Partida Rol por web

Os encontráis en una celda de los oscuros calabozos del Castillo de Loarrus. Desde que os hicieron prisionero habéis vivido ahí encerrado practicamente sin ver la luz del día y comiendo las sobras que os llevaban los soldados. Sólo os dejaban salir para luchar contra otro bárbaro a modo de divertimento para los demás,teniendo que sobrevivir de la manera que fuese.

De repente véis como 4 soldados con cara de mala leche se acercan a vos y se plantan frente a vuestra celda. Dicen vuestro nombre en voz alta: -¡Garren! El rey desea veros, poneros estas ropas limpias y acompañadnos, ¡deprisa!Abren la celda y os hacen entrega de las nuevas ropas. Cuando habéis acabado de vestiros os rodean entre los 4 y para escoltaros hacia la sala del trono.

¿Qué hacéis a continuación?

Garren, le devuelve esa mirada de odio a los guardas, y acepta vestirse con las ropas limpias que le han traido a regañadientes. Se desnuda, y acto seguido se empieza a poner las ropas.

-Su majestad el rey, necesita a cuatro hombres para escoltarme? Tal es el temor que me tiene?- Despues de decir estas palabras a los guardas, lanza una carcajada de malicia y de mofa a la vez.

-Me irá bien salir de este maldito antro pútrido donde me teneis encarcelado. Ya me gustaria ver como viviriais vos aqui. Pero le aviso, pequeño guarda, mas vale que no me dé la espalda, quizás lo ultimo que vea son mis manos agarrandole su delicado cuello. - Garren lanza otra carcajada. esta vez mas sonora

Una vez acaba de vestirse, lo hace saber a los guardas para que lo lleven hacia el rey.

Garren va en medio vigilado por los 4 guardias, en un recorrido bastante silencioso donde no se dice nada, un silencio únicamente roto por los pasos de los cuatro soldados y la respiracion profunda de garren debido a su nerviosismo, pero éste intentaba ocultarlo.

-Para que ha hecho llamarme el rey? Quizas ha decicido mi fecha de de ejecución. Si es así, juro que no moriré sin antes luchar y llevarme a algun soldadito conmigo al infierno. -  Piensa para él

El pequeño guardia que según vos tiene un cuello bastante delicado para vuestras grandes manos se acerca por detrás hacia vos con una soga. Mientras, otro de ellos os sujeta fuertemente los brazos a la espalda sin daros opción a resistiros ya que los otros dos soldados están frente a vos apuntándoos con sus espadas. Os atan con gran vehemencia las manos y seguídamente os dan un fuerte empujón en señal de que caminéis.

¡Venga bárbado,andando!- grita el pequeño guardia- menos cháchara que el rey os espera. Al mínimo gesto por vuestra parte os decapito, así que dadme una alegría e inténtadlo.

Os conducen silenciosamente por unos angostos y oscuros pasillos y os hacen subir por unas escaleras que salen de los calabozos. La luz del sol se hace entonces visible cegando vuestros ojos que no están acostumbrados.

Con mis manos atadas por una soga, sigo a los guardias pos los lúgubres pasillos. a medida que voy subiendo las escaleras la luz me cega cada vez mas, y tengo que cerrar un poco los parpados debido a la claridad

-Hacia tanto tiempo que no veía el sol...No recordaba lo bello que era - pienso mientras voy avanzando disfrutando de la claridad

-Y porque su majestad desea verme? no creo que se sienta muy apreciado de ver a un preso que a mantenido durante tanto tiempo en sus cárceles. Estoy ansioso por saber lo que desea de mi. Me prestais una espada? no os preocupeis...será rapido e indoloro je...je...je... - Digo con voz burlona, una vez mas, dirigiendome al guardia que me ha atado la soga en las manos

 Al escuchar las palabras de Garren, el pequeño guardia le propina un golpe en la cabeza con la empuñadura de la espada que porta en sus manos:

-¡¡¡Calláos  insensato!!! ¿Cómo osáis decir eso? Si el rey os oyera os cortaría la lengua sin pensárselo dos veces.

Al escuchar las palabras del soldado los demás se ríen a carcajadas en señal de superioridad. Uno de ellos le dice:

-Tenéis suerte de que el rey os quiere vivo, sería un gran placer acabar con vos usando mis propias manos- propinándoos otro duro golpe. 

Continuáis caminado por las galerías del castillo quedando a vuestra derecha el patio de armas con un montón de soldados entrenando.

al recibir los 2 golpes consecutivos, me curvo un poco debido al dolor de los golpes. La respiracion se me acelera, pero no tardo mucho en volver a incorporarme por completo

-Sois muy hombres pegando a un hombre atado de manos, cierto? Acabemos con esto, llevarme ante vuestro gran Rey de una vez, y veamos que es lo que desea de mi. -

al pasar por el patio de armas donde todos los soldados estan reunidos, los contemplo.  - A que es debido a que haya tantos soldados reunidos? ha ocurrido alguna cosa? Esto se esta poniendo...interesante -

Al pasar frente al patio de armas todos los soldados que están entrenando se os quedan mirando en señal de repulsión.Incluso cuchichean entre ellos con la suficiente intensidad de voz como para podáis escucharlos:

-¿Es ese?

- No puede ser, no encaja con el perfil.

- Es un miserable bárbaro.

-¿Y qué creéis, que van a mandar a una persona digna?

Según os váis alejando del patio de armas, los cuchicheos se hacen cada vez más imperceptibles para vuestros oídos hasta tal punto de no escuchar nada, ni siquiera los golpes de las armas con las que entrenaban. Seguís la marcha por unos pasillos fríos y llenos de decoración bastante ostentosa: cuadros de reyes poderosos, figuras de piedra talladas a mano etc...

al ver que todos los soldados del patio de armas se me quedan mirando y cuchicheando en voz baja mientas voy caminando, me desconcerto un poco al no entender nada de lo que esta pasando.

- nunca antes el rey habia solicitado una audiencia conmigo, y que ahora me haga llamar...eso ya es raro. Pero al ver y oír la reaccion de todos esos soldados...debe de estar pasando algo grande, algo relacionado conmigo. -

una vez dejado el patio de armas y pasando por los pasillos con las paredes repletas de cuadros y estatuas, me dirijo a los soldados que me escoltan para decirles:

-Porqué narices me miran todos sus soldados? es que nunca antes habian visto a alguien como yo? que demonios esta pasando? ah, ya lo se! todos sus soldados me temen verdad? es comprensible...he dado muerte a muchos de los vuestros. Yo tambien me temeria je...je...  -

- No nos está permitido contaros nada. Además, en caso de que pudiéramos no os diríamos nada, nos gusta ver cómo os reconcome por dentro la intriga que sentís- os dice uno de ellos mientras todos los demás se ríen a carcajadas.

Realmente esos soldados disfrutan con la situación de llevaros maniatado y sin saber qué pasa. Es debido a la sed de venganza que tienen con la gente como vos, al fin y al cabo ellos os apresaron un día por querer saquear una de sus villas sin importaros en ese acto el tener que matar a mujeres y a niños. Quizá incluso disfruten más con esto que con el hecho de llevaros cada día a vuestra celda unas migajas de comida que a ellos les sobraban, el día que se acordaban, claro. 

Mientras seguís caminando por los pasillos, sale de un aposento un siervo de la corte que se inclina ante vosotros y os dice:

- Mis esperanzas están puestas en vos.

Uno de los soldados empujá al siervo tirándolo al suelo sin mostrar piedad y continuáis la marcha.

El comntario que hace el sirviente me deja aún mas confuso de lo que ya estaba

-Esperanzas en mi? que demonios...?y...porque se arrodilla? nadie antes se ha arrodillado ante mi diciendome esas palabras. sin duda alguna, algo malo esta pasando

al poco rato, contemplo como uno de los guardias empuja al sirvo que se habia arrodillado frente a mí

-Bien, parece que se lo estan pasando bien con este juego de torturarme. creen que soy un animal, y nada mas les importa, no respetan ni siquiera a su gente...hipocritas. esto es realmente molesto. no son mejores que yo, me atreveria a decir que tienen un corazón mas negro que el mio. maltratan a gente que no son capaces de defenderse, realmente es molesto

sin pensarlo dos veces, y viendo el empujón que le han dado al siervo, una de las pocas personas que se ha dignado a darme alguna palabra de confianza en mi larga vida

una bocanada de cólera se adueña de mi cuerpo, y arreo un rodillazo a uno de los guardias que me custodia en su abdomen.

-Así es como tratais a la gente indefensa? vos no sois mejores que yo, deberiais estar todos vosotros en ese agujero oscuro de putrefaccion, pasando lo que yo he pasado, sintiendo lo que yo he sentido. no sois mejores que una de las muchas ratas que existen en vuestro maldito reino-

Al ver el rodillazo que le propináis al soldado que os custodia, sus compañeros se os echan encima fieramente y uno de ellos os coge por la pechera mirándoos a los ojos:

- Mira bárbaro inmundo, si no os mato aquí mismo es porque tenemos órdenes de llevaros vivo ante el rey, aunque igual os quiere matar él mismo con sus propias manos. Si es así podéis estar seguro de que disfrutaré con el espectáculo- ante estas palabras sus compañeros vuelven a reir mientras que el que ha sufrido el rodillazo está intentando recuperar el aliento. Cuando lo consigue hace el ademán de querer volver a pegaros pero uno de sus compañeros se lo impide:

- No malgastéis energías con este engendro, llevémoslo ya ante el rey o acabaremos oliendo como él, a estiercol.

una vez los soldados se levantan de encima mio, me levanto yo tambien y miro al soldado que le he propinado el rodillazo, regalandole una sonrisa irónica.

-Venga, llevarme con el rey, no teniais vos tanta prisa? dejemos de perder el tiempo. Ya me he calmado con el rodillazo que le he propinado a tu lacayo...jeje -

Una vez dicho esto a los guardias, prosigo mi marcha por esos pasillos increiblemente ornamentados. En algunos cuadros se me desvía la mirada para contemplarlos, pero no aminoro mi marcha, ni mucho menos me paro

Los soldados os hacen entrar a una sala bastante grande y en la que se puede sentir una humedad y un calor sofocantes. En esa sala hay multitud de piscinas, se trata de la sala de baño privada del rey. Enseguida os dáis cuenta de que esas piscinas no están vacías, en ellas están bañándose unas cuantas lindas doncellas semi-desnudas que se percatan enseguida de vuestra presencia y se ponen a murmurar por lo bajo. Sois capaces de entender algunas de las cosas que dicen:

- ¡Ohh mirad! ¿Es ese del cual todos hablan?

- Creo que sí, mirad qué fuerte que está, jamás podría habérmelo imaginado así.

- Shhh....callad locas, os va a oír. Y si vuestros prometidos se enteraran de lo que estáis diciendo os mandarían a la horca por polígamas.

Seguidamente escuchas sus risitas, sin duda están gozando con vuestra presencia.

Al comprobar que el rey no se encuentra en esa sala, los soldados salen por otra puerta y se dirigen hacia una escalera.

una vez dentro de las piscinas cubiertas, hecho una ojeada a la sala. Es una sala increíble donde indudablemente gozo de las mujeres que hay dentro de esas piscinas

escucho los murmuros de las chicas, las risitas y demás, mientras cruzo la sala para llegar a unas escaleras. Antes de llegar, me paro en seco y digo en voz alta lo siguiente:

-Lo siento mucho bellas damas, pero tengo a un Rey esperando a reunirse conmigo. Es una pena que no pueda quedarme a gozar de vuestra compañia. - hago un barrido con la mirada a todas las chicas mientras sonrío, y seguidamente continuo mi camino

-Caramba, no sabia que teniais tal paraíso por aqui, guardias. alguna de esas damas era vuestra mujer? je..je... -

- Nuestras mujeres no son tan indecentes-os responde uno de los soldados- estas sólo son fulanas del rey, otro tipo de escoria como vos.

Dicho esto os hacen subir por las escaleras y cuando llegáis arriba del todo podéis observar más pasillos que se abren por todos lados. Eligen uno de ellos y se introducen en él y puedes escuchar cómo te dicen:

- Ya estamos cerca de vuestro destino,bárbaro. ¿Estáis preparados para saber lo que os espera? Al final de este pasillo se encuentra su majestad el Rey en sus aposentos. Debéis tratarle con respeto y educación y no mirarle directamente a los ojos si él no os lo pide. ¿Habéis entendido?- os grita en un tono bastante fuerte- ¡Que si lo habéis entendido! ¿Es que no me oís?

Tras oír las palabras de aviso del guarda que me acompaña, sin dejar de caminar le contesto:

-Si, os he entendido. Estoy ansioso por saber lo que su majestad quiere de mi. -

Sigo caminando por los pasillos lugubres. -Parece que estos pasillos no tengan fin, me pregunto si sabria volver por mi propio pié o me perderia en el intento. Da igual, de todas maneras los guardias me acompañan donde quiera que vaya, es inutil probar a huir de momento. asi que intentare tener un poco de respeto hacia el rey de momento, para que se confíe, y en cuanto pueda... -

Al final del pasillo podéis observar una puerta grande de un material que pudiera ser oro. En ella está grabado el escudo de la familia real. Los soldados se paran enfrente de dicha puerta y como consecuencia hacen que vos también os detengáis. Uno de ellos toca la puerta con sus nudillos y dice:

- Su Majestad, venimos con vuestro encargo. ¿Nos permite pasar?

Una voz que procede de dentro os indica que paséis así que los soldados abren la puerta y os introducen en la estancia. Una vez allí dentro hacen que os arrodilléis en el suelo frente a una silla vieja en la que se encuentra sentado el Rey Loarrus. Por fin lo tenéis ante vos.

Una vez dentro de la sala, me quedo impesionado por la elegancia de la sala. puertas de oro, cuadros sumamente caros, ropas y telas de la mejor calidad. y ahí esta, frente a mi el Rey Loarrus. Me dicen que me arrodille, pero pongo un poco de resistencia, pero no tengo otra opcion que acabar aceptandolo y arrodillarme ante el rey, aunque a regañadientes

-Me ha hecho llamar su majestad? despues tantos años encerrado en sus aposentos, ahora se digna a verme?-

Alzo la mirada hacia el rey, sé que no está permitido entablar contacto directo con la vista, pero la verdad es que me da igual los avisos que me han dado los guardias anteriormente

-Y bien? que desea de mi? -

El rey no se deja impresionar ante vos, no le dáis miedo. No suele tratar nunca directamente con los bárbaros, esa es faena para los soldados. Pero ese día es distinto, todo ha cambiado. El Reino de Loarrus está en peligro y su supervivencia pende de un hilo.

Después de haberos observado durante unos instantes se decide a hablaros:

- ¿Eres el bárbaro llamado Garren? He oído infinidad de cosas de vos, por eso os he elegido. Creo que encajáis con lo que estoy buscando para la nueva misión. Ahora no puedo revelaros muchos detalles, simplemente os he hecho llamar para instaros a que os preparéis. Los soldados os acompañarán a una sala para asearos, vestiros correctamente y daros algunas cosas. Pasaréis el resto del día con ellos y hoy comeréis bien, necesitáis recuperar fuerzas- hace una ligera pausa para después continuar- se que podéis estar algo confuso ya que esta no es una situación normal,yo no suelo dirigirme nunca a tipos como vos. Solo deciros que si queréis recuperar vuestra libertad debéis cooperar y hacer lo que os he ordenado. No intentéis escapar o la magia de mi mago os hará añicos. Nunca pensé que le diría esto a un bárbaro pero, debéis confiar en mi. Nos volveremos a ver al ocaso en la sala del trono.

Dicho esto le hace una señal a los soldados para que os conduzcan a la sala en la que pasaréis el resto del día. No sabéis nada de lo que está ocurriendo pero puedes imaginarte que no quieren mataros ya que ha comentado algo de "recuperar vuestra libertad".

una vez el rey me ha dicho esas palabras, me tomo un momento para recuperarme de mi confusion, y me sumerjo en mis pensamientos

-Un rey pidiendo ayuda a un barbaro? definitivamente la cosa esta muy mal. No me apetece mucho ayudar a el hombre que me ha mantenido en cautividad durante tanto tiempo, pero puedo ganar lo que he querido durante tanto tiempo...mi libertad. No me quedan muchas opciones mas para conseguir la libertad. Está decidido. una vez acabe el trabajo, seré libre, por fín -

-Si realmente vos me concede la libertad, me pongo a su servicio majestad. Pero una vez acabe mi tarea, a canvio de eso espero que mantenga el trato, no me gustaria volver a los calabozos despues de haber hecho todo el trabajo. Dicho esto, le comunico que puede contar conmigo.-

Me levanto, hago una reverencia al rey Loarrus, y espero a que los guardias me escolten a la sala, para comer como nunca antes habia comido. para tomarme una ducha con agua caliente, y para prepararme para la tarea que se me ha encomendado