Partida Rol por web

-Número 17, número 17... -murmuró la pelirroja, pensativa-. Busquemos los archivos referente al día 17 de Abril del 64. No debería sernos muy difícil encontrarlo.

La muchacha se acercó a los documentos para comenzar a registrarlos en busca de algo que pudiera estar relacionado con los crímenes de la mansión.

¿No sabías que en la mansión hubo crímenes hace unas décadas? P-p-pensé que por eso escogimos este pueblo para venir. Bu-bu-bueno, supongo que Kevin sí lo sabrá. L-le gustan ese tipo de cosas...

-Pensaba que era una mentira, por ello vine, para divertirme un rato de la cara de alguno de ustedes ... -comentó acercándose a alguno de los documentos para examinarlos , por si encontraba algo importante-. 

La noticia de ese mismo día habla de los crímenes. Resulta que fue el hijo del conserje de la escuela primaria local, un adolescente del pueblo que entró en la mansión y acabó con todos de un plumazo: El señor Wood, la señora Wood, y los 3 hijos del matrimonio; dos hermanos gemelos y la pequeña Emily, de 9 años de edad. El chico está actualmente en el calabozo de la comisaría local pendiente de la sentencia.

Lo que Phil ve pero Asher no, es que en otro periódico de ese mismo día, mencionan que el asesino dejó una nota que dice así:

72 E
68 S
07 S
38 A
53 Z
85 R
33 U
29 O
73 C
42 N

Como mucho, uno de los ancianos cuchichea con su mujer diciendo "Eso le pasa por echarse una novia negra", pero de una forma tan audible que hasta la recepcionista se escandaliza. Como veis, nada de importancia. 

-M-mira, Asher, he encontrado algo que puede sernos de interés -dijo la nerd, con voz temblorosa, mostrándole otro periódico de ese mismo día-. A-aquí pone que el asesino dejó escrita una nota. Y aquí viene lo fuerte. -Hizo una pausa y, nerviosa como estaba, dirigió una mirada al quarterback y al afroamericano-: Son números y letras...

La pelirroja decidió mostrar a sus dos compañeros los números y letras que formaban parte del mensaje del asesino:

Siempre era como una bofetada en toda la cara. Ruborizada miró a Kevin cómo disculpándose por ponerlo en evidencia y agachó la cabeza mientras se recolocaba las gafas.

- Vámonos -musitó sin atreverse a enfrentar a aquellas personas. Nunca valía la pena, siempre salia ella herida, de una forma u otra.

El ruido apresurado de sus zapatillas sobre el suelo mal encerado la acompañaron hasta la salida.

Cansada de estar en el cobertizo, Madison mira a su alrededor. Si no hay nadie a la vista, decide entrar en la casa rápidamente. Al menos puede intentar descubrir que es lo que le llama la atención a todos de aquella casa horrible.

Para él, aquella información acerca del reverendo, había sido como si le soltaran un billete de 50 pavos, pero no para Kimani. Tenía que decir "aquello" ¡Y claro! La gente de aquel pueblo, como la de otros muchos pueblos, reaccionaba como si les hubieras pisado un callo al mencionar todo aquello de lo que no se sienten especialmente orgullosos. Pero Kimani parecía desconocer aquellos extremos y se encontró con la cerrada mente del abuelo que esperaba pacientemente su turno.

¡Su novia! Jajaja... Estaría bien: Kimani tenía una carita muy simpática y un carácter que podía casar muy bien con el suyo, pero dudaba mucho que ella hubiera pensado en él un poco más allá siquiera que como un compañero un poco "rarito".
Seguro que si algún día uno de los dos pensaba en el otro como algo más, eran tan paraditos, que seguramente todo aquello moriría siquiera antes de empezar.

Cogió la puerta y salió detrás de Kimani: A ver si había suerte y la convencía de ir a visitar al cura y a ver que podía decirles acerca del caserón. No, si al final iba a resultar que hasta iba a haber algo sobre lo que rebuscar en aquel remoto pueblo...

Me he despistado un poco entre que llaman por teléfono a esa señora  y nos ponemos a buscar sucesos ocurridos el 17 de Abril del 64. La investigación me aburre un poco, yo soy más de explorar y descubrir cosas de manera más práctica. Me imagino encontrarnos escondido el arma que usó ese adolescente para matarlos a todos… pero diablos, ¿cómo fue capaz?

— Un adolescente se cargó a una familia entera… Tiene sentido con los pequeños, ¿pero con los adultos?... Muy por sorpresa les tuvo que coger… — Murmuro la última frase antes de acercarme  para ver el mensaje que dejó el asesino tan parecido al del grafiti.

— ¿Creéis que podemos descifrarlos si ordenamos las letras con ayuda de los números?

No, Ash no ha descubierto nada. Ha sido Phil.

-E-eso es exactamente lo que creo, J.J -respondió la pelirroja a la pregunta del afroamericano-. Si ordenamos las letras siguiendo el orden de los números, obtendremos un mensaje. Mirad, a ver qué encontramos.

Tomando un bolígrafo y usando como folio la pasta delantera del libro Carrie, Phil procedió a anotar los números encontrados:

Una vez que los hubo escrito, procedió a ordenarlos, dejando suficiente espacio entre ellos para que pudieran figurar otros números que se encontrasen distribuidos por Woodton Hill.

01 - , 02 - , 03 -, 04 -, 05 C, 06 -, 07 S, 08 -

18 I

29 O, 30 -, 31 -, 32-, 33 U, 34 L

38 A, 39 -, 40 -, 41 -, 42 N

51 E, 52 -, 53 Z

62 A

68 S, 69 -, 70 A, 71 -, 72 E ,73 C

77 E, 78 T

81 M

85 R

96 P

En cuanto terminó, Phil dirigó una mirada a sus dos compañeros y dejó escapar una carcajada.

-¡R-reconozco que no tengo ni idea de lo que hecho! -se sinceró la muchacha, encogiéndose de hombros-. Apostaría que los números del 5 al 8 forman la palabra "casa", p-pero los demás son demasiado complicados para mí. N-necesitamos obtener más números para d-descifrar el mensaje.

Madison intenta entrar en la casa, aburrida de esperar fuera. La puerta es una opción.

Quizás baste con una patada bien dada en el pomo, piensa antes de darla. Si no lo consigo, intentaré entrar por alguna ventana, quitando tablones.

Ante todo, Madison no quiere ser etiquetada como la chica aburrida y mimada del grupo, porque si está allí no es para quedarse parada, así que toma aire y hace todo lo que puede por entrar.

Sabiendo que hay una iglesia, no es difícil llegar a ella, incluso aunque sea un modesto edificio de madera, no como en Europa. El reverendo (que no cura) está por allí, pero pronto cerrará, ya que acaba de anochecer. Si queréis hablar con él, este es el momento.