Partida Rol por web

Cuando te adentras entre la multitud te das cuenta de que  la mayoria de las personas estan pendientes de ti y gritan cosas que entre el bullicio no llegas a comprender. Cuando te paras a preguntar el hombre te contesta sonriente.

-Jajajaja, que dices chiquilla, ¿te has golpeado la cabeza ahi dentro o algo?, jajajaja, estamos celebrando a las conquistadoras de la Dungeon jajajaj, debes de estar agotada señorita, casualmente tengo una posada porque no vienes a descansar alli, por un modico precio claro, jajajjaa.

Otros tambien gritan ofertas de sus posadas de fondo, mientras otros te piden que les cuentes tus aventuras mientras te llaman "conquistadora".

Entre la multitud obtienes una vista aproximada de lugar, y te percatas que estas en la parte más  alta de lo que parece una ciudad en mitad del desierto, y no recuerdas de ningun desierto en el Imperio Kou.

Después de todo lo que sucedió en la Dungeon no me pareció mala idea descansar en una posada. Volví a aquella posada que usé la noche antes de adentrarme en la Dungeon, pues ya la había usado, conocía el precio de su servicio y así sabría si intentaran timarme en caso de precios descaradamente altos.

Esa noche debería andar con cuidado. Seguro que muchos se intentarían aprovechar de mí con la escusa de que superé la Dungeon.

Ya ha pasado un año desde tu huida de Balbad, asustado del grave error que consideras haber causado, buscando una fuerza que te impulse a seguir adelante, piensa que tal llevando riquezas y obteniendo poder puedas volver con la cabeza alta al hogar y enmendar tus errores, aunque puede que en el fondo lo unico que necesites es encontrar algo de valor....

En este mismo instante te encuentras guiando un carromato, parte de una caravana, que porta una gran cantidad de bienes hasta el prospero Oasis de Ibb, situado en la peninsula de Tenzan, al norte de Balbad.

Entre las cosas que porta la caravana hay vinos de gran calidad, sedas, armas y otros objetos varios... Pero lo que más capta tu atención es la enorme jaula que porta unos 12 esclavos en su interior, sentados y encadenados como animales, con la mirada baja...

Desde el frente de tu carro no puedes verlo con frecuencia, pues se hayan un par de carros tras de ti, y te hayas escuchando las malas bromas del hombre que te ha contratado, Samel, un hombre gordo y enano, que solo aprecia el dinero y sus vinos, al que con gusto le hundirias el puño en la cara, por desgracia es la persona que te debe pagar...

-Jaajaja, ¿no opinas que el dinero es lo mejor del mundo Lawrence?, te permite comprar cualquier cosa en la vida, incluida otras vidas, es aquello que demuestra realmente quien merece estar sobre otros, jejejeje

-Por supuesto, mi señor. Sobretodo porque el que posee dinero, puede comprar buen vino. Y ¿qué sería la vida sin vino?- dramatical pause- Pues una puta mierda jajajaja.

Ahora mismo Lawrence se está odiando. "¿Reirle las gracias a un sucio enano esclavista? Hasta donde voy a caer... Si mi padre me viera ahora, se avergon..." De repente, y quizá causa del excesivo calor del desierto, ver por un instante la figura de su padre la cual dice: "Hijo mío, recuerda, hay que tener 'amigos' hasta en el infierno. Respetar y hacerte respetar. Con ello, solo un necio irá contra ti. Es de los necios de los que te tienes que... librar..."

Lawrence, en un primer momento creyó que realmente se le apareció su padre, pero, después recordó que esas palabras se las dijo un par de días antes de que el castillo fuera atacado, por lo no ha sido una "aparición" sino mas bien un "espejismo recordatorio". 

"¿Será Samel un necio? O bajo esa fachada basta y materialista, ¿hay un hombre agudo e inteligente?.. He de comprobarlo."

-Bueno, Samael, hableme de usted. ¿Desde cuando lleva siendo comerciante de 'este tipo de mercancía'?-pregunta Lawrence señalando los carromatos- ¿Donde la consigue, especialmente la de aquella jaula?

-Disculpe, ¿Dónde dice que está su posada? y ¿Podría decirme donde puedo encontrar una armería o y el cuartel?

Me acerco al borde de la estructura y me quedo anonadada por lo que veo "¿Arena? Solo hay... ¿arena? ¿qué es esta... fortaleza en mitad de la nada? ¿Qué clase de lugar es este? Bueno debería centrarme en lo primero, arco y localización."

Trato de sobrellevar toda la información que estoy recibiendo visualmente, puesto que nunca había visto algo parecido antes. Trato de recordar todo lo que veo por si me sirviera más adelante. Además, voy con especial cuidado de no pasarme tiendas y lugares que puedan resultarme de interés.

-Jojojojo, interesado en la gran vida del comerciante eh chico... Llevo siendo comerciante desde los 16, y uno muy bueno he de decirr, no es que intente alardear ni nada, jojojo- Claramente se tenia a si mismo en alta estima, DEMASIADA alta estima- consigo la mercancia aqui y alla con mi gran ojo y mis impecables habilidades, no puedo revelarte mis contactos asi de primeras, jojojojo... Aquella celda es un pedido especial,solo transporte, son para el soberano de Ibb, supongo que andara falto de mano de obra, lo cual implica un beneficio para mi jejejeje.

Aun siendo mediodia decides reservar una habitacion en la posada que en teoria habias dormido ayer. Al entrar el hombre con el que habias echo el trueque por la punta de flecha echa a mano, te mira unos instantes y te sonrie.

-Hombre, si es la pequeña aventurera, llevaba una semana sin verte jajajaa, creia que ya te habias ido de la ciudad. Siento chafarte la cosa pero parece que alguien ha conquistado ya la Dungeon, aun no se quien, he preferido no acercarme a ese bullicio, pero las noticias vuelan no tardare en enterarme.

Tras recibir las indicaciones sobre los lugares por los que has preguntado bajas un par de niveles de la ciudad y caminas encontrando varios lugares que llaman tu atención.

-"Aromas de otro mundo", una tienda que desprende un olor intenso

-Varias tiendas de armas y armaduras

-El cuartel: donde desde fuera puedes ver perfectamente que no son hombres de Kou.

-Posada

Toda tu vida desde que recuerdas has sido una esclava, torturada y humillada sabes que es mejor estar callada y obedecer, no levantar la cabeza ni mirar de malas maneras a tus amos.

En este momento te hayas en una celda con otros 11 esclavos, las cadenas y atadas a tus tobillos te impiden moverte adecuadamente, como siempre. Dicha celda se encuentra siendo transportada por mitad del desierto de Tenzan como parte de una caravana de mercaderes.

Escuchas las risas escandalosas y los chistes malos de algunos de los mercaderes....

Una rafaga de aire levanta arena, haciendo toser a uno de los esclavos, un niño de unos 6 años acompañado de lo que parece su madre.

-Entonces... ¿Ibb anda falta de mano de obra? ¿Estarán contruyendo algo grande? -espero posible respuesta, y cuando termine:

-¿Me permite que le haga una pregunta, señor Rukh?-espero un "pues claro, tio. ¿Que pasa tio?- Ahora estoy de viaje para obtener riquezas y conseguir una vida mejor, el cual me ha llevado a Ibb, donde nunca he estado por lo que no sé cómo es.  Y, claro, siendo usted es una gran celebridad en esto del comercio, y seguro que en muchas áreas más, me gustaría que me aconsejara el cómo empezar a hacerme un nombre en  Ibb y poder vivir de ello. ¿Qué debería hacer o a quién debería acudir?

Conociendo mi situación, miro a mis compañeros de celda y de viaje, a los demás viajeros que pueda ver desde mi sitio, y el poco paisaje que hay.

Se que no es buena idea intentar escapar y ademas estoy en mitad del desierto, únicamente lo que encontraría es mi propia muerte.

Aunque la curiosidad no evita que intente buscar algo lo poco interesante que haya en ese desierto.

Me costó reaccionar cuando me dijo el tiempo que había pasado.

- ¿U... Una semana? Si para mí fue ayer mismo cuando entré en tu tienda justo antes de entrar en la Dungeon. ¿De verdad pasa el tiempo tan lentamente dentro de ellas?

Según sacaba fuerzas para intentar acabar mi frase me senté a su lado para continuar con la conversación y a la vez no caerme al suelo por aquella noticia.

-No creo que esten construyendo nada demasiado grande, pero el gobernador es un tipo especial, seguramente se haya cansado de sus ultimos esclavos y busque nuevos- Tu mente piensa en lo que eso puede significar para los antiguos.

[..]

-Jojojojo, un joven emprendedor, me gusta tu actitud muchacho, quedate a mi lado y tendre siempre trabajo listo para mi, seras un pez gordo en poco tiempo ya veras, jejejeje- Parece que ha Samel le has caido bien, y esta dispuesto a contratarte a largo plazo.

-¿QUE HAS ESTADO DONDE?- el hombre no puede evitar sorprenderse y al alzar la vista ve a varias personas observandote con ojos curiosos lo cual le lleva a una simple conclusión-¿ No me digas que has sido tu quien...a conquistado la Dungeon?

Tu pregunta sobre el tiempo transcurrido pasa desapercibida para el hombre que ha quedado impactado por la noticia de que estuviste en la Dungeon.

-Oh! Muchas gracias señor! No se arrepentirá!!-

La travesia progresa tranquila durante unas horas más sin nada más interesante que hacer que contemplar alguna nube ocasional en el cielo. De repente la tierra empieza a temblar, la arena se empieza a hundir formando un pequeño remolino al lado de la caravana y en cuestión de segundos unos tentáculos surgidos de la nada abaten la mitad de las carretas, entre ellas la que lleva los esclavos, es decir la tuya.

Al levantarte pareces intacta, y eres libre de los barrotes que te aprisionaban, pues parece que la jaula entera se has desmenuzado. La imagen frente a ti no es muy alentadora: la mitad de los mercenarios han caido mientras que los restantes "luchan" contra tentáculos o levantan las caravanas siguiendo las ordenes de un mercader gordo.

El grillete y la bola aun se agarran a tu tobillo impidiendote moverte lo bien que quisieras pero por lo menos no estas atrapada en una jaula.

-¡Rápido no te quede ahi parado alcornoque, salva mi cargamento!-Escuchas gritar al mercader hacia un muchacho de pelo negro que parece que acaba de recuperarse de un golpe.Cuando este se dispone a obedecer, un niño cae al agujero, su madre intenta saltar pero los mercenarios la detienen en el acto.- Perfecto, rápido mientras esta ocupada comiendose al niño daos prisa y levantad todo.

La travesia progresa tranquila durante unas horas más, cuando de repente la tierra empieza a temblar, la arena se empieza a hundir formando un pequeño remolino al lado de la caravana y en cuestión de segundos unos tentáculos surgidos de la nada abaten la mitad de las carretas, entre ellas la que portaba a los esclavos y la tuya.

Al levantarte parece intacto pero la imagen frente a ti no es muy alentadora: la mitad de los mercenario ha caido mientras que los restantes "luchan" contra tentáculos o levantan las caravanas siguiendo las ordenes de Samel.

Al verte el mercader comienza a gritarte ordenes histérico.

-¡Rápido no te quede ahi parado alcornoque, salva mi cargamento!-Cuando te dispones a obedecer un niño cae al agujero, su madre intenta saltar pero los mercenarios la detienen en el acto.- Perfecto, rápido mientras esta ocupada comiendose al niño daos prisa y levantad todo.

Al ver la situación decido ayudar al niño que viajaba a mi lado.

Entre todas las carretas destrozadas al lado del agujero del "gusano" intento buscar algo que pueda ser una cuerda.
Tras encontrarla, grito al aire buscando ayuda: Por favor que alguien que ayude a salvar a ese pobre niño
Digo atándome la cuerda a la cintura y disponiéndome a salta al cráter a salvar al niño.

Lawrence aun no ha decidido que hacer cuando una muchacha pelirroja sale de entre los escombros de los carros gritando, con unos grilletes al tobillo y una cuerda atada a la cintura.

- Por favor que alguien que ayude a salvar a ese pobre niño.

 La chica parece dispuesta a saltar al agujero para salvarlos pero el comerciante gordo, Samel, al verla comienza a gritar airado.

-Estupida esclava, eres mercancia asique montate en un carro y mantente calladita, ¡vosotros cogedla!¡ Los demás esclavos que aun quedan vivos, a que estais esperando levantad los carros y montad de una vez atajo de cretinos!- Dos mercenarios salen al paso de la chica dispuestos a reducirla, atarla y ponerla en un carro.

"Salva mi cargamento, salva mi cargamento"-Escuchaba en su cabeza como un eco. Debido a la conmoción no sabía muy bien lo que pasaba pero, al reaccionar:

-¡A salvar el cargamento!- Sale corriendo a por el niño que había caído en el agujero a toda velocidad (a toda a la que puede ir) para cogerlo y volver a las carretas.