nada que hacer, seguramente mercenarios que, de la misma forma que los guardias, su presencia no despierta mucho jaleo.

El tercer grupo, al igual que le primero lleva uniforma, pero este es de color rojo y muy diferente del primero, más parecido al que uno llevaría para luchar en grandes batallas que para patrullar esperando un par de trifulcas. ves muchos menos grupos que de los anteriores, casi como si no pertenecieran allí. Sus expresiones y físico muestran a soldados mucho más curtidos que los simples guardias y despiertan en la gente una sensación de incomodidad al pasar.

Los tres están a la venta por supuesto. Efectivamente tenia pensado ir a la subasta pero buscaba poder mostrarlos primero ante los postores más fuertes ya que estos son artículos que no muchos son capaces de apreciar. ¿Es usted un compañero de la profesión? ¿Conoce bien estos lares? Buscaba a un guía que supiera indicarme los entresijos de la alta sociedad de esta hermosa ciudad. ¿Conoce a alguien que pueda ayudarme? 

[...]

Al ver el desajuste de guardia tan llamativo le pregunto al ciudadano más próximo. Disculpe señor (o señora en su caso) ¿Cómo es que en esta ciudad tienen 2 ejércitos? Uno de azul* y otro de rojo

El hombre arquea la ceja al escuchar tus preguntas, no obstante su vista permanece fija en tu "mercancía" como si estuviera intentando tasarlos a ojo.

-Nuevo por aquí supongo. Es raro que no hayas visto ningún guía en la entrada, suelen arremolinarse para ganarse unas monedillas, de echo tienden a ser pesados... Si quieres, tengo algunos ahí atrás, de alquiler o en venta, bien adiestrados y multitarea- El hombre señala a un edificio que tiene justo detrás, el cual parece ser una tienda de algún tipo- No se de donde has sacado estos bichos pero raros son un rato, ¿Por cuanto tenías pensado comenzar la puja?

[...]

-Los de azul son los guardias de la ciudad, los de rojo pertenecen al imperio de Kou, hace unos días llegaron y montaron su campamento en la entrada Este. Dicen que están de paso pero las noticias vuelan, por lo visto acaban de conquistar las tierras de los nómadas al Noreste, no me extrañaría que decidieran hacer de esta ciudad su base para expandirse por Tenzan.*

La verdad es que he querido huir de los guías de la entrada puesto que busco alguien que se centre en esta zona. A fin de cuentas no tengo interés en los barrios de turistas. Rio brevemente y miro a mis criaturas. La verdad es que en cuanto al precio de estos es difícil evaluar un producto nunca visto en el mercado y con cualidades tan inusuales para una especie inferior... quizás el más barato que ponga sea mi mono-gato. Abú: Extiendo el brazo para que este suba y le pregunto directamente ¿En cuanto te tasarías? 

El mono mira al mercader, me vuelve a mirar y expone indignado. Por lo menos soy un pura sangre. Tras lo cual me río a carcajadas y aún con el en mi brazo miro al mercader, el cual parece estupefacto por el hecho de que el mono hable le digo. Pensaba poner a este pequeño en una puja inicial de 12MO quiero que despierte interés sin embargo es simple distracción. Crear expectación para... él. Digo señalando al humano-gato. Si pretende pujar le recomiendo esperar por el plato principal. Ninguno de ellos necesita apenas alimentarse, por lo que su mantenimiento es muy sencillo, en el lugar del que proceden estos seres alcanzan la madurez a edad temprana y dejan de envejecer por lo que este chico se mantendrá con esta apariencia hasta el día de su muerte. Acaricio su cabeza. Sus rasgos son muy bien parecidos y ese punto gatuno le dan un punto exótico a todos maravilloso ¿no cree? Además no sienten dolor y son realmente duros que los hace ideales para taaaantas cosas. ¿Cuanto cree que puede alcanzar el precio de un esclavo así? jejeje

[...]

Busco el cuartel o centro de operaciones de los guardia del imperio Kou.

Tras la estupefacción de escuchar hablar a un mono, al hombre parece que se le iluminan los ojos y se rie un poco.

-Jeje, lo de cuanto puede valer me lo guardo para la subasta chico. Si quieres algun guía pasate por mi tienda, te veré luego como comprador.-El hombre se va a medio correr de vuelta al edificio mencionado.

[...]

Según sobrepasas el sector norte dirigiendote a la puerta este, la ciudad cambia de un enorme mercado a un gran zona residencial de clase media. El ambiente varia mucho en comparación al que había en la calle principal pero de igual manera se puede ver como el lugar rebosa de vida.

A medida que te acercas a la puerta sin embargo, algo de intranquilidad se respira en el ambiente y parece que hay más guardia de la que había en el mercado. Logras entender el porque cuando, al traspasar la puerta este divisas, no muy lejos de allí, un campamento de tamaño considerable.

Las tiendas se extienden imponentes de colores rojos y blancos, las banderas de Kou hondean en los mástiles y alrededor del campamento observar empalizadas y estacas de seguridad. No te cuesta tampoco divisar varios soldados montando guardia y dando vueltas asegurando la seguridad. Sin duda no era un ejercito excesivamente grande pero si lo suficiente para conquistar aquella ciudad sin apenas problema, razón por la cual entiendes la incomodidad del ambiente.

"Pobre hombre... le acabo de joder la subasta entera" Pienso mientras sigo mi camino intentando no reirme.

[...]

Me adentro en el campamento como si fuera lo más natural del mundo. *No tardan en pararme dos guardias bien pertrechados que alarmados por que pudiera ser un intruso me piden explicaciones de qué narices creo que estoy haciendo por allí. A lo cual con una sonrisa y manteniendo el tono tranquilo contesto: Por supuesto vengo a reunirme con Judal ¿Qué iba a hacer alguien de mi categoría en este lugar si no? ¿Me veis con pintas de ser un intruso o un soldado? Haciendo clara alusión a mis impecables ropajes dignos de la alta nobleza. ¿Me podéis ayudar a llegar lo antes posible a la tienda de dirigentes? No quisiera demorarme más ni tampoco deambular solo por este... campamento tan mono que tenemos aquí montado.

Los guardias que te paran en seco muestran una expresión de enfado hacia tus palabras, claramente se lo han tomado como una broma o muestra de arrogancia que no les ha caido muy bien.

-Mira chico, si no quieres hacerte daño largate de aquí y deja de ir lanzando sandeces o harás que algún día te maten.- Claramente no piensan dejarte pasar, y en vistas de lo dicho tus posibilidades parecen haberse reducido enormemente. De echo no parecen plantearse si quiera la idea de llamar a algún superior.