Partida Rol por web

Phil sonrió divertida con las palabras de sus dos compañeros. "¿Narnia? ¿Matar marcianos en una nave espacial? ¿Y luego yo soy la friki?" pensó para sus adentros, pasándoselo en grande al escuchar a los dos chicos. Nunca hubiera pensado que eran tan divertidos.

-Chi-chicos, esto pa-parece curioso -dijo la pelirroja, señalando al grafitti numérico-. Es una pena que Madison no esté aquí. M-me parece que dijo que t-tenía una cámara de fotos...

Entonces se le ocurrió una idea y sacó su grabadora.

La había llevado en la mochila para poder documentar todo lo que fueran viendo en la mansión, y no esperaba tener que usarla todavía.

-Hay unos números anotados en un grafitti de la pared -dijo la muchacha, comenzando a grabar mientras se aclaraba la voz y trataba de no tartamudear-. Cada uno se corresponde con una letra: 62 A, 78 T, 51 E, 18 I, 70 A, 34 L, 81 M, 77 E, 96 P, 05 C. I-intentaremos llegar a una conclusión.

¡Y más que debería darte! En esa casa se cometieron crímenes horripilantes hace como... 20 o 30 años. Ahora se entran los maleantes del pueblo para atentar contra Dios y contra Estados Unidos. 

¡Oh, es terrible! ¡Quizás deberían echarla abajo y construir algo diferente! ¡Un parque para niños por ejemplo!

Madison estaba lanzando todo lo que tenía, pero ser tan encantadora le resultaba sencillamente agotador.

Sí, hija sí... En fin. Pareces buena chica, ¿quieres un café? Eso sí, no es un café irlandés, tú eres demasiado joven y además odio a los irlandeses.

Eh... no, gracias, señora. Tengo... que volver con mis... amigos. Muchas gracias por todo. Adiós.

Madison se despidió por fin de aquella mujer y decidió regresar a la furgoneta... y aquella horrible mansión. Con razón querían entrar en ella. ¿Por qué los chicos tenían siempre que probar lo machos que eran haciendo las estupideces más grandes y arrastrando con ellos a sus chicas?

Claro que aquella pregunta solo tenía una posible respuesta.

Porque todos los tíos eran idiotas.

En la mansión no hay nadie: sólo está la furgoneta. Parece que los demás están dando vueltas por el pueblo. Al fin y al cabo, sólo son las 18:50, no ha pasado ni una hora. 

¿Curioso? ¿El qué? ¿Esa polla dibujada?

Pienso mienteas mis ojos se posan en el miembro viril más grande del muro pero no, no es eso a lo que se refiere como curioso. Habla de una lista de números y letras que a simple vista no le encuentro sentido pero Phil parece que si porque saca su grabadora para grabarealizar lo que ve. 

- Muy astuta. - Sonrío y sigo mirando el muro intentando encontrarle lógica. - Solo a una friki se le ocurriría buscar la coherencia a unos grafitis raros hechos seguramente por un  yonki hasta arriba de cocaína. 

-Do-donde tú ves grafittis raros, pu-puede haber sido escondido el número de una ca-caja fuerte, una dirección o unas co-coordenadas -le espetó la pelirroja a su compañero, sacando la lengua de manera burlona, aunque sin enfadarse-. E-estamos en un pueblo marcado por unos crímenes. To-todo esto podría ser i-interesante de documentar.

-Tal vez si ordenamos los números pudiera dar una palabra. Aunque... No tienen sentido. Tal vez, por un lado haya que ordenar los números y, por otro, las letras...

Asher alabó la idea de grabar las pistas con la grabadora de Phil alzando el dedo pulgar a modo aprobación. Pero eso no quería decir que no se le escapase una risa por el comentario de J.J al que Le dio una palmada en la espalda. Sin embargo, Ash no controló la fuerza y el pobre... Casi se caía al suelo.

-Vamos, J.J, no seas tan malo con la pelirroja... Ha tenido una idea fenomenal.

Madison estaba cansada de todo aquello: del viaje, los "nerds", la demostración de macho alfa que quería hacer Ash... y decidió que si habían venido a ver aquella vieja y asquerosa casa, no había tiempo que perder. Así que aprovechando su agilidad (no por nada era la líder de las animadoras) se encaramó con rapidez a la reja y la saltó.

-Chicos, creo que podríamos seguir explorando este pueblo -sugirió la pelirroja, emocionada, como si investigar aquel pueblo fuese algo extraordinario-. Aunque empiezo a pensar que no deberíamos habernos separado de Madison y los demás. -Llena de alegría, Phil añadió-: Si nosotros tres somos la leche, ¡todos juntos seguro que formamos una pandilla mejor que la de Scooby Doo!

Estaba tan entusiasmada que en su voz no se advirtió ni un ápice de tartamudeo.

Siguiendo a Phil, llegáis al lugar donde esta seguramente se sentirá más a gusto: la biblioteca municipal.

-¡L-la biblioteca de Woodton Hill! -exclamó la nerd, subiéndose las gafas mientras se reflejaba una sonrisa en sus labios.

No creía que al quarterback y al afroamericano les hiciera demasiada ilusión entrar en aquel edificio repleto de libros, por lo que Phil se dispuso a aclarar:

-Mu-muchas veces, las bibliotecas su-suelen utilizarse como archivos de la Historia de los pueblos. S-si queréis podemos entrar para ver si tienen algo interesante sobre la ma-mansión.

¡PHIL! -exclamé orgulloso de la pelirroja - tu sentido frikinauta me encanta. Te has ganado 10 puntos de experiencias. 

Asher sonrió con los brazos en forma de jarra. Junto con la pelirroja estaba descubriendo muchísimas cosas. ¡Era toda una experta!

Madison salta la verja sin problemas. De día, así que tendrá que esconderse pronto. Nada más acercarse a la casa, se oye el crujido de la madera, lo que denota su estado de conservación. Un detalle a tener en cuenta es que nada más encaramarse, oye a un perro de buen tamaño ladrar. Si da la vuelta a la casa, verá que parte del patio está dividido por la propia mansión, es decir, que hay un patio interior y no se puede rodear completamente. También hay un cobertizo vacío, ideal para pasar el rato.

Al ver el cobertizo, Madison piensa primero en que allí es precisamente en donde puede esperar al resto de sus compañeros, así que se acerca a él y entra rápidamente, procurando quitarse de la vista de la gente antes de que alguien pueda llamarle la atención.

Si Phil es feliz creándose en la cabeza una unitilidad especial para el grafiti no diré nada más. Solo sonrío y me encojo de hombros, pero la palmada que Ash me propina en la espalda me saca de esa apatía obligandome soltar un pequeño quejido y adelantar varios pasos. La madre que le parió, es más bruto que un arado.

- Eh! Que no estoy siendo cruel solo digo lo que pienso y no me vuelvas a dar así en la espalda, colega, que vas a dejarme la mano grabada. - Y pica. Me pica muchísimo la espalda despues de su super pamada. Retuerzo mis brazos hacia atrás para rascarme pero el tío ha dado justo en la zona en la que no llego.  Ycomo a mi no me da vergüenza nada, me acerco a la canasta y me la rasco con el poste como lo haría un oso salvaje con la corteza de un viejo arbol. 

- Separarnos de ella ha sido lo mejor que hemos podido hacer. Me roba las energias positivas, la esencia de cómico que llevo en las venas... - Bromeo y les sigo. Caminamos un rato hasta llegar a la biblioteca. No es un lugar que me ilusione pero la pelirroja tiene razón, puede que encontremos  alguna noticia interesante en el registro y yo algún libro tipo "los 1000 mejores chistes ".

- Si, me parece estupendo. Así de paso podemos coger prestado algún  libro que nos ayude a alejar a la pesada de Madison, como hacen los exorcistas con las cruces hacia los demonios  - Me río de buena gana imaginando la escena. - Vade retro, Satanas!

-B-busquemos al encargado -sugirió la pelirroja, echando un vistazo para comprobar donde podía encontrarse el bibliotecario-. Él, mejor que nadie, podrá decirnos si hay material sobre la mansión. -sonrió con picardía y añadió-: O para exorcizar a Madison.