Partida Rol por web

A pesar de las palabras de Ash, Madison no hizo ningún caso. Siguió saltando y gritando como loca, y zapateando en aquel suelo que parecía a punto de caerse, si no por los golpes, por los agudos chillidos de la animadora, que ciertamente estaba "animando" el lugar sin que pareciese ir a callarse nunca, y que estaba poniendo a todos de los nervios.

Kimani se había quedado mirando fijamente las cerraduras con gesto preocupado. Cada vez sentía más deseos de salir corriendo de allí. La música que comenzó a sonar de golpe le erizó el vello de los brazos aunque era una canción que ponían mucho sus padres cuando ella era más pequeña. Quizás por eso pudo mantener el tipo.

 No como aquella loca de Madison. Si ya estaba bastante acojonada, aquellos gritos la estaban desquiciando. Quería taparse los oidos y salir corriendo de allí, pero en su lugar, y a saber porque fuerza desconocida, se acercó a la rubia y le plantó una bofetada en la cara.

- Calmate ya! - nada más decir eso dió un paso hacia atrás con el rostro demudado por el susto. Aquello lo iba a pagar caro.

Estaba empezando a preguntarme qué era ese sonido como de escape de gas en la cocina cuando sentí que Phil venía a mi lado y en ese momento, empezó a sonar esa música:

Eh, Miller, deja de realizar ruidos raros.

- ¡Yo no estoy haciendo "ruidos raros"! -protesté- ¡¿Y quién ha puesto esa música?!

Deseé con todas mis fuerzas que alguien reconociera que había sido el/ella quien lo había hecho pues de no haber sido ninguno de nosotros... ¿Quién había sido y dónde estaba? ...Desde luego, muy cerca nuestro. Sonaba un poco más atrás: saliendo de la puerta del salón. Entre eso y los gritos de Maddie, noté que se me erizaban los pelos de la nuca.

- diossss... -dije casi en un susurro- ...Vaya unos chapuzas estamos hechos: (Y ya en un tono un poco más alto) Voy hacia donde suena la música ¿Os venís alguno?

Era importante recordar no ir sólo a los sitios: Por si las "sorpresas".

Me inquieta que la puerta tenga tantas cerraduras. Phil parece no estar asustada como el resto que más nerviosos no podemos estar. Para ella esto es un juego mientras que yo me estoy arrepintiendo de haber venido. - Tiene pinta que vamos a tener que buscar el resto por toda la casa, ¿pero quién nos asegura que abrir esa puerta sea buena idea?- desconfío mucho de lo que pueda esconder esa puerta. Me giro hacia la cocina donde me ha parecido ver a Kevin adentrarse en la cocina y justo en ese momento suena la radio. Así, sin venir a cuento y eso produce en mi una reacción exagerada de pavor. Soy un grito ensordecedor y entró en pánico. Corro todo lo veloz que puedo en el sentido contrario a la cocina hasta pegarme otra vez a la puerta de entrada. Tirando de ella con desesperación. - ¡SACADNOS DE AQUI! SOCORRO!! 

En realidad no pierdes cordura, pero te asustas igualmente dado que es una pifia. 

Los demás os vais poniendo tensos con tanto grito... Y el perro también. Suena un ladrido en la puerta de la cocina que da al exterior. Mientras tanto, la música sigue si nadie la para. Y lo que Kevin sabe, también. 

¡ESA MIERDA DE MÚSICA ME ESTÁ PONIENDO DE LOS NERVIOS! ¡PÁRALA! ¡PÁRALA!

Madison estaba perdiendo las formas y con ello, haciendo que todos olvidaran el poco autocontrol que aún conservaban.  El perro tampoco ayudaba y el hecho de estar encerrados, mucho menos.

Por qué había venido, pensó Madison. Por Ash, él me convenció para que lo hiciese. Dijo que tendríamos tiempo de enrollarnos sin parar.

Y ahora lo que menos le apetecía era precisamente eso. Solo quería irse de allí.

Phil escuchó las quejas de Madison sobre la música y, sin pensárselo dos veces, se adelantó hasta la radio para apagarla. La nerd podía percibir que sus compañeros estaban empezando a desquiciarse con el sonido que emanaba de la radio, y que hubiera un perro ladrando en el exterior de la mansión tampoco ayudaba.

-Pro-problema resuelto -dijo la pelirroja, tartamudeando. Observó que la mayoría de sus compañeros parecían bastante alterados y añadió, dubitativa-: Chi-chicos, so-solo es una casa donde hubo unos asesinatos hace muchos años. No-no deberíamos tener miedo por esto... Y ese perro... Bu-bueno, ya se callará...

Kimani se quedó completamente quieta esperando recibir el golpe de vuelta, pero para su sorpresa no se produjo. Se dió la vuelta con evidente gesto de alivio mientras se alejaba rápidamente de la nueva. Quizás habrían sido los gritos de J.J. lo que logró que nadie se percatara de su loco arrebato. Quería acercarse a calmarlo, pero decidió que no podia arriesgarse dos veces. Su metodo era demasiado agresivo.

Se dirigió a la cocina tensa, donde estaban Kevin y Phil, tensa y con el corazón en un puño. Quiso decirle a la pelirroja que el asesino que había cometido aquellos crimenes andaba suelto, pero se abstuvo. Ya había demasiados brotes de histeria como para aumentarlos recordando información ya proporcionada

Con ayuda de su linterna comenzó a buscar con cautela alguna puerta o ventana que pudiera abrir. Las cocinas solian tener salidas al jardín o al patio. Neceistaban salir de aquella horrible casa

Nada más entrar en la cocina, notas un sonido como un escape de gas, que viene del horno. Por otra parte, la puerta que da al patio es de esas antiguas de madera, y se abre bien. Si quieres.

Llevandose la mano a la cara al percatarse de aquel sonido se abalanzó sobre las puertas para abrirlas y dejar que corriera el aire.

- Chicos!! Hay un escape de gas!! - dijo con voz estrangulada por el miedo mientras hacia aspavientos con la mano para que todos se acercaran a la puerta y salieran al patio.

Las palabras GAS y y ESCAPE eran para Madison sinónimo de querer huir. Cuando Kimani dijo que corriéramos y saliéramos al patio, MAdison soltó a Ash y se lanzó hacia él, y no solo por el gas, sino también por la sensación de claustrofobia que empezaba a tener.

En cuanto estuvo fuera, inspiró profundamente, como si llevase minutos sumergida bajo el agua.

-¡Por fin, aire! -exclamó, sin dejar de hacer respiraciones profundas.

Phil escuchó el aviso de Kimani de que había un escape de gas y dejó escapar un sonoro grito, mucho más asustada de lo que había estado antes con el perro o con la música de la radio.

-¡Ra-rápido, todos fuera! -exclamó, muy alterada.

Sin más, echó a correr detrás de Madison y Asher, y no paró hasta llegar al patio.

Cuando las 3 chicas salís al patio, le veis. Y los demás, lo oís:

Un perrazo enorme se abalanza sobre vosotras. Afortunadamente está atado por una cadena y no lo consigue. Pero no deja de ladrar. 

El patio es interior, o al menos lo parece, pues tiene paredes altísimas y no escalables por ser lisas. En un extremo estáis vosotras, y en el otro está la caseta del perro, donde está atado. 

¿Y qué fue del gas? Parece que ya no se oye...

Phil dejó escapar un grito, imaginándose que las fauces de aquel perro iban a cerrarse en torno a su brazo o que incluso fueran a alcanzarle la cara. Se ajustó las gafas, nerviosa, y reparó en que el enorme can no podría alcanzarlas, dado que se encontraba encadenado.

-D-debe haber alguien viviendo viviendo aquí -declaró, atando cabos-. N-no creo que este pobre perro esté abandonado...

Sintiendo lástima por el animal, la pelirroja abrió su mochila y sacó de ella un poco de la comida que traía desde casa, un filete de ternera dentro de un bocadillo. Guardando de nuevo el pan, lanzó la carne al perro para que pudiera comerla.

-Co-co-come, perrito. Ya verás qué bueno... -tartamudeó, asustada por el tamaño del animal y esperando que la comida lo aplacara.

Vuelvo a adentrarme en la cocina cuando el pánico se me pasa. Aún me tiemblan las piernas pero me obligó a calmarme porque si no el corazón me va a reventar. Pero cuando sigo al resto oigo el grito de que hay un escape de gas en la cocina, esto donde estamos. ¿Alguna buena noticia de una puñetera vez?

- ¡Salgamos!- sigo al resto hasta la salida de atrás de la cocina que lleva a un patio interior pero ahí tenemos la compañía del perro que habíamos estado escuchando antes. Me llevo una mano al pecho viéndolo ladrar como un loco. Menos mal que está atado con una cadena, que si no, nos había destrozado. Se le ven todas las intenciones.

Phil le da de comer, imagino que piensa que eso puede calmarlo y ganarnos su "simpatía", ¿Eso es posible? - ¿Y ahora qué vamos a hacer?... Ya no oigo el diseño del gas... Mientras calmas a la fiera yo voy a revisar la ventana del salón. A ver si puedo conseguir abrirla.- Doy marcha atrás y camino hasta la cocina. Me quedo en la puerta solo para escuchar que de verdad ya no haya ningún escape de gas, igualmente me tapo la boca y la nariz alzandome la camiseta para atravesar la cocina y llegar al recibidor. Luego voy directo al salón.

Cuando JJ y Asher se encuentran solos en una casa abandonada (!), comienzan a fijarse en el salón:

Consiste en una estancia donde por razones obvias, todo es antiguo: la radio grande presidiendo la habitación, los sofás llenos de polvo y vete a saber qué más, y lo que en otra época fue un tabique, ahora es un arco que separa otra estancia: un pequeño despacho. Contiene un escritorio con asiento, estanterías con libros de cuentas, e incluso una puerta abierta que da a un pequeño aseo.