El rumor ya se había extendido por toda las tropas en la zona A, ya era un secreto a voces que algunos escuadrones suicidas se habían adentrado en solitario para capturar a un bicho cerebro. Por lo que se decía, de algún modo la federación había hecho hablar al cerebro y este lo había soltado todo acerca de Galdonia VI.
Ahora, con información fresca y amplia ventaja táctica, la federación preparaba un nuevo ataque. Pero este no solo sería más grande que los anteriores, si no que realmente consistiría en la conformación de un conjunto de ataques coordinados sobre distintos puntos supuestamente claves. Y allí entraban justamente ellos.
Apenas habían descansado una hora mientras comían y revisaban su equipo (algunos incluso habían encontrado espacio para solicitar mas poder de fuego a la federación), y ya se encontraban de ante la inminentes claridad de verse en vueltos de nuevo en un sangriento ataque. No estaban seguros de que se trataría esta vez, pero era algo importante, pues no solo los escuadrones Alfa, Beta, Eco y Gatling de los Guardianes de Sirius se encontraban allí, también había un pelotón entero de infantería ligera y otro del cuerpo de ingenieros. El capitán Tsumina también se encontraba allí, y tal parecía que sería el mismo quien les explicaría acerca de aquella improvisada operación.
Todos: Se encuentran en una amplia cabaña de campaña en el centro de mando de la zona A, de hecho ustedes mismos ayudaron a montar el edificio. La “conferencia” aun no inicia, por lo pronto están por así decirlo, en descanso y a la espera de que empiecen a explicarles por que estaban allí.
La retirada había sido caótica, el enemigo había aprovechado la situación con la fría brutalidad que lo caracterizaba. El sargento del escuadrón Gatling intentaba revisar su equipo dentro del gecko mientras el paisaje afuera era desolador. Se había sacrificado demasiado, los cuerpos de los infantes decoraban el blanco paisaje y pronto quedaban enterrados entre la nieve y la escarcha. En esa misma blancura, los blancos arácnidos se hacían un festín, a lo cual Frost no podía pronunciar palabra. No sabía exactamente qué comunicar ahora a sus hombres, aún a sabiendas de que lo más duro todavía estaba por llegar.
-Quienes sucumben, lo hacen como verdaderos soldados. Dando lo máximo hasta el final. Quienes quedamos, nos forjamos al fuego de la batalla para seguir dándolo. Y algún día ser ese cadáver sobre la escarcha.- Su mente filosofaba en algo que le era complicado comunicar ahora, mientras sus ojos se posaban en su equipo, el cual iba verificando arma por arma, cargador por cargador... que sus granadas tuviesen el seguro como correspondía, que sus herramientas estuviesen bien ajustadas. Aunque realmente no podía ignorar los gritos y las explosiones que llegaban a sus oídos cuando la ventisca lo permitía.
Finalmente, la carrera contra la muerte llegó a su fin cuando divisaron el campamento y la barrera que pronto se encendería. Jhonny se percató de manera preocupante que estaban llegando con cierto retraso, pues detrás de su chapuzado vehículo solamente podía verse la destrucción del fuego orbital y la carnicería de los bichos.
-Aguantamos...- pronunció entre dientes cuando al fin pasaron el punto crítico, sin embargo su frase se cortó cuando la llanta se desprendió y el eje voló en pedazos. Sabía con certeza que eso pasaría, sin embargo había permitido que su consciencia lo escondiera lejos. Ahora volvió como un ariete, golpeando la puerta a su vigilia y haciendo que su cuerpo reaccionase tomándose con fuerza del asidero que tenía junto a su escotilla de disparo.
El sacudón no fue tan dramático como aquel que viviesen entre el plasma varios minutos atrás, lo cual permitió que los infantes se mantuviesen todos sin sufrir nuevas heridas.
Prefirió dejar las órdenes en manos del cabo, que había tomado la iniciativa demostrando buenas capacidades de mando. Salió último, palmeando al artillero Llorens en la espalda -Bien hecho Sergi- comentó de manera amistosa, con la tranquilidad que representaba estar fuera de peligro por el momento.
Tras el descenso estaba claro que la batalla continuaba de manera encarnizada no tan lejos de ellos. Sabía como infante que debían luchar las batallas que se les ordenase pelear, por lo que el esfuerzo por desviar la atención de todo eso que sucedía era algo habitual aunque difícil.
- Hoy invita la casa. - Acabó por decir, y por último, al Sargento. - Se lo ha ganado, Sargento. Hoy invita el zapador. -
-Zapador, el técnico le agradece la invitación- comentó, esbozando esa sonrisa caballuna que mostraba todos los dientes y tomando el cigarrillo con la mano derecha. No tardó en utilizar el viejo zippo para encenderlo, aun teniendo en cuenta lo rebelde que era aquél artefacto alimentado a bencina en el ambiente ártico de Galdonia VI. Si bien el aire estaba frío allí, las instalaciones les cubrían del viento y les permitían levantar los visores del casco con comodidad relativa y al menos fumar, beber o comer algo.
Frost comenzó a humear como un dragón, caminando entre los miembros del escuadrón y escuchando lo que expresaban otros soldados reunidos allí tambien. Era sorprendente ver ánimos y palabras que hablaban de rumores de victoria. Todo eso contrastaba con lo que se ofrecía a la vista si uno salía a dar un pequeño paseo.
Poco más tardaron en detenerse para desembarcar en el merecido y ansiado descanso que les proporcionaba la base. McNillon se acercó entonces al sargento y le dio una amigable palmada en la espalda mientras Stukov le invitaba a un cigarrilo. -Muy buen trabajo ahí fuera, mi sargento. Creo que todo el escuadrón le debe una cena al menos por habernos sacado de aquel agujero.-
El técnico expulsó una amplia bocanada, estaba fumando rápido, ya el cigarrillo se había consumido casi hasta la mitad. Aunque la verdad eso parecía calmarle los nervios de alguna forma. Su expresión había cambiado, ahora se la podía ver más relajada. -Gracias Jenkins. Creo que todos han hecho un excelente trabajo... todos los miembros del escuadrón me han sorprendido de una buena manera- Pronunció de manera sincera, expresando lo que realmente pensaba. Podía sonar políticamente incorrecto, pero Frost era conocido por no guardarse lo que pensaba. Le devolvió a McNillon una palmada en el hombro.
-¿Sargento, esta vez nos van a reponer el equipo?-
La voz de Rivas llamó su atención por su tono cansado y monocorde. Evidentemente había sufrido la dureza de la batalla y su mente no podía desprenderse del dolor a su alrededor.
-Es difícil decirlo, Antonio. Algo nos darán, eso es seguro- comentó mientras se acercaba a darle a él tambien una palmada de ánimo -Has hecho bien en el frente, toma un respiro, fuma o bebe... te lo mereces-. Mientras le hablaba sus ojos se posaron sobre Campo Guerra, que estaba un tanto alejada y parecía bastante afectada tambien.
Tras unos rápidos pasos estuvo junto a ella -Ánimo Amanda- comentó mientras lanzaba la colilla por los aires -El resto del escuadrón estamos intentando descansar y celebrar el haber sobrevivido hasta ahora. Sería un honor que te unieses a nosotros- Le dijo sonriendo e invitándola a acercarse al resto.
Perdón por la tardanza, pongo acá mi post retrasado del final de la escena anterior.
El viaje de vuelta en el Gecko había sido avergonzante. Mientras ellos abandonaban el campo de batalla a toda velocidad, los arácnidos devoraban a sus camaradas atrasados sin que la Federación hiciese nada para evitarlo, más allá de aliviarles el sufrimiento con una muerte rápida por disparo orbital. Esta guerra carece de sentido... las batallas las vence el bando que más carne de cañón es capaz de mandar al frente... es increíble que nuestra tecnología no pueda hacer nada para evitar tantas bajas. Tantas muertes. Luchamos por la necedad de unos pocos al mismo nivel que esos insectos... cuya mente-colmena llega a ser superior a la inteligencia de la flota... Es una vergüenza. Ellos se divierten jugando a la guerra mientras aquí cientos de buenos hombres y mujeres son cruelmente asesinados. La tensión y el cabreo de Mia se iba reflejando en su rostro, pues dada la complicada situación había decidido no sacar la pelota y mantenerse firmemente agarrada a las medidas de seguridad del vehículo.
Gracias a esto, cuando nada más atravesar la barrera el eje cedió sin posibilidad de reparación alguna, no se golpeó como a la ida. Orgullosa, paseó la mirada por sus compañeros y se alegró al ver que todos habían reaccionado igual de bien que ella. Nosotros vamos a salir vivos de ésta... la Gatling sabe lo que se hace. Se apeó del vehículo siguiendo las órdenes de Llorens, que parecía haber adoptado el nuevo rango con entusiasmo y determinación. Definitivamente saldremos de ésta. Más motivada pero aún cabreada y dolida por las innecesarias muertes que se producían a escasos metros, y que llegaban a ellos en forma de gritos rotos traídos por la ventisca o de destellos de luz que iluminaban tenuemente la noche, la Consejero Táctico revisó su equipo y lo puso todo a punto. Mientras, sus compañeros se arrancaban con las primeras bromas y cigarrillos para aliviar tensión.
Tras sacar su pelota de goma y comenzar su ritual con ella, se acercó al grupo y, apoyando su mano libre sobre el hombro de Vandel, se dirigió a Stukov: He oído que invitas a cervezas, zapador. ¿Te has golpeado la mollera debajo del vehículo o qué? De ser así, esta lata de sardinas nos ha venido mejor de lo que pensábamos. - Mia cerró su intervención con una corta risa, haciendo su parte para aliviar la tensión. Sabía que eso era lo que el sargento esperaba de ella. De todos.
Al igual que Frost, dejo aquí el post de cierre de la anterior escena.
Hans se había apuntado a esas cervezas ofrecidas por el zapador, aunque él se pagó las suyas. Cuando le llegó el rumor de la captura del cerebro no se lo creyó al principio, pero el ambiente cambió rápidamente. Habían sufrido dos amargas derrotas y, con suerte, a la tercera iría la vencida.
Vio la posibilidad y mientras revisaba su equipo se hizo con unas pocas hojas de solicitud de más equipamiento y munición. Tras unos minutos le asignaron un rifle Morita TW-203-a con 2 cargadores adicionales, lo uqe hacía que tuviera dos armas y tres cargadores para cada una de ellas, y eso siempre era bueno, si es que no salía huyendo.
En cuanto se colocó el nuevo equipo, Hans se dirigió hacia la reunión táctica previa a la misión, con la esperanza de que esta vez no tuvieran que avanzar como pollos sin cabeza.
Stukov aprovechó el fuego del Zippo del Sargento para encenderse su propio cigarro. No pudo evitar cerrar los ojos, dando una larga calada que llenaba sus pulmones de nocivo y placentero humo. Vicio. La quintaesencia del ser humano. Es esto lo que nos diferencia de esas putas chinches y no las demás gilipolleces. Pensó, mientras tragaba humo con gusto. Lo cierto era que si hubiera podido, seguramente durante la batalla se habría fumado uno o dos paquetes de tabaco debido al miedo y la ansiedad. Pero quizás, ese mismo mono lo había mantenido despierto, activo y hasta cierto punto, cuerdo.
Ahora, pensaba en lo vivido mientras ese pitillo se consumía. Aquella había sido su primera batalla real, donde había mirado a la muerte a los ojos, donde había matado y donde había sobrevivido. Los gritos de horror, las imágenes de humanos cercenados, moribundos y en el mejor de los casos, muertos lo acosarían durante las próximas noches del resto de su vida. Pero ese sería un problema del Stukov del futuro. Ahora estaba despierto, y aun más importante que eso: Estaba vivo.
En cuanto Vandel pasó por su lado, afirmando que si había cerveza se apuntaba, Stukov lo miró ampliando la sonrisa con el cigarro atrapado por los dientes. - Por ahora solo cig... - No terminó a decir, cuando Jenkins afirmó también de ir a por cervezas. - Si lo dices por... - Comenzó a decir una vez más, cuando Mia también afirmo lo de las invitaciones de cervezas. Stukov no pudo evitar achinar ligeramente los ojos, siguiendo a Mia con la mirada. - Ya te gustaría... - Acabó por reír, negando con la cabeza. - Bueno, si encontráis un bar en esta puta roca helada os juro que pago las cervezas de todo el mes. - Acabó por bromear, encaminándose hacia la reunión mientras iba dándole al vicio.
Por el camino, le entregaron un formulario para hacer las peticiones de municiones y equipamiento, que fue rellenando según escribía.
-Bueno, si encontráis un bar en esta puta roca helada os juro que pago las cervezas de todo el mes.-
McNillon sonrió ante el comentario de Stukov. -Así es muy fácil apostar, ¿eh?- Le dice tras soltar una breve carcajada. -Creo que lo mejor que puedes hacer es echar algo de cafeína y algunas hierbas a tu cantimplora y rezar para que fermente de aquí a un mes.- Bromea siguiendo el ambiente distendido que se extendía entre los infantes de la Gatling.
Pero las distracciones tenían un límite y debía aprovechar el tiempo para equiparse para cuando deba volver al frente. De modo que, siguiendo a algunos de sus compañeros, Jenkins rellenaba los formularios necesarios para solicitar el equipo que le pudieran suministrar. Por suerte para el fusilero, no le pusieron muchas trabas a la hora de tramitar sus peticiones y pronto se vio recogiendo su bandolera y los cargadores adicionales que tanto echó de menos en el primer asalto. "Y no sé si serán suficientes balas todavía..." Pensó algo escéptico mientras colocaba los cargadores en sus compartimentos correspondientes.
Así que, una vez equipado y preparado para la batalla, McNillon se dirigió con su escuadrón al lugar de la reunión donde les informarían de los nueva situación de la Federación en esta roca helada llamada Galdonia. Los rumores hablaban de un cerebro capturado y realmente la presencia de tantos escuadrones así como de cargos del alto mando prometían un movimiento que decantase la desequilibrada balanza de esta guerra a su favor. Pero eso era algo que todavía estaba por ver. Jenkins había logrado sobrevivir a dos asaltos a ciegas en los que se vio claramente sobrepasado por el enemigo. No fue una experiencia agradable, pero pudo volver con una opinión formada tanto del enemigo como de aquellos que los lanzaban como primera línea hacia un destino incierto. De modo que, fuera lo que fuera lo que les comunicasen en aquella reunión, Jenkins no bajaría la guardia por muy halagüeñas que fuesen los datos que el departamento de inteligencia haya podido recabar.
Reía con sus compañeros el ánimo estaba arriba a pesar de lo que acaban de superar. Los rumores que se escuchaban acerca de la captura del bicho cerebro era un gran paso adelante, Menudos cabrones, les han dado duro a ese puto cerebro, bien por ellos Dijo al respecto levantando la cantimplora a falta de otra cosa con la que brindar, quizá la información que tuviera esa maldita cosa la utilizaran bien los estirados de inteligencia.
Aprovechó para rellenar una de esas hojas complicadas para reponer equipo, y en cuanto terminó de rellenarla comenzó a revisar todas sus armas para tenerlas con toda la munición disponible.
-Creo que lo mejor que puedes hacer es echar algo de cafeína y algunas hierbas a tu cantimplora y rezar para que fermente de aquí a un mes.-
- ¿Un mes? No cuentes conmigo para beber este brebaje entonces... ¡en un mes espero estar tomando cerveza de verdad en el vuelo de regreso a casa! - Mia continuó las bromas, aunque ni siquiera ella se terminaba de creer lo que acaba de decir. O eso o volamos de vuelta mutilados... o muertos. Con una sacudida de la cabeza trató de deshechar tan lúgrube pensamiento, como si así lograse sacarlo de su mente. Pero fue la actitud positiva de sus camaradas la que evitó que decayera su ánimo.
De camino al punto de reunión, rellenó con pocas expectativas una par de solicitudes de armamento y munición, al igual que sus compañeros. En la carpa de destino y ya rodeados de otras tropas, la tensión se fue apoderando poco a poco del escuadrón al escuchar los rumores sobre el cerebo capturado. Por ello, Mia no tardó en colocarse los auriculares y sumirse en su ritual de relajación hasta nueva orden. Esas "buenas" noticias no terminaban de convencerla: atrapar un cerebro era un éxito, sí, pero ahora los bichos tenían un nuevo y poderoso motivo para enfrentarse a ellos.
Resuenan las buenas noticias entre las filas y los ánimos suben mientras varios rumores se extienden como la pólvora, lo cual a mi no me gusta nada.
Intento comprobar con tranquilidad el estado de la batería del traje. Apenas hemos tenido movimiento, pero es un recurso muy limitado. Compruebo también mi armamento e intento rellenar las cantimploras antes de continuar.
Para mi, los rumores y las buenas noticias no son más que la chispa para la siguiente misión. Llegamos después de un ataque fallido y justo antes de otro que parece ser total, comienzan a llegar buenas noticias. Lo que hemos visto no parecían tan buenas noticias.
-Alguna vez acertarán- me digo en voz alta sin darme cuenta cuando observo cómo todo el mundo comienza a reunirse. Esta vez va a ser la buena, nos quitaremos a los bichos de encima, los aplastaremos...
Como las anteriores. Como antes del descenso cuando mandaron un cebo humano.
Miro a todos los miembros de la Gatling y me doy cuenta que hasta ahora hemos tenido suerte, ninguno ha caído aunque lo hemos pasado mal, pero creo que ahora será distinto. Creo que la Federación piensa ir hasta el final de una vez por todas y esta vez no se detendrá ante nada.
Miles de bichos nos esperan y todos vamos a ir alegres hacia nuestra muerte siguiendo al capitán Tsumina, que sin duda alguna o ascenderá o no volverá para ver un nuevo fracaso.
Sargento me siento una inútil, pero no se preocupe, voy a destrozar todos los insectos en la próxima ronda.- le digo con una sonrisa triste en el rostro. Al escuchar su oferta -Gracias pero voy a revisar mis armas antes de que nos manden otra vez en una misión suicida-
Sargento me siento una inútil, pero no se preocupe, voy a destrozar todos los insectos en la próxima ronda.- le digo con una sonrisa triste en el rostro. Al escuchar su oferta -Gracias pero voy a revisar mis armas antes de que nos manden otra vez en una misión suicida-
Jhonny le respondió sin palabras, simplemente una sonrisa, llevándose los dedos índice y mayor a la sien, ejecutando una forma relajada del típico saludo militar. Luego se acercó al resto del grupo que parecía bastante animado, bromeando sobre apuestas y cervezas.
-Tengo la intuición de que la siguiente entrega de equipo traerá el estandarte del escuadrón- comentó con tono alegre mientras rebuscaba y sacaba su propio paquete de cigarrillos, colocándose justo entre Stukov y García. Comenzó nuevamente su ritual de golpear el encendedor y darle al chispero varias veces. Finalmente lo encendió y habló con el informe paquete humeante entre los labios -cdeo que ezo ez mejod que cedveza-
El capitán Tsumina se encontraba ya frente a ellos armado en una M-1S7 Stryker y sosteniendo un amplio manojo de hojas sueltas. Parecía estar esperando a que unos técnicos a su costado terminaran de instalar un improvisado equipo de sonido. Momentos atrás había empezado una fuerte ventisca y el rugir del viento contra la cabaña hacia que fuera muy complicado darse a entender ante tantos infantes.
Una vez todo listo, el capitán compró el equipo dando unos golpecitos suaves al micrófono; el sonido era fuerte y claro por lo que era el momento de empezar. –Buen día soldados- inicio el capitán recordándoles ha todos que la noche había pasado ya y que en menos de dos horas amanecería. Había sido una noche muy ajetreada, con un total de 4 asaltos sin contar la batalla inicial al desembarcar; los escuadrones Gatling y Eco, veteranos de la campaña, habían participado aquel día en al menos tres enfrentamientos.
-Se que están cansados y que no tienen humor para ir con rodeos, por lo que seré claro. Hace algo mas de una hora recibimos información fundamental proveniente de un contingente que infiltramos en territorio enemigo. Este nos ha proporcionado invaluable información acerca de las intenciones del imperio arácnido, como el hecho de que estos de algún modo saben ya de nuestras intenciones de avanzar hacia la zona B. Hemos descubierto según estos informes, que el imperio arácnido tiene intensiones de dejarnos avanzar con cierta facilidad hasta la zona B pero debilitándonos a fin de que cuando tomemos dicho terreno e iniciemos el segundo desembarco pactado para ese momento, sus fuerzas nos asedien concentrando toda su artillería para devastar la zona y así terminar con nosotros. Nuestra ventaja es que ahora conocemos sus intenciones y podremos reaccionar a ellas. Y no solo eso, sabemos exactamente como realizaran el ataque, sus intenciones concretas, sus posiciones y hasta cierto modo su poder de combate.
Y es allí donde entran todos ustedes, su misión será nulificar una las posiciones de artillería en torno a la zona B. Esta posición enemiga compromete seriamente el éxito del avance de nuestras tropas y el éxito de toda la campaña. No les mentiré, el posición enemiga probablemente este demasiado defendida para el número de tropas que enviaremos. A pesar de ello no tengo otra opción mas que enviarlos; esta vez el ataque se diversificará en muchos puntos a la vez para anular todas las posiciones enemigas, por lo que todas las fuerzas disponibles serán usadas. Tendrán que contar con ustedes mismos y un poco de ayuda extra-.
Todos: No he encontrado un mapa nevado adecuado para esta escena, podría generarlo pero es una tarea ardua. Por ello me disculpo de ante mano con ustedes pues usaremos un mapa que no es nevado, les pido usen su imaginación al limite xD.
Extendiendo un viejo mapa ya muy usado de la operación sobre una de las paredes de la cabaña, el capitán continuó su discurso. –Atacaremos aquí- señaló, -justo al sur de la zona B, en el emplazamiento de artillería más cercano a la misma-.
-Inteligencia no ha tenido tiempo de preparar detalles para esta misión en particular, no solo por que no ha habido tiempo, sino por que se han tenido que preparar un sin fin de operaciones al mismo tiempo. Pero no se preocupen, me he tomado la libertad de insistir en la importancia clave de esta operación y he conseguido algunas cosas. La primera y quizá mas importante, es que contamos con una foto satelital de la zona. No cuento con una pantalla para proyectarla y debatir, pero me he tomado la libertad de cobrar favores a intendencia y me han impreso varias copias de las imagines satelitales tomadas, ahora se las haré llegar- puntualizó el capitán ordenando a uno de los técnicos que le asistía, que tomará el manojo de hojas que tenia junto a él y empezara a repartirlas.
-El ataque a la colina se ejecutará dentro de treinta minutos por lo que les aconsejo que absorban toda la información que les estoy dando, en no mas de una hora, estarán de nuevo en combate-. La sentencia del capitán era clara y los infantes lo sabían, por lo que todas casi por instinto analizaron con seriedad el mapa sin que este les proporcionara idea alguna, necesitaban más.
-La imagen que ahora observan representa a la colina enemiga, no muestra a los enemigos que hay allí debido a su poca nitidez por lo que no pierdan el tiempo en eso; incluso probablemente de poder ver algo, habría mucho mas bajo tierra que no podrían ver ni con la mejor de las tomas.
El ataca de las fuerzas conjuntas vendrá desde el sur en el mapa que ahora sostienen. El contingente que conforman estará compuesto por un total de ocho escuadrones de infantería, cuatro pesados y cuatro ligeros; a la par contaran con tres escuadrones del cuerpo de ingenieros para apoyarnos. Cada escuadrón de infantería será trasportado en un Armored Gecko que contara con dos técnicos de dichos escuadrones de ingenieros para asistirlos como conductor y artillero. A si mismo, el resto de infantes del cuerpo de ingenieros iran en cuatro vehículos de apoyo; un GK-16 Gecko MLRS y dos GK-22 Heavy Gecko, cada uno con una tripulación de tres técnicos. Finalmente, al comando de la misión estará el teniente Hammer a bordo de un GK-15 Gecko Command Carrier junto al resto de los técnicos para asistirle-.
Todos: El mapa es el mismo que al inicio de la misión, inteligencia no ha tenido tiempo de diseñar uno especial, por lo cual esta vez no hay detalles, solo saben que el dedo del capitán apunta a algún punto al sur de la zona B.
-El plan de batalla consistirá en una maniobra de engaño inicial, como parte del ataque a la zona B, enviaremos vehículos vigías para explorar la zona y deliberadamente nos dejaremos ver. Con esto esperamos que el enemigo crea que nuestro ataque no es planificado hasta ese momento. Lo segundo será lanzar una densa cortina de humo con continuos bombardeos, el fin de esto será reducir sus fuerzas y hacerles pensar que solo queremos impedir que afecten el ataque a la zona B. Con ello sus fuerzas podrán acercarse lo suficiente como para lanzar un ataque de carga contra la colina montados en los vehículos.
Los escuadrones Eco y Alfa de los Guardianes de Sirius avanzarán por el flanco izquierdo, apoyados por un Heavy Gecko. A su vez los escuadrones Gatling y Beta de la misma compañía atacarán el flanco derecho también apoyados por un Heavy Gecko. El resto de las fuerzas avanzaran con firmeza pero precaución por el centro a la espera de que los flancos logran romper las defensas y así poder hacer un ataque final coordinado.
Lo segundo que he conseguido para ustedes, es la ayuda de bombarderos TAC UAV de la flota. Cada una de las fuerzas (izquierda, derecha y centro) contará con tres de estos vehículos y todo su arsenal. Serán los consejeros tácticos quienes deberán comunicar sus peticiones a los técnicos en los Command Carriers para que las ejecuten con estos drones bombarderos. Consideren que habrá un tiempo de demora en las comunicaciones y que de caer el Command Carrier, todo el apoyo aéreo se habrá perdido-.
-Finalmente, lo ultimo que he conseguido para ustedes son estás cajas con municiones- informó el capitán señalando unas inmensas cajas que estaban introduciendo algunos intendentes a la cabaña. –Repártanselas como mejor les parezca y úsenlas sabiamente. Si tienen preguntas sobre la misión, esta es su única oportunidad-.
Todos: El 4° pelotón de la compañía gladiadores de Sirius es el pelotón de infantería ligera que les acompañará en la misión. Sus fuerzas obviamente están compuestas también por las fuerzas conjuntas que han sido enviadas desde el planeta Sirius, al igual que ustedes.
Todos: Los TAC UAV son drones bombarderos como los que se usan en la actualidad pero con más poder (creo xD). Ustedes podrán ejercerles dos tipos de órdenes a estos vehículos (No olviden siempre darme cordenadas).
La primera es ordenarles fuego supresivo con sus Twin fifty autocannons, el daño es el mismo del arma aplicando efecto supresivo pero con una tirada de ataque de 1d20+14; el arma cuenta con dos de estás ametralladoras por lo que dispara 80 balas por andanada en total (sumando ambas), pero cada ametralladora solo cuenta con 500 proyectiles.
La segunda es ordenarles que disparen sus lanzamisiles Javelin, se tienen que disparar los dos a la vez contra el mismo objetivo y con el mismo tipo de misil. Los TAC UAV cuentan con 4 M-666C5 HEAT y 2 M-714A2 ‘Firecraker’ HE. La tirada de impactar para estos será de 1d20 +7.
Todos: Con eso de “repártanse la munición” solo es un decir, no se emocionen xD. De las cajas con munición solo pueden acceder a una opción de granadas y una opción de cargadores. Ahora les describo las opciones.
Opciones para granadas
2 Granadas Frag
1 granada Frag y 1 HE
1 granada Frag y 1 Chem
2 Frag Rounds
1 Frag Round y 1 HE Round
1 Frag Round y 1 Flechette Round
1 granada Frag y 1 Frag Round
Opciones para cargadores
2 cargadores para TW-203
2 cargadores para XW-103-S7
1 cargador para TW-99-S y 1 cargador para TW-203
1 cargador para TW-203 y 1 cargador para TW-202
1 cargador para TW-203 y 1 cargador para XW-103-S7
1 cargador para TW-202 y 1 cargador para XW-103-S7
1 cargador para TW-203 y 1 cargador para XW-137-A3
En cuanto el Capitán Tsumina inició su discurso, Mia dejó de acariciar con ternura su por fin concedido aditamiento lanzagranadas y sacó su Databox para tomar notas de todos los detalles de la operación. Este momento, que para muchos soldados era una perolata que se resumía en "ve de aquí a allí y elimina todo lo que tenga más de dos patas por el camino", era sin embargo crucial para la Soldado de Primera. Como Consejero Táctico, su deber consistía en que tanto el objetivo principal como los secundarios que ahora se les indicaban por primera y última vez se cumplieran. Enclaves, posiciones, tipo y número de enemigos, efectivos y equipo disponible, tiempos, alternativas, líneas rojas,... todo eso debía de quedar claro para que la misión fuese un éxito. Aunque frases como "la posición enemiga probablemente este demasiado defendida para el número de tropas que enviaremos" no fuesen especialmente alentadoras.
Concentrada, Mia prosiguió con su labor hasta que el Capitán finalizó su discurso, momento en que rápidamente aprovechó para escanear con su Databox ambos planos de papel que circulaban entre los soldados. Bien... ahora puedo apoyarme en imágenes satelitales además de en mis apuntes.
- Sargento, todo anotado. Voy a darle un par de vueltas a toda esta información, por si existiese algún punto flojo o duda a consultar. Por lo pronto, le recomiendo preguntar por la posibilidad de dirigir directamente desde tierra los TAC UVAC en caso de que los Comand Carriers caigan... espero que no tengamos que hacerlo, pero prefiero intentarlo a que perdamos esa cobertura aérea - Dijo a Frost en cuanto acabó su labor.
Con pocas expectativas respecto a las "cajas de munición" que les ofrecía la Federación, Mia marchó meditabunda junto a la Gatling hasta donde éstas se encontraban. El único y solitario cargador anterior no era muy alentador. No obstante, se llevó una grata sorpresa al comprobar que esta vez sí habían pensado en ellos y les permitían equiparse en condiciones. Vaya... si nos arman hasta los dientes es porque esperan que no muramos en el frente. Sin dudar ni un instante, se hizo con 2 cargadores de Morita TW-203 y 2 Fragmentation Rounds.
En cuanto el capitán comenzó a hablar, el sargento del escuadrón Gatling lanzó el escaso tabaco que se suspendía entre sus labios al suelo y los aplastó con la pesada bota del traje. Se irguió, firme, respetuoso, con orgullo de estar allí. Su rostro adusto y ceremonioso mostraba que no había en él ningún tipo de arrepentimiento, nada que no hubiese hecho si tenía nuevamente la misma elección.
Frost siempre había mostrado que era un infante de la federación porque no podía ser otra cosa, no trataba de esconderlo, lo llevaba con orgullo como portaba sus armas reglamentarias, sus medallas o su nuevo estandarte. Así tampoco intentaba disimular su ardiente respeto hacia quienes habían ganado los rangos superiores con verdaero y honrado esfuerzo entre las filas de la federación. Sabía dentro suyo que cada uno de ellos lo había logrado por mérito propio y esas caulidades eran dignas de ser imitadas y aprendidas. De tantos ejemplos que guardaba celosamente en su corazón, tantos vivos y otros ya caidos en batalla, el capitán Tsumina era uno de los más elevados. Había luchado tantas veces codo a codo con otros infantes como buscando lo mejor para sus hombres en la planeación estratégica y el embrollo burocrático. Si alguien los representaba frente a los perros de flota era él.
El capitán merecía la completa atención de Jhonny y el más profundo de los respetos, y allí los tenía.
En su papel como sargento, Frost podría haberse puesto extremadamente demandante con la actitud de sus hombres ante esas situaciones, sin embargo el creia lo mismo que había recibido siempre: el aprendizaje llega completamente a través del ejemplo. Quienes sobreviviesen a ésta dura misión que tenían en frente aprenderían en el camino a ver los grandes y loables hombres que habían dado todo por la federación, por la humanidad. Todos volverían a casa algo cambiados y eso no era algo que con palabras o reproches puediese ser cambiado.
El discurso fue largo, pero la longitud era necesaria aún sin incurrir en todos los detalles de la peligrosa operación que tenían en el frente. Jhonny escuchó y analizó cada uno de los datos expuestos, así como los vehículos de apoyo y el equipo extra que se había conseguido para los escuadrones de Sirius.
Se percató del importante detalle de que García estaba volcando todo en su portátil, lo cual lo puso orgulloso de la responsabilidad que estaba mostrando como consejera.
- Sargento, todo anotado. Voy a darle un par de vueltas a toda esta información, por si existiese algún punto flojo o duda a consultar. Por lo pronto, le recomiendo preguntar por la posibilidad de dirigir directamente desde tierra los TAC UVAC en caso de que los Comand Carriers caigan... espero que no tengamos que hacerlo, pero prefiero intentarlo a que perdamos esa cobertura aérea - Dijo a Frost en cuanto acabó su labor.
Frost pasó a posición de descanso cuando la infante le habló e instinvamente comenzó a buscar otro cigarrillo.
-Es un buen punto. Creo saber la respuesta, sin embargo no cuesta nada consultarlo.- Le respondió haciéndole un gesto de aprobación por su labor.
Alzó la voz, para que tanto el capitán como los demás infantes pudiesen escucharlo.
-¡Capitán Tsumina, señor!- hizo una breve pausa para asegurarse de que tenía la atención necesaria -¿es posible obtener los protocolos de comunicación de los TAC UAV para que los consejeros tácticos puedan impartir órdenes? esto es en caso de que caigan los Command Carrier-
Yo voy a seleccionar:
- 2 cargadores para TW-203
- 2 Granadas Frag
Jenkins escuchó con atención todas y cada una de las palabras que pronunciaba el capitán Tsumina. Sin duda aquel compendio de datos suponían buenas noticias para el conjunto que suponía la campaña. Habían conseguido descubrir la emboscada que los arácnidos tenían preparada para cuando ellos se creyesen vencedores.
Pero McNillon no terminaba de tranqulizarse a pesar de lo alentadores que eran los informes. Lo único que consiguió apaciguar su mente inquieta fueron los esfuerzos del Capitán por equipar lo mejor posible a sus hombres para esta crucial misión. Ya sea por la vital importancia de su éxito o por lo preparados que debían estar para cualquier imprevisto, el escuadrón Gatling y el Beta salían con apoyo aéreo y terrestre.
Y sin mas preámbulos, el fusilero se acercó para recibir su parte del cargamento de munición que habían puesto a su disposición. Cargó su morriña y colocó los cargadores restantes en la bandolera adquirida recientemente y una granada de cada tipo en su cinturón de combate. La granada sobrante la guardó en su mochila y esperó no tener que recurrir a ella... Pero sabía que pedía mucho. No obstante, ya estaba equipado y preparado para la inminente batalla.
-1 granada Frag y 1 HE
-2 cargadores para TW-203
-Coloco los cargadores en la bandolera. Una granada frag y otra HE en el cinturón.
Dos cero vamos si me preguntan, pero creo que nadie lo hizo. Aunque también somos de los pocos que todavía podemos llevar el contador teniendo en cuenta los caídos en esta yerma e inútil pedazo de roca. Y ahora vamos de nuevo para ver si podemos achicar el marcador... - Debería ver de hacerme marauder y dar mejor apoyo Frost. ¿Qué te parece?. - Digo esbozando una sonrisa que marcaba lo lejos que estaba esa idea de ser verdad, nunca podría abandonar a mis compañeros mientras yo encerrado dentro de una lata bajaba bichos y ellos sangraban en mi lugar.
García hace una pregunta válida y tengo que darle la derecha. ¿Hay plan B llegado el caso de que no contemos con las unidades de control de los TAC UVAC? Pero supongo que esa persona tendría que tener un centro de control remoto para evitar que los aparatos se estrellen al no tener quien los guíe y eso sería complicado pero que se yo, no soy técnico y mucho menos piloto de esas cosas.
Tomo lo que mejor me parece para ayudar al resto del grupo y aliento al resto a que haga lo propio. - Bueno señoritas, si no toman un cargador rápido se enfriarán y nadie quiere algo frío a menos que sea una cerveza. - Esto parece la última cena de un condenado, primero con el equipo extra cuando llegamos y ahora esto, están por demás de gentiles.
1 granada Frag y 1 HE
2 cargadores para TW-203
Vandel paseaba de aquí para allá cuando comenzó al reunión táctica con el extra de munición propia de cuando la cosa se a a poner mucho más fea, por lo que no dudó en coger un cargador para cada uno de sus rifles y un par de granadas para diferentes situaciones.
Escuchó todo lo que decían y las opiniones sobre el mando táctico, pero a él lo que le gustó es que parecía que esta vez si iba a cazar bichos de verdad, y no lanzarse de cabeza oleada tras oleada hasta ver quien huía antes- y ese eres tú -dijo una voz en su cabeza, que tuvo que luchar por echar de allí.
-Sargento, puede que una vanguardia de zapadores y exploradores para intentar reconocer agujeros de bichos y preparar trampas sea una buena idea. No los destruímos de inicio para evitar romper la sorpresa, pero si la cosa se pone fea podemos hacerlos saltar por los aires -cualquier cosa con tal de caminar como el cazador que era.
Opciones para granadas
1 granada Frag y 1 Chem
Opciones para cargadores
1 cargador para TW-203 y 1 cargador para TW-202
Escuche atentamente y en silencio los detalles de la nueva misión. Cuando Capitán termino, fui simple y llanamente a ver que era lo que podía rapiñar de la caja de municiones y tras unas cuentas rápidas agarre lo mio y me fui. Cargue el lanzagranadas, revise el underslung shogtum y volví a revisar el rifle; entonces me doy cuenta -tendra la mira de la morita desviada y por eso fallaba todos los tiros?-
Tras una minuciosa inspección solo había una conclusión, la mira estaba bien y mi puntería apestaba...
2 Granadas Frag
1 cargador para TW-203 y 1 cargador para XW-103-S7