Partida Rol por web

El Club de Coleccionistas de Cromos de Magos y Brujas famosos se sitúa en en aula 5B, ubicada en una antigua aula en desuso del quinto piso. A pesar de no tener un gran tamaño, cuenta con robustas mesas en las que los coleccionistas pueden realizar intercambios de cromos, charlar amenamente, planificar actividades y excursiones,... Dispone de estanterías llenas de libros, un armario con inscripciones, y un álbum completo en el que vienen todas las descripciones exactas de los cromos de todos los magos y brujas más famosos.

Al club de coleccionista de cromos llegue corriendo junto con el recipiente donde guardaba las ranas de chocolate, no quería comérmelas todas, así que las guardaría a la espera del momento oportuno, aparte del recipiente cristalino llevaba 30 empaques con la intención de abrirlos, de verdad es que estaba muy emocionado.

Lo más increíble fue encontrarme con el profesor Dumbledore y el profesor Ölmez ahí, no sabía que fueran tan fanáticos a los cromos. Del profesor Rowle ya sabía que le gustaban, el profesor Snape también estaba ahí, últimamente me lo topaba mucho, pero esta vez no me daba miedo pues el club era para los fanáticos de los cromos, además que quería lucirme destapando las 30 ranas.

-Permiso profesores- dije tomando asiento, luego coloqué mi álbum y me dispuse abrir las ranas con emoción -Genial pocas repetidas- dije emocionado, mientras guardaba las 30 ranas en el recipiente, se veían deliciosas pero no las tocaría  bueno tal vez una por la ocasión.

Entro en el club mirando a los alumnos y profesores allí reunidos, me parece que son unos frikis, como los de los torneos de Magic de mi ciudad pero bueno, ya que no tengo más opciones creo que probaré este club, maldito Rowle, no me deja crear el club de DCAO porque no tengo los miembros suficientes y eso que ya eramos cinco, por culpa de eso ahora tengo que venir a este absurdo club de cambio de cromos. Me quedo apartado mirando por la ventana de un lado de la habitación. 

Aquella sala era sumamente especial para el profesor Rowle y nada más entrar se podía observar a simple vista que le traía muy buenos recuerdos. Acompañado por el director Albus Dumbledore y el profesor Lecog Ölmez, no tardó en acercarse hasta las mesas y tocar con su mano la madera de la que estaba hecha. 

- Me alegra estar aquí un año más... Este es, sin lugar a dudas, el mejor Club que jamás haya podido concebir Hogwarts, y los que estáis inscritos podréis apreciarlo dentro de poco. Aunque el nombre del Club pueda dar pie a pensar que simplemente es un lugar donde la gente se sienta a intercambiar cromos de las ranas de chocolate, esto no es sólo lo que este club ofrece... Aprenderemos diversidad de hechizos de diversas materias, haremos excursiones, y aprenderemos tanto los secretos que esconde este castillo, como las mejores ubicaciones para disfrutar de excitantes aventuras. ¿Quién no desea combatir una plaga de gnomos de jardín? ¿Descubrir el emplazamiento de un nido de furiosas Doxys? ¿Encontraremos el oro que custodia el escarbato del jardín? ¿Aprenderemos a criar criaturas mágicas? No os equivoquéis, este Club es algo más que un Club. Expresó con alegría, y sentándose en una de las mesas, observó que el joven Anderson ya se le había adelantado en sacar su álbum de cromos. Quiero tu cromo repetido de Bertie Bott. ¿Me lo intercambias por alguno de los míos? Por el favor, además te contaré la historia del mago o bruja que quieras de los que te han tocado ¡Elige bien!

Una vez Harold abrió su ejemplar, se pudo comprobar que ya no le quedaban tantos por terminar la colección. ¿Cuántas ediciones había logrado ya completar, año tras año? El docente no tardó en abrir un pack de 10 cajitas de las ranas de chocolate, y al igual que Daniel, se comió una y guardó el resto en un bote. ¿Qué le habría tocado está vez? ¿Lograría algún nuevo cromo?

Cromos de Harold Jonstein Rowle

-Claro profesor Rowle- le dije emocionado  -si lo quiere es suyo no tengo problema ahora que me ha salido repetido no hay problema- le ofrecí al profesor Rowle la copia extra que poseía del cromo – no es necesario  cambiarla pera mi es un placer obsequiarla- dije bastante emocionado.

Otra cosa que no esperaba era que conoceríamos tantas cosas, mis ojos se abrieron emocionados al imaginar, todos los lugares que conoceríamos, - Profesor Rowle una molestia podría contarme algo sobre un mago pero no me ha tocado, solo que se me hace curioso que aparezca en los cromos y su nombre me recuerda a un chico de Gryffindor- señale el espacio que pertenecía a Harry Potter,- ¿Por qué estaría en el álbum de cromos un chico que apenas estaba asistiendo al colegio?- era interesante saberlo, aunque igual me moría de ganas de saber más sobre todo lo del colegio.

Kayla se había apuntado al club de coleccionista. En realidad nunca le había llamado la atención la colección de cromos de las ranas de chocolate hasta que Artemis le habló de ello, y de alguna extraña manera, la pelirroja quería probar a ver si le gustaba aquel mundillo tan peculiar y apartado de las vivencias deportivas de la escuela.

La muchacha había pedido por medio de su lechuza 10 paquetes de ranas de chocolate, cada paquete contenía 10 cromos, por lo que se suponía, tenía la friolera de 100 cromos todos sin abrir ni saber a qué mago o bruja pertenecía. Kayla se acerca al profesor Rowle, contenta de que su profesor favorito participase de aquel evento. También había un muchacho de Gryffindor a quien conocía.

- Hola Daniel...., hola profesor Rowle..., si pudieran ayudarme.... tengo esto.... - una mochila repleta de ranas de chocolate -... pero las recibí hace poco y no sé como es la mejor manera de tratar el material de colección, no he querido abrirlo para no estropear los cromos... - explica esperando poder ser guiada

Fue interesante la aportación de Rowle, pues al principio, pensaba que el club iba sobre los cromos y un pedazo de la historia de la magia, transmitida a través de la vida de cada personaje. Sin embargo y para su sorpresa, el club tenia actividades muy diversas, y eso le agradó aún más.

- Buenas a todos, un placer compartir mesa con todos ustedes....Yo aún no tengo ningún cromo, pero si tenéis problemas con las ranas os ayudo encantado a devorarlas- Dije mientras no quitaba ojo a esa mochila de Kayla repleto de chocolate.

En ese momento llegó Alex Lowell e hizo un comentario que hizo sonreír a la pequeña pelirroja. Y es que la mirada del Gryffindor estaba muy clara donde estaba posada, así como aseveraban sus palabras.

- Ven Alex..., que yo comparto contigo..., si me comiera todo esto reventaría.... - abre la mochila y deja que se sirva Lowell -... siéntate a mi lado y así podrás contarme tu vida entre grandes dosis de azúcar.... - comenta Kayla eligiendo una rana para comer -.... Profesor Rowle, Dani, si queréis alguna serviros..., quizás podáis ayudarme con los cromos

Me siento excluido así que me quedo mirando como comen los demás en una mesa, mientras me aparto y lloro en una esquina de la habitación, a ser posible una lo suficientemente oscura para que no se me vea y en una en la que la acústica de mis sollozos no interrumpa su momento de diversión.

No, es broma, me acerco y le pregunto a Kayla que si puedo coger una rana de chocolate.

-Gracias Kayla, oye y si me vendes 10 de tus ranas, es que quiero probar un poco mas de suerte- le pregunte a la chica de Slytherin - Oye Alex si quieres te obsequio al numero 74  Montague Knightly, tengo una copia extra, o al numero 79 Oswald Beamish- le ofrecí a mi compañero -  Ruben por que no te nos unes, a por sí gustan tengo algunas ranas en mi recipiente especial de ranas- dije mostrando el recipiente donde ahora habían 30 de ellas.

Pues al principio me daban un poco de repelús, pero luego vi que son de chocolate y bueno me dan un poco menos de grima, pensaba comprarle una a Maxine pero si me dais una y se la puedo regalar os debería una muy grande, dinero no, pero otra cosa podré daros, espero.

Alex no se lo pensó dos veces y cogió un cromo corriendo, lo abrió con mimo y esmero, y entonces alli estaba, la chocolatina con forma de rana. Al abrir el paquete estaba recostada, de pronto cobró vida, y se colocó erguida, volteo la cabeza y me miró por unos instantes antes de....

...La rana tomó impulso y saltó, no muy lejos, pues el joven no le había quitado ojo a su presa desde que abrió el envoltorio, consiguiendo atrapar a la escurridiza rana en el aire, hendiendo sus caninos en ella, y degustando su sabor con una expresión de felicidad en su rostro - Unm..- Cramm cramm ( sonido del chocolate al partirse) -Está...bueeeniiisimaa..-

-No entiendo lo que dices pero adelante si quieres una rana, puedes tomarla con gusto, sin complicaciones, tampoco me deberás  nada que todas las  semanas trato de comprar algunas cajas solo por los cromos,- conteste a Ruben -Vamos sin pena, si gustas toma dos una para ti y otra para tu amiga - le ofrecí con una sonrisa.

Ok, con mucho gusto, gracias, cojo dos ranas, sin embargo tardo en metérmela en la boca porque me da mucha grima, parece tan real que me da escalofríos, además se mueve, ya se que es un trozo de chocolate con un encantamiento pero... Empiezo a marearme un poco y la comida parece que me viene a la boca. Ufff, logro controlarme a tiempo. Será mejor que no lo piense y de el salto a la vida mágica, seguro que esto no es nada, pronto estaré comiendo otras cosas más raras. Me meto la rana en la boca entera y empiezo a morderla, me sigue dando un poco de asco pero el sabor a chocolate hace que se me pase deprisa. Ey, está... Realmente está... Muy buena. Digo sonriendo con los dientes manchados de chocolate todavía.

Oye Alex si quieres te obsequio al numero 74  Montague Knightly, tengo una copia extra, o al numero 79 Oswald Beamish- le ofrecí a mi compañero 

-Waa!! Muchas gracias majo, que chulada, espero poder devolverte el favor algún dia y darte alguno que te falte-

-No tienes que agradecer nada Alex para están los amigos- luego miro a Ruben - Tranquilo solo es un encantamiento para que parezcan vivas pero en realidad son de puro chocolate, ¿Nunca habías probado una?- en muchas veces olvidaba que habían chicos que nunca habían tenido contacto con la magia hasta que fueron elegidos para asistir al colegio pero para mi todo era muy normal, - Entonces Kayla que dices te compró 10 de tus ranas.

- ¿Te quedaste corto de material Dani?.... Sí que te las vendo..., a precio original por supuesto...., mañana probablemente haga otro pedido por vía lechuza para tener más material.... Ruben coge ranas y come por favor..., lo que más me interesan son los cromos, a ver si puedo montar el album... - dice la niña realmente motivada, observando como la rana de Alex salta y el muchacho la intercepta en el proceso.

-Vale- tome el galeón dorado para pagar las 10 cajas a Kayla - aquí tienes- le entregue a la chica y rápidamente me dispuse abrir las cajas y guardar las ranas - Rayos otro Salazar Slytherin y Bertie Bott- esta ronda me habían tocado mas repetidos, aunque ahora tenía algunos mas para cambiar.

La muchacha de slytherin observa cómo Dani comienza a pegar los cromos en su álbum y ella decide imitar su gesto, cediendo ranas de chocolate a sus compañeros, recuperando los cromos y poniéndolos con sumo cuidado sobre el pergamino.

- Por toda la magia, qué divertido es esto... - comenta ella colocando su primer cromo, el que nunca olvidaría -... Dani..., ¿tienes cromos repetidos?..., quizás podamos intercambiar alguno..., por ejemplo..., yo tengo el 15 repetido tres veces y tú no lo tienes..., ¿e lo cambias por alguno que me falta a mi?....