Partida Rol por web

Ord Mantell... aprovechando un desocupado complejo que había pertenecido durante las Guerras Clon al Sindicato del Sol Negro, un grupo de mandalorianos ha establecido una base temporal que actualmente utiliza como campo de pruebas para nuevos reclutas.

Las normas son claras... una vez que se accede a la prueba sólo hay dos formas de salir de la misma... vencedor o muerto...

Hoy es un día especial ya que dos aspirantes se enfrentaran a la terrible Prueba de Ord Mantell.

Cain Roice, el lider del grupo se dispone a daros las últimas instrucciones antes de que accedáis al recinto de prueba.

- ¡Li Dao! ¡Pikon Kyade! ¿Estáis listos para afrontar vuestro destino?

Habéis llegado hasta aquí... tal vez haya sido vuestro linaje... vuestros logros... o tal vez únicamente hayáis comprado el derecho a estar aquí... poco de eso importa ahora... la prueba iguala a todos los aspirantes... no importa vuestro pasado... sólo importa el presente...

Superad la prueba y os prometo un futuro brillante...

huid ahora para siempre... encadenados por la vergüenza del fracaso...

¿Cual será vuestra elección?

He estado meditando.
Enfocandome y concentrandome, mirando el yelmo. Este yelmo que nos representa a todos, y a la vez no es ninguno.

Sin cambiar mi postura, enuncio las palabras
"No puedo estar mas listo en toda mi vida, señor"

Dicho esto, me enchufo el yelmo y sigo al Maestro

Li Dao avanza decididamente hacia el maestro junto con su compañero. Los servos de su armadura diseñaban al avanzar. Habían estado entrenándose durante mucho tiempo para aquel momento y entre sus planes no se hallaba decepcionar al credo.

Miró a Pikon y asintió con la cabeza de forma muda. Tenían el destino en la palma de sus manos.

—Estamos listos, maestro. Muéstrenos lo que hay que hacerse. No decepcionaremos.

Aunque el casco ocultaba su rostro, Cain Roice no pudo reprimir la sonrisa de orgullo que sentía por los dos jóvenes aspirantes. Cada vez eran menos los que seguían el credo y menos aún los que superaban la prueba.

- Que así sea... - gritó con voz potente al tiempo que una compuerta se abría ante vosotros. Siguiendo las indicaciones entráis en una sala oscura y a vuestras espaldas sentís el ruido de la compuerta cerrándose una vez más.

Os encontráis en la más profunda oscuridad pero apenas pasan unos segundos antes de que volváis a oír la voz de Roice retumbando a través de las paredes.

- Vuestra prueba comienza aquí... si conseguís llegar al final os estaremos esperando, no ya como aspirantes, sino como hermanos en el credo... - en eso momento unas tenues luces comenzaron a iluminar la sala de forma que podéis ver que dos corredores surgen de la sala en la que os encontráis.

Los dos corredores parecen iguales, prolongándose durante unos metros antes de girar en ángulo recto. Fijándoos con atención la única diferencia parece residir en que, al final del corredor de la derecha, parece haber un brillo rojizo que se refleja en las paredes.

- A partir de aquí, sólo dependéis de vosotros mismos y de vuestra habilidad... no retrocedáis... recordad... Este es el camino...

"Compañero, bien sabemos como empezar ¿Verdad?"

Cualquier cazarecompensas dispara. Un mandaloriano va más allá.
Así que primero me quito el guante, me chupo el dedo y lo alzo sobre mi cabeza. Un viejo truco de los nativos y los pioneros, y que sirve para detectar de donde vienen y hacia donde van las corrientes de aire.

De esta forma podremos saber cual camino es el más largo, y cual va a una estancia cerrada al frente.

No notas una diferencia marcada en cuanto a la intensidad de la corriente de aire en cada uno de los corredores, si bien parece que el aire del corredor de la derecha es más caliente que en el de la izquierda.

Li Dao no pudo evitar apartar la mirada por compromiso cuando Pikon decidió comprobar la trayectoria del aire con su saliva. Una vez su compañero le informó al respecto no dudo en hablar.

—Si detectas un aire más caliente debe ser porque la cueva se extiende hacia abajo. Es probable que la corriente más fría nos lleve a un callejón sin salida y tengamos que regresar nuestros pasos.

"Exacto, amigo mio" digo apreciando la sagacidad de Li-Dao mientras me enfundo de vuelta el guante
"No sólo eso: Que haya calor significa que hay algo. Una cosa activa. Seremos Mandalorianos, no bibliotecarios. Buscamos la acción, no algo muerto y olvidado"

Con prudencia, dirijo mis pasos hacia la sala de la derecha, la del brillo rojizo.

Tras sopesar las opciones os encamináis por el corredor de la derecha dejando atrás la sala donde vuestra prueba dio comienzo. Las paredes metálicas se extienden durante unos 10 metros antes de que el corredor gire en ángulo recto hacia la derecha y la sensación de calor que había notado Pykon se hace cada vez más palpable según avanzáis.

Después de que avancéis unos metros en la nueva dirección el corredor se abre una gran sala rectangular. Cerca del borde de la sala por el que entráis hay varios montones de materiales apilados sin ningún orden aparente, muchos de los cuales no parecen más que residuos.

Por el borde opuesto al que os encontráis, otro corredor continúa el camino. La temperatura en la sala es aún más alta y una vez que avanzáis en su interior descubrís el motivo. La mayor parte de la sala está ocuapda por un foso de varios metros de ancho en el que toneladas de metal fundido fluyen desprendiendo un tono rojizo.

Una compuerta se cierra bloqueando el corredor por el que habíais accedido a la sala impidiendo que retrocedáis...

"Deprisa!! Revisa si hay alguna salida, compañero!"
"Si no tenemos forma de salir, destruirñe esa pared con el Detonador Termal"

La habitación a la que habían llegado tardo exactamente un minuto en hacer sudar a Li Dao, quién desearía ahora mismo que la prueba hubiera sido en un mundo helado... Bueno, hay que trabajar con lo que se tiene. Miró a sus pies e incontables metros de mineral fundido inundaba la sala, casi daba la sensación de que estaba inundandose con el candente acero derretido, casi.

El iniciado señaló con una mano enguantada el otro lado de la sala tras escuchar la advertencia de Pikon.

—Hay un corredor del otro lado, no me preocuparía por el baño caliente si cuento con uno de estos —dijo desafiante mientras golpeaba con un nudillo el jet pack de su compañero—. Espero que hayas aprendido a usar ese trasto, o que sepas nadar en fuego líquido.

Tal vez no podía apreciarlo, pero Pikon sabría que tras el tono picajoso de sus palabras había una astuta camaradería que se había ido desarrollando desde sus primeros años como iniciados en el credo. Oculta bajo el casco inexpresivo, había una cara sonriente.

Separó las piernas y se preparó para propulsarse hacia arriba y adelante con el Jetpack, sabedor de que esa prueba estaba diseñada para su destreza con la mochila cohete.

"El maestro dijo que el camino era siempre hacia adelante, Li Dao. Así que no dudemos más" digo guardando el detonador

Sabiendo que mi resistencia debería de permitirme aguantar un poco de tiempo, decido rebuscar entre los materiales. Siempre puede haber algo útil ahi ¿No?
Y un mandaloriano debe de saber convertir cualquier cosa en un arma

"Espera, Li. Mira"
"He encontrado una cosa que tiene forma de cosa. Creo que nos será útil" digo rebuscando mientras noto como el sudor se empieza a acumular en mis guantes.

El iniciado se preparaba para alzar vuelo cuando se dio cuenta de que Pikon en su curiosidad habría encontrado algo útil entre el montón de cacharros y materiales que habían amontonados en su lado de la piscina ardiente. Los propulsores de su Jetpack resongaron al apagarse súbitamente y sus pies que ya estaban unos centímetros sobre el suelo volvieron a caer. Li Dao desearía limpiarse las gotas de sudor de su casco, sin saber si habían sido provocadas por el calor de la cámara o por su nerviosismo.

Se acercó a su compañero y lo ayudó a escudriñar entre los restos. Quién sabe, igual y se conseguía algo también.

—Déjame ver eso. Igual y conseguimos algo para hacer un puente —bromeó, para liberarse de su tensión.

Rebuscando entre los materiales encuentras una granada con un distintivo azul en uno de sus lados. Tras observarla durante unos segundos llegas a la conclusión de que es una bomba criogénica.

Aunque rebuscas con ahínco entre los materiales no encuentras nada que te resulte de utilidad aunque parece que Pikon ha tenido más suerte que tú y le ves recoger una esfera metálica de entre los escombros...