Partida Rol por web

La Hermandad de los Vigilantes

Capitulo Uno: La ultima prueba.

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01/11/2020, 15:24
Narrador

Una pequeña fogata mantenía a raya la oscuridad de la noche y el abrazo gélido del invierno. Siete reclutas aspiraban a convertirse en miembros de pleno derecho de “La hermandad de los Vigilantes”. Si superan la prueba propuesta por el gremio dejarían de ser simples novicios y se adentrarían en la complicada jerarquía de la organización, pero ¿cuál sería la misión?

Los héroes observaron el campamento y las innumerables fogatas que ardían a su alrededor, como si fueran pequeñas luciérnagas perdidas en la noche. Sin duda la hermandad había crecido mucho en los últimos meses, incluso demasiado podrían pensar algunos.

Los novicios esperaron en silencio la llegada de un superior, alguien que pudiera darles directrices que les informara de la misión a realizar, pero nadie apareció. La expectación y los nervios quedaron atrás minutos después y fueron sustituidos por el aburrimiento. Sin nada más que hacer observaron a sus posibles futuros compañeros y comenzaron a charlar.

Notas de juego

Paso turno el día 3 de noviembre a partir de las 16:00

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01/11/2020, 16:08
Aerin Maüar

Frío... no era una sensación extraña para ella. En el norte las temperaturas eran bastante peores, de hecho, aunque el calor de la pequeña fogata era reconfortante. Sus ojos miraban en todas direcciones, de forma lenta y metódica. todavía no venía nadie. La tensión era buena, ayudaba a despejarse. Los nervios sacaban lo peor de los seres humanoides, pero asimismo, también lo más íntimo. Se recogió el pelo en un moño, buscando un aire más marcial, mientras se recostaba en un árbol.

Su mirada acabó posándose en el resto de sus compañeros. Rehuyó un poco la vista del elfo, su compañía la incomodaba ligeramente. Aunque no todos eran como las tribus bárbaras del norte, si que les asociaba a emociones contradictorias e incómodas. Tampoco es que le agradasen mucho los mestizos, la confundían ¿Serían como ella? Uno tenía los rasgos distintivos de los drows, posiblemente no. Si había unos elfos sanguinarios eran aquellos. Y la mestiza tenía el pelo del color del cielo, era extraño cuanto menos. ¿Sería humana su otra parte? ¿U Otra cosa?

Finalmente, se detuvo un poco más en los humanos. La guerrera sagrada era inconfundible, el aura se notaba a la legua, con esos ojos brillantes y cierto porte. Le gustaba, no sabía por qué. Finalmente, el bárbaro. Quizás era con el que se sentía más cómoda, era de la misma calaña con la que solía tratar ella. Por mucho que hubiese intentado dispensar el mismo tiempo a todos, su mirada se concentró más en este último ¿Sería un guerrero digno?

Una liebre salió de entre sus ropas, pero sólo a simple vista, realmente para un ojo atento era otra cosa. Lo que uno tomaría por una masa de pelo adorable era en realidad una criatura compuesta de coral y algas que se desplazaba por su hombro. Igual no es mi mejor atuendo, las decoraciones rituales son un poco grotescas.

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01/11/2020, 19:03
Abelgos

Una figura vestida completamente de negro se refugia aún mas dentro de su capa para guarecerse del frio haciéndose casi una pelota, lo que contrasta con su mirada de ojos rojos y sus rasgos serios y ya no parece tan peligroso mientras padece la inclemencia del tiempo. De vez en cuando le echa una mirada rápida a sus compañeros antes de volver a mirar al suelo o al cielo.

-Se han olvidado de nosotros- Dice lo que casi todos piensan y su instinto de supervivencia gana a su ego por lo que decide ponerse en pie y acercarse mas al fuego a pesar de que la luz sea molesta. Al hacerlo salta a la vista que es el mas bajo del grupo solo igualado por Elentari pero nunca pareció tener complejos por este hecho.

Mira a su alrededor y al cielo. Que sea elegido la noche para realizar la ultima prueba es una bendición, parece haber algo de criterio en ese detalle -Casi como estar en casa- Piensa un sentido del humor algo amargo. 

-Por los dioses, estamos a un ápice de lograr nuestra meta y esto se asemeja a un velatorio. Quiero decir que estamos al rededor de una hoguera: podríamos estar contando historias, apostando por quien creéis que no logrará pasar la prueba o apostando sobre que tipo de prueba será.-

Se frota las manos, se echa aliento en ellas y luego vuelve a frotarlas antes de asomarlas al fuego con una sonrisa pícara. -Un pieza de plata a que tiene que ver con colarnos sin ser vistos en algún sitio. ¿Alguien?
 

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01/11/2020, 22:50
Vicnan, Centinela Piadoso

Vicnan estaba seguro de algo: aunque no pasase la prueba, seguiria buscando como ayudar a resolver semejante conflicto en el que estaba metido el reino. Quizas me vaya de cazarecompensas. Despues de todo, siempre hay alguien que necesita ayuda. Piensa para si mismo, mientras escuchaba a Abelgos. Sarta de estupideces dices. Piensa para si mismo. No concibe el hecho de que haya un drow en las filas. Pero, quizas, cualquier ayuda sea buena.

Acto seguido, pasa su mirada sobre todos y cada uno de los presentes. Unos humanos, otros elfos. Y yo aqui, quizas la peor aberracion de todas. Se dice a si mismo, mientras recuerda las palabras de su maestro y la historia de como lo encontro.

Vicnan se quedara, en cucliyas, alejado de todos los demas. Despues de todo, la mayor de las virtudes es la paciencia. Piensa, mientras sujeta firmemente su arco, listo para disparar ante cualquier señal de hostilidad. Quizas no habra sido dotado de una gran fuerza, pero si de unos reflejos rapidos. Y con la bendicion de sus paestros, sobresale entre sus hermanos.

-Paciencia - Es todo lo que sus compañeros escuchan salir de sus labios, y sin moverse, continua con su postura, vigilando los alrededores. Despues de todo, solo queda estar alertas ante cualquier mision sorpresa. Quien sabe, quizas una caceria. Por los viejos tiempos.

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01/11/2020, 23:22
Caidus, el Formal

Otra espera.

Era irritante perder el tiempo de forma tan notable. Además, la compañía tampoco parecía estar a su nivel, rodeado como estaba de humanos y semielfos, uno de ellos incluso con rasgos de la infame infraoscuridad.

Caidus oyó hablar a algunos de ellos y agradeció la palabra del semielfo que portaba el arco. La paciencia es una gran virtud que no todos ponen en práctica, pensó.

Así que, resignándose a la situación en la que estaba, sacó unas hojas y comenzó a estudiarlas. No era su escritorio, pero cualquier momento era bueno para aprender algo más.

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02/11/2020, 13:51
Aerin Maüar

Bravatas de guerrero, nada mal. Si se pensaba que todo se soluciona con ese campo de habilidades... no era así. Un poco osado. El resto todavía se mantenían sin expresar nada, con el rostro calmado. Todos evaluaban a todos, parece. Quizás debería de apostar un poco, será divertido.

Notó como su familiar faltaba de su hombro. En unos instantes, escaló por la espalda del elfo de forma ágil, y se quedó en sus cabellos, con un olor penetrante. Pudo imaginar como el olor a agua salada entraba en las narices del elfo. Se quedó mirando los textos durante unos instantes. Y entonces, resbaló. Realmente ella sabía que no era un descuido, sino todo estaba calculado, aterrizando sobre las notas del elfo, arrugándolas e impregnándolas de humedad.

A ti tampoco te gusta, por lo que parece. Una lástima, ella no había querido iniciar hostilidades, pero su familiar pensaba de otra forma. Salió de nuevo disparado hacia ella tras cometer la pequeña travesura. Un suspiro surgió de sus labios. No estaba dispuesta a dar explicaciones.

Notas de juego

Segundo post, si preferis esperar al resto me decís.

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03/11/2020, 07:29
Elentari

Elentari emergió de la maleza, cargada de leña hasta los ojos. Dejó los troncos en un montoncito al lado de la pequeña hoguera, mermada por el paso del tiempo. Echó un par al fuego y le dedicó una amplia sonrisa a Abelgos, estremecido cerca del fuego en busca de algo de calor aunque era evidente que le molestaba.

Se quitó su abrigo y se lo ofreció al semielfo. Una pieza de piel medio cosida, vieja pero no sucia, en cualquier mercado el dueño pagaría para que se la llevaran, pero mantendría el frio a raya.

-No había nadie por allí -el abrigo aun colgando de su mano extendida- creo que lo de las historias es una buena idea, parece la noche perfecta para escuchar alguna.

Buscó esperanzada entre el grupo alguna mirada, expresión o gesto que mostrase el mínimo interés por animar la  noche. Lo único que percibió fueron miradas furtivas y desconfiadas. La sorpresa cruzó su rostro por un instante, al darse cuenta de que aun tenía el brazo extendido. Las palabras aparecieron en su mente, un mero recuerdo de lecciones aprendidas, no debes forzar la ayuda. Elentari colocó el abrigo al lado de Abelgos, doblándolo con cuidado a pesar de ser una mezcla de parches de pieles mal cosidas.

Volvió a su sitio con paso alegre, inundada por el olor a mar al pasar junto a Aerin. Con una inalación profunda se dejó llevar unos intantes al único recuerdo que tenía del inmenso océano, una amable familia de pescadores, y la guerra. Reprimió la tristeza que golpeó su corazón como una maza y se concentró en los buenos momentos, el mar...

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03/11/2020, 09:45
Agatosh

Apenas sentía el frío. Allí dónde se había criado, el gélido y cortante viento invernal era suficiente para matar a cualquiera que cometiera el error de no estar a resguardo por la noche; los días en los que las heladas eran peores, la mayoría de vecinos solía meter a sus animales con ellos, y las familias dormían pegadas a vacas, cerdos y cabras por igual, cualquier cosa con tal de mantener el hogar caliente y a todos —personas y animales— a salvo. Estaba acostumbrado.

Tampoco sentía demasiado el calor de la hoguera. Los experimentos con su propio cuerpo le habían desarrollado una resistencia natural al fuego, y sabía por experiencia que podría meter la mano en la hoguera y apenas notar un cosquilleo; puede que, si la dejara suficiente, acabara por tener alguna ampolla, nada más. Estuvo a punto de probar por curiosidad, pero no fue más que un pensamiento pasajero que desechó rápidamente, rechazándolo por peligroso. Si los demás veían algo así, sospecharían; su disfraz podría venirse abajo ante una interacción tan poco cauta.

Eran pocos los que sabían que lo que todos veían no era más que una ilusión, un sofisticado glamour que mantenía a raya a aquellos incapaces de mirar libres de prejuicios. Griffith, su mecenas dentro de La Hermandad, era uno de ellos, había asistido al cambio paulatino de su aspecto y era quien le había regalado aquél objeto mágico que ocultaba sus rasgos. No puedes dejar que te vea así la gente, había dicho. Tenía razón, la mayoría le habrían confundido con un demonio más, no habrían sabido ver más allá, y posiblemente su andadura en la orden habría acabado mucho antes de empezar.

No podía permitirse ser rechazado, debía convertirse en un Vigilante y ascender, mucho dependía de ello. En primer lugar, el salario le permitiría mantener a su familia además de así mismo; aunque hacía ya años que no veía a su mujer y ni siquiera conocía a su hijo, mandaba el poco dinero que conseguía, a través de un mensajero fiable y de manera anónima, y con eso tenía suficiente. En segundo lugar, escalar posiciones le permitiría investigar, hallar el paradero de su padre adoptivo y tener los recursos con los que sacarle de la prisión en la que, sin duda, debía de estar pudriéndose; aquella era una prioridad para él, que se sentía culpable por lo sucedido. Relacionado con ese mismo incidente, estaba la seguridad que la logia ofrecía; ajena y enfrentada a las continuas luchas de poder de los demás señores, mientras fuera un miembro de pleno derecho estaría a salvo de la ley de quien querría su cabeza por haber asesinado a uno de sus reclutadores, si en algún momento se enteraba claro. Y por último, estaba el tema de la protección; tarde o temprano no serían solo su maestro y algunos altos mandos quienes sabrían lo suyo, y cuando más se enteraran y los rumores se propagaran, necesitaría el respaldo si quería tener una posibilidad de mantener aquella vida. Tal vez, algún día, demostraría lo suficiente como para que no se tuviera en cuenta su poderosa sangre —que él mismo fortalecía poco a poco mediante preparados alquímicos y peligrosas sustancias—, e incluso podría dar forma a un nuevo mundo dónde importaran más las acciones que las apariencias. Era un deseo sincero, aunque por lo que había visto, se temía que tan lejano como lograr llevar la paz al país; un sueño para que lo suyos estuvieran libres de las mismas circunstancias que le habían empujado a él por ese camino.

No era el único. Otros seis silenciosos aspirantes le acompañaban alrededor de la hoguera, cada uno con sus propias motivaciones y, sospechaba, sus secretos. Una semielfa se le había quedado mirando fíjamente, y a ella le devolvió la atención junto a una sonrisa de medio lado. Había un brillo salvaje en su mirada que le gustó de inmediato. Empero, no se detuvo ahí; había una sola humana entre los presentes, una mujer que parecía ensimismada en la contemplación de las estrellas, y un único elfo enfrascado en el estudio, pese a las horas y la situación. Los demás eran mestizos, uno de ellos con señales claras de la infraoscuridad. Drow, pensó, interesado; ni eran habituales ni solían dejarse ver. ¿Qué le habría llevado allí? ¿Qué motivaciones tendría? Fue el primero en hablar, y prácticamente el único, respondido únicamente por el ceño fruncido de alguno y la parca contestación de otro de los de linaje cruzado. Eso fue todo, alargado durante unos instantes que se hicieron pesados y eternos, hasta que otra de ellas habló, mostrando una generosidad que casi parecía fuera de lugar viendo la compañía. También debió de darse cuenta, pues no tardó en hacerse a un lado, aunque el gesto estaba hecho.

Sabía que no debía juzgar de primeras, pero era inevitable no hacerlo. ¿Estos quieren entrar en la Hermandad? No debían de saber lo que significaba la palabra en si. Solos dos habían mostrado cierto grado de sintonía con lo que se esperaba, mientras los demás, recelosos, parecían estar más preocupados de si mismos que de los que serían sus hermanos y hermanas si pasaban la prueba. Y en eso, aquél tipo tenía razón: estaban tardando demasiado. También necesitaba distraerse un poco, y una apuesta parecía tan buena opción como otra cualquiera dadas las circunstancias.

Yo veo tu apuesta —dijo alzando la voz por encima del crepitar de las llamas recién alimentadas—. Y digo que la prueba será alguna clase de combate. —Sacó una moneda de plata—. Y si lo es, digo que el elfo purasangre no la pasará —añadió, dejando escapar una risa corta y algo burlona.

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03/11/2020, 11:19
Caidus, el Formal

Al notar cómo una criatura le escalaba rápidamente y se colocaba en su cabeza, Caidus levantó la mirada intentando verla. Unas largas orejas lepóridas asomaban por encima de su testa, sorprendiéndole, pues en lugar de ser extremidades normales de carne, cartílago y pelo, parecían ser una estructura calcárea típica del coral blanco. Luego, el extraño animal saltó sobre sus notas, arrugándolas y humedeciéndolas, y huyó hacia su amo tan velozmente como había llegado. Un familiar, pensó.

El elfo, con la tranquilidad que se le presupone a un mago, calmó al jerbo que le acompañaba, molesto por lo ocurrido, y extrañado por el olor del mar. Seguidamente, realizó unos pequeños trucos de prestidigitación con los que secó y alisó sus papeles y, mientras los recolocaba para continuar con su estudio, dijo:

No se le exige lo mismo a una mascota que a un familiar, a un profesional que a un aprendiz, o a un adulto de un niño. Es cuestión de responsabilidad y madurez, algo que este hecho muestra que le falta. Espero que en adelante tenga más cuidado con su liebre coralina, y demuestre que es más que...—Caidus hizo una pausa y movió con suficiencia una mano—esto.

Luego miró al enorme guerrero, y añadió:

Por suerte lo que usted crea o no, no me importa y no influirá en nada de lo que ocurra. Lo que sí lo hará será si somos capaces de coordinarnos.

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03/11/2020, 11:43
Agatosh

En verdad tenía razón, pensando fríamente en la situación, él también imaginaba que habría pruebas diferentes que sacaran los puntos fuertes y débiles de cada uno. Empero, no dijo nada, y en su lugar ensanchó su sonrisa, aunque la mueca se tornó menos divertida, igual de burlona y algo más agresiva.

Y aparte de leer y hacer trucos de salón, ¿qué sabes hacer? Ya sabes, si tenemos que coordinarnos, tendremos que conocernos un poco mejor. ¿Se te da bien algo más o estarás ahí para limpiar mi espada cuando acabe el trabajo?

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03/11/2020, 12:20
Caidus, el Formal

Contestando a tu pregunta, se me da bien la magia—Caidus calló unos instantes. Entonces recordó que, aunque todos deberían saber de la polivalencia, utilidad y efectividad de la magia arcana, quizás algunos necesitarían más explicación, dada su evidente ignorancia. Así que enumeró algunos de los efectos que pudieran ser útiles para este grupo—Puedo potenciarte en el combate, así como protegerte, ocultarte o dividir a nuestros enemigos. Además, puedo convocar animales, dañar o destruir casi cualquier cosa normal, y bastantes extraordinarias, y dominar parcialmente el entorno que me rodea de diferentes maneras. También podría limpiar esa espada sin siquiera tocarla, pero esa tarea no es mía.

Básicamente, era lo que necesitaban saber, pensó el elfo. A continuación, preguntó al guerrero:

¿Y tú, u otro?—dijo, incluyendo a quien quisiera participar.

Hablar de estos asuntos no le entretenía, pero podría ayudar en un futuro. Si todos tenían un propósito similar, suponía que debían colaborar.

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03/11/2020, 12:40
Ildyra

Ildyra había estado estudiando las estrellas durante practicamente toda la conversación, sentada con las piernas estiradas, lateralmente junto al fuego. Sus maestras siempre decían que era demasiado efusiva y abasallaba a la gente, por lo que siempre le decían que tenía que contenerse, sobretodo para primeras impresiones.

Por supuesto Ildyra no creía que aquello fuese algo malo, aunque a mucha gente aquello se lo pareciera, sobretodo a la gente introvertida, privada o a la que le gustaba mantener distancias.

Podría haberse pasado horas mirando las estrellas sin decir una palabra, pero la conversación que tenía alrededor era demasiada tentación. Se puso en pie, alisandose la ropa, que contrastaba con la de sus compañeros por que era claramente cara.

Bueno, bueno. No hace falta que hagamos una entrevista de trabajo aquí. Sonrió mirando hacia los demás. ¿Tal vez podamos empezar por los nombres?

Mi nombre es Ildyra, a secas. Soy huerfana así que no tengo apellido, y tampoco me he decidido a ponerme uno. Lo de huerfana no era del todo cierto, pero no quería explicarlo todo de golpe, la historia de uno tenía que ser como una cebolla, como le decían los bardos de su monasterio.

Tuvo la tentación de inspeccionar el alma de sus compañeros, pero se retuvo, al menos hasta que tuviera dudas por sus acciones.

Soy una paladín de la diosa Shantia*, diosa de las estrellas, las artes y la belleza. Si teneis alguna pregunta sobre ella, o sobre mi, estaré encantada de responderos.

Se quedó en pie, mirando hacia el mago y el tipo musculoso. Había interrumpido su conversación, pues pensaba que iba hacia una lucha de egos que no le gustaba demasiado.

Notas de juego

*Shantia es una diosa inventada, para resumir, sería una mezcla de Shelyn y Desna.

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03/11/2020, 13:50
Abelgos

Cuando se quiere dar cuenta dar cuenta hay una abrigo a su lado, con expresión confusa y mira a su lado e identifica que es cosa de Elentari, un "Oh" mudo se dibuja en sus labios antes de tomarlo y dudar si es algún tipo de trampa una chanza o si es un gesto genuino de amabilidad. Con recelo se la acaba poniendo y al poco nota como hace su efecto.

-¡Gracias!- Exclamó. No sabe que mas añadir pues no está demasiado familiarizado con gestos como ese, el regalo que le hizo su padre al nacer lo ha procurado desde siempre. Algo que se parece a una sonrisa de ternura se dibuja en su expresión y se queda ahí un tiempo. -Que pizpireta.-

No parece que la idea de hablar de algo para que el tiempo pase más rápido tenga mucho éxito, pero tampoco tenía puestas todas sus esperanzas en ello. La conversación entre la semielfa y el elfo puro hace que con muy poco la personalidad de cada uno se dibuje y también la opinión de cada uno.

Un ligero tic nervioso en el ojo izquierdo y un resoplido delata a Abelgos. -Elfos... Son mejores que los Drows solo por que aveces logran matar a unos cuantos de mis parientes. -Por suerte, el Caidus parece saber dirigir una conversación a buen puerto. 

-Veo tu apuesta de la misión y apuesto también por que nuestro futuro hermano Caidus si que lo logra.  -Carraspea y mira a los demás para que se animen de una vez a apostar o por lo menos digan algo al respecto.

- Yo soy Abelgos.  -Dice contestando a Ildyra.

-A mi se me da bien matar. -Hace un silencio para que las palabras calen en los demás mientras le da unos golpecitos a su arco largo o a su par de sables. -En especial drows, pero mato lo que haga falta y como haga falta. Puedo ser lo ultimo que alguien vea si es que quiero dejarme ver.  

Yo tengo una pregunta sobre ti Ildyra. ¿En que eres buena?, eres Paladín, debes ser buena en combate pero igual tienes alguna especialidad o alguna habilidad oculta. 

Notas de juego

Yo he dado por hecho que nos sabemos los nombre pero no importa.

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03/11/2020, 13:54
Narrador

La conversación se interrumpió cuando escucharon unas ramas romperse en la zona situada más allá de la luz ofrecida por la modesta fogata. Los novicios distinguieron dos figuras acercarse hacia ellos, una alta y esbelta como un junco y otra de gran corpulencia.

Cuando la luz lunar tocó sus rostros distinguieron a una hermosa elfa y a un intimidante orco de mirada ardiente. Durante unos instantes ambos desconocidos observaron en silencio al variopinto grupo.

Elentari, Ildyra y Vicnan si sois tan amables seguidme a mi tienda, aquí hace bastante frío—. Dijo la fata con voz suave.

Los demás quedaros aquí conmigo—. Añadió el orco después con voz ronca.

Notas de juego

     

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03/11/2020, 13:56
Miriel "labios de miel"

En silencio siguieron a la hermosa elfa, la cual caminaba con gracilidad y sensualidad. Poco después, tras pasar por varias tiendas de campaña, llegaron a una de grandes dimensiones.

En su interior un suave olor a lavanda les esperaba, espantando el olor de las hogueras del exterior. Un simple vistazo alrededor sirvió para mostrarles el gusto exquisito de su superiora. Una gran cama situada al fondo de la habitación, se encontraba tapada por un dosel de sábanas de seda de colores cálidos. En el centro reposaba un arpa clásica acariciada por la calidez de una humilde hoguera. Por último en uno de los lados, justo al entrar, encontraron una una pequeña mesa redonda y cuatro sillas dispuestas a su alrededor

Podéis sentaros si así lo deseáis—. Ofreció con voz relajada mientras tomaba asiento de una de ellas—. Antes de daros los detalles de la misión me presento, soy Miriel y seré quien en última instancia dirá si merecéis formar parte o no de esta hermandad.

» Imagino que sabéis que esta prueba no está exenta de peligros y que vuestras vidas podrían correr peligro—. Añadió cuando todos tomaron asiento añadió—. Poco son los aspirantes que han fallecido, pero es algo sin duda posible. No está de más avisaros.

Aquellas rudas palabras contrastaban en gran medida con la dulzura de su voz, algo que sin duda les inquietaba en mayor o menor medida. Durante unos instantes guardó silencio, observándoles con mirada inquisitiva.

Bien, si queréis continuar os explico—. Dijo poco después con una ligera sonrisa en sus labios—. Una ciudad al norte de Daenash, llamada Mhes´Ran, está teniendo problemas con la profanación de diferentes tumbas de su cementerio.

» Debido a que estas profanaciones terminaron afectando a las familias nobles del lugar de manera directa, este problema pareció ser lo suficientemente importante entonces—. Aunque sus palabras parecían sonar despectivas, su rostro se mantenía inexpresivo—. Es de vital importancia que mantengamos buenas relaciones con los nobles del reino, es por ello que hemos cedido ante sus peticiones.

Notas de juego

Paso turno el Jueves 5 de Noviembre a partir de las 12:00 

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03/11/2020, 14:24
Grom "el incansable"

Todos observaron cómo tres de ellos se marcharon tras los gráciles y sensuales andares de la elfa. El orco tomó asiento con brusquedad, haciendo crujir el tronco bajo su peso.

Los presentes pudieron observar sus facciones endurecidas como solo el combate sabía hacer. Su piel estaba salpicada de incontables cicatrices, algunas de las cuales debían de haber sido casi mortales.

Soy Grom—. Pronunció de manera brusca y cortante mientras les miraba con el ceño fruncido—. No me andaré con rodeos. Nada de cortarme, si queréis preguntar al final y mas vale que no sean estúpidas vuestras preguntas.

» En la ciudad de Norul recientemente han ocurrido multitud de desapariciones. Si, sin duda siempre hay desapariciones y asesinatos, pero en este caso todas las víctimas son mujeres y niñas que reúnen características físicas similares. Ojos azules, pelirrojas y la tez blanca—. Durante unos instantes guardó silencio, el suficiente como para tomar su odre y darle dos largos tragos. Con ausencia de cualquier conocimiento de etiqueta, limpio las gotas del brebaje con la manga y eructo de manera sonora.

El problema de todo esto, es que las personas del lugar empiezan a cuchichear y señalar al colegio de magia de Arcanum—. Continuó poco después sin vergüenza alguna—. Los lugareños creen que estas desapariciones son fruto de la preparación de un ritual o experimentos macabros.

» El archimago de la academia de artes arcanas desea nuestra ayuda. Quiere que encontremos a los artífices de estos actos, para así limpiar el nombre de la escuela y evitar un posible ataque de los lugareños—. Concluyó finalmente mientras añadía otro tronco al fuego.

Notas de juego

Paso turno el Viernes 6 de Noviembre a partir de las 12:00 

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03/11/2020, 14:29
Ildyra

A Ildyra no le gustó demasiado la respuesta del semidrow a lo que podía hacer, y lo reflejó en su tono y en su expresión facial.

-Se me da bien bailar Abelgos. Tal vez algún día lo veas.

No podía esperar más, por lo que se giró y se despidió de sus compañeros de fogata que se quedaban junto al orco mientras se alejaba, siguiendo a la elfa.

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03/11/2020, 14:33
Ildyra

Ildyra se sentó poco después de Miriel. Miró sin disimular sus aposentos y asintió aprovadora. Algo muy cercano a como lo haría ella, aunque con un aroma mejor y unos colores que más oscuros. Le dió especial atención al arpa, haciendola sonreir. Pero no quería romper el halo de seriedad que la mujer se estaba esforzando en mantener, por lo que guardó silencio y escuchó con atención.

Asintió seria cuando comentó los peligros de aquello. La misión le gustaba, saqueadores de tumbas, ladrones o tal vez nigromantes. No le gustaban ni lo uno, ni lo otro, y por la manera de explicarlo, parecía que era más probable lo segundo, por que si quisieran riquezas buscarían a los nobles primero, y no al revés.

-Entiendo... -No es que fuera especialmente buena en geografía, aunque había estudiado lo básico hace años.

-¿Nuestro cometido será entonces la vigilancia de los cementerios y entregar a los ladrones a la justicia local? Si es algo ocasional o somos descubiertos puede llevarnos mucho tiempo encontrarlos....

La preocupaba de sobremanera quedarse atascada en aquella misión durante mucho tiempo, no era nada buena escondiendose o disimulando.

 

- Tiradas (1)
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03/11/2020, 21:25
Abelgos

Mientras les hablan, el semielfo busca un punto medio entre el calor de la hoguera y ponerse a pocos metros de el, de pie. Escucha con atención lo que tiene que decir el semiorco y para que engañarse, se impresiona un poco cuando el tronco que tienen por asiento cruje. Cuando parece que por fin ha terminado de hablar y tienen turno, hace sus preguntas. 

-Yo tengo tres preguntas, Grom: 

Uno. ¿El archimago de esa academia va a colaborar de algún modo? -Hace un silencio de los que le gusta hacer a el.

-Dos. -Y espera casi que sea Caidus quien responda. -¿Esos magos están de verdad libre de toda sospecha?

Tres. ¿Por donde empezamos?

 

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04/11/2020, 07:31
Elentari

Mhes´Ran... le sonaba haberlo visto escrito en alguno de sus mapas, tal vez en alguna de las historias que la gente contaba en las villas y que ella se encargaba de esparcir por el mundo. 

No esperaba que su misión tuviera que ver con los muertos, profanadores, pensó con cierto resquemor. Detuvo sus pensamientos y tomó aire, no juzgues, debes conocer su historia primero ¿qué desesperadas o torcidas circunstancias pordrían empujar a alguien a esa desdichada vida?

En ningún momento se planteó si la misión era de su agrado, estaba dispuesta a ayudar y cualquier pequeña aportación le parecía motivo suficiente.

-Gracias por acogernos Miriel ¿qué más podríais contarnos sobre las profanaciones? conocer el número, la frecuencia y el método podría ser importante y favorecer nuestra misión. ¿Tal vez algún ritual asociado?

- Tiradas (2)