Partida Rol por web

La noche del reencuentro

Habitacion

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14/03/2010, 01:08
Yadra

Subes a la habitacion con la niña en brazos.

- Mami, ¿Por que ese hombre te llamo traidora?

 

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14/03/2010, 01:17
Hundra
Sólo para el director

- Me llamo traidora porque piensa que le traicione.- le digo sentandola en la cama y quitandole el calzado.- El tenia una cosa muy valiosa y yo se la quite porque era peligroso para el tenerla... como cuando no te quito los palos punteagudos con los que tanto te gusta jugar.

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14/03/2010, 01:27
Yadra

- ¿Por eso esta enfadado contigo?.- pregunta la niña en mitad de un bostezo.- ¿Porque no haceis las paces? Tu me obligas a hacer las paces con los niños cuando me peleo con ellos.

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14/03/2010, 01:30
Hundra

- Si, pero tu no tienes que preocuparte por eso.- le susurro arropandola.- Haremos las paces y volveremos a ser amigos. Tu duermete y no te destapes.

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14/03/2010, 01:36
Hundra

Cierro la puerta del cuarto de la niña, una vez abrigada entre las mantas y paso a mi habitacion, esperando que Kal suba. Preparandome para afrontar una conversacion dificil.

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14/03/2010, 01:47
Lord Kalthorin

Tras aguardar un rato prudencial, Lord Kalthorin subió a la habitación de Hundra. Se detuvo unos momentos en el umbral de la puerta, se quitó los guanteletes acorazados y llamó a la puerta con los nudillos, suavemente.

Notas de juego

¡Me voy a dormir Raiza! Mañana te contesto si posteas. Buenas nocheeees.

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14/03/2010, 01:49
Hundra

Podria decir que adelante, podria abrir la puerta con mi poder pero de entre todas las opciones escojo la que creo mas elegante.

Me levanto y abro la puerta haciendo gesto para que pase dentro antes de cerrar.- A estas alturas, pedirte perdon seria ridiculo pero no te he mentido. Guarde la piedra donde pense que estaria a salvo pero la piedra se perdio y no tengo forma de resarcirte en tu perdida. Muchos la querian, te habrian matado por ella... pense que te protegia haciendo un mal menor.

Esta vez no cometere el mismo error que hace 5 años, pregunta y te juro por mi hija que te respondere la verdad.

Tomo aire para empezar por aclarar el pasado.- Hace 5 años fui a veros porque estaba muriendome, solo queria veros una ultima vez, protegeros, zanjar las cuentas pendientes para poder irme tranquila... hay una parte de esa noche que solo recuerdo como un dolor indescriptible. Al despertar estaba en la frontera norte. Garek me encontro, habiamos sido compañeros en el frente contra el imperio... lo demas puedes figurartelo.

Notas de juego

Hasta mañana entonces paladin ^^ dulces sueños.

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14/03/2010, 10:30
Lord Kalthorin

El paladín entró en la estancia y se apoyó en la pared cruzado de brazos. Escuchó a Hundra en silencio.

-Pues si te parece voy a terminar yo la parte de la historia que no recuerdas. Cuando se me apareció Arcariel, la Diosa de la Justicia, para entregarme esa piedra también profetizó que ese día nacería una hechicera de terribles y maléficos poderes. Una bruja destinada a sacudir los cimientos del mundo y a sembrar la muerte y la desesperación.

Por un momento, tan fugaz que Hundra se preguntaba si realmente había sucedido, el rostro del paladín pasó de la inescrutabilidad a estar transido por el dolor.

-Yo creía, deseaba, que fuese Natalia. Pero en el momento preciso, renegó del demonio. Yo le dije que habíamos vencido, que jamás existiría tan poder maléfico para amenazar el mundo. Lusiam, pues así se llamaba el demonio, se rió. Nat era sólo un señuelo, y así me lo confirmó también Arcariel. La que juraste a la oscuridad, la que te lanzaste al abismo fuiste tú.

El paladín miró al suelo. Pese a que Hundra lo había traicinado, pese a que el mundo le había traicionado y endurecido muchísimo estos años, era incapaz de decirle a Hundra a los ojos lo que tenía que decirle.

-Pero la bruja que está destinada a causar la ruina tampoco eres tú. Es tu hija.

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14/03/2010, 13:49
Hundra

Tomo aire y le miro directamente a los ojos.- Kal hay mucho que tu no sabes, que te hace juzgar a la ligera, hay mucho en la magia que se te escapa...- Afirmo y luego tomo un segundo para empezar por el principio.- Mi madre me vendio a Lord Eduars, sabiendo ambos que era mi padre, yo me nege a entrar en su cama. Las cicatrices de mi cuerpo te diran que es cierto si no me crees... me escape, me recogieron mercenarios que iba hacia el frente y me usaban como criada para limpiar sus ropas, hacerles la comida y atender a los animales. Algunas veces se les soltaba la mano, nada comparable a lo vivido en los sotanos de Lord Eduard.- añado con una sonrisa amarga.

Llego un dia en que el brujo del grupo descubrio que tenia poder y decidio entrenarme, lo forzaba constantemente sin importarle lo doloroso que fuera para desarrollarlo con rapidez y resultar util en combate. Como aun era una niña tenia que ayudarme con la espada convirtiendome en lo que llamaban warlock. Pero mi maestro no tenia escrupulos, penso que si me hacia jurar a la oscuridad como el mi poder aumentaria y asi el potencia belico del grupo y en consecuencia nuestros honorarios.

Me obligo a hacerlo, el preparo la ceremonia para mi... aunque no es del todo cierto... .- Confieso.- una parte de mi deseaba el poder para poder escapar de ellos. Jure por propia voluntad, obtube el poder para irme sin que se atrevieran a impedirmelo y fui sola al frente, no tenia otro sitio donde ir. Si, hice mucho daño entonces, estaba llena de rabia contra el imperio pues todos mis males salian de el.

Al terminar la guerra mi cabeza se puso en busca por lo que parti al norte, con el cuerpo destrozado por el abuso de la magia, hasta el dia de la reunion.

Use tu piedra una vez antes de guardarla, para que me dira las fuerzas para vengarme antes de morir. Lord Eduars hizo un conjuro como ya te he dicho, lo interrumpi y las fuerzas despertadas entraron en mi. Me alie a la oscuridad y la oscuridad se alio a mi.

Tengo poder por encima de tu imaginacion, sin embargo no he destruido nada ni lastimado a nadie. Estoy aqui para ayudar a conseguir la paz pero si alguien toca un solo cabello de mi hija, Kal, lanzare tal destruccion sobre el imperio que el apocalipsis os parecera un cuento de hadas. Os barrare de la faz de la tierra sin importar que lazos nos unieran en el pasado. ¿Lo comprendes verdad?

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14/03/2010, 14:15
Lord Kalthorin

Escuchó con atención la historia de Hundra. Kalthorin estaba seguro de que mentía u omitía las partes más importantes.

-Tu mismas palabras desvelan que estás consumida por la venganza, que has matado por ellaa y que volverías a hacerlo. Estuve en la torre de Lord Eduars, Hundra. Vi de lo que eres capaz. Y admites que estarías dispuesta a destruir y a condenar a toda la humanidad. Por tu ciego orgullo y tus mezquinos intereses. Me repugnas. No estás a la altura de tus poderes. Yo soy el Guardián de los Hombres, y no lo permitiré. Por la gracia de Arcariel, te condeno a muerte.

Se escuchó el claro sonido del acero al salir de la vaina, pero no avanzó.

-Tú y yo sabíamos que esto acabaría así ¿no? El Rey Harford dijo una vez que las personas se miden por la calidad de sus enemigos. Pero pese a que seas la hechicera más poderosa del mundo, esto te honra más a ti que a mi. Pongamos fin a esto, Hundra. Pon fin a esto, no te resistas, y te juro por lo más sagrado que tu hija vivirá, y que trataré de alejarla de la senda de la Oscuridad. Aunque para ello tenga que dar mi vida. ¡Ante la Santísima Arcariel lo juro, que me fulmine un rayo si hago algún mal a tu hija! Pero no te puedo ofrecer lo mismo a ti. Eres demasiado peligrosa. El poder y la venganza te ha corrompido más allá de toda redención. Debes sacrificarte, por el bien de todos.

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14/03/2010, 14:29
Hundra

Sonrio a Kal como cuando eramos niños.- Sigues sin entender nada, ¿Acaso tu no desencadenarias todos los males del mundo por proteger a tus hijos? No es por mezquindaz ni odio.- digo mientras una lagrima cae por mi rostro, deslinzandose por el camino que seguiran otras mas tarde.- Haria lo que fuera por mi hija, la amo y deseo darle una buena vida.

No me malinterpretes, no voy a hablandarte con lagrimas. Se que tu destino es matarme y el mio morir por tu mano, lo sabia incluso antes de venir pero debo ponerte condiciones. No tolerera que lo hagas tan cerca de mi hija, no quiero que sea ella quien me encuentre o me vea y como ultimo deseo quiero dejar a mi pequeña con su padre si el la acepta o al cuidado de la tribu de Garek.

Puede que tu hallas pensado mucho en este dia, yo he soñado con el infinitas ocasiones, la carga del poder aplasta mis hombros....- digo esbozando una sonrisa.- Yadra no tiene poder, de todas formas le impondre un sello para que si los desarrolla, jamas pueda usarlos. La dejare con alguien en quien yo confie y despues nos iremos al bosque y solo tu volveras. Puedes decir que me he marchado, no quiero que nadie sepa jamas que fue por tu mano. No quiero mas odio ni venganza, no quiero que mi pequeña sepa que su tio Kal mato a madre. ¿Trato hecho?.- pregunto entendiendo que son unas condiciones razonables.

 

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14/03/2010, 14:47
Lord Kalthorin

Kalthorin miró a quien fuera su amiga muchos años atrás, durante unos instantes que se hicieron interminables. Su semblante seguía siendo adusto y endurecido por las traiciones y las responsabilidades. Pero había algo más asomando a sus ojos. ¿Respeto, misericordia?

El paladín se reprendió a si mismo. No podía ser tan débil e ingenuo. Hace cinco años había caído en las embustes y en los ardides de esa mujer que creía su amiga. Le había dado toda su confianza y ella la había traicionado. Arcariel le había avisado sobre su poder y su habilidad y aún así había creído que la amistad todo lo podía, y se había equivocado. Pero no pudo evitar que algo dentro de él, que había sido sepultado en estos años por la armadura del deber y la culpa surgió a la superficie. Algo... hermoso, que curaba unas heridas que ni siquiera sabía que estaban allí.

¿Tío Kalthorin? Mejor no preguntar. Se obligó a mantener la guardia. No podía fallar.

-Tus condiciones son más que razonables, Hundra. Si hablas verdad cuando dices que tu hija no supondrá ningún peligro a la humanidad, no tendrá nada que temer de mi. Te lo prometo. También debes saber que no obtendré ningún placer al darte muerte. El deber pesa en mi corazón -envainó su espada y estrechó la mano con la de Hundra para cerrar el trato-. Tenemos un acuerdo. Honra tu palabra y yo honraré la mía.

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14/03/2010, 15:08
Hundra

- Gracias.- es todo lo que podia decir. Me quede un segundo mirandole, buscando ese niño que debia estar escondido en alguna parte. Titubee un poco pero di el paso y le abrace con toda el alma.- Te echado mucho de menos, lo siento, siento todo el daño y las mentiras, por favor deja de odiarme, aunque solo sea el tiempo que me quede entre vosotros. Que Yadra vea la familia que eramos antes de que todo esto pasara.- No puedo evitar llorara como hacia muchos años que no lo hacia, sobre el hombro de mi amigo, lagrimas amargas de arrepentimiento pero tambien de alegria por ver cercana la hora en la que todo mi sufrimiento terminaria.- Te quiero Kal, siempre has sido como mi hermano mayor, lo siento...

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14/03/2010, 15:46
Lord Kalthorin

Kalthorin recibió el abrazo con rigidez. La última vez que Hundra lo abrazó fue para arrebatarle la piedra mágica que después utilizaría para convertirse en una amenaza para la humanidad tan peligrosa como para preocupar a los mismísimos dioses.

Y sin embargo, no podía dejar de sentir piedad. Una piedad que casi creía olvidada. El paladín tensó la mandíbula y tuvo que hacer un esfuerzo ímprobo porque una lágrima no brotara. No era justo que fuese así, no era él el que necesitaba consuelo en su última hora. Devolvió el abrazo a Hundra y acarició sus cabellos.

-Shh shh... -la arrulló en sus brazos, como si en verdad fuera el hermano mayor que consuela a su hermana después de una pesadilla. Hablaba en susurros, con la voz resonante pero a la vez dulce-. Pronto todo habrá acabado y tendrás mi perdón. Hay... poder curativo en el perdón, pero no sólo en el que lo recibe. También en el que lo concede, y de este modo el daño será deshecho. Tus pecados serán redimidos, y te elevarás para vivir en paz junto al Creador. Junto a su suprema gloria podrás ver a tu hija vivir en paz, sin más sangre ni más odio. Pondré todo mi esfuerzo en que el tratado entre el Imperio y el Pueblo Bárbaro salga adelante y que todos podamos vivir sin guerra. Y le haré saber a tu hija que no viniste al mundo por accidente. Que eras especial, y que tu presencia se hizo sentir de un modo u otro en las vidas de todos nosotros.

Se separó de ella para mirarla a los ojos.

-Siento mucho lo que tengo que hacer. Yo también te echaré mucho de menos.

Notas de juego

Madre mía, que ESCENÓN. Enhorabuena, Raiza.

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14/03/2010, 16:24
Hundra

Me aparto un segundo para mirarle, con las lagrimas rodando por mi cara.- Yo solo mate en la guerra, donde das la muerte o la recibes, jamas hice daño a nadie despues ni use mi poder para lastimar inocentes. Mi espada solo se desenvaino en defensa... y aun asi los dioses piensan que soy un monstruo y hasta tu lo crees... no es justo Kal, no es justo que me pierda los abrazos de mi hija por miedo a lo que pueda llegar a hacer... pero si con eso la pongo a salvo de todo mal lo acepto. Tienes mi palabra de que recibire tu acero sin defenderme...

- Dios Kal, mi vida a siempre a sido una mierda y ahora que tengo algo bueno he de perderlo... ¿Es esa la justicia de los dioses?¿Ese es el precio por intentar sobrevivir en un mundo que me odia? Tu que hablas con los dioses dime ¿Porque?

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14/03/2010, 16:54
Lord Kalthorin

Lord Kalthorin observó a Hundra con cautela.

-Yo soy solo un mortal, y observo lo que puedo. Pero intentaré explicarme lo mejor que esté en mi mano -Kalthorin hizo una pausa antes de continuar-. Soy un paladín, y he dedicado mi vida a luchar contra el mal. Y si algo he aprendido es que los humanos pueden albergar sombras más oscuras que los demonios. Algunas acciones tienen resultados inesperados. Basta con el peso de un copo de nieve de más para provocar un alud. No hay proporción entre el peso de ese último copo de nieve de colocas y el alud que se produce. ¡Recuerda cómo te convertiste en lo que eres, como llegamos a esto! Todo empezó cuando me robaste la piedra mágica ¡para protegerme! De las mejores intenciones, de la amistad por un amigo de la infancia o del amor por una hija, pueden surgir un gran mal. Si vives separada de los demás y tus actos solo te afectan a ti, puedes hacer lo que se te antoje. Pero si tienes poder, influencia y fuerza, cada uno de tus actos será una gota de agua en un estanque cristalino y tranquilo. La gota produce ondas, y las ondas se extienden. Piensa en lo lejos que pueden llegar, en su amplitud. ¿Cómo afectarán al estanque? Sólo los dioses pueden saberlo. Y ya sabes cómo se han expresado. Hundra, escuchándote hablar de tu hija... creo que tienen razón.

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14/03/2010, 17:22
Hundra

- Y sin embargo debere paga el precio.- afirmo resignada.- Disculpame por llorar, sabes que no suelo hacerlo... gracias por hacerme entender... un gigante puede aplastar un pueblo solo con un tropezon. Mi poder es un peligro en potencia, incluso para quienes amo.- digo mirando de reojo en direccion a donde duerme mi pequeña y tomo la cabeza de Kal entre mis manos besando su frente con ternura.- Prometeme que jamas te sentiras culpable por lo vas a hacer, mi muerte es necesaria, estaras salvando a muchos y yo te sonreire desde donde quieran los dioses llebarme.

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14/03/2010, 17:27
Director

Notas de juego

¡Estoy echando lagrimones, que buenos sois!

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14/03/2010, 17:30
Lord Kalthorin

Kalthorin moría por dentro. De buena gana se hubiera unido al llanto de Hundra, pero sabía que no era lo que se esperaba de él. Entendió que un santo no era una persona virtuosa, sino una persona vacía. Una copa llena no podía albergar nada más. Era alguien que renunciaba a todo lo demás para permitir la acción de un dios en la tierra.

Comprendió que él no era el trabajo que deseaba hacer Arcariel. Él era la herramienta, el martillo que modela la pieza de acero. Y el trato que iba a recibir era el de una herramienta. Cuando el trabajo estuviera terminado... puede que de su yo quedaran sólo despojos.

-No te preocupes por mi -dijo lo que tenía que decir y se obligó a sonreír de forma tranquilizadora-. Yo estaré bien. Haz lo que debas y acabemos esto.