Partida Rol por web

Ayudada por Madison y Asher, Phil consiguió saltar al interior del recinto de la mansión.

Ella nunca había sido una chica atlética y las escasas veces que había intentado saltarse la verja del instituto durante los días semifestivos, casi siempre se le quedaba enganchada la mochila o incluso el pantalón.

Por suerte, aquella vez había logrado conseguirlo con ayuda de sus compañeros.

-Gracias, chicos -dijo la pelirroja, dirigiendo una sonrisa a la animadora y el quarterback. Entonces, en su rostro se dibujó la preocupación-. ¿Dónde estarán Kimani y el oscurito? Están tardando mucho...

-Imagino que si es el conserje, vivirá en el colegio... O muy cerca de él ¿no?

Me volví hacia Kimani:

-¿Qué me dices? ¿Nos acercamos a ese colegio a ver si vemos a ese conserje?

A Kevin, no ir a la iglesia, no le parecía precisamente algo por lo que hubiera que pensar mal de alguien. Si así fuera, él ya sería un proscrito: Ni siquiera recordaba cuando fue la última vez que entró en alguna con afán de celebrar un sacramento.

Mientras esperaba la respuesta de alguno de sus interlocutores, no podía dejar de pensar en la agradable sensación que le había producido aquel cercano contacto con su compañera. Evidentemente, no era algo que le ocurría con frecuencia. Más bien, no había ninguna frecuencia... Hasta aquel momento.

- El señor cura tiene razón. Es verano y de noche. Seguramente no esté, pero por probar - sonrió con timidez al pensar que eso seguramente seria lo que pasaría. No lo encontrarían pero podría pasear a solas un ratito más con Kevin.

Kevin miró a Kimani. No parecía que le apeteciera mucho seguir "investigando" y decidió preguntarle que opinaba. No estaba por la labor de tenerla dando vueltas por el pueblo hasta el agotamiento.

- Bueno Kimani ¿Qué te apetece? ¿Vamos al colegio o prefieres que vayamos a la furgo a ver si los demás han llegado ya? El conserje ese puede esperar a otro momento y supongo que igual estás deseando quitarte las zapatillas ¿no?

Le apetecía quedarse un rato más a solas con él pero de repente, mientras lo miraba y le escuchaba, sintió la necesidad de aparentar ser más mejor de lo que era.
Más valiente...
- Mis pies están bien, pero vayamos con el resto. Quizás ya hayan averiguado como entrar en la casa - su interior tembló ante el pensamiento de estar dentro de aquel horrible lugar pero se forzó a sonreír para que Kevin no lo notara.

Pufff, desde luego,menos mal que no íbamos con prisas, porque si es por vosotros...

Madison se acercó a Asher, le dio un beso en la mejilla y se colocó a su lado, sabiendo que seguramente le agarraría el culo, pero también que a su lado se sentía más segura.

Bueno, y ahora... ¿cómo entramos en la casa?

-Cre-creo que habrá que buscar la forma de entrar -dijo Phil, pensativa-. Pu-puede que incluso la puerta esté abierta y podamos colarnos sin problemas. Aunque, a una mala, siempre podemos entrar por alguna ventana que no esté demasiado alta...

Tomando la iniciativa, la nerd pelirroja decide adelantarse hacia la puerta principal de la mansión para comprobar si puede abrir la puerta sin problemas.

Ya lo intentado yo... "nerd". La única entrada posible es la puerta, así que a ver si sacáis esos músculos o algún cuchillo y conseguís abrirla -le dice Madison, cansada de estar en ninguna parte con tatos "loosers".

— A ver si en eso os puedo ayudar… pero sin usar otra cosa que mis herramientas. — empujo con la propia espalda la mochilla que llevo media colgada para echármela hacia adelante, abro la cremallera y saco de su interior otra bolsa donde tengo todas mis herramientas.

— No soy cerrajero pero puedo intentarlo — doy aviso antes de que Madison se queje. Luego me pongo a trabajar.

En ese momento aparecen al lado de la furgoneta Kevin y Kimani. Vienen pisando huevos, pero al menos están allí.

Los demás parece que están al otro lado de la verja, dispuestos a entrar en la casa. 

Mientras Jeremy se ponía manos a la obra para abrir la cerradura mediante sus tácticas de "cerrajero", la pelirroja advirtió que los dos amigos restantes se aproximaban hacia ellos en esos momentos.

-¡Kimani! ¡Kevin! ¡Aquí! -les indicó Phil, desde el otro lado de la verja-. ¡Saltad, no es muy complicado!

 No soy cerrajero pero puedo intentarlo

Ash miró a JJ con recelo. Tal vez, por el simple hecho, de que aún no se le había olvidado lo acaecido con su navaja querida. Además, ni siquiera reparó en que Madd se le había acercado para besarle. Lo dejó estar.

El caso es que, tras varios minutos sin saber qué hacer exactamente, la furgoneta, que iba más lento que el caballo del malo, conducida por los dos miembros restantes apareció. Aquello supuso un alivio, pues a unas malas, se podía estrellar contra la verja y abrirla... ¿Acaso Ash había visto demasiadas películas de acción?  

-¡Mira, Kimani! Si llegamos a decidir otra cosa, nos hubiéramos perdido la excursión al caserón. Decidiste bien.

Sonreí a mi compañera, la cual no parecía demasiado entusiasmada con la perspectiva.

No te preocupes: Estos sitios abandonados no tienen más que la leyenda y las películas de cine. Seguro que dentro no hay más que trastos viejos y unas tristes paredes.

¡Bueno, gente! gracias por esperarnos: ¡Allá vamos!

Saludé al resto del grupo y me dispuse a saltar la valla como nos habían dicho.

¿Habéis averiguado algo sobre la casa? -les dije cuando llegué donde estaban ellos-.

La tensión relajada que había mostrado en su rostro desapareció en cuanto se percató que estaban de nuevo en el punto de partida. Aún así, miró a Kevin de medio lado y tras parecer que tomaba una decisión compuso una sonrisa dedicada en respuesta al saludo de Phil, aunque ella también había sentido esa punzada de enfado al ver que no tenían pensamiento de esperar por ellos.

Se aproximó a la valla, intentando no fijarse en la fachada del caserón, y la revisó antes de comenzar a escalarla. Ella era buena en los deportes, así que aquello no debía ser muy dificil...