Partida Rol por web

Escenita donde crear el pj e ir viendo los detalles de adaptacion :)

Me voy a tomar la libertad de mpezar a hacer la ficha, si me equivoco en algo me lo comentas y lo arrreglo.

(¿Es posible crear una conducta? Había pensado algo como adicto o Ansioso de emociones "pero no como la que sale en el manual, sino de emociones humanas, sentimientos" al tener ese problema de empatía, buscaría sensaciones muy bestias, si prefieres los del manual a continuación escribo los que me pondría.)

Nombre: Sebas

Clan: Malkavian

Conducta: Pervertido

Naturaleza: Pedagogo

Atributos:

Físicos (3)                                                     Sociales (5)                                                       Mentales (7)

Fuerza 1                                                       Carisma 1+1                                                     Percepción 1+3

Resistencia 1+1                                             Manipulación 1+3                                              Astúcia 1+2

Destreza 1+2                                                Apariencia 1+1                                                  Inteligencia 1+2

Talentos (13)                                                Técnicas (5)                                                      Conocimientos (9)

Oh, perfecto, entonces la hago ahí, y dejo este hilo para conversación y dudas :)

Pues creo que ya lo tengo :)

Me falta la conducta, estoy pensando cual sería la más adecuada. Respecto a los puntos gratuitos, he gastado en una disciplina, un atributo, un talento y un punto de voluntad, 15 en total.

Si hubiera algún error (que es posible, pero no probable) lo corrijo. Y, estoy pensando si añadir algún defecto, o mérito, pero no creo que lo haga.

En fin, no me importaría cambiar alguna cosa para el buen funcionamiento de la partida, así que estoy abierto a críticas y consejos.

Voy a buscar una imágen para el personaje :)

No tengo ninguna pega ni hay errores, por mi va perfecto. Solo te falto añadir en la reserva de sangre, que tendras 10 puntos y empiezas con 1d10 (podes tirar aca). Tambien elegi tu equipo, si hay algo que desees llevar encima ademas de ropa. El resto, todo legal.

Saludos!

Ahí va la tirada, con un poco de suerte empiezo muerto de hambre... jojojojojo

Buenas, he tenido unos días movidos, de comidas y cenas familiares. La tercera parte no aportará mucho, es más un modo para que me sea más fácil acostumbrarme al personaje, y pulir asperezas o hacerme una idea general de como llevarlo. Unos toques de su nueva personalidad sobre el terreno. Por lo que si quieres empezar a mi me está bien, te la voy a mandar igual, pero no si mañana o en un par o tres de días, tengo que buscar una situación coherente y adecuada.

Para rematar la ficha he visto que necesitaría unos consejos. Por ejemplo sobre el refugio, al no conocer bien la Buenos Aires Nocturna, no se i los Sabbat tiene un refugio para la manada, si sería individual, etc... Y sobre objetos, que limitaciones tengo, no quiero nada excesivo, pero supongo que habré conseguido lo mínimo para ir tirando. Si dispongo de teléfono, para que se me pueda contactar, algo de dinero, etc. 

Ya han acabado todos los compromisos familiares de estas fechas, por lo que mañana por la mañana voy a ver si lo termino todo de una vez, siento la espera. 

Todos los sabbat locales duermen en un bar abandonado, modificado al estilo de una residencia universitaria. Sobre objetos, ademas de lo puesto, no mucho, algo de ropa, un celular barato, quizas unos billetes robados a alguna victima, y un arma pequeña y facil de ocultar, como una pistola o cuchillo. Empezas con recursos 0 salvo que compres el trasfondo y expliques alguna financiacion. 

Ok, en un rato te pongo la intro pues. 

Quien sabe porque hacia las cosas así. Solo te dejo una dirección junto a un sobre, una maleta con tus escasas pertenencias y nada más. Sin nada ni nadie a quien recurrir… no quedo otra que seguirla.

El lugar era un bar, aparentemente abandonado. Pero tras llamar, te abrieron una puerta lateral. Pibes de universidad, parecían, y no de muy buena pinta. Tardaste poco en darte cuenta que eran como vos. Algo más de media docena, chicos y chicas. Pero el que parecía su líder tomo la carta, la leyó y esbozo una media sonrisa. Joven, de cabello algo rizado, barbita de varios días y una mirada brillante que veía mucho más de lo que parecía

Luego te hizo pasar, tomar asiento dentro del antro, reformado. Era salón de reuniones en el primer piso, pero en segundo se adivinaban habitaciones improvisadas, al estilo de una residencia. Te explico que allí era donde descansaban durante el día, pero su principal labor era otra… luchar por la libertad. ¿Te interesaba ser libre?

Ernesto “Che” Quesada se llama, y es el líder del grupo. Él te explico las bases. Los Sabbat son manadas, donde cada miembro cuenta, y todos cuidan de todos. La suya, los Muertos de Mayo, es la única que opera en Buenos Aires. Se hacen pasar por un grupo anarquista, revolucionarios de izquierda, fuertemente influenciados por el comunismo. Agitan a las masas contra el “otro bando”

Estos resultan ser la Camarilla. Son una organización siniestra, los encargados de controlar a la humanidad desde las sombras, mediante una estructura de poder feudal, con su Princesa y sus Primogénitos en la cima, mientras los demás son sus peones en ese juego. Desgraciadamente, en esta ciudad habían jugado bien. Ya no quedaban Sabbat que los enfrentaran abiertamente. Solo jóvenes anarquistas, neonatos de la nueva era que apuntaban a la democracia y la igualdad. Entre ellos, podían mezclarse…  esperar la oportunidad. Dar los golpes cuando fuera preciso.

Lo que te extendía era la invitación a pelear en esa guerra. No iba a ser fácil. No había ninguna garantía de victoria. El enemigo era más fuerte, mejor organizado y con más recursos. ¿Pero no era la libertad una causa por la cual valía la pena morir? Su homónimo lo había sabido.

De vos dependía. Podias quedarte con ellos, ser su hermano y luchar a su lado, o irte a probar suerte solo. Habia otra alternativa, pero en su expresión sabias, que acudir al enemigo era tu sentencia de muerte. ¿Y porque hacerlo? ¿Por qué ser un puto lamebotas? Ahí estaba el quid del asunto.

La respuesta correcta no era muy difícil de adivinar.

Unos dias despues llego una nueva, una gallega, al refugio. el Che le dedico dos noches a explicarle como iba el asunto, mientras vos seguias con los demas, practicando. Ahora salieron a charlar. Tu noche recien empieza, y mientras tomas algo de vitae envasada (hay un muchacho que la trae, ahorrandoles la molestia de cazar con frecuencia. Parece ser un anarquista o algo asi, aunque no esta enterado de vuestra verdadera afiliacion. El jefe le paga y el chico no hace muchas preguntas ni se mete) ves a tus compañeros de manada. 

Las chicas, Elizabeth, Lucrecia, Fabiana, miran algo en la television. Los muchachos, Pablo y Agustin, juegan al pool, mientras Yonathan los mira. Faltan Valentin y Sandra, ademas del Che y la nueva. Seguramente los fueron a acompañar, o estaran por su cuenta, vaya uno a saber.

Llevaba un par de noches en el antro, tiempo que había dedicado a conocerlo bien ya que detestaba las sorpresas, estas solían ser desagradables la mayoría de veces. Al principio los demás encontraban extraña la afición de husmear y meterse detrás y debajo del mobiliario, al parecer buscando algo, a algunos incluso les molestaba, pero se acostumbraron rápidamente, puede que por temor al percatarse del clan al que pertenecía, algo no muy difícil de averiguar, o puede que simplemente entendieran que era una conducta contra la que no podía luchar. Abrió cada habitación y miró debajo de cada mesa, varias veces. 

Se mantenía un poco al margen y no iniciaba ninguna conversación, respondía eso sí, de forma escueta y tajante cuando alguien trataba de mantener una charla con él. Y pese a no ser partícipe en los debates y discusiones que de vez en cuando amenizaban el ambiente, los seguía con sumo interés. Cuando no revisaba que todo se encontrara en su sitio y sin novedades solía quedarse en un rincón, sentado en la barra y sumido en su mundo interior, pensando las cuestiones que el Che le había planteado. 

De vez en cuando encendía su celular para comprovar si alguien le había intentado contactar, siempre llevaba la batería en un bolsillo y el celular en el otro, no eran pocas las veces que había oido que se pueden grabar las conversaciones a través del teléfono aún cuando este estaba apagado, y este era un modo de evitar las escuchas. El modo de fijarse en las llamadas perdidas era casi ritual, colocaba la bbatería con mucho cuidado, encendía el dispositivo y lo dejaba sobre una mesa, tras hacerlo se alejaba unos pasos y contaba hasta cien mientras caminaba de un lado a otro, si no recibía mensaje es que nadie había llamado, por lo que volvía a apagarlo, y guardar cada pieza en su lugar.

La noche no parecía distinta a las demás, el Che dedicaba tiempo a la recién llegada como habría hecho con él mismo, pero no podía evitar hacerse preguntas que no tenían respuesta... ¿Quien era ella? ¿Era casualidad que hubieran llegado prácticamente al mismo tiempo, o por el contrario era algo calculado? ¿A quien servía, y cuales eran sus intereses? Permanecía sentado en un taburete, con la vista clavadaen el grupo de chicasque miravan la televisión, pero sin verlas, dándole vueltas a las dudas que se le planteaban. Se llevó las manos a los oidos, sin apretarlas, se encogió levemente como si eso fuera a protegerlo de malas experiencias e hizo uso de su sobrenatural oido para ver si lograba advertir si se encontraban en el edificio. El ruido del televisor era realmente molesto y cubría la mayoría de sonidos, y el golpe que se dieron las bolas del billar cuando Pablo intentó meter la bola negra para ganar la partida hizo que se estremeciera y sse encogiera mucho más mientras apretaba las manos contra las orejas para amortiguar el ruido.  

Hoy las precauciones estaban siendo efectivas, no parecia haber nadie en el edificio ademas de ustedes. En eso sentiste sus pasos suaves, amortiguados por las zapatillas de marca. Pero era bastante distintivo, ya que solo uno se estaba moviendo.

-Eh guachin... Hacemo' equipo contra eto do?

Daba para preguntarse quien habia convertido a Yonatan y porque. Moreno, delgado, de rasgos mestizos, con una nariz rota en alguna pelea como mortal... Vestia de ropas deportivas y calzado de marca. Era la clase de chico que podias esperar encontrar en un callejon, fumando una hierba muy distinta al tabaco, o peor, esperandote con un arma de mala calidad pero efectiva, a fin de que contribuyeras a su economia personal con tu billetera y celular.  Quizas alguna noche hiciera esa jugada, pero le saliera mal... muy mal.

Hoy era parte del grupo del Che como uno de sus mejores informantes. Tenia claro conocimiento de los codigos y movidas en los barrios carenciados, de los cuales no habia pocos en esta gran ciudad. Fuera de ese rol, se integraba bastante bien, a tu juicio desde afuera. Compensaba su falta de cultura con carisma, simpatia y alguna habilidad en la cumbia o el reggueton, que de manera incomprensible le hacia triunfar con las chicas

Ahora estaba de pie al lado tuyo,con una sonrisa de medio lado, indicandote la mesa de pool donde los otros dos muchachos estaban reacomodando las bochas, habiendo terminado su juego.

Sebas relajó sus sentidos y apartó las manos de los oídos no pudo evitar dar un respingo cuando Yonatan le habló, pese a ser consciente que se le estaba acercando, como si esperara que le fueran a rebentar los tímpanos, algo que le ocurría más veces de las que le gustaría. Lo miró de abajo a arriba, empezando por sus deportivas y levantando la mirada hasta que llegó a su rostro, se quedó unos segundos observándolo, como si no lo hubiera escuchado y después se giró hacia la mesa de pool, donde Agustín y Pablo estaban preparando otra partida. 

- No he jugado demasiadas veces, casi sería mejor que hicieras pareja con una mesa. - Hablaba sin mirarle, con los ojos clavados en los otros dos, se giró con los ojos muy abiertos hacia su interlocutor, como si estuviera viendo un fantasma de su pasado, para formular una pregunta. - ¿Que hay en juego?

No esperó respuesta para ponerse en pie, se acercó a una de las ventanas y miro a lado y lado de la calle, seguramente la primera vez de la noche, pues si permanecía aquí sin hacer nada su "ansiedad" iría en aumento.

- ¿No hay nada más que se pueda hacer? ¿Algún combate de boxeo por la zona? ¿Una fiesta o discoteca?

No se apartaba de la ventana, mientras preguntaba sus ojos brillaban como los de un chaval que espera ansioso el pastel de chocolate que le han prometido de postre.

Su expresion se frunce un poco, una ligera mueca burlona. Es bastante seguro que no comprende tus reservas, pero por ahora las acepta como alguna moneria probablemente. Si supiera...

-Dale, no sea ortiva, sabra' agarra el palo vo' jaja...+responde finalmente con una leve carcajada, acompañandote a la ventana e insistiendo+ Adema hoy e' domingo vieja. Ta too cerrao salvo pa' lo' cheto... Bueh, taba eso de la espo grow, de lo fumanchero, en la capi, pero no da, seguro esta la gilada Camariya. Y en San Martin 'cuche que habia un concierto groso pero ni idea. Tekila creo...

Encoje los hombros, sin darle gran importancia. Una cosa explicada es que no se meten en los territorios directamente controlados por la Camarilla, si no es con un objetivo concreto. Mientras tengan la fachada de anarquistas, tendran sus mismos derechos, es decir moverse y cazar por la periferia. Pero la Capital... eso es otro tema.

-The Killers, tontito.+suena una voz femenina, interviniendo. Colgada del sofa y estirada hacia atras esta Fabiana, una rubicunda pechugoncita sonriente.+ Son re-capos. Lo que daria para ir a ese concierto.!

Fabiana tambien debe ser bastante nueva como vampiro. Tiene muchas actitudes de una chica comun y corriente, que no terminan de encajar con su tremenda fuerza. Pero ademas de eso y su sonrisa, hay una cabecita inteligente atras. Cursaba contabilidad al parecer, cuando fue abrazada. Por ahora mucho mas de su historia no es sabido, pero dentro de las chicas es la mas sociable y dada, si bien prefiere escuchar o comentar, a contar de su intimidad.

Relaja los hombros, regalandoles una vista de su escote a ambos. El Yonatan hace como que traga saliva, tirando una mordida al aire en su direccion. Es, todavia, hormonal hasta la medula, aunque no tenga idea lo que signifique eso.

Puso los ojos en blanco mientras se alejaba unos pasos de la ventana, se frotó la cara en un gesto de cansancio, todo apuntaba a otra noche encerrado en el local. Apunto estaba de aceptar la propuesta de una partida cuando Yonatan comentó que había un concierto en San Martín. La réplica de Fabi no se hizo esperar, concierto de The Killers y ya había alguien con interés en el mismo. La expresión de su rostro cambió, mostraba interés, una leve sonrisa apenas perceptible se dibujó en las comisuras de sus labios. Colocó un brazo por encima los hombros de Yoni y señaló a Fabi con la mano libre.

-¿¡Ves!? ¡Eso es divertido! No pegarle a una bola con un palo de madera, eso es aburrido. ¿Comprendes? Divertido... - Se alejó unos pasos de él y y sonrió, ensanchando su sonrisa con las manos. - Aburrido... - Cambió la sonrisa y puso cara de pena, dejando caer los brazos mientras se inclinaba hacia adelante. - Divertido... - Empezó a bailar al ritmo de una música que tan solo sonaba en su cabeza. - Aburrido... - Camino hasta una silla cerca de Fabi y se dejo caer en ella, se inclinó hacia adelante y apoyó sus brazos y cabeza sobre la mesa, roncaba.

Se puso en pie de un salto y se acarcó a Fabi, colocó su brazo sobre sus hombros y la señaló, con la otra mano. - Divertida... - Dio un paso atrás y señaló al resto de chicas, tumbadas mirando la tele, cambió su expresión a una mueca de disgusto. - Aburridas... - Acompañó la palabra con un manotazo al viento com si espantara moscas, dejando claro que no le interesaba. Volvió a girarse hacia Fabi con una sonrisa algo macabra en el rostro e hizo una reverencia.

- Así pues... ¿Te apetece algo de diversión? ¡¿Quien más se apunta?! - Lanzó la pregunta alzando los brazos, esperando oir gritos de "¡yo, yo!".

Podes disfrutar del momento en que te volves centro de las miradas. Ojala fueran amistosas o divertidas, pero la mayoria no lo son. Una o dos parecen prometer retribucion, como la de Elizabeth, una rubia con aspecto de lolita gotica, fria y formal, o Lucrecia, una hermosa y brutal metalera, cuya descarada sensualidad quedaba empañada con la facilidad que tenia para enfadarse, asi como tambien para levantar pesos inmensos y arrojarlos, con unos brazos demasiado delgados para tener esa potencia. Llamar "aburridas" a las mujeres puede que no sea muy inteligente.

Fabiana se estremece ante tu confianzudo toque, y enarca una ceja, pero se rasca el costadito de la sien.

-Mmm... ya estara todo vendido. Pero seguro habra alguien en la calle haciendo negociado. Si vos pagas, me prendo. +responde a la propuesta.

-A donde van che?+pregunta una voz, mientras entra por el costadito un muchacho. Rubio, de intensos ojos verdes, bien vestido. Posee varios lunares en el rostro, y la marca de una traqueotomia en la garganta, algo en su pasado de lo cual no te han comentado. Es Valentin, uno de los que habia salido mas temprano. Tiene todo el porte de un galancito de clase alta, por lo cual se hace algo raro dentro del ambiente mas "under" del grupo. Por supuesto, esa tambien es parte de su fachada. Su trabajo es mezclarse con los intelectuales y la gente de plata. Dado lo bien que se le da, es casi seguro de que lo fuera tambien, cuando estaba vivo.

Se apoya en el marco de la puerta de calle, cruzando los brazos para adoptar una pose canchera. Se lo ve rozagante. Tambien captas que emana un olorcillo a sangre fresca. Debe haber comido bien hace poco.

-Esta linda la noche, algo calentita. Se viene tormenta mañana o pasado, seguro. Da para salir a dar un paseito.

Sebas no había tardado ni cinco segundos en pasar de una actitud introvertida a un estado de jovialidad infantil cuando Fabi se metió en la conversación, se había contagiado de la alegría que emanaba la Cainita, del mismo modo que es inevitable bostezar cuando se tiene a alguien haciendolo justo en frente. Cuando en la sala empezaron a dominar las miradas de desagrado frució el ceño levemente y dejó que un par de rizos cayeran hacia delante de su rostro ensombreciendolo levemente, se apartó unos pasos de Fabi en dirección al taburete que había calentado hasta el momento y se desentendió de la carla como si nunca hubiera participado en ella. Se podría decir que parecía molesto, incluso malhumarado, y de nuevo, el cambio había sucedido en menos de lo que dura un parpadeo.

De pronto se sobresaltó al oir la voz de Valentín en la puerta, se giró presto y clavo sus ojos en el, al momento miró hacia las escaleras, y luego hacia la ventana, sus movimientos eran bruscos. Le habían pillado por sorpresa, algo poco usual, ya que procuraba controlar cuanto sucedía a su alrededor, tenía una especie de manía persecutoria, la primera herencia de su Sire, aunque no tenía por que ser algo malo, en el nuevo mundo que se había abierto frente sus ojos, era de vital importancia hacerlo. Inspiró, pudo saborear perfectamente el aire, sentir como le sabor de la sangre emanaba del recien llegado y se deslizaba por el ambiente impregnándolo todo. Mientras gozaba de este regalo se llevó las manos a los oídos y entrecerró los ojos, mirando alrededor. Si no se había percatado de la presencia de Valentín hasta que este habló, cualquiera podría haber entrado, dio un par de pasos más hacia el teburete, sintió como los granos de tierra rascaban el suelo de madera, como el cuero de sus zapatos se quejaba al estirarse. De vez en cuando no estaba mal ser un paranoico que debía mirar sus espaldas cada cierto tiempo para asegurarse que no lo seguían, ayudaba a uno mantener frescos los reflejos, pero la mayoría del tiempo era un engorro, una molestia que solía causar cierto nerviosismo, y los niervios jamás han sido buenos consejeros.

No respondió. 

-Estamos viendo, Valen. +responde Fabi, girandose en el sofa+ Aca Seba quiere ir a ver que onda en lo de The killers, pero parece que se pone en rata si tiene que garpar...+contesta, interpretando tu evasiva a su entender..+ ¿Vos, tan rapido viniste? ¿Y la otra?

Las otras chicas, al ver al recien llegado tambien abandonan su caja boba, sonriendole con simpatia. Es bastante logico el porque. Reune cualidades que mortales como vampiros aprecian. Aunque ciertamente, es extraño que no le sintieras aunque fuera en la escalera. Pero hasta que estuvo en la puerta, pareciera como... invisible.