Partida Rol por web

Amanece un nuevo día en Cornes, el sol que entra por la ventana impide que Sarob continúe dormido, y Wolfi ya está arañando la puerta con prisa por ir al baño, es un lobo muy educado.

Raven desde el techo contempla un lindo amanecer, sopla una leve brisa que da un poco de frío pero no molesta. Se oye también el canto de un gallo cercano.

Alduin se metió en el bosque durante la noche, vaya uno a saber qué ha estado haciendo ahí.

En el comedor de la posada ya está Liotzburg limpiando y ordenando las mesas para los clientes, algunos están llegando a desayunar, la mayoría jornaleros y comerciantes que se levantan muy temprano para comenzar el trabajo.
La muchacha que habían rescatado anoche está sola en una de las mesas, con los ojos rojos y ojeras, no debe haber dormido nada y se la pasó llorando, pero ahora la encuentran mejor, bebiendo una jarra de leche.
Es muy bonita, con una melena rubia y rizada que le llega a las caderas, y una carita dulce que no aparenta más de veinte.

Los primeros murmullos junto a los nuevos rayos del sol de el día que comenzaba me sacaron de mis propias cavilaciones. Me acerque al borde del tejado y deje mis piernas colgando. En mis viajes no había encontrado cosas mas agradables que ver la vida cotidiana de la gente. Quizá tuviera extraños pensamientos y gustos diferentes, pero ver la forma de comportarse de la gente era agradable. El pueblo parecía ponerse poco a poco en marcha, como unos engranajes a los que les cuesta empezar a girar. Aun a la sombra de mi capucha, mi rostro disimulo una sonrisa de autocomplacencia. Parecía extraño que cosas tan nimias como aquello me resultaran agradable. La rutina, la vida tranquila de aquella población simplemente me hacia feliz. O al menos lo hizo hasta que mi mirada se desvió a la casa que había sido quemada el día anterior. Mi padre a veces decía que los sucesos que interrumpían una vida aburrida y rutinaria no eran buenos, nunca le había creído realmente, pero aquello no era si no una prueba que confirmaba aquellas palabras. Mire el recuerdo que me quedaba de mi padre y despacio, como quien teme que algo se vaya a romper en sus manos desenfunde aquel regalo. El filo rojo hacia recordar al fuego que tanto usaba mi raza, el mismo fuego que el día anterior había echado a perder la casa... pero este se había ocasionado ante una situación algo característica. Con un rostro un poco mas lúgubre me dirigí a la parte de atrás del tejado y me descolgué. Como mínimo quería saber cuál era la razón que había causado aquel incendio, porque aquellos hombres habían decidido irrumpir en una casa ajena, matar una persona y perseguir a otra que se había quedado temerosa dentro de un armario.

Entre a la posada, el olor de los alimentos del nuevo día empezaba a dejarse encontrar por la estancia. Abrí la cartera que portaba al lateral de mi pierna para buscar unas monedas pero no encontré nada en ella... "Vaya, juraría que me quedaba algo del ultimo trabajo." Podía mantenerme sin comer, pero el simple olor de el lugar había levantado un pequeño ramalazo de mi apetito. Empecé a mirar por el esto de la taberna, no debía olvidad para que había entrado.  La razón la encontré sentada en una de las mesas, la muchacha no debía de haber dormido muy bien. Sin ninguna premisa mas que la de saludar me acerque a la mesa. nada mas llegar a ella incline mi cuerpo hacia delante colocándome de manera que pudiera ver su rostro bien.- Buenos días.- Dije mientras exhibía una pequeña sonrisa en mi cara. No quería espantarla nada mas empezar el día, en cierta manera agradecía que aquellos dos muchachos del día anterior no estuviesen, por la forma que habían intentado conseguir la información la volverían a espantar.- ¿Puedo acompañarte?.- Dije mientras ponía mi mano enguantada en el respaldo de una de las sillas que tenia la mesa. - La verdad es que el otro dia no me presente correctamente... bueno la verdad es que ni me dio tiempo a presentarme. Mi nombre es Raven, aunque la gente suele llamarme Rose...- Ya me había sentado en la silla y seguí con mi intento de charla anodina para ganarme su confianza. Me coloque la mano en la boca como si no quisiera que la gente me escuchara y le susurre.- Dicen que es por la capa... pero que no te mientan, el sobrenombre me lo puse yo misma.- Apartando la mano de la boca le giñe un ojo a la muchacha. Continúe la charla intentando apartar lo posible los pensamientos del día anterior.- La verdad es que soy nueva por la zona, me avisaron que había una cosecha muy bonita por estas fechas, pero la verdad es que estoy perdida, me preguntaba si podrías enseñarme los alrededores... esto... creo que no se tu nombre.- Dije intentando obtener como mínimo su nombre, si quería relacionarme con alguien lo mínimo que podía hacer era saber su nombre. Si había aprendido algo es que mostrarse amigable casi siempre salía bien mientras la persona con la que intentabas relacionarte no tuviese intención de pelear contigo. Esperaba que esa no fuera la situacion.

Volvi del bosque muy entrada la noche y sin dar ninguna clase de explicación al dueño de la posada de por que aparecia a aquellas horas intespestivas subí a mi cuarto a dormir, de hecho, dormí como un tronco y no me desperté hasta bien entrada la mañana.

---Buenos dias a todos- digo alegremente mientras bajo las escaleras- vaya, me muero de hambre, sobretodo con lo ocurrido ayer ¿no?- digo con cierta despreocupación mientras me siento en una mesa y espero para que me sirvan el desayuna, cuando lo tengo delante mio comienzo a engullirlo como sí no hubiera mañana.

La noche al fin había pasado. No había dormido demasiado bien a causa de la actitud de la gente y la preocupación por la chica a la que habían asaltado. La actitud esa era insoportable. claramente habían atacado a la joven, llevándose por delante la vida de su padre, que probablemente no tendría ninguna culpa y no me dejaron investigar a la chica antes de que se enfriasen las cosas... Dudo que la chica tenga algún lazo con los asaltantes, por su actitud, pero no es algo que pueda confirmar. Y si ella les ha hecho algo antes y por eso se han intentado vengar? Era una posibilidad que no podía pasar por alto, al menos hasta conseguir descartarlo de todo. Puede que tenga algo en su poder que ellos quieran, pero qué puede ser tan importante para que esos canallas vayan detrás de ella?

Cuando bajo las escaleras para desayunar, después de permitirle el paso a wolfi y dejarle también descansar un poco, veo que la chica también se encuentra allí, todavía entre sollozos, aunque bastante más calmada que el día anterior. Ya se encuentra Raven con ella, por lo que voy directamente a sentarme con ellos, aunque con un simple saludo de buenos días mientras pido la comida. Lo mejor en este momento, después de mi actuación del día anterior, sería dejar que Raven o Alduin se encarguen de saber por qué iban a por ella. Si insisto demasiado puede que los ciudadanos se enemisten con migo y no es algo que me haga mucha gracia

Lo único que hago cuando me siento, además de pedir un buen desayuno, es observar detenidamente a la joven. Parece que es humana, al menos su olor así me lo indica, así como Alduin. Pero Alduin, al igual que Raven, parece que tienen cierta presencia semejante a la mía. De Raven me lo esperaba, ya que la he visto luchar y está claro que no es una chica cualquiera, pero Alduin... todavía no lo había visto hacer nada. ¿Que será capaz de hacer este chico si se ve en problemas? Nadie con este olor es un simple chico de campo...

Pero mientras estoy absorto en mis pensamientos, veo un medallón colgado del cuello de la joven. Parece un guardapelo de plata que lleva encima. ¿Puede ser eso lo que buscaban los bandidos? Para asegurarme la observo más detenidamente, ya sin ningún tipo de disimulo, puede que llegando incluso a parecer algo descortés con la joven, pero antes de que nadie pueda decir nada, me percato de que parece no llevar nada más encima. La única razón que se me ocurre para que la intentasen asaltar ese ese colgante, pero por qué tantas molestias por un simple colgante de plata?

- Perdona, me podrías dejar ver ese guardapelo?- Le espeto directamente, señalándolo sin cortarme en absoluto.- No parece algo que un simple campesino suela llevar consigo. Al menos, en todos mis años recorriendo el continente, jamás he visto uno en un lugar como este.- termino, esperando la respuesta de la joven para ver si el colgante tiene algo extraño o si son simples intuiciones fallidas por mi parte

Desde el tejado Raven observa que de la casa solo queda parte de la estructura, la mitad se ha desmoronado o quedado carbonizada. Todo lo de adentro ahora es cenizas.

-Buenos días, mocito.- Saluda Liotzburg el posadero a Alduin. -No recuerdo que me hayas pagado la habitación, pero no te preocupes, aquél extranjero -se refiere a Tomohisa- parece que se ha ido, no lo he visto desde el incendio, así que te puedes quedar en su cuarto, ya está pago.
-Sin embargo -Le dice cuando se sienta a comer lo que está servido. -El desayuno son cinco cobres.- Y le pone la mano con la palma abierta hacia arriba delante suyo, con una sonrisa amable.

-...eh..?- La muchacha estaba cabizbaja, levanta la mirada cuando Raven se sienta con ella.- Buenos días.- Habla despacio, como si tuviera miedo de ponerse a llorar de nuevo.
La sonrisa que pone cuando le habla de su apodo es apenas perceptible, pero se ve relajada. -Es un nombre lindo, como las flores.-
-Mi nombre es Maya.

En eso Sarob entra bajando la escalera con Wolfi, que pasa corriendo y sale por la puerta para perderse de vista por el pueblo, y esperemos que sus evacuaciones matutinas las haga en el bosque y no cerca de las casas, pero no hay de qué preocuparse, él sabe comportarse bien.

-Claro, con gusto. Me ayudaría mucho a despejar la cabeza.- Le responde Maya a Raven, pero antes de que se pueda levantar de la silla se acerca Sarob preguntando por un guardapelo. -...?
La joven se paraliza al instante y le da un escalofrío. -M..mi... guardapelo...? Ah! El medallón!

Retira de su cuello una cadena que lleva colgada. Es un medallón redondo con un símbolo sagrado impreso en relieve al dorso; por delante está adornado con pequeños cristales de amatista. -No... Es un regalo de papá, ha pertenecido a mi familia por generaciones, no sé desde cuándo.

Ese amuleto está hecho de orihalcón, un material muy raro y bastante caro, también conocido en la jerga del oficio como “metal bendito”, algo que definitivamente no está al alcance de una campesina común.

Se ha usado en el pasado en la fabricación de armas y armaduras, pero también se puede usar en orfebrería o herramientas.

Desde la espalda de Maya observas que los cristales del medallón pueden ser pulsados. Se trata de un mecanismo, lo cual te recuerda al mecanismo de una trampa y eso te hace helar la sangre por un instante, aunque no tenga nada que ver con este artefacto.

- De verdad? Pertenece a tu familia durante generaciones?- Pregunto tranquilamente mientras lo sigo observando en su cuello cuando veo lo que parece un mecanismo de cristales. Son los típicos mecanismos de diferentes trampas, pero proveniente de un pequeño medallón he de suponer que se trata de un mecanismo para abrir el colgante por algo que tiene guardado en su interior. Sea dicho de paso... ¿Cómo demonios pudo pasar de generación en generación y no darse cuenta de esto? ¿Es que la gente de este pueblo es tan corta de miras que ni siquiera ve lo que tiene delante? En ese momento, y a causa de la curiosidad que invade mi cuerpo, salto por encimad e la mesa, a cuatro patas y acercándome a la niña para, acto seguido, pulsar los botones para ver lo que ocurre.

Como pensaba, era un mecanismo que permitía que este se abriera, desvelando así dos pequeños pergaminos que estaban guardados en su interior, los cuales se caen encima de la mesa al no estar sujetos a ningún sitio.- Vaya!! Un compartimento secreto, como pensaba!!- En ese momento cojo los papeles y, volviendo tranquilamente a mi sitio, los desplego sobre la mesa para ver lo que son.- Probablemente esta sea la razón de que vinieran a por ti. De verdad que no sabes lo que es?

Al fijarme en el colgante no pude si no dejar escapar un pequeño silbido. El material con el que estaba hecho no era algo común de encontrar, y menos en manos de una campesina. Iba a hacer mención sobre aquel objeto cuando Sarob, o mas bien el chico lobo salto a la mesa y acciono lo que parecía un mecanismo. El cual deja caer unos papeles. El muchacho sin con cierta arrogancia los coge y los despliega sobre la mesa. Tenia curiosidad por saber que eran pero...- Chico, ¿no crees que esos no son modales? Te subes encima de la mesa para hacer algo que aun no te habían dado permiso, recoges algo ajeno y piensas que debes ser el primero en leerlo... Deberías primero preguntar si puedes o como mínimo dejar a su propietaria leerlo primero, quizá es algo privado.-Termine mientras me levantaba de la mesa arrastrando la silla hacia atrás. Primero con intención de dar algo de presencia y seguridad a mis palabras y segundo para mirar aquellos papeles con disimulo desde un angulo mejor.

Realmente una parte de mi estaba en la conversacion, la otra aun estaba intentando averiguar como una campesina había acabado con un objeto decorativo realizado con un material de ese tipo.  Si se lo había dado su padre dependía del "cuando" para saber si de verdad era una reliquia familiar o simplemente un objeto encontrado o... robado hacia poco.

Entonces Maya...¿Le das permiso a mi "amigo" a observar los papeles o prefieres hacerlo en privado?- Termine preguntándole a ella amablemente.

-Ey!- Sarob le quita de las manos el objeto, lo abre y se desparrama en la mesa su contenido.

-Y qué preguntas si tú también estás tratando de mirar disimulada, oye!- Le grita ofuscada a Raven, se le nota la vena en la sien.

Uno de los pergaminos es una carta un tanto extensa. La tinta está gastada y se nota que lleva años guardado ahí, pero se puede leer.
Los cuatro se apelotonan en la mesa para leerla:

Os escribo esta desesperada misiva con el firme
deseo de que queden en el recuerdo los valerosos
caballeros que lucharon y murieron por defender
su hogar.
Ante la amenaza de los sublevados, mis dos
hermanos y yo partimos a su encuentro con las
espadas prestas a auxiliar a nuestros camaradas.
Caímos sobre ellos con el corazón encendido por
el fuego de la venganza, dispuestos a darlo todo,
a hacer justicia!, aún con el fresco recuerdo de la
matanza del Valle de Riëfel días atrás.
La batalla fue corta, aunque no exenta de gloria.
El enemigo no parecía tener ni la más elemental
noción de disciplina ni inteligencia, cosa que en
principio jugó a nuestro favor, pero que más tarde
resultaría ser nuestra fin.
Oleada tras oleada, aquellos hombres
continuaron luchando más allá del límite de lo
razonable.
Nuestras fuerzas no resistirían tal envite
eternamente, por lo que nos dispusimos a
organizar una última resistencia en Cornes, dónde
confiábamos poder contenerles.
Fue una masacre. Creo que los herejes usaron
algún tipo de droga extraña, algo capaz de
transformar a un humano en una bestia sedienta
de sangre. Alguna vez oí hablar de algo parecido,
pero en la práctica, solamente puedo decir que el
efecto fue tan devastador que muchos de nuestros
compatriotas lloraban como niños indefensos y no
pocos huían del campo de batalla arrojando sus
armas.
Tan solo Dion, nuestro hermano mayor, consiguió
poner orden sobre la masa de guerreros indecisos
y abatió a numerosos enemigos antes de vernos
superados por completo.
Ahora sólo quedamos dos, Altair, y yo, Tâman.
Enterramos a nuestro hermano caído con
lágrimas en los ojos, bajo el solemne juramento de
volver para llevar su cuerpo a Cornes en cuando
se normalice la situación. Dividimos en dos el
mapa a fin de que ambos recordáramos nuestro
juramento de sangre.
Tres días me separan de estos últimos
acontecimientos y supongo que ahora sólo me
queda buscar a la prometida de Dion para
transmitirle nuestras más sinceras condolencias.
El pesar me consume y me impide respirar...

El otro papel es un mapa, pero las referencias son demasiado imprecisas como para determinar el sitio exacto al que parecen estar señalando las indicaciones. Es evidente que falta un pedazo importante del mismo.

Tras acabar la carta ven que Maya vuelve a estar llorando. -Yo... No, no sabía nada de esto...

-Si tan sólo pudiera... iría allí a cumplir con el juramento... es algo que le debo a papá. Por qué nunca me lo dijo? solo me dio el medallón hace algunos años, así sin más. Habrán pasado tantas generaciones que ya le han restado importancia? -Ahora ya no es ningún secreto. Efectivamente, tal y como aparece en la carta, Tâman buscó a la prometida de su hermano y juntos huyeron hacia el norte como refugiados. En su huida terminaron por enamorarse y tras la boda volvieron a Cornes dónde permaneció su linaje hasta el día de hoy, pues Maya es la última heredera de dicha rama de la familia, de ahí que poseyera el medallón.

-Resulta evidente que alguien más conoce la existencia de la tumba de Dion y pretende obtener algo de ella.- El posadero también estaba escudriñando por encima del hombro de Alduin.
-Usted también leyóoo?!- A Maya le salta el coágulo otra vez y mira hacia atrás para regañarle al viejo. -Un poco más de respeto! No puedo tener un poco de privacidad con mis cosas!?!

Buscar al hermano... o sus sucesores para la otra parte del mapa, encontrar el lugar donde fue enterrado Dion y traerlo a Cornes.- Formule en alto los pensamientos que estaban corriendo por la mente de todos.- Tampoco parece algo difícil. No entiendo porque lo dejarían pasar tanto tiempo. Y tampoco atiendo que podría haber en dicha tumba como para que les interese a unos bandidos.- Musite al final entre dientes haciendo referencia a las palabras del posadero.

¿Alguien entiende lo que pone en el mapa?.- Pregunte sin disimulo. Entonces fije mi mirada en Maya.- Dije que necesitaba un guía para el festival, tu necesitaras a alguien para que te ayude en el camino. Supongo que querrás ir y no creo que sea buena ayuda ir sola.- Dije como si estuviese llegando a un acuerdo con ella, claramente el trato la beneficiaba, pero al fin de cuentas últimamente me dedicaba a eso, andar de un lugar a otro sin rumbo, por ayudar a alguien durante el viaje no pasaría nada.- ¿Entonces trato? ¿Nos enseñas el festival y te acompaño ha realizar esa tarea que quedo en el olvido?.- En ningún momento me plantee que la muchacha no quisiera venir en aquel viaje, si los bandidos la buscaban cualquier persona sabría que en la tumba podría haber algo, no se arriesgaría a contratar a unos desconocidos para que no volviesen, además si necesitábamos la otra parte del mapa habría que hablar con esos familiares, seguramente hicieran mas caso a ella por parentesco.

La situación me tiene desconcertado, la verdad es que no tengo la más remota idea de lo que está ocurriendo. Lo único que se me ocurre es que en la tumba de la persona que indica en el mapa debe haber algún tipo de tesoro, al menos algo con el suficiente valor monetario o de guerra como para que un grupo de bandidos como estos se molesten en venir hasta este lugar en busca de una parte del mapa. Por otra parte ¿como sabían la existencia de este mapa? Claramente es la única razón factible para que fuesen directamente a por la chica, de eso no hay duda, pero... ¿Como?

- Solo se me ocurren dos opciones.- Comento, mas serio que de costumbre.- O bien el descendiente de quien se nombra en esta carta a contratado a los bandidos para venir a por Maya y su parte del mapa.- Hago una pequeña pausa. No es la opción más factible ni la más honrosa. No solo no saben lo que se encuentra en la tumba de esta persona, sino que alguien con una historia tan profunda en sus antepasados no mancharía esa reputación asesinando y robando.- O han atacado a la persona que tenía la otra parte del mapa y dedujeron que Maya es quien tenía esta otra parte del mapa

- De todas formas, ambas opciones nos llevan a buscar la guarida de esos malditos bastardos. Es seguro que ellos tendrán la otra parte del mapa.- Aparto el mapa para que el resto le eche un vistazo, aunque no soy capaz de ubicar el lugar exacto. Necesito la otra parte del mapa para poder hacerlo.- Ahora mismo este mapa me es inutil. Sin la otra parte no puedo descifrar el lugar exacto que marca; lo siento.

A continuación me dirijo directamente hacia Raven.- No creo que sea el momento de celebrar ningún festival, por muchas ganas que tenga yo mismo de verlo.- Le espeto seriamente, aunuque claramente en mi rostro se nota algo de descepción. Estaba deseando ver la fiesta y fuegos artificiales!!... Espera... por qué no han utilizado los fuegos artificiales para que la gente supusiese que se trataba de un accidente?... O tenían prisa por conseguir la otra parte del mapa o claramente no son muy inteligentes. No sé que es lo que me perocupa más de esto...- Ha muerto un hombre... un padre... Recuperemos el cuerpo de ese héroe y celebremos la fiesta a su vuelta, cuando las cosas se hayan calmado.

Me levanto al mismo tiempo para poder ver mejor la misiva, al parecer era alguna especie de juramento o algo por el estilo, mis ojos se estrechan tratando de distinguir alguna clase de significado pero no se me ocurria nada.

---No te preocupes, pequeña, te ayudaremos con este tema espinoso-digo mientras le acaricio la cabeza,cuando puedo le quito a Sarob el papel y lo miro  por encima- bueno, yo tampoco tengo ni idea, aunque no pondria la mano en el fuego ya que mis conocimientos de Rastreo son bastante escasos...

En efecto, el mapa está incompleto y no resulta sencillo averiguar a dónde guía, pero Alduin y Sarob pueden sacar la conclusión por la presencia de zonas escarpadas que se trata de algún lugar al norte de Cornes, yendo hacia la Quebrada de Verdammung pero mucho antes de llegar allá.

-Después de la guerra los refugiados que no vinieron a parar aquí se trasladaron a Ospren a través de la Quebrada y al este, hacia Falsten y sus alrededores.- Añade Loitzburg cuando Raven comenta lo de ir a buscar a los sucesores. -La Quebrada de Verdammung, entre el valle de Luzt y el de Bremah son cumbres escarpadas y el acceso es difícil. Yo comenzaría a buscar ahí, desde siempre han sido buenos sitios para esconderse.

-La zona se ha convertido en un lugar muy popular para los buscadores de fortuna, chico.- Le dice a Sarob. -Se han descubierto vetas de oro por la zona.
-No obstante, la parte cercana a la Garganta de Teufel continúa prácticamente sin explotar por culpa de rumores de la gente acerca de... de espíritus malignos que según dicen, pueden verse en los riscos a ciertas horas de la madrugada.- Se cruza de brazos. -Me sorprende que esos mitos sean suficientes para espantar a los empresarios y mineros avariciosos.

Luego mira a Alduin. -Y tú me debes los cinco cobres del desayuno. Ni sueñes que te irás con ellos sin pagarme.

Maya entrecierra los ojos cuando el muchacho la acaricia. -A quién llamas pequeña...? Soy mayor que tú. O al menos eso da la impresión. -Le asiente a Raven y se levanta de la silla. -Vamos. Te compraré la comida que quieras, es lo menos que puedo hacer para agradecerte por lo de anoche.- Mira también a Alduin y a Sarob, relajando la expresión del rostro. -Gracias de verdad, a los tres, no tienen realmente por qué estar ayudándome, ya ha sido suficiente.

Una vez termino de desayunar y la joven Maya nos dice que no es necesario que estemos involucrados en esto me levanto de la silla y comienzo a andar hacia la puerta, acompañado por Wolfi.- No me des las gracias aún. Si realmente quieres hacer honor a esa carta y hacer lo que dice, te espero en el lindero del bosque, por donde escapó el bandido que sobrevivió, dentro de 1 hora.- Le espeto tranquilamente, con un tono de voz más serio de lo normal.- Su refugio no debería estar muy lejos y es mejor llegar allí con buena luz. El que quiera.- Refiriéndome claramente a Alduin y Raven.- es bienvenido. Yo voy a ayudar a Maya a conseguir el otro trozo del mapa y encontrar esa tumba.

No tengo ninguna razón egoísta para hacer eso, pero si mis padres, o al menos esos que me criaron, llegasen a tener una última voluntad antes de su muerte, tengo claro que arriesgaría mi vida por cumplir su deseo. No voy a permitir que la joven comience un viaje que claramente terminará con su vida si va ella sola. Al menos conmigo y con Wolfi existe la posibilidad de que sobreviva y pueda tener una vida en paz después de esto

A continuación, salgo de la posada, ya equipado por completo y me dirijo a la última zona en la que vimos al bandido escapar. Será mejor que, como mínimo, encuentre su rastro antes de empezar para tener una dirección fija por la que guiarnos.

Me quede completamente sorprendida, parecía que aquel muchacho tenia prisa para todo. no habíamos terminado de hablar ya se había marchado a toda prisa. Mire la puerta por la que había desaparecido y después a Maya.- Creo que no quiere dejarme disfrutar del festival... en fin tu eliges, yo te acompañare tanto si decides ir hoy como mañana, pero al menos espero que por el camino me cuentes como de bonito es el festival.- Dije mientras empezaba a estirarme perezosamente. En parte quería ver el festival, pero no pensaba perder de vista a aquel chaval... tanto el bandido que había escapado como el, exceptuando a Maya que parecía no recordar nada, podían ser un peligro. Ya me había visto envuelta en demasiadas cosas como para tener que huir de nuevo ahora que había conseguido perder la pista a aquellos locos.

---Por supuesto, un hombre siempre paga- digo mientras le lanzo las monedas de cobre necesarias- No hay que ser tan asertivo...en fin, yo no tengo muchas cosas encima, pero sí saliésemos ahora quizas pudieramos pillar a ese misterioso bandido antes de que se aleje más de la cuenta ¿no?-Comento mirando a las muchachas con cierto interés,sobretodo a Raven, aunque claro, parecia que mostraba el mismo interés en ella como a mi desayuno...

-Alduin tiene razón, pequeña. -Agrega el posadero guardando rápidamente las monedas en el bolsillo. -Si aprovechan y salen temprano tal vez lo alcancen.

-Que soy mayor que él! -Le responde Maya al tipo.
-Anoche vi que huyó a caballo, será imposible.- Se levanta de la silla agachando la cabeza, dispuesta a irse de allí. -Dije que ya ha sido suficiente. Vamos Rose, demos un paseo por el festival.

-Ains... -Loitzburg suspira y regresa detrás del mostrador a limpiar jarras. -Como quieras.- Dice dándole la espalda, recoge un trapo y lo enjuaga en un balde para ponerse a lavar. -Pero estás segura de que vas a dejar todo así? El viejo Buckermann se sentirá muy apenado. Estará pensando "aaah... ahora que he muerto, qué será de mi pobre Maya? Ha quedado sola y sin hogar..." ...o algo por el estilo.

Maya le tira una de las jarras que estaban en la mesa, le golpea en la espalda a Loitzburg pero no se inmuta.

Pasa un rato de silencio, y el posadero habla de nuevo.

-Aprovecha que tienes ayuda, niña tonta.

Maya se queda parada en la puerta durante un rato en silencio.

-Vvvooy... a aa..dar... un...paseo ppor..eelf ffestival...- Musita con la voz quebrada. Enojada recoge el mapa y la carta de la mesa y se los lleva saliendo de la posada sin esperar a nadie.

Al salir se encuentran con la plaza llena de girnaldas y globos, bardos tocando canciones y bailando y varios puestos vendiendo comida y baratijas. Fothe está en uno de esos puestos, anunciando la calidad exhuberante de sus productos y que por favor le compren a él y no a los demás.
A lo lejos está Sarob, a los gritos con su perro-lobo Wolfi. Parece que discuten feo y ambos toman caminos diferentes. Se ponen a deambular sin rumbo aparente por todo el pueblo... vaya uno a saber qué hacen.

Sin embargo Maya no está yendo hacia la plaza, sino en dirección al bosque a la salida de la aldea. El bosque no es para nada espeso, y tiene un sendero fácil de seguir que lleva a la Quebrada de Verdammung y luego pasándolas se divide en dos, a Ospren al norte y hacia Falsten al este.

---Vaya, sí que tiene caracter la mujer- digo mientras la veo marchar sin levantarme, tras meditarlo unos instantes continuo comiendo con suma tranquilidad hasta que termino por completo el plato- Bueno, yo me adelanto, os veré en el bosque sí apareces- digo mientras me levanto y salgo de la posada rumbo al bosque