Nuestros protagonistas toman un tren de la Canadian Pacific desde Toronto hacia el norte haciendo escala para tomar otro tren de la Canadian Northern Railways ,que hace el trayecto hasta Jasper pasando por Dogfork y Kamloops, hasta Kamloops el Jueves 18 de Noviembre a eso de las 12 de la mañana para llegar a Kamloops el Sábado 20 de Noviembre a eso de las 16:00, queda una hora escasa antes del anochecer.
Kamloops es una población de cierta importancia, con casi 5.000 habitantes, situada en la confluencia de las ramas Norte y Sur del río Thompson. Aunque parezca increíble, el terreno es sumamente árido y según os enteráis en el tren, recibe menos de 300 litros por medio cuadrado de media al año.
La mayor parte de los habitantes de Kamloops trabajan en las plantas cerveceras o de conservas de fruta de la zona. También es la gran ciudad a la que acuden los indios, tramperos y mineros de las inmediaciones. El centro de la población para vuestra sorpresa, es muy pequeño, con apenas un hotel/bar, un pequeño hospital, un puesto de la Guardia Montada, una oficina de correos y algunas tiendas.
20$ billete
2 $ taxis
4 $ comidas del tren
total 26$ restad cada uno de vuestros ingresos.
Al parecer la noche nos quiere, deberíamos conseguir un lugar para alojarnos ya que no creo que sería de gran utilidad seguir de largo luego de tantos viajes, y más llegando la noche.
Decía León al bajarse del tren.
-Tan al norte, la noche puede ser muy fría, deberíamos apresurarnos y encontrar un hotel. Es cierto que no será comparable a lo de Groenlandia, pero aún así. En nada nos ayudará coger un resfriado-bromeó Collins.
- Bueno eso será fácil, parece que no hay más que un hotel en este pueblo- dice señalando la estructura más alta del pueblo, una torre de hormigón que desentona totalmente con el resto del paisaje- ¿no deberíamos dar una vuelta antes? ¿ o prefieren esperar hasta mañana?
Nota del Guardián: Llevo a Gregor hasta que vuelva.
—Quizá sea buena idea dar una vuelta, a ver qué hay abierto. Si Bhule ha pasado por aquí, es posible que se le recuerde. De paso quisiera telefonear a Lantilla, a ver si ha encontrado algo nuevo.
- Señores si les parece vamos primero al hotel/bar, nos registramos, dejamos nuestras cosas, llamamos a Lantilla lo primero y después damos una vuelta por el pueblo, ¿necesitan ir a comprar algo? quizás podríamos ir al hospital o al puesto de la guardia montada.
Dijo mientras caminaba hacia el centro de la pequeña población.
—Vamos al hotel entonces, a ver si hay habitaciones.
Digo lacónicamente, mientras me enciendo un cigarrillo. Me siento desanimado, con más ganas de tumbarme en la cama del hotel que de hacer cualquier otra cosa. Todavía siento el traqueteo del tren en todo el cuerpo.
Hotel Salinger House
Más que un hotel se puede afirmar rotundamente que es un bar, pues al entrar os sorprende que no sea un hotel al uso, sino una sala en penumbra con un tocadiscos en una de las esquinas, una larga barra de madera desgastada con dos parroquianos incorporados a ella y un tipo bastante feo detrás de la barra.
Hay un par de mesas con dos y tres sillas respectivamente, en la pared del fondo hay unas escaleras de caracol que suben a un piso superior- seguramente a las habitaciones -.
Los dos parroquianos se giran cuando entráis y os miran con curiosidad, mientras que el tipo de detrás de la barra hace una extraña mueca.
A todas luces se ve que no sóis del entorno...
- Buenas tardes señores- dice educadamente al entrar, espera a que uno de sus compañeros lleve la voz cantante en la conversación con aquellos tipos.
-Buenas tardes caballeros. Supongo que usted es el dueño del local-dice, mirando al hombre detrás de la barra, acercándose-verá, mis compañeros y yo acabamos de llegar al pueblo, y necesitamos un lugar donde pasar la noche. ¿Tiene habitaciones libres?
No podía evitar con desconfianza al grupo, pero no lo hacía en absoluto con maldad, simplemente lo que ocurría era que no se veían forasteros nunca por allí.
- Nuestras tres habitaciones están libres, ¿vienen ustedes cuatro sólo o viene alguien más? lo digo porque las tres son dobles, pueden alquilarme dos habitaciones si lo prefieren o las tres habitaciones y que dos de ustedes compartan una.
Los dos parroquianos os miraron unos segundos y después volvieron a mirar fijamente sus respectivas jarras de cerveza.
-Nosotros cuatro solos. En cuanto a éso, mi opinión es indiferente, pero no debo ser el único en hablar-dijo, mirando a sus compañeros ahora.
- Nos saldría más económico compartir habitación ya que en cualquier caso dos de nosotros tendrán que compartir habitación... ¿cómo son las habitaciones ? ¿tienen baño? ¿ cuánto cuesta la noche?- preguntó .
- ¿BAÑO? jajajajajajjaa -el hombre y los dos parroquianos estallaron en carcajadas
- Esto no es el palacio de la Reina de Inglaterra muchacho, aquí hay un baño para todos y un cubo de agua para... bueno ya sabéis, para que la canalización se lleve la mierda. No son ustedes de por aquí, diría que ustedes tres son Yankees. Tú tienes un acento raro- refiriéndose a Gregor -así que serás europeo, ¡ qué grupo más raro! un europeo en Kamloops... vivir para ver. Las habitaciones cuestan 1$ la noche y tres comidas al día otro dólar por día. ¿ Van a quedarse mucho? ¿ qué les ha traído por aquí...?- pregunta sin poder evitarlo más.
—Podemos compartir las habitaciones —digo más por no fiarme un pelo de dormir solo y temor a que me atraquen mientras duermo que por gastarme un dólar en tener espacio en esta pocilga.
Espero un poco con flema mientras me enciendo otro cigarrillo.
—¿Le suena un tal Bhule? Pasó por aquí hace poco con una mujer. Tenemos que encontrarnos con él.
- ¿Bhule? es posible....- dice haciéndose el interesante. Los dos parroquianos levantan los ojos de sus bebidas y os miran con curiosidad.
—¿Qué puede decirme de él?
Digo, esperando a que este tipo quiera sacar tajada por la información.
- Pues si es quien creo que es, puedo decirle muchas cosas. En primer lugar le diré que iba bien acompañado, una muchacha bastante bella aunque rara, muy rara. Pero claro, aquí somos de pueblo pero no idiotas- dijo mientras hacía el gesto del dinero.
Parecía que todo al que preguntábais quería sacaros el dinero...
Le deslizo un dólar a ver qué canción me canta.
-Rara, ¿eh? Cuénteme más.
A ver si me sorprende.
Mira el dólar de mala gana
- Con estos pagos poco puedo decir... que creo que conozco a ese Bhule. Es un tipo de unos treinta o veintimuchos, moreno de pelo liso y corto. Nariz redondeada y un lunar en la mejilla derecha sino recuerdo mal. Iba acompañado de una joven. Precisamente... tuvimos ocasión de ver a ese Bhule pelear y cómo se las gasta!