Partida Rol por web

El lugar donde se parte el bacalao

Todos los posibles herederos se han reunido en el lujoso yate de la pobre Tia Candelaria, recién fallecida. Pero ante sorpresa de todos el capitán (barbudo, como mandan los cánones) decide zarpar a sotavento y darse un voltio por el Mediterráneo. Claro, ahora uno no puede lanzarse al agua y creerse Michael Phelps, por lo que no queda más remedio que compartir camarotes con el resto de invitados.

Mucho dinero. Muchos herederos.

El dia amanece algo fresco. Al menos el mayordomo ha hecho café caliente.

- Buenos dias, damas, caballeros y animales. Espero que hayan disfrutado de un descanso reparador...Seguro que lo necesitarán, je, je, je...- Tras el saludo, sirve el desayuno.- Procedo a comunicarles ya hemos salido de Ibiza rumbo a Marsella, por lo que si alguien se marea, tenemos bolsitas preparadas.

 - Oye, tíooo... si no te importa, voy a hacer té del mío - digo con mi característico pasotismo, a la par que me giro hacia los demás, esbozando una sonrisa y enseñando una hoja de maría - ¿Alguno de vosotros también quiere té? Je je je...

Me alejo de los demás, sentándome solo y tomando un largo sorbo de mi potente batido de proteínas, de color rosáceo clarito. Hago una mueca de placer y me tumbo en la silla, mientras comienzo a hacer ejercicios rotativos con tobillos y rodillas, entumecidas. Ya era hora de ponerse a calentar un cuerpo como el mío, tan lleno de musculatura y destripar ese mínimo de grasas saturadas que llevaba en lo alto.

Miro a los demás con evidente desagrado y me levanto, dispuesto a irme sin más preámbulo.

Me estiro unos instantes, disfrutando del paisaje. A pesar de todos de los que se encontraban en el yate tenían cierta relación con la fallecida Candelaria, a mí me desagradaban, o al menos más de la mitad de estos. Los miro, dispuesta a comentar algo para romper el hielo antes de dar una vuelta por el yate.

-Vaya... qué días nos esperan, ¡pasaremos por muchos sitios interesantes!- comento con una alegría irónica-Espero que a ninguno de vosotros le mareen los yates, sino tendrá un grave problema...-suelto una risilla, deseando que alguno realmente tuviera dificultades en el mar. A fin de cuentas, la única persona que se merecía estar allí realmente era yo.

- No, no - dijo Antoine como respuesta a la invitación del morenito -, té, no. Siempre me ha parecido meado de g... de perro - concluyó delicadamente para no ofender a la bola de pelos con uñas y ojos que había sido la mascota de Candela -. Pero aceptaré ese café - comentó sirviéndose una taza -. Ps, ps, Juanito, ese té tuyo que tanto gustaba a la difunta, ¿qué lleva? Ella siempre me decía que le encantaba y lo cierto es que cuando lo tomaba, nuestras sesiones de espiritismo resultaban de lo más espectaculares. Recuerdo cuando en pleno trance conectó nada menos que con Josefina Bonaparte. Después, en privado, me dijo que era un poco guarrilla, aunque qué puede esperarse de una mujer que enseñaba escandalosamente el escote y se tapaba los tobillos - dijo meneando la cabeza y haciendo que su pelo resplandeciera bajo el sol ibicenco -. Mira a ese - dijo dando un pequeño codazo a Juanito y señalando con la cabeza al tenista -. Un cacho carne. Está claro que lo suyo son las pelotas - señaló riendo por lo bajini.

 Miro a todo el mundo, la mayoría está callado. Hay algunos que parlotean y parlotean. Entonces se acerca el mayordomo con algo de té. Le hago una señal con la mano de izquierda a derecha para indicarle que no quiero té. No es la primera vez que intentan envenenarme...

Miro hacia un lado y hacia a otro y me llama la atención esa tal... Britanny. Demasiado bella como para tener algo de bondad en su delicado cuerpo.

Por el momento me quedo en silencio observando cada movimiento extraño

Sentado en una cómoda tumbona con una Mai Tai; con mas ron que cualquier otra cosa, observaba al resto mientras su pecho duro, hinchado y lleno de tatuajes se curtia al sol de la mañana. Observaba por encima de las gafas de sol ha la bella asistenta que parecia la mas contenta de todos ellos.
-Ahora si estoy disfrutando.

Café no, pero no estaría de mas unas Whiskas con ron, miau - digo al mayordomo, soltando un bufido - Bueno, parece que nos espera un, marramiau, "agradable" viaje... - comento mientras chupo mi cuerpo para acicalarme - ¿Alguno sabe jugar al poker?

Empiezo a reir cuando me da el codazo Anthoine.

- Tío, no me des con el codo, que me entra la risa... - tras mantener a duras penas la compostura, me rehago, y le enseño la hoja de maría - Esto es lo que llevan mis tés y mis platos, tronco...

Tras decir esto escucho al gato y me acerco al minimo. Siempre me cayó simpático el animal.

- Hola, señor Bigotitos... ¿cómo te va? - digo acariciando su cabeza

Masco mi chicle con desagrado, mirando a los que me rodean. Menuda panda de frikis que me ha tocado aguantar, colega. Pero vamos, que yo de aquí me voy con la pasta sí o sí, que me voy a hacer un viaje a Ibiza con la Jessi y el Ruben que voy a estar to el día de fiesta.

Al principio me mantengo al margen, pero veo que el negrata yonki saca una hoja de maría. La idea de colocarme me atrae, pero las pintas del tío, con ese pelo poll* y la ropa de no lavarse, me echan para atrás. No quiero coger piojos.

Así que paso de los demás y sigo al que está más bueno.

Ronroneo ante la caricia de Juanito.

Hola, Juanito. Aquí estoy, poniendome moreno, miau - digo con simpatía. Juanito era un gran cocinero, conseguía darle a las whiskas un "toque" especial - ¿Tu que tal todo? ¿Juegas al poker? Un parchis aunque sea, los viajes en barco me aburren, miau...

Aprovecho un momento para acercarme a machete, quien parece estar disfrutando del yate a lo grande.

- Hola tío... solo quería repetirte lo agradecido que te estoy por cuidar de mis plantas. Ya sabes que si necesitas algo, responderé

Alza la mirada cuando un par perneras de vaqueros se ponen en su campo de vision.
-MMmmm... Hola Hombre Colacao. No hay problema, me gustan tus plantas... huelen muy bien. Mas que necesitar... quiero a esa.-Machete señala Amy Hardy,-Pero parece una chica dura. Que piensas tu.

- Vaya, curioso - dijo mirando la hoja -. No parece té - Antoine estaba extrañado. ¿Si aquello no era una hoja de té, porque le llamaba té a su infusión? Tendría que consultarlo en la bola -. Vaya, monsieur Bigotitos - dijo mirando cómo acariciaba Juanito al gato en una clara demostración de cariño zoofílico -. Póker, no, pero una partidita de mus ya me echaría.

Aprovechando que el gato de la difunta señora se pasea cerca de el, Dani se hace con el para apoyarlo suavemente en su pecho desnudo.
-Como esta Bigotitos, ahora que a la señora no esta, ¿Que tienes pensado hacer?-A machete le gustaba que el gato pudiera hablar, asi podia comunicarse con algo mas inteligente que un humano.

- Jugaré a lo que quieras, señor Bigotitos - respondo sonriente, antes de recordar una cosa - Ostras... acabo de acordarme de una cosa... he traído pastelitos de los míos, ¿queréis algunos para acompañar al café?

Mientras lo comento saco un pastelito y lo pruebo.

- Ooooh... me han salido de miedo...

mmmmmm.... cuanta gente rara hay aqui, bueno mientras que no haya ningun problema en el barco estoy de vacaciones.

Edward iba vestido de etiqueta, nadie se podía imaginar que él era el mecanico del yate.

Edward se acerca al grupo donde estaba Juanito. Saludos compañeros de viaje, que era eso que enseñabas... dirigiendose a juganito con cara de goloso.

-¿Me pareció oir poker?. Permitanme que les enseñe!!.

- Es una chica guapa, sí... - empiezo a reirme, más por el colocón que llevaba encima que por otra cosa, hasta que caigo en la cuenta - Tío, ¿estás hablando de que la elimine yo? No sé... aunque te lo debo, mis plantas son como mis hijas... ¡y por mis hijas mato! ¡MA-TO!

Se quito las gafas, parecia mas amenazante todavia.
-Yo no he dicho esa palabra... pero favor por favor... Aunque con que me despierte mañana me vale je-je.-Se rio como pudo, Machete no acostumbra a sonreir.