Partida Rol por web

Os encontráis en vuestra humilde morada, una cueva escondida en el Bosque de las Ánimas rodeada de árboles y maleza. Como cada mañana os preparáis para salir a hacer una incursión por el bosque en busca de hierbas para hacer algún tipo de poción. Según estáis saliendo de la cueva podéis vislumbrar una figura que se acerca a lo lejos. En un primer momento creéis que alguien viene a atacaros o a deteneros con la excusa de haber practicado algún ritual de hechicería, pero según la figura se va acercando os dáis cuenta de quién es: vuestro viejo amigo el Mago Magnificuss, el honorable mago del Castillo de Loarrus y mano derecha del Rey Loarrus. Se para frente a vos y comienza a hablaros:

- Hechicera Kashya, ¡cuánto tiempo sin veros! No penséis que mi visita es casual, vengo por orden de nuestra majestad el Rey Loarrus, quiere veros urgentemente, os aconsejo que me acompañéis.

¿Qué hacéis después de oir esto?

Avanzo con desconfianza hacia aquel ser, parecía un asesina, pero pronto me doy cuanta de que es mi viejo amigo, el Mago Magnificuss. "Buenos dias" le saluda respetuosamente "¿ Que haceis vos por estos andares?" le pregunto sorprendida. Escho con atención su explicación, tras asimilar la información exclamo "¡ Pues será mejor que vaya con vos, no debe ser bueno hacer esperar a nuestra Majestad el rey Rey Loarrus!" Se coloca a su lado para seguirlo, con destino: El castillo Castillo de Loarrus.

El mago parece algo más viejo y cansado comparándolo con la última vez que lo vistéis. Ciertamente los años no pasan en vano.

- Si habéis recogido vuestras pertenencias más importantes podemos ponernos en marcha- os dice Magníficuss- aunque estéis aquí aislada habréis tenido noticias de lo que pasó hace tan solo unas semanas. El Rey de Arbebuck me robó la piedra del poder que protege el castillo e imagináos el caos que se ha formado- su cara  tiene ahora un semblante serio y de preocupación- además murió mucha gente cuando vinieron a invadirnos y no pudimos hacer nada por evitarlo ya que el mago de Arbebuck ha engrandado sus poderes de forma descomunal y no sabemos por qué. ¿Vos tenéis alguna información que pueda sernos útil?

Os mira de refilón mientras váis caminando a través del bosque, intentando sacaros lo que sepáis.

Escucho con atencion todo lo que me dice el mago, yo ya había oido rumores, pero dicho por el sonaba muchoi mas trágico "No" me apresuro a contestarle "Ya había oido rumores sobre el tema, pero no he notado ninguna actividad rara por parte de nadie..." me quedo pensatiba un momento y aclaro "No, nada sospechaso"

- Vaya- os dice Magníficuss- pensaba que tal vez vos tendrías algo nuevo que aportar. Supongo que será una tarea más difícil de lo que imaginábamos.

Seguís hablando mientras camináis y a lo lejos podéis vislumbrar el Castillo de Loarrus:

- Ya estamos cerca y os preguntaréis qué deseo yo de vos. Pues veréis, resulta que el rey me ha pedido que encuentre una persona de mi confianza que tenga poderes similares a los míos y evidentemente he pensado enseguida en vos, la hechicera más poderosa que conozco. Se que os prohibimos usar los poderes ya que en Loarrus solo yo puedo usarlos, pero el rey os condece un permiso especial para recuperarlos si aceptáis la misión que tiene preparada para vos. ¿Qué me decís, Kashya?

Me quedo sorprendida ante el alago de Magnificuss. Me quedo pensativa, no sabía que hacer, tal vez sería peligroso... "Sí..." acepto "Será un placer estar a disposición del rey" 

Atravesáis la aldea que está fuera del castillo llena de humildes cabañas y de campesinos. Todas las gentes que por allí se encuentran se os quedan mirando extrañados, nunca han visto un par de magos juntos. Magníficuss sigue contandóos el resto de la información:

- Pues bien Kashya, me halaga mucho escuchar que aceptáis lo que os estamos proponiendo. Pero aun no sabéis los detalles, veréis, es muy sencillo. Para recuperar la piedra debemos mandar unos cuantos soldados especializados y entre ellos se encuentra la princesa Lady Aurea, hija del Rey Loarrus. No podemos permitir que le ocurra nada ya que es la sucesora del trono y la encargada de custodiar la piedra de vuelta a su lugar de origen. Vuestra labor será protegerla con vuestra vida si hace falta haciendo uso de vuestros poderes. Pero ella no podrá saberlo, es muy orgullosa para saber que alguien la protege. Deberéis hacerlo sin que ella se entere. ¿Creéis que podréis realizar la misión?

"No esperes otra cosa de mi" dice entre risas "Por supuesto que podré hacerlo, ademas, se trata de la vida de la princesa, la futura heredera y mi futura ama" dijo en susurros, pues todos los de al rededor parecian querer escuchar su conversación.

Llegáis por fin al castillo. Está rodeado por una gran muralla y en la entrada hay dos soldados flanqueándola, con sus armas en la mano. No os ponen ningún reparo a la hora de entrar ya que conocen perfectamente a Magníficuss.

Entráis y atravesáis el patio de armas donde hay cientos de soldados entrenando como cada mañana. Ante vuestra presencia se os quedan mirando deteniendo por unos instantes sus labores de entrenamiento. Véis como hablan entre ellos pudiendo escuchar  los siguientes comentarios:

- ¿Esa no es la que vive aislada en el bosque?

- Si, si, la misma. Es una amargada que no se relaciona con nadie, ¿qué hará aquí?

- Shhh,, silencio, como os oiga os matará, he oído que es muy poderosa.

Seguís caminando atravesando todo el patio hasta que los murmullos de los soldados se os hacen inaudibles para vuestros oídos. Magníficuss os conduce hasta uno de los pasillos del castillo que llevarán hasta los aposentos del rey.

Pronto llegamos al castillo era enorme y estaba rodeado de un gran muralla. Los dos guardias que vigilaban la entrada nos dejaron pasr sin mas demora, parecían comocer al mago.

Dentro oigo unos murmullos, hablaban de mi como aquella que está aislada en el pueblo y es poco sociable. Yo estaba bastante enfadada y llena de ira, no era culpa mía que no confiara en la gente, pero también pensaban que era muy poderosa, eso me hizo calmarme un poco.

Avanzáis por el pasillo y al final de él podéis observar una gran puerta que parece ser de oro. En ella está grabada el escudo de la familia real. Cuando estáis frente a ella Magníficuss llama con sus nudillos y mientras espera una respuesta os dice:

- Estos son los aposentos de nuestra majestad el Rey Loarrus. Cuando entréis debéis hacerle una reverencia y no  mirarle directamente a los ojos, él es muy cauto con esos pequeños detalles.

Nada más deciros esto se oye una voz que sale de dentro de la estancia:

- ¡Pasad, pasad! Os estaba esperando.

Escucho atentamente los consejos del mago, pues no quería causanrle mala impresión al rey, pero pronto oímos voces de dentro. Miro a todos lados desconcertada y luego mira al mago espera una aclaración.

El mago os hace pasar a la estancia y enseguida véis al rey que está sentado en una silla. Su semblante parece más viejo y cansado de lo normal denotando cierta preocupación.

- Bienvenida hechicera Kashya, me supuse que Magníficuss os elegiría a vos ya que tenéis similares poderes a los de él. Os he hecho llamar porque como bien sabéis nuestros mayores enemigos nos robaron la piedra del poder que protegía el castillo- hizo una breve pausa tomando aliento y continúo hablando- pues bien, necesito gente poderosa que la recupere y entre esas personas os encontráis vos. Desgraciadamente mi hija será una de las que realice la misión y quiero que la protejáis con vuestra vida si hace falta, pero supongo que Magníficuss ya os lo habrá contado todo, ¿no? Así que sin más, id a descansar porque nos reuniremos todos al ocaso en la sala del trono, para presentar a los elegidos que realizarán la campaña.

Dicho esto, hace una mueca a Magníficuss para que os acompañe hasta la citada sala. Sin duda será un largo día para vos, hasta que llegue el ocaso y volváis a ver al rey.

Descubro que la voz proviene de la estancia, allí el rey estaba sentado en su trono, pronto me dí cunta de que no había echo la reberencia, así que apresuradamente me dispongo a hacerla. El rey empieza a saludarla dandole explicaciones, resumiendo lo que le había dicho el mago. Recopila toda la información el su gran cabeza, haciendo todo lo posible para cubrir las actividades del rey.