Esta es tu escena de creación de personaje. 

-Le da con el látigo- Vamos e___é, que esa Kitty Pride no se va a crear sola

Lo sé, lo siento, es que tengo muchos exámenes y trabajos feos que entregar >.<

¿Insinúas que las preocupaciones mundanas del Mundo Más Allá de la Pantalla son más importantes que Umbría? 

OH, MY GOD... Tienes razón. A la mierda los exámenes :D

Bueeeno, lo primero tengo que agradecerte tu infinita paciencia conmigo y con mis exámenes :).

Y ahora vamos al lío...

AMY THOMPSON

Svetlana Ivánovna Petrova nació en San Petesburgo un diez de Enero de hace veinticinco años, bajo el signo de Capricornio. Su padre, Iván Petrov fue espía durante la Guerra Fría. Su madre, Ekaterina Solokova, lo que comúnmente se conoce como "mujer florero". Ella siempre pensó que su marido era un hombre de negocios, cosa que justificaba tanto sus viajes constantes como el alto nivel de vida que podían permitirse. No llegó a averiguar la verdad antes de que le metieran un tiro entre ceja y ceja mientras él se encontraba en una misión, a modo de advertencia para él. Tan sólo una nota cerca del cuerpo "La siguiente será la pequeña". 

Svetlana tenía cinco años cuando murió su madre y toda su vida dio un giro de noventa grados. Iván tomó a su hija y se escondió con ella. Abandonaron el país y empezó a entrenarla para convertirla en un arma letal. Tenía la esperanza de que algún día entre los dos pudieran vengar la muerte de Ekaterina. Cuando Svetlana tenía doce años ya era cinturón negro en varias disciplinas marciales, hacía acrobacias con la naturalidad de un artista circense, sabía conducir, hablaba inglés a la perfección y disparaba con precisión. Sin embargo, su especialidad siempre fue colarse en sitios de difícil acceso. Iván la había entrenado para que fuese su mejor arma, y cuando ella cumplió los quince, decidió que había llegado el momento. 

Sin embargo, el adoctrinamiento al que la sometía chocó con el fuerte carácter adolescente de la joven, que no sentía la misma prisa que él por vengar a una madre a la que apenas había conocido, y que añoraba en cierta forma haber tenido una vida normal. Culpaba a su padre por esta carencia. Con diecisiete años y tras una fuerte discusión, cogió su documentación falsa y montó en un avión, tratando de dejar atrás a su padre y su obsesión con la venganza, para vivir una vida propia. Estaba harta de no poder tener amigos, de tener que esconderse y de vivir tan sólo para y por la venganza de su padre. 

Pero la vida en Dinamarca no era tan sencilla como ella había esperado. Sin dinero y sin una formación para ningún tipo de trabajo estándar, Svetlana, bajo el sobrenombre de Irina Vasilieva, se encontró pasando hambre y frío, algo que nunca había siquiera imaginado tener que vivir. Tuvo que relacionarse con la más baja calaña de la sociedad y así fue como terminó contactando con la mafia rusa y realizando trabajitos para ellos. No tenía escrúpulos para asesinar a los rivales de sus jefes por dinero. Ni con robar un cargamento de diamantes cuando lo transportaban de un lugar a otro. Pero pronto se dio cuenta de que no necesitaba trabajar para nadie. Podía trabajar para sí misma.

Tras varios años dando tumbos por todo el planeta, y después de haber sido la autora de varios robos que se hicieron famosos a nivel mundial, en el mundo especializado se la conocía como La Sombra, debido a que nunca nadie había conseguido verla, y las cámaras sólo grababan una sombra antes de captar interferencias durante el tiempo que duraba su trabajo. Solía usar inhibidores (pinzas), que colocaba en algún lugar del sitio donde quería dar el golpe y que activaba con un mando a distancia. En el momento del robo vestía completamente de negro, escondiendo su pelo rubio y su rostro bajo un pasamontañas. En ocasiones trabaja con otras personas, generalmente frikis informáticos o genios de la tecnología, que puedan ayudarla para las infiltraciones, a los que tampoco revela su identidad. El contacto siempre es a través de internet, usando proxys y desde cybers, o desde códigos postales. 

Finalmente, Svetlana cayó en Nueva York, donde sabía que estaban a punto de exponer la esmeralda más grande del mundo: El ojo de la sirena. Si conseguía robar esa pieza del Metropolitan Museum, tendría la vida solucionada para siempre. No le costaría encontrar compradores. Allí se instaló, bajo el sobrenombre de Amy Thompson, fingiendo ser una joven periodista, hija de inmigrantes rusos, buscando trabajo en la ciudad. 

Curiosidades: Su padre siempre la llamaba Lana en la intimidad. Le encanta la lasaña y odia la ginebra. Su ciudad preferida es Florencia.

¿Tiene amigos tu personaje? ¿Contactos? ¿Algún conocido al que acuda cuando tenga un problema en alguna materia especifica o en algo más? ¿Un novio/a o algo?

¿Como es el día a día de tu PJ? ¿Qué suele hacer durante la semana y durante los fines de semana? Quisiera también que me hables de su estilo de vida.

Lo otro, quisiera también que me hablarás un poco de su personalidad, se entiende que es inteligente, y puedo inferir que es de las que no se detiene hasta cumplir sus objetivos.

¿En qué trabaja?

 ¿Tiene claros sus gustos? ¿Tiene algún hobby o algo?

Esos y cualquier otro detalle que se te ocurra me servirían

Descripción física

De cabello rubio e intensos ojos azules, Svetlana es una de esas mujeres que saben cómo pisar cuando quieren llamar la atención sobre su presencia en un lugar. Mide 1,57m y pesa 50kg. A pesar de su apariencia frágil y escasa altura, su constitución es ágil y fibrosa.

Su peinado y forma de vestir cambian según la ocasión, pero en estos momentos suele llevar el pelo cortado a media melena, ligeramente ondulado y salteado con algunas trencitas. 

Descripción psicológica

Educada para ser un arma letal, Amy siempre desde su adolescencia ha echado siempre de menos una familia normal. Es una persona muy inteligente, pero su educación fue muy deficiente, pues a su padre le parecía más importante que memorizase los nombres de los distintos tipos de arma blanca antes que temas relacionados con la literatura, la historia o las matemáticas.

Tampoco tiene habilidad para realizar ningún tipo de tarea normal, apenas sabe cocinar lo suficiente para mantenerse y no ha realizado tareas de limpieza en su vida. Tampoco es que nunca le haya hecho mucha falta aprender este tipo de cosas, no tiene ninguna intención de ser ama de casa. Es consciente de lo que sabe hacer y lo hace bien. Y al resto, a pesar de que echa de menos haber recibido una educación normal, ha aprendido a no darle demasiada importancia.

Es una persona independiente y con ideas propias que lleva hasta el final. No le gusta seguir órdenes y no soporta las amenazas. Tiene una gran determinación cuando se propone algo y no se detiene hasta conseguirlo. No tiene muchos escrúpulos a la hora de matar o robar a desconocidos, pero es leal con la gente que considera que lo merece, y siempre cumple sus promesas.

Es desconfiada, no suele fiarse de la gente fácilmente y las pocas personas en las que confía se pueden contar con una mano y se lo han ganado después de años de colaboración mutua. Eso sí, cuando entrega su confianza a alguien, espera lo mismo de esa persona.

Tiene muchos contactos, pero pocos amigos, y sus contactos no la conocen realmente, tan sólo se comunican con su alias, Sombra.

Una de las cosas que más le gustan en el mundo es viajar. Conocer lugares nuevos, mezclarse entre la gente, aprender sus idiomas y costumbres. Sin embargo, nunca se queda lo suficiente en un lugar como para crear lazos duraderos, no quiere ver su independencia amenazada por nada ni nadie.

En cuanto a sus relaciones afectivas, debido a su peculiar educación y al hecho de estar siempre escondiéndose, con la adrenalina de la amenaza de ser descubierta, ya sea por su padre o por las fuerzas de seguridad, nunca se ha permitido mantener una relación seria ni estable. Ha tenido sus líos, pero en cuanto le ha dado la impresión de que esa persona le empezaba a importar demasiado, se largaba.

Por otro lado, no ha tenido nunca ningún problema en utilizar su cuerpo o fingir sentimientos que no sentía realmente si eso ayudaba a sus objetivos. Sabe perfectamente la impresión que causa en los hombres y no le importa aprovecharse de ello. 

Entorno

Iván Petrov:

Svetlana lleva ocho años sin ver a su padre y todo ese tiempo sintiendo el temor de verlo aparecer de repente en su habitación en mitad de la noche. Supone que el hombre no descansará hasta encontrarla, pues es consciente de que ella no era sólo una hija para él, sino también la herramienta que estuvo años preparando para poder llevar a cabo su venganza.

De él, Svetlana heredó los ojos azules, los labios seductores y el carácter independiente y rebelde. A pesar de llevar años huyendo de él, y de pensar que se equivocó en muchas cosas a la hora de educarla, la joven sigue queriéndolo como antes. Al fin y al cabo, es su padre y si no fuera por él, no podría ganarse la vida como lo hace.

Mijail Gólubev:

Miembro de la Bratva es el único amigo que llegó a hacer mientras estuvo colaborando con ellos. Fue quien la descubrió y quien hacía de intermediario para encargarle sus trabajos. Siempre lo ha considerado una especie de mentor en ese aspecto, ella era muy joven cuando llegó a ellos y, a pesar de su formación, también muy inexperta. 

Cuando empezó a trabajar por su cuenta el contacto con él disminuyó, pero a pesar de eso siguen hablando por teléfono de vez en cuando y es uno de los primeros a los que les ofrece las piezas que consigue cuando no trabaja por encargo. El hombre perdió a su hija cuando era muy joven y siempre ha sentido que Svetlana llenaba de alguna manera ese hueco para él. Ella es como le habría gustado que hubiera llegado a ser su pequeña.

El nivel de colaboración es mutuo, ella sabe que puede contar con él para algo importante, y él también sabe que en ella encontrará lealtad y confianza. En alguna ocasión desde que dejó de colaborar con ellos le han pedido a través de Mijail que realizase un trabajo esporádico y ella no ha tenido problemas en aceptar. Sabe que si salió de las calles fue gracias a ellos y no es de las que olvidan los favores recibidos.

Jean Luc Lemoine (Clave):

Tras su paso por Dinamarca, Svetlana estuvo una temporada en París. Allí conoció a Jean Luc, lo más parecido a un novio que ha llegado a tener en su vida. Él es un friki de la tecnología y, a pesar de que al principio ella sólo lo contactó para utilizar sus conocimientos, terminaron haciéndose primero amigos y después compartiendo piso y cama durante una temporada.

Él tenía experiencia colaborando con criminales de alto nivel y le enseñó a ella muchos de los trucos que ahora utiliza. Ambos rompieron su relación de mutuo acuerdo, a ninguno de ellos le interesaba engancharse hasta ese punto con otra persona, así que decidieron separar sus caminos.

Probablemente es la persona que más sabe sobre ella a día de hoy en todo el mundo, conoce su historia y su nombre real y él es como una constante en su vida. Cada cierto número de años se encuentran y la chispa que compartieron se enciende durante un tiempo, unas horas, unos días… Nunca más de una semana. Después cada uno vuelve a su vida, hasta que vuelven a verse. Su alias es Clave y cuando contactan el uno con el otro lo hacen a través de una línea cifrada que él programó y le enseñó a usar a ella. 

Layla Collins:

Layla es la hija del dueño del New York Observer, Amy se ha acercado a ella en su intento por tratar de hacerse pasar por una joven periodista que busca trabajo. Estar dentro de un periódico infiltrada sería estupendo para sus planes. Layla es una muchacha rebelde que trae a sus ricos padres de cabeza. Pero sigue siendo su niña mimada y desde que llevó a Amy a cenar una noche, ésta se ve con un pie ya dentro de la redacción. Se ganó a ambos padres con una actitud amable y educada, pero cuando está a solas con Layla se muestra divertida y alocada.

A pesar de que está utilizando a Layla para conseguir información y usarla para sus objetivos, lo cierto es que a Amy la muchacha le cae bien y se divierte con ella.

Estas son ahora mismo las personas más importantes en la vida de Svetlana. Aparte de ellos tiene contactos menores, gente que contrata para que colaboren con ella en sus trabajos, informadores, su casera, etc.

Hay otro ladrón de alto nivel con el que Svetlana guarda cierta rivalidad. Él o ella es conocido como Shave y en un par de ocasiones se ha adelantado a ella al conseguir una pieza.

Svetlana no tiene ni idea de quién se esconde tras este nombre, pero tiene a sus informadores avisados para que le comuniquen cualquier cosa que puedan descubrir al respecto. En cierta forma es un reto para ella averiguarlo y adelantarse siempre a esa persona.

Rutina

Debido a la forma de Svetlana de ganarse la vida, no existe para ella una rutina que seguir. Todo depende del trabajo que se traiga entre manos y de las circunstancias que lo rodeen.

Ahora mismo se ha instalado en Nueva York, en un pequeño estudio cerca de Central Park. Lo ha adecuado para crear un doble fondo en el armario donde esconde sus armas y toda la información que ha ido recopilando sobre El ojo de la sirena. Durante el mes que lleva en la ciudad, además de pasar distintos ratos con Layla como una amiga cualquiera, ha estado observando y tomando nota de todos los horarios de los trabajadores del museo. También ha recurrido a alguno de sus contactos para conseguir los planos y ha estado estudiando cuál es la mejor manera de colarse en el lugar y robar la pieza.

Lo normal es que esta labor previa al robo le lleve unos tres o cuatro meses. Es cuidadosa y perfeccionista y no le gusta lanzarse a la aventura. La adrenalina está bien, pero siempre y cuando los riesgos estén calculados y sean aceptables.

El nivel de vida de Svetlana es alto, le gusta vestir bien y prefiere comer fuera con Layla a cocinar ella misma. Se hace pasar por una hija de inmigrantes rusos, pero de buena familia. Gracias a sus trabajos anteriores no le falta el dinero, pero es consciente de que el nivel de vida que suele mantener requiere de nuevos robos, además del simple placer que le provoca realizarlos. Pasó hambre cuando se separó de su padre y no está dispuesta a que vuelva a suceder, es una época de su vida que nunca podrá olvidar y lucharía con uñas y dientes por no volver a ella.

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