Partida Rol por web

Arávilar frunció el ceño y suspiró levemente. Por la Dama de los Misterios. Pareciera que no quisieran nuestra ayuda en realidad. ¿Si tanto le importa ese anillo, por qué se empeñan en evadir toda pregunta? La actitud de Meland y la dama Wisp le parecían un prólogo de lo que sería una dura relación. Ciertamente, parecían obviar temas a primera vista triviales, pero aquello era sólo el comienzo para el clérigo.

-Así es- respondió el semielfo, un tanto risueño. -¿Conoce a alguien que pudiera desearle algún... perjuicio, dama Wisp? Me refiero a algún enemigo, o tal vez cierto individuo con el que tiene cierta competencia...-

-La verdad... no +encoje los hombros con sencillez, mirando a Aravilar fijamente+... Una no puede venir a la ciudad sin ofender a nadie, claro... Tuve que aprender las modas de aqui y seguramente en el camino cometi errores y moleste gente, pero estoy casi segura de haberlos enmendado... Asi que no hay quien se me venga a la mente que tenga un motivo contra mi como para hacerme este daño... Quariv siempre me dice que soy demasiado amable, pero la verdad es que el rencor es un sentimiento esteril... No estas de acuerdo?

Lewess observaba extrañado el nerviosismo de sus compañeros. ¿Es que nunca habían visto a una elfa?Debía admitir que Lady Wisp era especialmente bella, y quizá fuera eso lo que les turbara, o ¿sería su posición social? Dejando estas cavilaciones asintió a las últimas palabras de la dama, y volvió a preguntar, usando un tono más respetuoso, sólo por si acaso sus compañeros tuvieran razón. Disculpe la pregunta, pero ¿han encontrado en la sala de la caja fuerte algún rastro dejado por el ladrón? y si no es así,¿sería demasiado ofensivo pedirle que nosotros visitáramos esa sala paara buscar esos posibles rastros?

Hace una ligera inclinacion hacia su congenere,..

-No... Mis sirvientes no estan entrenados para esas cosas... Por supuesto, podran examinar la habitacion, aunque con cuidado. Hay cosas delicadas alli... En cuanto terminemos, le dire a Meland que los acompañe...

En esos instantes Meland regresa.  con un gesto, hace pasar a un trio de mujeres... La primera es una mujer de edad media y complexion resistente, vestida con un elegante aunque algo anticuado vestido. La segunda es una jovencita pelirroja, algo pecosa y atractiva, con una tunica mas funcional de color celeste. La ultima es una joven tambien aunque de complexion curiosa, piel clara y ojos algo rasgados. Viste un traje de aventurera, pantalones y chaqueta, lo que le da un aspecto algo mas rudo...

-Gracias Meland... Pero, no falta Aluria? +pregunta

-Si.. +carraspea suavemente+... esta preparando el almuerzo, señora. Dice que pueden ir a verla cuando gusten, pero no quiere que la sopa se le pase... ya sabe como es.

-Oh bien, luego los llevaras con ella y a mi habitacion, para que puedan examinarla, de acuerdo?

Mira hacia vosotros y las mujeres.

-Por favor chicas, este grupo ha venido a averiguar lo sucedido con el anillo... Sean cooperativas con ellos. Ahora, presentensen...

La primera es la mujer madura, quien hace una casi imperceptible reverencia.

-Mi nombre es Ingrid, mucho gusto, caballeros...

La siguiente es la jovencita. Sonrrie mas animada, aparentemente.

-Buenos dias! Mi nombre es Radija, un placer...

La tercer joven se adelanta un paso y hace una genuflexion marcada, inclinando la cabeza y el torso casi hasta la altura del pecho...

-Xian Mei. +dice, secamente+

El cerebro de Bramo estaba al borde del colapso. Ahora, además de ser perturbado por la belleza de Lady Wisp, Radija y Xian Mei habían entrado en la habitación.

Bien.... Bien, bien, bien...

Señoritas... ¿qué recuerdan de anoche? Que empiece Ingrid a contar la historia.

Bramo quiso concentrarse en Ingrid, para que los gestos severos de aquella mujer le salvaran de tanta desconcentración.

La mujer alisa cuidadosamente su vestido, respondiendo serena y claramente.

-Nada en especial. Luego de la cena acompañe a mi señora hasta cerca de la media noche en el estudio, limpiando una mancha de te que se habia echo en la alfombra, mientras ella leia ... Cuando se retiro le di las buenas noches y continue mi labor. Al cabo de unos minutos termine y luego fui a acostarme. No supe mas hasta esta mañana.

-Lamentablemente, rara vez elegimos que sentir- respondió Arávilar, completando la oración de la bella dama.

A continuación, el clérigo observó como se desarrollaba el ir y venir de empleados, Meland y demás, para finalmente prestar atención a la formación de sirvientes. ¿Una muchacha de Kara-Tur? ¿Qué estará haciendo tan lejos de su hogar?, se preguntaba el semielfo, recordando gruesos tomos sobre los Reinos, en los que se decía poco y nada sobre las extrañas y misteriosas gentes del Oriente.

La ausencia de la cocinera no dejó de alarmarlo. Se sentía algo paranoico, pero no podía dejar de pensar que era una imprudencia dejarla sola en una situación como aquella. Era consciente de que la dama Wisp confiaba en la muchacha al menos un poco, ¿pero si llevaba puesto cierto anillo hábilmente disfrazado? Todo era posible...

-¿Qué tal ustedes?- inquirió, mirando a las dos muchachas más jóvenes. -¿Qué es lo que ustedes recuerdan?-

-No mucho, señor +contesta la joven con una sonrrisa algo sonrrojada. Mia a su patrona un instante, como dudando si decir todo, pero luego se encoje de hombros.+. Despues de cenar me quede charlando con Aluria y tomando una colada, pues ya habia terminado mi turno. Al cabo de un rato... vino mi novio a buscarme, y Meland me acompaño afuera. Charlamos unos minutos, solamente... Cuando se fue, volvi a entrar y me acoste... Eso es todo.

Notas que enarca una ceja, cuando la joven dice novio, y su expresion se torna algo mas severa, si es posible. Sin embargo no dice nada. Te recuerda a una madre molesta...

-Nada. +es la consisa respuesta de la joven+ Despues de cenar me fui a dormir.

Fuera de eso, no dice nada mas. su expresion tranquila es inescrutable.

Más tarde tendremos tiempo de ver las habitaciones en busca de pistas, ¿pero alguien puede adelantarme en qué habitación está la caja fuerte que forzaron para llevarse el anillo?

Extraño... siendo la primera en irse a dormir, si durmieron igual número de horas todas las mujeres, Xian Mei se levantaría antes... mientras los demás dormían...

Xian Mei, tus ropas no son las propias de una sirvienta. ¿En qué consiste exactamente tu labor en esta casa?

-Adiestradora y jardinera +contesta en tono terminante la aludida.

La joven noble que miraba el interrogatorio, hace una acotacion

-La caja estaba en mi habitacion... +suspira+ ... cuando terminen aqui, Meland les llevara.