Partida Rol por web

El avance se torna dudoso e incierto pero la luz que aportan las antorchas de la guardabosques y el paladín infunde nuevos ánimos a la compañía de aventureros. Incluso para las razas acostumbradas a la oscuridad, la imagen de las llamas que iluminan el camino se aparece como un símbolo esperanzador, igual que lo haría un faro bajo una noche de tempestad. 

Después de algún traspiés que otro, los aventureros alcanzan el siguiente estrato de la mina. La sensación de cueva se acentúa cada vez más y el paso confortable y holgado de los niveles anteriores ya no es más que un recuerdo. La tierra abunda más que la piedra aquí, indicando que la minería no ha sido tan intensa en este nivel. Como bienvenida se ofrece una simple bifurcación, casi equidistante, entre este y oeste. Las dimensiones y el aspecto de éstas son idénticas, al punto de que solo el capricho puede discernir cuál de las dos es preferible.

Bajaron las escaleras llegando al tercer nivel. Hasta el momento el viaje de la compañía había sido tranquilo y sin percance alguno. Ni rastro de bandidos... ¿Les habrían tomado el pelo las gentes del pueblo? ¿O tal vez permanecían ocultos entre las sombras, al acecho, esperando el momento oportuno para atacarles? Eso era lo que más inquietaba al enano. ¿Acaso se trataba de la calma que precede a la tempestad? Además había que añadir el riesgo de desprendimiento en el tercer nivel, tal y como habían leído en aquella nota. Y por supuesto la hipótesis de Lucan sobre el envenenamiento intencionado. Todo aquello junto formaba un cóctel difícil de digerir, incluso para el estómago de un enano acostumbrado a las cuevas. Comenzaba a notar el hormiguero en la barriga, las tripas retorciéndose como serpientes en época de celo. Y así se lo hizo saber al grupo.

- No sé vosotros pero tengo un hambre horrible. ¿Es que aquí no paramos a comer?¿Me vais a castigar con ayuno? Brrr... Ahora mismo me comería una pata entera del lince. No es nada personal - le dijo a Valentina.

Contempló la bifurcación de la cueva, se quitó el casco y se rascó la coronilla mientras pensaba. Que en el caso del enano equivaldría a ésto:

"Érase una vez un enano que se adentró en una profunda cueva. Derrotó con valentía a todos sus enemigos y se enfrentó en combate singular contra un enorme y fiero dragón de tres cabezas. Con su magnífica hacha consiguió cortarle dos de aquellas horribles cabezas, regresando a casa bajo un estruendoso clamor. Vivieron felices, comieron perdices y bebieron cerveza. Mucha cerveza."

- Ummm... No sé si lo del dragón colará... En el clan los hay muy avispados. 

Volvió a ponerse el casco y a la realidad. Había que elegir un camino. 

- Podríamos separarnos en dos grupos pero hay un inconveniente: en caso de problemas no podremos gritar pidiendo ayuda por el riesgo de desprendimiento --- +1 a cociente intelectual --- ¿Qué os parece si vamos todos juntos? Hacemos un camino, paramos a comer y luego revisamos el otro. Quizá haya paredes falsas, al menos nosotros solemos crearlas para ocultar nuestras más preciadas posesiones en caso de sufrir un asalto. - El enano estaba onfire, era lo más elaborado que había pensado desde... Bueno desde hacía mucho tiempo.

Cuando retomaron el camino Valentina se volvió a posicionar delante de la guardabosques, lo prefiere así para que cuando llegase la hora de la batalla pudiese tener total libertad de hincarle el diente a lo que fuera. Después del comentario del bípedo chiquito y ancho Valentina se quedó mirándolo fijamente, la verdad es que si pudiese sacarle el pelaje de metal podría darse un buen festín, además está condimentado con la extraña bebida que tanto parecía gustarle.

Una vez el resto del grupo llegó junto Zancada y Lynx empezaron el descenso al tercer piso, aunque innecesario para la mayoría, la luz de las antorchas resultaba un poco reconfortante. El tercer piso aunque no tan cuidado tampoco parecía demasiado explotado, por no decir nada, al acabar de bajar se presentaban dos caminos uno a la derecha y otro a la izquierda. Por ahora había sido todo más o menos tranquilo pero este piso presentaba como mínimo peligro de desprendimientos y por ello Lynx no desviar su atención del entorno no queriendo llevarse una sorpresa.

-Cuidado, a lo mejor te acaba comiendo ella-, aunque había una sonrisilla en la cara de Lynx eso no quería decir que fue totalmente imposible. Aunque escuchó el pequeño desvarío del enano no comento nada sobre ello, pero una cosa estaba clara y era que Thalgrog tenía su propio mundo dentro de esa cabecita. -Estoy de acuerdo, deberíamos ir juntos y tratar de no obligar al techo a caerse en nuestras cabezas-.

Sea pues como dices Enano, tu has vivido dentro de cavernas y eres el que mejor nos vas a guiar. Te tomo la palabra en lo que dices de buscar paredes falsas o puertas; yo me encargaré de las puertas.

Ya hacía mucho rato que daban vueltas por esta mina y tenía la impresión de que la acción no tardaría en llegar.

No sé qué me pasa que estoy un poco indispuesto. Espero que se me pase rápido.

Al menos para Moxie que la mina se hubiera ido reduciendo a medida que bajaban seguía sin ser un problema. Había vivido gran parte de su vida en madrigueras y tenía una buena visión en la oscuridad, así que de alguna forma todo aquello le resultaba ya conocido. 

Fue cuando Thalgrog habló de comida cuando sintió un pequeño ronroneo en su estómago que se agitaba, entrándole hambre de pronto. Miro entonces al enano y apretó los labios con molestia. ¡Por qué tenía que hablar de comida! Pero a excepción de eso, el resto del plan le pareció bien. Sin saber qué podrían encontrar lo mejor sería no dividir al grupo y restar la mitad de sus fuerzas.

—Veo bien que vayamos todos juntos, pero recordad lo que ha dicho el hombre extraño. Cuanto menos tiempo pasemos en este lugar... mejor —dijo en voz baja, sin saber si alguien podría escuchar desde la oscuridad—. Quizá pararnos a comer no sea la mejor de las ideas, maese enano.

Suspiró cuando vio al elfo y después sonrió, entrelazando sus dedos para hacerlos crujir.

—Será mejor que dejes a los expertos, elfo, las cuevas no son lo vuestro.

Y aprovechando que no necesitaba de antorcha para ver comenzó a examinar las paredes, empezando a caminar por la ruta del este... total, ambas parecían iguales.

El grupo completa el descenso sin problemas y, comprobando no faltar ninguna de las pertenencias, discurre sobre cómo proceder. Por el momento, la condición de todos es favorable y la fatiga no es severa, por lo que el reposo puede postergarse. La decisión de no separar el grupo es unánime y, poco antes de reagruparse, Elaxidor y Moxie toman unos minutos para investigar las cercanías.

[Elaxidor - detectar puertas secretas: fallo]

[Moxie - detectar paredes falsas: éxito]

Con mayor tiento que su compañero elfo, la gnoma tantea palmo a palmo los muros que conectan el cambio de nivel respecto a la planta anterior. Desde ahí extiende la búsqueda al espacio inmediato que les rodea: primero da unos suaves golpes contra la piedra y, según el tramo, escucha con mayor o menor atención. La respuesta del sonido revela cierta oquedad y espacio vacío más allá de las paredes, aunque esto no resulta en ningún acceso secreto u oculto.

Concluida esta exploración, Moxie se encara hacia las escaleras y luego camina hacia su derecha, apuntando a lo que debería ser el punto este. Todos sus compañeros, cumpliendo con la idea de mantenerse unidos, la siguen de inmediato. 

A simple vista, no hay ningún obstáculo a tener en cuenta. Una leve capa de polvo terroso cubre el suelo que pisan. El mudo silencio se quiebra fugazmente con unos pequeños cantos que ruedan hasta aterrizar frente a las botas de los aventureros. Poco a poco, el túnel simula una curva cada vez más pronunciada, hasta cambiar su orientación unos noventa grados hacia el sur. No muy a lo lejos, puede parecer que esta curva acabe invirtiéndose, pero es difícil de asegurar. 

Por una estremecedora corazonada crees haber escuchado un tremor, como si fuera un rugido proveniente de las mismas entrañas de la tierra. Estás convencida de que ahora mismo el grupo entero se haya bajo grave amenaza, muy especialmente los que caminan en primera línea, y que este camino no es seguro. Sientes tu corazón acelerarse con una súbita sensación de apremio y peligro inminente.

De golpe, Valentina se detiene en seco. Acto seguido se estremece, como si su sentido animal hubiera detectado algo que tú no. Sus ojos quedan fijos en los tuyos, luego observa a los que van en primera fila y, finalmente, vuelve a mirarte a ti. Como si tratara de decirte algo, tu seguidora queda atrás y se niega a avanzar.

—¡D-deteneos! —susurra la gnoma alzando un poco la voz, agarrando a Lynx por la ropa, aprovechando que caminaba delante de ella para detenerla también.

Por unos segundos se queda en silencio, algo perturbada sin saber bien por qué. Hasta que finalmente traga saliva y da un paso hacia atrás tirando también de su compañera al hacerlo.

—No debemos ir por este camino. Es... peligroso... hay algo ahí delante —empieza a contar de forma nerviosa, pero sin querer alzar la voz más de lo necesario. Una mina abandonada es un lugar silencioso y el eco podría llevarse su voz lejos de allí—. ¿Escucháis la montaña? —preguntó, echando una mirada al enano por si él también lo sentía—. Volvamos atrás, tomemos el otro camino.

Con su pequeño corazón latiendo con fuerza contra su pecho, Moxie empezó a retroceder esperando que los demás le hicieran caso, intentado no perder de vista la curva de aquel túnel que le impedía ver mucho más allá de donde se encontraban.

Al ser advertido por Moxie, crees escuchar en tu cabeza un sonido reverberante que recuerda a un ligero tremor pero, cuando intentas concentrarte en él, desaparece hasta el punto en que no sabes si ha sido real o te lo has imaginado.

Cualquier idea sobre comer en la mina se miraba apartada ante la posibilidad de acabar enfermando, si querían comer tendrían que salir de la mina y lo ideal sería no salir antes de solucionar el problema o hacer un buen avance. A Elaxidor no se le miraba muy metido en la búsqueda de posibles caminos ocultos, lo cual contrastaba totalmente con la increíble profesionalidad de Moxie, cuando ésta tomó uno de los caminos la siguió pues la idea era no separarse. El camino no era demasiado accidentado, era bastante fácil de andar por él, cuanto más avanzaba menos le extrañaría si acababan volviendo a las escaleras, si eso tenía alguna utilidad no podía decirlo, las minas no eran su especialidad.

Seguían avanzando cuando Valentina se detuvo de forma brusca, el animal estaba nervioso y atento a algo que al parecer Lynx no llegó a sentir por ella misma, eso era algo que le gustaba de los animales, sus sentidos más agudos y casi mágicos.-Va...-, Lynx se disponía a avisar al resto cuando la gnoma la agarró por la ropa, tenia pinta que no sólo Valentina había sentido el peligro, cuando su compañera retrocede Lynx sigue el movimiento.
-Valentina también siente algo y no quiere avanzar-, dijo mientras señalaba al animal con la guardia alta, -No se que será pero no perdemos nada por retroceder y ver el otro camino antes-, al acabar noto como Moxie aún le agarraba, le dio unos toquecitos en la mano no estaba claro si eran con un fin tranquilizador o para que la soltase, -O supongo que Valentina y yo podremos explorar con cuidado-, aunque no quería acercarse la idea de no ir descuidadamente parecía gustarle al animal pero preferiría evitarlo a ser posible.

Unas piedras llegaron rodando hasta sus botas y tuvo un mal presentimiento. La gnoma y el lince también parecieron notarlo.

- Yo también he escuchado algo. - O eso creía él - La montaña nos habla. Nos avisa. Es mejor retroceder.

Aquel nivel había sido castigado por la intensa actividad minera en los niveles superiores y podría venirse abajo. No le apetecía lo más mínimo acabar sepultado bajo toneladas de roca. Tardarían semanas en encontrar sus cuerpos. Y eso si se molestaban en buscarlos.

Tras los golpecitos de la elfa en la mano Moxie se percató que todavía la estaba agarrando y la soltó de golpe. Aún notaba agitado su corazón y quería regresar lo antes posible para tomar el otro camino. No sabía lo que había delante, pero tampoco quería saberlo. Así que cuando Lynx insinuó de ir a explorar ella negó con la cabeza haciendo que sus trenzas se agitaran creando un pequeño tintineo entre las tuercas que las adornaban.

—¡No! Debemos permanecer todos juntos, ¿recuerdas? —dijo todavía susurrando, a pesar de alzar un poco la voz para que la escuchasen todos— En cuanto empecemos a separarnos nos darán caza uno a uno. Juntos somos fuertes. 

Ella misma lo había experimentado en tantas ocasiones... era fácil robarle los bolsillos a una persona solitaria, pero en cambio si esta iba rodeada de un grupo la cosa siempre se complicaba. Ahora debían ser así, un grupo unido y fuerte. Incluso cuando ella era una alma solitaria no quería separarse de sus compañeros, ni tampoco que ninguno se separase de ella. Puede que en el fondo le importase la vida de los demás y no quería que les pasara nada o quizá tan solo pensaba en sí misma y en que cuantos menos fueran el peligro sería cada vez mayor.

—Vamos, regresemos...

 - Ocorramos me tapida, ashcufrecuenciaconmusa si para mala uff pelí, cuasi via rodo roda vaintro fora meter hocico dentro... Mientras Zancada iba hablando fue avanzando con el escudo y maza en alto carente de miedo y de sensación de peligro. Lo que le hacía un claro objetivo para aquello que podían cruzarse más adentro.

Elaxidor queda un poco atascado en el trozo de rodo roda vaintro fora meter hocico dentro, pero finalmente traduce:

- Oh vamos yo no escucho nada, y tengo que estar en sintonía con mi diosa si hubiera algún peligro ya me habría alertado, creo que este camino da la vuelta y conecta con el otro como un semicírculo por eso las paredes están huecas... aunque lo que digo no tiene mucho sentido puede que halla una sala dentro del semicírculo y por eso está hueca...

Querido amigo, le dice a su compañero Zancada, si salimos de esta, te prometo que te doy unas clases de lengua. a cambio me das tu unas en tu idioma, que aún a veces me cuesta un poco.

Dirigiéndose al grupo: Quizás deberímamos ir al otro lado del pasillo por la otra ruta para comprobar si es cierto lo que dice zancada, y buscaremos allí si hay algún tipo de entrada de las que tan bien encuentra Moxie.