Partida Rol por web

La hija de Chronos

Jornada 4: Espejito espejito

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31/10/2017, 18:49
Naga

Hacía un día precioso y apenas había viento, solo una brisa que les traían los olores de hojas secas y madera cortada de los bosques próximos. Se notaba que estaban en el Reino Eterno cuya reina era Blancanieves desde hacía décadas. Todo el mundo esperaba que su hija le sucediera un día en el trono y siguiera los pasos de su madre. Tras derrotar a la Reina Negra había traído prosperidad al reino y paz, algo que muchos deseaban desde hacía demasiado tiempo. Las malas lenguas decían que nacería otra Reina Negra y que aquellos tiempos de paz no durarían, pero lo habían dicho desde que la reina subió al trono y ahí seguía.

Caminaban con su nueva compañera, Selenne. Aún no se conocían demasiado pues no llevaban ni un día de viaje con ella. Atrás quedaba el Reino del Peligro, donde Kon había quedado dormido, junto a Tenji. Tenji y Dastan se habían hecho muy amigos y, quizás, en un futuro no muy lejano, podrían hasta ser compañeros de viaje.

Hamo estaba muy preocupado por lo ocurrido y, a fin de abarcar más terreno en busca de información, se había dirigido hacia el sur. El encontrarse con un viejo amigo de Mechrown había facilitado las cosas, seguramente no habría querido dirigirse solo hacia el sur. Les había prometido noticias si conseguía algo nuevo sobre el paradero de la hija de Chronos.

A lo lejos ya se veían las murallas del portentoso castillo que era la capital del Reino Eterno. Se había hablado tanto de ello en historias y leyendas que ahora, más cerca, parecían haberse quedado cortos con la descripción. La reina bien había sabido cómo enriquecer y engrandecer su nación.

Notas de juego

Tirada de FUE+ESP para determinar vuestra salud del día.

Tirada de FUE+DES dif. 8 para ver si el viaje hecho hasta ahora ha transcurrido sin problemas.

El terreno son bosques y colinas y el día es soleado. 

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31/10/2017, 19:03
Naga

Los pasos de la pequeña Selenne le habían llevado hasta el reino eterno.  Desde Hyrle había bordeado el reino del peligro pues la gente con la que se cruzaba en las calles le aconsejaba evitarlo. No solo es que sus bosques estuvieran poblados de animales de pesadilla, es que un mal se extendía desde la capital hacia el exterior. Todo el que no huía del reino caía en un sueño profundo. Los viajeros tenían miedo y trataban de evitarlo.

La joven viajera se unía a las caravanas y grupos de viajeros que encontraba y así dio con Kivo, Sasha y Dastan. Ellos parecían venir del reino del peligro y quizás podrían darle más información de lo que pasaba allí. Tenían pinta de viajeros valientes que se enfrentarían a cualquier cosa que se les antepusiera en su camino. Además, tenían un pony con jersey, se llamaba Mike y parecía ser muy simpático y no alejarse mucho de su lado.

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31/10/2017, 19:49
Naga

En el camino de los viajeros se había cruzado Selenne, que parecía querer comenzar su viaje. Se la veía novata en los caminos y entre todos habían decidido que podría acompañarles al menos hasta el Reino Eterno. Quizás allí supieran algo sobre la hija de Chronos, Morfeo no había dado precisamente muchos datos sobre cómo encontrarla, solo que existía.

Aún no conocían mucho a Selenne, pero el camino era una buena forma de crear lazos de amistad y conocerse. Mike, el pony con jersey, parecía encantado con Selenne pues no se alejaba de su lado. Eso solo podía ser buena señal, Mike nunca se equivocaba.

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01/11/2017, 10:37
Detlef

El viaje había sido, de nuevo... interesante. Para su sorpresa, Detlef advirtió que le costaba menos respirar, y que no se le cansaban las piernas tan a menudo. Todas las carreras que se había pegado durante la aventura del príncipe Tenji- a la que todavía le daba vueltas en la cabeza por las noches mientras repasada sus notas tratando en vano de acordarse de algún dato, o alguna mención a esa hija de Chronos de la que hasta hace unos días no sabía ni de su existencia- debían de haberle hecho bien a sus pulmones, a pesar de todo.

Sin embargo, no habían mejorado en mucho su similitud con un pato mareado en lo que se refiere a habilidad. No había habido colina a lo largo del camino en la que no se he hubiese caído de morros, pendiente de gravilla que no hubiese bajado usando su trasero como trineo involuntario o riachuelo en el que no se hubiese acabado mirando peces bajo el agua. Habían sido unos días de esos en los que es mejor no levantarse del saco de dormir. Gracias a la suerte, la ayuda de sus amigos más experimentados y el bastón regalo de los comerciantes la cosa no había ido a mayores y sólo tenía que quejarse de magulladuras, raspaduras y la sensación general de que alguien había bailado un zapateado montañés en sus riñones, pero nada mucho más grave. Pensó en curarse con su magia, pero descartó rápidamente la idea. No estaba realmente herido, y quién sabía si no acabarían encontrando a alguien que necesitase de verdad curación. O necesitándola ellos. Lagarto, lagarto.

Se giró para ver como les iba a su nuevo compañero. Selenne, se llamaba. La habían visto un día mientras buscaban materiales para su campamento, vagando por una zona desierta con pinta de ir bastante perdida. Sus ropas, forma de moverse y armas daban a entender que en lo que se refería a peligros del camino, probablemente iba mejor dotada que la mayoría de ellos. Pero la forma en que miraba a todas partes y se paraba a pensar, dubitativa, parecía indicar que estaba perdida... o que no tenía mucha experiencia en el camino. Detlef, con la intuición del que es también primerizo, había tenido de inmediato la sensación de que era lo segundo.

Al final, tras invitarla a unirse a su fuego y hablar, habían decidido que bien podría ir con ellos, al menos hasta su siguiente parada, el Reino Eterno. Eran las reglas del camino- todos somos viajeros y tenemos que ayudarnos. Además, no les vendría mal otra cara. Aunque no lo conocía desde hacía mucho, Detlef notaba la ausencia de Hamo. Era una persona interesante y entusiasta, y había disfrutado mucho hablando y aprendiendo de él acerca de las artes y la talla, pero el viaje al reino de Morfeo parecía haberle acogotado un poco, y había decidido buscar información por su cuenta, en otra dirección. No se le podía reprochar nada, claro. Cada cual tiene su camino, y estaba claro que muchos se separaban en algún punto. Pero donde uno se separaba, otro llegaba. 

Pensó otra vez en Helva. ¿Era eso lo que el había sido? ¿Un camino que se separa, el recuerdo de un día agradable en el claro, antes de echarse a caminar otra vez? "Ven a buscarme", había dicho, pero... ¿quería decirlo, realmente? Ella llevaba mucho tiempo en el camino. Debía entender mucho mejor que el, que empezaba a comprenderlo ahora, lo lejos de todo que te puede llevar la vida. Quería creer que había sido algo más, pero... ¿lo había sido? ¿Lo que anhelaba a veces, por la noche o cuando se sentaba a pensar, era ella o era simplemente esto? El hecho de caminar, de ir a alguna parte, de vivir algo diferente?

Empezaba a entender lo que es el viaje, y a entenderla un poco ella. Y cuanto más entendía, más claro se le hacía todo lo que aún le faltaba por comprender.

Para distraerse de esos sombríos pensamientos, acopló su paso al de Selenne, más rápido y enérgico. No la conocía de nada, pero algo le decía que no era mala persona. Tenía una mirada de determinación que daba a entender que no era una señorita consentida, y que era más bien de las que cuando querían algo, se arremangaban y se ponían a trabajárselo. El jóven respetaba eso. Además, Mike le había cogido cariño enseguida. Se arrimaba a ella, le daba suavemente con el hocico o pegaba su cuerpo al suyo. Los ponis con jersey eran mucho más instintivos que la gente, y se decía que calaban el carácter de la gente que viajaba con ellos mejor que nadie. Así que si a él le gustaba, eso debía ser una garantía.

Vaya... había oído mencionar el castillo un montón de veces en libros, hay hasta tratados de arquitectura enteros escritos sobre él... pero me parece que no le hacen justicia a verlo en persona, y eso que todavía estamos lejos. ¿En Hyrule tenéis castillos así? Tengo entendido que es un reino muy próspero, y con la cantidad de planicies que tiene, tener buenos castillos debe de ser muy importante...

En realidad no es que le interesasen demasiado los castillos hyrulianos- la estrategia no era uno de sus mayores intereses, y de hecho algo había leído acerca de ellos, así que sabía más o menos por encima la respuesta. Pero quería hablar algo con su nueva compañera, y uno mismo o su país siempre es un buen tema para abrir conversación. A todo el mundo le gusta hablar de ello.  

- Tiradas (4)

Notas de juego

Salud: 12
Contratiempos: 3

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02/11/2017, 10:50
Selenne

Tener que rodear el Reino del Peligro por la costa durmiendo todas las noches a la interperie le estaba pasando factura. No estaba para nada acostumbrada a viajar a pie con todos sus enseres a la espalda, pero ella así lo había querido. Al partir su padre le ofreció un buen caballo para el viaje, pero no quiso aceptarlo, el viaje debía ser un reto para sí misma y llevarse todas las facilidades que le otorgaba su familia era empezar por el mal camino. Con sus pocos ahorros personales compró todo lo que iba a necesitar para el viaje, hasta una lanza nueva, dejando atrás la elegante lanza que le regaló su hermano. - Cuando vuelva seré merecedora de portarla como caballero a su lado. - Pero ahora se arrepentía de su decisión, los píes y la espalda le dolían a cada paso, al menos hacía un buen día, de eso no podía quejarse aunque tampoco es que fuera a quejarse de lo otro.

Por fortuna  se encontró otro grupo de viajeros con los que compartir el camino, era un grupo singular, cada uno de diferentes reinos y a simple vista de personalidades muy diferentes ¿Qué razones les empujaba a viajar juntos? había una tremenda complicidad entre ellos. - Su objetivo debe ser muy importante.

Uno de ellos decidió darle conversación. - Detlef, el chico torpón. - Repasó mentalmente cuando le dirigió la palabra.
- Existen castillos, pero no así, fíjate. - Fué señalando con el dedo cada cosa que nombraba. - Toda la ciudad está rodeada con un enorme muro, tras él están las viviendas, comercios, el puerto, todo aquello que necesiten los aldeanos y en el centro y a mayor altura, el castillo, imponente. - Hizo una pausa más para sí misma, para deleitarse de aquellas vistas, aunque hubiera leído sobre él tenerlo delante era una cosa muy diferente. - Bueno, si hablas de tratados de aquitectura no debo estar diciendo nada que no sepas. Este tipo de arquitectura es propia de una política autoritaria, lo cual no es extrañar con su pasado con la reina oscura, debe ser una herencia... - Se dió cuenta que se estaba alargando mucho, negó con la cabeza para sí, y trató de resumir. - En Hyrule, en cambio, los castillos no estan protegidos por grandes muros y están a la misma altura que las viviendas, ya tienen su propia altura para resaltar y son más similares a grandes mansiones que a un edificio militar. Nuestra política es muy diferente y la arquitectura responde a ella, Hyrule cree en el orden y la protección del pueblo, e invierte en ello, su éxito predomina en el comercio gracias a su seguridad ya que todo está donde debe estar. - Torció un poco el gesto pensativa, le debía estar aburriendo con tanta política, por lo que buscó la manera de cambiar de tema de forma sútil. - Las únicas grandes estructuras militares están en las montañas del norte, en la frontera con el Reino del Peligro, por motivos obvios. Dime, ¿venís de allí, verdad? traté de evitarlo porque escuché que la gente quedaba dormida y no podía volver a despertar por culpa de una maldición.

- Tiradas (2)
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02/11/2017, 16:15
Dastan

Nuestra nueva misión era conseguir encontrar a la hija de Chronos. Si no, quizás lo que había pasado en el Reino del Peligro podía pasar en más lugares. Y menos mal que habían quedado todos dormidos. 

—Uf... que cansado estoy... —Dastan no se encontraba muy bien. El viaje volvía a afectarle. ¿Por qué no podían ir en barco? —no se si podremos encontrar a esa mujer... Pero... ¿Por qué no me contáis que ocurrió cuando yo me quedé dormido? Yo sólo os puedo decir que me encontré a Tenji y juntos nos metimos en aquel castillo y encontramos a Morfeo. También podrías contarnos algo de tí, Selenne... o preguntar sobre nosotros. —Detlef también había preguntado y él pego la oreja. Hablaba de los castillos de Hyrule. Y de la seguridad política del reino. A él los castillos le parecían todos iguales. Unos más grandes que otros. Pero podia responder a Selenne. 

—Sí, venimos de allí. La gente se quedaba dormida porque Morfeo les hacía dormir para protegerlos de los estragos del Tiempo. Es necesario. También nos pidió hacer algo para arreglar todo. 

 

- Tiradas (4)

Notas de juego

Salud 3 uffff.

Fuerza + Destreza para que no haya problemas es 6...

 

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02/11/2017, 20:51
Sasha

No me sentía bien. Mi paso era lento y rezagado, y mi tez había encontrado un tono más pálido de lo normal. Anexar una misión con otra, sin descanso, me estaba reportando consecuencias. Para un antroponeko era muy importante descansar y comer bien. Y eso era algo que no había tenido últimamente. Me sentía demasiado fatigada, con la necesidad de parar más de una ve y reposar en algún mullido suelo de hierba o sobre una pierda. 

Si no fuera por mi propia naturaleza, destreza felina tan característica de los míos, el cansancio también hubiera mermado  mis capacidades y hubiera acabado siendo la torpeza en persona.

Deftler y la chica nueva, de la que aún no había aprendido su nombre, parecen enfrascarse en algún tipo de conversación técnica acerca de arquitectura. Me estaba pareciendo demasiado aburrida y no ayudaba a controlar mis bostezo.

Mira, no se, pero vamos ya para allá porque necesito dormir una siesta....

- Tiradas (4)

Notas de juego

Salud mierder: 3

Contratiempos: 11

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02/11/2017, 22:47
Kivo
Sólo para el director
- Tiradas (4)

Notas de juego

Salud 8

Contratiempos 3

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03/11/2017, 12:35
Detlef

Detlef iba asientiendo de vez en cuando a las palabras de Selenne. Había leído acerca de la mayoría de cosas que oía, pero aún así había cosas que la chica le había contado por primera vez, y algunas otras que parecían distintas cuando las contaba ella que cuando las contaba Saria Kokiri, por ejemplo. Suponía que pasaba como con el castillo enfrente de él- no es lo mismo leer sobre algo que vivirlo.

Eso no le dejaba en buena posición...

Sin embargo, también se había fijado en otras cosas. En cómo miraba, se movía o apuntaba a cosas al explicar. Sus rasgos y sus movimientos adquirían una viveza peculiar, y se le notaba entusiasmo al hablar, cosa que le gustó. Ojalá tuvieran oportunidad de hablar con más calma de muchas cosas, se la veía con entusiasmo. Especialmente al hablar de cómo su reino enfatizaba el proteger a su pueblo. ¿Sería del ejército o la caballería? Iba equipada como uno, y su forma de hablar parecía demostrar que creía en eso a un nivel muy personal.

Es admirable lo que me dices. En muchos grandes reinos parece que les preocupa más el poder interno o la fuerza militar, pero una autoridad que sea potente a la par que cercana al pueblo... suena a que otros sitios podrían aprender mucho de vosotros. Bavaria no es especialmente autoritaria, porque nos dirigen magos y no suelen estar muy interesados en cosas terrenales... pero aún así, no se puede decir que los dirigentes estén muy cerca del pueblo. O de nadie que no sea ellos mismos y sus investigaciones.

¿A quién me recuerda a mí eso?- pensó, sintiéndose un poco culpable.

Algún día tienes que contarme más cosas de tu país con calma. Es verdad que he leído muchas cosas, pero... cuando te las explica alguien que las vive, como tú, es distinto. 

Detlef se sobresaltó un poco al oír la mención al Reino del Peligro y lo que había pasado allí. O sea, que la noticia empezaba a extenderse. No estaba seguro de hasta que punte fuese prudente hablar de ello, pero Dastan se apresuró a explicar. Bueno, ¿por qué no? Las noticias se extenderían, al fin y al cabo. Era imposible que un reino entero durmiéndose pasase desapercibido durante mucho tiempo. ¿Qué habría sido de la carvana de comerciantes con los que viajó? ¿Estarían dormidos también? Ese pensamiento le reafirmó en su determinación de encontrar a la hija de Chronos, y apretó su bastón un poco más fuerte. 

Aunque que le aspen si sabía por dónde empezar...

Bueno, lo que decía Dastan parecía un punto de partida tan bueno como cualquier otro. Lo que decía Sasha acerca de descansar también, de hecho. No sabía los demás, pero el hacía días que tenía la sensación de estar hecho de agujetas y cardenales.

Secundo a Sasha, yo me siento como si me hubiese pasado un regimiento de dromedarios de Saladino por encima. Puedo ir contándolo todo de camino...

A ver. Bueno, la cosa más o menos resumida es que mientras íbamos buscando nos encontramos a un cazador local, un chico llamado Rizzo. La guardia de la ciudad le estaba arrestando acusándole de haber maldecido al príncipe Tenji con la maldición del sueño, porque le encontraron cerca de una víctima. Logramos... um... persuadir a los guardias de que nos dejasen hablar con él, y mencionó que conocía a una tal Bruja del Bosque, y que quizás ella podría ayudar.

Bueno, el viaje fue un poco accidentado, pero llegamos hasta su cabaña. La bruja era... hmmm... como decirlo...- la verdad es que Detlef no tenía muy claro qué o quién era. Su magia era ciertamente de las más potentes que había visto, y eso viniendo de Bavaria no era cosa baladí. Pero al mismo tiempo, no se parecía en nada a los eruditos, grandes maestres y archimagos de los que se hablaba en su región, con sus experimentos, y sus rituales complejos y tratados- muy bien ilustrados, por cierto... la naturalidad con la que había hecho cosas que a otros les habría llevado a saber cuánto tiempo y recursos era lo más desconcertante. Me da la impresión de es más de lo que aparentaba. Desde luego no era una vulgar herborista, o una "mujer sabia", ni siquiera una maga corriente. Tenía poder, poder de verdad. Quizás le viniese de los propios Dragones, no sabría decir. Sea como sea, nos mandó al bosque cercano a recoger unas flores para un preparado... glorias coronadas de la mañana, probablemente las conozcas. Fue un viaje, eh... tenso, aunque creo que evitamos casi todos los peligros de la zona. Pero volvimos con ellas, y la Bruja abrió un portal al reino de Morfeo con un preparado en su caldero, así como si nada. El resto no tiene mucha historia. Investigamos la zona y finalmente fuimos a parar al castillo donde os encontramos. El resto ya lo conoces. Creo que no me dejo nada...- dijo, lanzando una mirada a Sasha y Kivo por si tenían algo que añadir algo. La verdad es que después de casi descalabrarse por el puente y ver todas las cosas raras que habían pasado, la cabeza del jóven iba en piloto automático y no se había enterado muy bien de lo que había pasado en ese tiempo.

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03/11/2017, 13:42
Selenne

Detlef le demostró estar bastante interesado en sus explicaciones, lo cual le sorprendió. - Gracias, me emocioné y creí que te estaba aburriendo. - Se sonrojó y se acarició la nuca, algo avergonzada. - Podemos hablar de nuestros reinos y de cualquier cosa tanto como quieras, hará el camino más ameno.

La respuesta de Dastan fué demasiado escueta y la de Detlef demasiado extensa, claro que no trataba de explicárselo a ella, desde que escucho lo de Morfeo el corazón le dio un vuelco pero esperó pacientemente a que pasara toda la historia de Detlef sin llegar a interrumpirle, aunque nada era tan importante como haber hablado con un dios. - ¿Habéis hablado con Morfeo en su mundo y os ha mandado una misión? - Su voz sonó mucho más aguda de lo normal y se acercó a Dastan emocionada. - ¿Podría acompañaros? creo que podría ser útil y bueno, se usar la lanza, aunque nunca he llegado a luchar realmente y... - Estaba tan eufórica que hablaba a toda velocidad sin llegar a decir nada con claridad, sacudió la cabeza para tratar de reordenar su mente de nuevo. - ¡Ni siquiera me presenté debidamente!

Toda su vida había sido tan gris y monótona que no sabía gestionar ese tipo de situaciones, haciéndole socialmente torpe, pero como en todo lo que se proponía puso toda su pasión, para bien o para mal.

Se apresuró para adelantar al resto en un par de zancadas y se giró para quedar frente a todos ellos. - Mi nombre completo es Selenne Montellet. - Hizo una reverencia bien marcada, propio de una dama de la corte. - Marché de casa en busca de una oportunidad como ésta. Quiero, necesito, demostrar que puedo ser suficientemente fuerte o inteligente para llevar a cabo grandes azañas. - Aunque empezó a viva voz el discurso fue perdiendo fuerza, bajando el tono progresivamente. - y me gustaría poder acompañaros. - Quedó en silencio y con la mirada en el suelo, sentía que acababa de hacer el ridículo, pero ya estaba hecho.

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03/11/2017, 16:02
Kivo

— Y otro día que llovía a mares, Mike encontró una cueva, ¡y menos mal! Buscábamos refugio, pero, ¡adivina! En la cueva había una colmena de abegnomos. Nos querían echar, pero Mike habló con su reina y nos dejaron pasar la noche ahí. ¡Hasta nos dieron un tarro de miel de flor de rosquilla! Y otra vez, Mike ayudó a remolcar una barca que se había atascado en los juncales del río Ase. ¡Había una niña llorando! Nos metimos todos pero no podíamos sacarla, pero Mike es fuerte, mordió la cuerda y tiró como ninguno. Así, así y así, muy fuerte tiró hasta que conseguimos salvar a la pequeña. Y otra vez, en las Fiestas de la Castaña de Villa Soplo, Mike ganó un cascanueces de plata jugando al tiro al blanco en la feria ambulante. ¡Acertó de pleno! Se lo regaló a un abuelo de la aldea y a cambio le dieron un saco de manzanas y una tarta de castañas. Sasha se comió casi toda la tarta, pero no nos importó porque nos dejaron dormir en camas muy calentitas y también nos dieron el desayuno. ¡Y todo por Mike! ¿Verdad, Mike?

Mike resoplaba contento bajo su nuevo sombrero de paja fresca. Se reía y asentía. Kivo llevaba dos horas trotando alrededor y contándole a la nueva compañera todas las anécdotas que recordaba de su amigo el poni con jersey, posiblemente el mejor poni del mundo. Para Kivo, sin ninguna duda. Eran grandes amigos.

– Y otra vez, unos trasgos comededos nos pidieron dedos para poder pasar por su territorio, en el Reino del Peligro. ¡Son de lo peor y huelen fatal! Y entonces Mike los embistió y mandó al jefe a lo alto de un árbol. El árbol era un nogal y se llamaba Eî. No le gustó tener al trasgo encima y me lo dijo. ¡Pero Mike no tenía la culpa! Así que para no molestar más a Eî hicimos bajar al jefe trasgo. Hicimos un trato: le enseñábamos a cocinar dedos de hojaldre y almendra si se olvidaba de los dedos de persona y nos dejaba pasar. ¡Y todo genial!

Mike asintió, recordando aquello. ¡Menudo día!

— Y otra vez...

Kivo era un entusiasta de Mike y pasaban mucho tiempo juntos, así que no le importaba pasarse horas recordando viejas historias. Pero a lo largo del día tanto hablar le quitó el resuello hasta al incansable oobi, que finalmente acabó enmudeciendo, exhausto de historias y carreras alrededor del grupo.

— ¡Mira, Mike! ¡Bellotas dulces! Selenne, Mike sabe la mejor receta de pastel de bellotas...

Igual hablaba de pie en la grupa de Mike que se ponía a gritar de árbol en árbol, que desaparecía entre las hierbas y aparecía al rato por otra parte, sin haber dejado de hablar en ningún momento. O se ponía a jugar a saltar de piedra en piedra mientras recordaba. Normalmente, al final del día acababa rendido, muerto de sueño y con hambre de ogro. Y algo así le pasó entonces, sobre todo cuando empezaron a hablar de castillos y política, o algo así, que a él le parecían cosas muy serias que no entendía y que le obligaban a ignorar completamente la conversación. De lo que sí entendía era de comer y dormir, sobre todo de comer. Y la visión de aquel majestuoso castillo del Reino Eterno le sugería descanso. Donde había un castillo había una aldea, y en ella una posada con chimenea y una olla burbujeante. Y tartas.

Estaba pensando en eso cuando Selenne dijo que le gustaría acompañarlos. ¡Vaya! ¿Acaso necesita permiso? El grupo no estaba cerrado a nadie y muchos habían ido y venido con ellos, porque el camino es de todos y las fogatas se comparten.

— ¡Claro que puedes acompañarnos! Nuestra primera misión juntos es buscar posada.

Era una broma pero no tanto. Para Kivo, cualquier cosa que implicara comida era asunto muy serio.

— Mike dice que sí.

Notas de juego

Salud 8

Contratiempos 3

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07/11/2017, 18:10
Naga

Kumo-san decidió continuar su viaje sola tras ver que sus compañeros de viaje daban por concluido este. Ella aún tenía muchos sitios por ver y mucho cielo por mapear. Seguro que en algún rincón de los Trece Reinos. había una nube aún desconocida para ella y no podía volver sin dibujarla.

Fue llegando al Reino Eterno, viendo ya las murallas de la onminiosa ciudad que Blancanieves conservaba de forma saludable y próspera que oyó una niña llorar. Al acercarse vio que estaba sentada en una piedra del camino y miraba con pena una caja de pastelitos que debían habérsele caído. 

A su espalda se acercaban un grupo de viajeros acompañados por un pony con jersey.

Notas de juego

Tirada de FUE+ESP para determinar vuestra salud del día.

Tirada de FUE+DES dif. 8 para ver si el viaje hecho hasta ahora ha transcurrido sin problemas.

El terreno son bosques y colinas y el día es soleado. 

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07/11/2017, 18:21
Naga

Mike asentía complacido por toda la atención que tenía en ese momento, relinchaba contento y si le dieran una manzana en ese momento sería el día más feliz de su vida. Había vivido muchas aventuras con los viajeros y por eso se quedaba a su lado. Sino habría vuelto como muchos de los suyos al lugar escondido donde vivían en las montañas, pero viajar con Kivo y el resto le complacía.

Al levantar la vista vieron que delante de ellos caminaba una señora de cierta edad, que se ayudaba de un bastón para acompañar sus pasos. Parecía acercarse con curiosidad hacia una joven que lloraba sentada en una piedra. Frente a la joven una caja de pastelitos caídos al suelo y esparcidos de mala manera. Mike fue a oler los dulces en cuanto pudo.

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07/11/2017, 18:25
Nanimono

-Mis pastelitos...- lloraba desconsolada la joven.

Notas de juego

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07/11/2017, 18:56
Kivo

Parecía que la primera misión, en realidad, no sería buscar posada sino sosegar a una muchacha compungida. El tema era serio porque iba de pasteles.

— ¡Mirad! Se le cayeron. ¡Pobre!

Kivo corrió hasta la chica e hizo su acostumbrada y respetuosa reverencia.

— ¡Hola! Soy Kivo, un viajero. ¿Qué te ha pasado? ¿Podemos ayudarte?

No pudo resistirse. Se agachó y cogió un pastel. Le sopló para quitarle la suciedad del suelo.

— A lo mejor todavía pueden comerse...

Deseaba profundamente que fuera cierto. Pero, en cualquier caso, no eran suyos, así que no se atrevía a ser tan descortes.

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07/11/2017, 19:49
Komori-san

 

Pero mija, ¡¿que pasó?!  -dijo la abuela Komori, agachándose junto al pequeño ser a acabar de recogerlos.  Lo hizo apoyándose en su hermoso bastón de madera, cuya empuñadura tenía una forma tallada: un tierno y sagaz dragón de primavera.

¿A quién se los llevabas?  -también los examinó, cuidadosamente quitándoles la tierra con cortos movimientos suaves de su mano. 

Los olió; Komori-san dio una respiración profunda, jalando hacia ella los olores de los panecillos a lo más profundo de sus pulmones.   Mm, ¡deliciososLa tierra ciertamente no les quitó este delicado aroma, explicó.  Como la tristeza no quita el espíritu profundo de la gente.

Y cada olor trae consigo una historia.  ¿Cual es la tuya, miniña? 

Se volteó y dándose cuenta de su presencia, la abuela saludó con una corta reverencia a los otros viajeros con los que se encontraba por primera vez.  Buen auspicio encontrarlos así, ayudando a alguien. 

 

- Tiradas (4)

Notas de juego

¿Salud del día fue éxito crítico?  

¿Destreza para el viaje previo fue pifia?

¿Algo de meteomaga modifica los resultados?

yey, arranque de posteo.

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08/11/2017, 15:48
Dastan

Por fin Dastan, gracias a las palabras de Detlef, pudo enterarse de qué había pasado con los demás mientras él caía dormido. Habían vivido una aventura, al igual que él con Kon y Tenji. 

—Hmmm esa bruja era sin duda poderosa —abrir un portal al mundo de los sueños, él no sabría ni por donde empezar— y hábil.

Lo de las flores... él no conocía casi ninguna flor. Como mucho algas y flores acuáticas, como nenúfares. Debía aprender más. 

Selenne estaba interesada en Morfeo —¿Un dios? No se que era exactamente Morfeo, parecía un persona como tú o como yo, simplemente más poderosa y preocupada por todos —luego se acercó y le hizo enrojecer un poco. Menos mal que Kivo había estado contando historias y alegrando el viaje y rebajando la tensión de los nuevos encuentros y ahora le daba la bienvenida. Dastan era muy vergonzoso y ahora mismo deseaba descansar casi tanto como Sasha. Pero se unió a Kivo en la acogida —¡Claro que puedes acompañarnos! Cuantos más seamos mejor, necesitamos toda la ayuda posible. Y más de alguien tan valiente como para viajar sola. —Además, no había conocido a nadie de Hyrule y me encantará saber más cosas de allí. Ten un poco de cuidado en tu primer combate, antes o después podemos encontrarnos con algún monstruo. Lo importante es cubrirnos las espaldas unos a otros. 

Seguro que lo hacía bien, en cuanto tuviera un poco de práctica. Seguro que lo hacía hasta mejor que ellos. El mismo Dastan no era ni por asomo el mejor combatiente de su pueblo, por más que llevara un tridente. 

Pero su primer encuentro no había sido con un monstruo, sino con una joven a la que se le habían caído unos dulces. Kivo se acercó, junto con una señora que parecía pasar por allí. 

—Salud, viajeras —comentó mientras Kivo trataba de rescatar los pasteles— ¿Podemos ayudar en algo? Es una lástima que la comida haya caído... —Y más cuando son comidas tan elaboradas. En mi reino la comida tiende a ser más... cruda. 

 

 

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08/11/2017, 21:01
Selenne

Selenne agradeció la cálida de bienvenida de sus nuevos compañeros, se veía que eran chicos encantadores. - ¡Muchas gracias! En especial a ti, Mike. - Acarició el hocico del poni para seguirle el juego a Kivo, aunque no creyó sus historias. ¿Un poni haciendo tiro al blanco? Al menos sus cuentos hacían que el tiempo pasara más rápido mientras caminaban.

Un poco más adelante encontraron a una chica llorando y sus compañeros se comportaron de manera ejemplar. - No me he equivocado de compañía. - Al igual que el resto tambien se acercó a la chica.

- ¡Buenas! - Saludó con la mano a ambas. - huelen genial, ¿Los has hecho tú? - Dijo con afán de animarle un poco. - apuesto que Kivo se lo comería de buen agrado hasta después de haber pasado por el suelo y todo.

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10/11/2017, 19:50
Naga

Notas de juego

¿Salud del día fue éxito crítico?  

No hay éxito crítico en salud, tienes 12.

¿Destreza para el viaje previo fue pifia?

¿Algo de meteomaga modifica los resultados?

Pifia es doble 1 y entonces podrías influir siendo meteomaga. Como has fallado los PG de tu personaje se reducen a la mitad.

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10/11/2017, 19:56
Nanimono

La chica les miró con ojos grandes y brillantes debido a las lágrimas que aún corrían por sus mejillas. Casi se sobresaltó de ver a tanta gente de repente a su alrededor.

-... Sí que se me cayeron- asintió un par de veces y miró con pena sus pasteles. Luego negó a la pregunta de Komori-san. Inclinó la cabeza hacia un lado sin comprender bien, era como si le costara recordar algo. -No sé a quién se los llevaba, pero ahora no podré llevar nada...- hizo un puchero triste.

Después se secó las lágrimas y se levantó.

-Saludos viajeros, siento haber sido descortés. Me llamo Nanimono y... Creo que iba a compartir los pasteles con alguien... O a regalárselos. Ahora no tengo nada- puso una cara larga. -¿Vosotros dónde os dirigís?