Partida Rol por web

La Purificación de la Bruja

Prólogo reunión Navief y los caballeros

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17/08/2015, 09:09
Director

Una vez los caballeros hubieron salido del despacho del obispo y cerraron la puerta, el Vicario se levantó, urgiendo a Navief a hacer lo propio.

Tras saludar de nuevo a ambos hombres y esperar a que la mujer hiciera la debida reverencia, les presentó:

-"Sires, quería presentarles a Doña Navief, quien será su guía en el camino que han de emprender, si Dios quiere. Doña Navief, conozca usted a Sir Ulrich Ulfgart y Sir Rudolf das Lichtschild" - hizo una pausa para que intercambiaran saludos antes de exponer sus motivos.

-"Pensé, en mis humildes conocimientos de los viajes y sus entresijos, que podría ser de utilidad para usías y para la señora el entenderse antes de reunirse para el viaje con el alba que nos envíe el Señor, si es su voluntad, en el día de mañana."

Dicho lo cual, dio un paso atrás, dejando a los pretendido contertulios el peso de la conversación

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18/08/2015, 03:34
Sir Rudolph del Escudo Brillante

Las palabras del vicario, tan empalagosas como de costumbre, fueron el preámbulo de la presentación de la "guía" que había nombrado el Obispo.

Sir Rudolph observó a la mujer, tratando por un lado de hacerse a la idea de sus capacidades y por otro de no parecer irrespetuoso. Estaba claro que no se trataba de una dama de alcurnia "Alabado sea el señor" pero tampoco de una moza del pueblo. La limpieza de sus ropas lo demostraba

- Doña Navief - saludó el caballero realizando una leve inclinación de su cabeza, sorprendido por la sonoridad del nombre - Su excelencia nos informó de vuestras capacidades - le comentó formalmente - Y de vuestro conocimiento de la Selva Negra - agregó

- Mañana en la mañana estaremos listos para emprender el viaje y entiendo que la novicia también lo estará. Acaso querais aconsejarnos de algún objeto que pueda ser necesario para la expedición? - preguntó educadamente - No creo que el peso sea inconveniente, tanto Sir Ulrich como pensábamos viajar como solemos hacerlo, con un par de monturas y un animal de carga, pero si de vuestros consejos surge alguna necesidad en particular, quizás podamos estar mejor preparados para el viaje -

Mas allá de la amabilidad de la pregunta, el caballero, sin soltar el escudo brillante que le daba nombre y llevaba embrazado en su zurda, observó a la guía con seriedad, tratando de entender los motivos por lo que una joven hubiera optado por la vida de los caminos en vez de la seguridad de su propio hogar

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18/08/2015, 23:53
Navief

Navief entró al despacho procurando mantener un perfil bajo, claro que eso era difícil dado su condición de mujer. Hizo una profunda reverencia cuando fue presentada ante los caballeros templarios por parte del Vicario, quien como siempre aludió a sus amplios conocimientos, buscando favorecerla ante los ojos de los expedicionarios. Luego adoptó su acostumbrada postura erguida con las manos en la cadera, poco común entre las mujeres, pero que para ella resultaba mucho más cómoda. Escuchó atentamente las palabras del caballero más joven, que por su apariencia diría que tenía una edad no muy distante de la suya propia, y que hablaba con bastante fluidez, a diferencia de su compañero, que en apariencia se veía un poco más reservado. 

-Es un placer conoceros, Sir Ulrich y Sir Rudolf. -Comentó amablemente, mientras echaba una mirada curiosa a su escudo. Le parecía haberlo visto cuando entraba al edificio.- A diferencia de ustedes que ya escucharon sobre mi, yo desconozco bastante de vosotros, y esa fue la razón por la que pensé que era apropiado reunirnos antes de partir, aunque tampoco es necesario saber demasiado, mientras tengamos todos claro nuestro destino. -Añadió para aclarar que no buscaba realmente entrometerse en asuntos ajenos.

-En cuanto a su inquietud de lo que hemos de llevar, era más bien mi intención hacer el mismo planteamiento a ustedes, nobles caballeros. El Vicario nos ha ofrecido suficientes provisiones para el viaje y yo también tengo mi propio animal de carga, pero como son ustedes los que tal vez hayan de pasar incomodidades, quise saber si habrían de llevar mucha carga. De mi parte creo que con lo que nos ha ofrecido su Ilustrísima, tendremos más que suficiente para llegar satisfechos al monasterio, pero no sé si sean ustedes personas acostumbradas a los muchos lujos. -Hizo una pausa recordando su última caravana. No le apetecía repetir los caprichos de los nobles. Afortunadamente su nueva comitiva eran soldados experimentados.- Por vuestra profesión, he supuesto que no necesitan de mucho para sentirse cómodos, pero me preocupa más la señorita que ha de acompañarnos.

Dio un pequeño suspiro, rogando al cielo que aquella mujercita no fuese de esas que no aguantan ni un día en las montañas y luego notó la seriedad con la que era mirada por Sir Rudolph. Intentó disimular una pequeña sonrisa que se asomaba rebelde por sus labios.

-Y solo por si os lo preguntáis, no hay de que preocuparos por ser yo su guía. Mi padre fue un gran explorador de la Selva Negra y me enseñó todo cuanto sabía. Estoy más que segura de que llegaremos a salvo a nuestro destino, si esa es la voluntad de nuestro Señor.   

 

Notas de juego

Ya tengo internet de nuevo, así que tienen a su guía asegurada 

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19/08/2015, 02:42
Sir Rudolph del Escudo Brillante

Sir Rudolph observó a la guía mientras contestaba, apreciando la seguridad que denotaba en si misma, y sorprendido por esa misma seguridad - Asi que habeis sido vos quien ha solicitado esta entrevista... curioso - comentó sin dejar en claro si lo consideraba algo positivo o negativo

- Como decís, probablemente no sea importante - consensuó - Pero debeis saber que ambos hemos sido probados en combate más de un vez. Aquí y en Tierra Santa - La frase, curiosamente, no denotaba soberbia, sino solo la aseveración de una realidad - Por lo que naturalmente estaremos a cargo de la defensa del grupo. Vos seréis quien marque el camino y nosotros quienes nos aseguraremos de que este no sea peligroso -

- Incomodidades? Hace poco hemos llegado de combatir con los moros. Allí si había incomodidades. Aquí, en ambiente civilizado no creo que eso pueda llegar a ocurrir. Solo deberemos tener en consideración la comodidad de la novicia, pero entiendo que su Ilustrísima ya le ha explicado las condiciones del viaje. Además no dudo que en caso necesario podeis confortarla mientras nosotros nos ocupamos los peligros que pudieran surgir en nuestras jornadas -

- En cuanto a vuestra capacidad... - el del escudo brillante se encogió de hombros - Si su Excelencia el Obispo confía en vuestro buen quehacer, no nos corresponde a nosotros juzgar dicha decisión. Seguramente cuando lleguemos a San Ponape podremos coincidir con su señoría... - la pausa dejó claro el pensamiento del joven guerrero "o confirmar nuestros temores" - ... pero mientras tanto, tendreis de nuestra parte la confianza que os mereceis -

Notas de juego

Posteo sin esperarlo a Ulrich porque entiendo que está de vacaciones. En caso necesario el hará insertará sus propios bocadillos

Por cierto, está claro que a la larga consideraremos a Navief una parte del equipo (o no), pero por ahora es solo "la inútil damisela que nos impusieron para que nos guíe" ;-)

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19/08/2015, 12:51
Sir Ulrich Ulfgart

El veterano caballero salió del despacho con la firme determinación de ir al despacho del Vicario para concertar una cita con la persona designada como guía.

si alguien esperaba que Ulrich depositase su confianza en alguien que no conocía, es que sinceramente infravaloraba al templario.

su sorpresa fue mayor, pues al salir de la estancia ya se encontraba el Vicario con la muchacha esperándoles para realizar dicha reunión. Al parecer el Vicario demostraba algo de inteligencia. Algo que Sir Ulrich tomó como positivo.

Una vez realizada la presentación, Ulrich inclinó levemente la cabeza en un gesto practicamente imperceptible y mantuvo la distancia con la muchacha. Podría parecer un gesto quizá maleducado, pero la norma templaria era clara al respecto. No habría de mantener contacto con aquella mujer.

El joven Rudolph tomó la palabra mientras Ulrich escrutaba a la guía de forma directa y para nada disimulada. Calculó su altura, envergadura y edad. Su cuerpo parecía ágil y atlético, buena señal. Un guía panzudo y seboso era lo último que deseaba el caballero. Los gestos de la chica podían asimilarse más a los de un hombre que a los de una mujer. Tomaría tiempo al caballero conocer la confianza que debería deositar en ella. Tras unos intercambios de palabras entre Rudolph y la guía, Sir Ulrich comentó:

-Es voluntad de su excelencia que revisemos el material que utilizaréis en esta encomienda. Sería de agradecer que antes de partir nos hagáis llegar un inventario de los obejtos menos mundanos que estéis dispuesta a utilizar.

Calló unos segundos para continuar y dejar claro el papel de cada uno en aquella misión. Su padre podría haberle enseñao todo lo que pudiese, de eso no lo dudaba Ulrich. Pero eso no era suficiente si la muchacha no había sabido absorber dichos conocimientos.

-Vos preocuparos de señalar el camino. La salvaguardia de la novicia es cosa nuestra. Las decisiones correrán por cuenta nuestra también. Sólo aseguráos a cumplirlas con diligencia. Si hay algo que creáis poco conveniente llevar o algún consejo este es el momento.

Calló y miró directo a Navief con rostro serio y militar.

Notas de juego

Desde movil. Disculpad fallos. Ando de vacaciones y dificil de postear

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21/08/2015, 21:35
Navief

Respira profundamente y mira directamente a Sir Ulrich. No era la primera vez que alguien mostraba ese tipo de desconfianza hacia ella, por lo que se lo tomó con bastante calma, dejando en claro que la actitud del caballero no la ofendía en absoluto. Sencillamente tenía que dejar que las cosas fluyeran, y ya seguramente durante el camino las cosas se darían a su favor, como en la mayoría de las caravanas que había guiado. Omitió lo de los asuntos "menos mundanos", ya que no le pareció un comentario de importancia, así que se dispuso a decir en breves palabras lo que el caballero estaba esperando oír de su parte. 

- No os preocupéis, tengo muy claro cuál es mi papel en esta empresa. Mi única intención es llevarlos con bien a vuestro destino, así que ya he discutido algunos asuntos con su Ilustrísima para asegurarnos de contar con lo necesario. Según tengo entendido, cada uno de nosotros tendrá su propia cabalgadura, y además de esto, contamos con dos bestias de carga; una proporcionada por el Episcopado y una de mi propiedad. Sir Rudolph ha mencionado que ustedes también llevan un animal adicional, así que estoy segura de que podremos viajar con todas las comodidades necesarias.

Hizo una pausa para que ambos caballeros asimilaran lo que estaba diciendo, y luego prosiguió.

- Para nuestro alojamiento está provista una tienda de campaña con espacio para cuatro personas, que según creo yo, no estará del todo ocupada durante los periodos que acampemos, pues seguramente nos turnaremos la guardia durante. Las provisiones para nuestra alimentación ya ha sido asignada por su Ilustrísima, para aproximadamente dos semanas, aunque si el tiempo nos favorece nuestro camino tardará mucho menos que eso. Poseo tres juegos de menaje, pero si lo deseáis, podéis llevar el vuestro propio, así no tendréis que compartir. Por lo demás, cada quien es libre de llevar las posesiones que desee, siempre y cuando no sobrecarguemos a las bestias.

Volvió a hacer otra pausa, antes de añadir el último comentario.

Os recomiendo que llevéis ropa resistente y una capa de viaje, por si somos sorprendidos por la lluvia. Si bien no es usual en esta época del año, nunca está de más estar prevenidos. También sería bueno que cada uno lleve su cantimplora u odre, con la bebida que más le plazca para saciar su sed. Supongo que no está de más que os recuerde llevar cada uno su saco de dormir, y una manta para protegeros del frío de la noche. Por el camino no habréis de preocuparos, que si bien es poco transitado, está lo suficientemente despejado para que vayamos a buen paso. 

Culminado su discurso, se cruzó de brazos, dando a entender que no hablaría más a menos que fuese estrictamente necesario; con la información que acababa de dar le parecía más que suficiente para cubrir la mayor parte de las dudas que los caballeros pudieran tener, aunque mantuvo una expresión abierta, por si ellos necesitaban que ella les aclarara alguna otra cosa.

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22/08/2015, 16:02
Sir Rudolph del Escudo Brillante

- No uno, sino dos - acotó el del escudo brillante cuando la guía hablo de los caballos - Tanto Sir Ulrich como yo preferimos marchar con un segundo caballo entrenado para el combate además de un animal de carga - se explicó - Resabios de las necesidades de la guerra - se encogió de hombros mientras lo comentaba - Un caballero puede combatir a pie, pero montado, es más eficaz -

- Una única tienda de campaña? - el joven guerrero meneó la cabeza - supongo que deberemos conseguir alguna más. Nosotros nos ocuparemos de eso. Después de todo no es correcto que compartamos la tienda con la novicia y con vos - añadió, dando por hecho que los motivos eran obvios

- Y en cuanto a las guardias... - Rudolph estuvo tentado de excluir a la guía de dicha tarea, pero tras pensarlo un momento decidió que su compañero ya había sido lo suficientemente arisco por el momento - ... supongo que vuestra experiencia os capacita para cumplir un turno. Solo tened en cuenta que la defensa del grupo es nuestra responsabilidad. No intenteis demostrarnos nada. Si durante vuestro turno detectais algo despertadnos. Ambos somos soldados, podemos estar en pie en segundo para ocuparnos de lo que sea menester -

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22/08/2015, 22:38
Navief

- En ese caso ya son cuatro animales de carga. -Comentó sin inmutarse- Con más veras puedo asegurar que viajaremos cómodamente. -Luego escuchó el comentario del combate en montura, y asintió. Ella misma se sentía mucho más segura cuando montaba a su fiel amigo Linker. 

Al escuchar el cuestionamiento sobre la tienda de campaña, cayó en la cuenta de que estaban viajando con una mujer, y más allá de eso, una novicia.

- Tenéis razón sobre lo de la tienda de campaña. Para ser honesta, me había olvidado por completo de que las reglas del común dictarían dormir separados... Como yo acostumbro dormir fuera de la tienda en mi bolsa de dormir, me olvidé de eso por completo. Tal vez su Ilustrísima pueda proporcionarnos una tienda para la joven. Ya veis que sí resultó buena idea reunirnos antes de partir.  

Escuchó la última sugerencia respecto a las guardias para luego dar un comentario al respecto.

- No hay necesidad de buscar probaros nada. Cuando hay peligro, hay peligro, y no es momento para intentar lucir habilidades. A veces es más prudente huir, que enfrentar algo y perder la vida estúpidamente. -Espabiló dándose cuenta que estaba hablando en un tono demasiado franco y se reprendió a sí misma, recordando que debía mantener los protocolos.- Disculpad, a veces soy un poco tosca al hablar. No ha sido mi intención deciros nada que os pueda ofender.

Luego volvió a centrar su mirada en los caballeros y volvió a cerrar la boca. Tal vez con estos dos hombres lo mejor era hablar solo lo estrictamente necesario. 

Notas de juego

Hahaha, cuando se trata de cazar en el campo o enfrentar fieras, Navief no es muy educada que digamos. 

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24/08/2015, 10:57
Director

En esas estaban, con el Vicario escuchando con gesto atento y cierta preocupación, cada vez más aliviada, cuando la puerta del pasillo se abrió.

Una monja entró, formulando una disculpa al verles allí reunidos, pero no se retiró sino que adujo:

-"Acompaño a la hermana Denia, que ha menester de despachar con el obispo en aquesta hora." - dirigiéndose más al Vicario que al resto, aunque acompañó una mirada humilde y baja a los caballeros en señal de respeto, pero no ceder autoridad. El Vicario asintió, indicando hacia la puerta que habían abandonado los caballeros hacía poco y que llevaba al despacho del Obispo.

-"Claro, hermana, claro, por supuesto. Proceda a su buen criterio, con la gracia de Dios."

Mientrsa, tras ella, habia entrado una mujer joven, cubierta por un vestido sencillo pero que, de algún modo, en ella parecía perfectamente apropiado; no sólo era hermosa, algo que podría decirse también de Navief, en el caso de la novicia tenía un áura inmaterial que la hacía atraer la atención, el mundo parecía un poco menos horrible cuando ella entró. A los caballeros no les cupo duda que era la chica que habrían de escoltar, y podían entender ahora que hubieran oído referirse a ella como "santa".

Casi a la vez, pues se había quedado sujetándo la puerta para que la joven de pelo negro pasara, llegó otro joven. Era plebeyo, aunque sus ropas de viaje eran de calidad y su aspecto era pulcro, cuidado y atractivo; no parecía maltratado por la vida o el trabajo, aunque sí curtido por la intemperie, aunque no tanto como los mismos caballeros o Navief. Podía ser un mercader itinerante o algún otro tipo de burgués no excesivamente enriquecido.

La monja se detuvo un segundo e indicó los sillones al hombre, mientras tomaba del brazo con suavidad a la novicia para adelantarla hacia la puerta.

-"Vos y yo, don Edgar, aguardaremos aquí a que la hermana Denia finalice su reunión." -

Acto seguido llamó a la puerta para anunciar a Denia, la abrió lo justo para que la chica se deslizase dentro, la cerró y se sentó en el sillón que dejase libre Edgar para empezar a rezar, llevando las cuentas con su rosario.

Notas de juego

A partir de ahora incluid a Edgar en los post, salvo que susurréis, porque está en la sala con vosotros. A Denia sólo incluidla si hacéis referencia al tiempo que tarda en entrar al despacho del obispo. Después, detrás de la puerta no se oye nada

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24/08/2015, 11:45
Sir Ulrich Ulfgart

El caballero escuchó atento y sin interrumpir todo lo que la muchacha tenía por decir. Cuando Sir Rudolph hizo mención de una segunda tienda de campaña, el caballero asintió. No entraba en su cabeza compartir dormitorio con ninguna mujer.

-Sea pues que será nuestro asunto proporcionar una segunda tienda de campaña. Corroboró así las palabras de su compañero.

Las últimas palabras de la chica hicieron que Ulrich torciese el gesto. Si aquella muchacha desconocía lo que era el honor y la obediencia sería dificil de que llegasen a entenderse. Nunca habían huido de una batalla y no empezarían a hacerlo ahora mismo.

Iba a contestarle, cuando en ese momento entraron en la estancia varias personas.

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24/08/2015, 11:51
Sir Ulrich Ulfgart

La puerta se abrió y Ulrich observó en silencio. La educación le imponía mantenerse callado mientras otro de los implicados en la conversación atendía otros asuntos. Sin embargo si que observó, al igual que había hecho con la joven Navief , a las personas que se adentraban en el lugar.

-Hermana... comentó a forma de saudo cuando la monja hizo acto de presencia.

Sin embargo cuando la otra chica entró en el lugar para dirigirse al despacho una gran paz se dejó sentir en el lugar. No había duda. Aquella chica sería su custodia en la empresa que estaban por acometer. Sir Ulrich quedó obnubilado en el tramo que la chica recorrió el pasillo, desatendiendo la conversación unos segundos hasta que desapareció de su vista.

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24/08/2015, 11:56
Sir Ulrich Ulfgart

una vez la chica desapareció en el despacho del Obispo, el caballero retomó la conversación. Dos personas más se encontraban en aquel lugar, pero era algo que a Ulrich no le importaba. El asunto a tratar era de importancia suficiente para no retrasarlo más.

-Como bien decíais, no hay necesidad de demostrar ni probar nada a nos. Sed cuidadosa y atended nuestros consejos y no habrá nada que lamentar. Entendemos que estáis más que capacitada para atender guardias nocturnas y que daréis lo mejor de vos para que esta empresa llegue a su fin de forma satisfactoria.

Por Ulrich la reunión estaba cerca de llegar a su fin, pero antes de que eso ocurriese era su deber recordar y avisar de lo que supondría el que la guía olvidase sus anteriores palabras:

-Recordad hacernos llegar el inventario. Cualquier bien que requiráis y no esté inventariado por vos y autorizado por nos, no será repuesto por su excelencia.

 

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26/08/2015, 02:21
Sir Rudolph del Escudo Brillante

Sir Rudolph sonrió ante la forma en que su mentor reaccionaba a las palabras de la guía "Esto será interesante" se planteo antes de observar a la que, aparentemente, sería su protegida.

El aura de novicia lleno el lugar impidiendo que el del escudo brillante pudiera saludar a la hermana con algo más que una leve inclinación de cabeza.

Solo cuando esta desapareció tras la puerta del obispo fue consciente de la presencia del desconocido y de las palabras de la hermana, que le causaron curiosidad - Hermana Denia? Así se llama? - preguntó a la monja, a riesgo de interrumpir sus oraciones - lo cierto es que, hasta ahora, solo nos la han nombrado como "la novicia" - se explicó

- Y como estábamos departiendo sobre las necesidades de la travesía sería agradable saber el nombre de la persona a la que deberemos proteger durante la misma -

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26/08/2015, 02:57
Navief

Estaba por responder las palabras de Sir Ulrich, pero la estancia fue irrumpida por una hermana y la novicia a la cual habrían de escoltar hasta San Ponape. Su belleza la deslumbró incluso a Navief, que no recordaba haber visto una mujer con una expresión tan serena hace mucho tiempo, teniendo en cuenta que en los lugares que ella frecuentaba solo habían mujeres enfrascadas en la vida mundana y efímera. Sin duda aquella jovencita irradiaba un aura espiritual muy distinta a la de todos los presentes, y por un momento creyó entender los motivos por los que necesitaban llevarla a un lugar aislado de toda la contaminación de la ciudad. Luego de verla pasar, sacudió un poco la cabeza volviendo en sí.

- Si vosotros podéis proporcionar otra tienda de campaña sería estupendo. -Comentó para retornar a la conversación, aunque sabía muy bien que la presencia de la joven se había robado todo el protagonismo.- En cuanto a vuestras indicaciones sobre la seguridad las seguiré al pie de la letra. En cuanto al camino, espero que vosotros tengáis la misma disposición para conmigo. En cuanto al inventario, creo que en breve podré terminarlo con su Ilustrísima y os lo haré llegar esta misma tarde.

Tras eso se quedó en silencio, pensativa.

Notas de juego

Perdón por tardar tanto en contestar. Este fin de semana ocurrió una calamidad para mi... 

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26/08/2015, 23:58
Director

La hermana finalizó su Ave María, y el Gloria correspondiente, antes de contestar a Sir Rudolph. Lo hizo con mirada baja y actitud humilde, aunque su tono desmentía ambos pues era serio, fuerte y un poco cortante.

-"Ese es el nombre con que fue bautizada la novicia. Si elegirá otro al tomar los votos, lo desconozco."

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27/08/2015, 02:39
Sir Rudolph del Escudo Brillante

- Si, nos ocuparemos de la tienda y de la seguridad - contestó el joven caballero a Navief - Y sabemos que sois nuestra guía. No tendría sentido no seguir vuestras indicaciones... excepto que pretendáis que nos portemos como cobardes - no pudo menos que añadir, sabiendo que ni el ni su compañero serían capaces de traicionar su propio código

Ante la respuesta de la monja, Rudolph asintió, moviendo su cabeza arriba y abajo, agradeciendo la información - Gracias hermana. Su posible nuevo nombre depende de ella misma y no creo que seamos nosotros quienes debamos hablar del tema. Pero conocer su nombre actual nos permitirá comunicarnos durante el viaje - se explicó antes de mirar al desconocido durante unos segundos con curiosidad

- Sir Ulrich, creeis que ya debamos retirarnos? Debemos conseguir esa tienda y preparar nuestras cabalgaduras para las jornadas que se avecinan -

Notas de juego

Cita:

Perdón por tardar tanto en contestar. Este fin de semana ocurrió una calamidad para mi...

Sea lo que sea que no sea tan serio... y que te recuperes lo antes posible ;-)

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31/08/2015, 16:05
Sir Ulrich Ulfgart

Ulrich asintió a las palabras de Sir Rudolph. Tenían que volver, informar a Lord Vilhelm y preparar la salida de mañana. Además tenía que terminar de asimilar que la guía fuese una mujer. Algo a lo que ni por asomo estaba acostumbrado.

Con otra leve inclinación de cabeza dio por sentada su despedida y esperó a su compañero antes de salir del lugar.

Notas de juego

volví de vacaciones. Lamento los inconvenientes.

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31/08/2015, 19:00
Director

Los caballeros y la mujer ya se separaban, el Vicario abrió la puerta para que todos pudieran salir, dejando al hombre del bonete y la monja, cuando la puerta del obispo volvió a abrirse.

Denia apenas había estado dentro un par de minutos, tres a lo sumo. Salía con su gesto tranquilo y beatífico habitual, aunque con una carta sellada con el lacre del propio obispo en la mano, dado que no llevaba bolsos ni mochilas, tampoco tenía donde guardarla en ese momento

Notas de juego

Mientras no os vayáis (a vuestras escenas privadas) podéis hablar entre vosotros, incluiros los cinco hasta que alguien se aleje.

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01/09/2015, 02:58
Sir Rudolph del Escudo Brillante

Al ver como la iniciada sale del despacho del Obispo, el del escudo brillante se acerca y desenfunda su espada, la que eleva ante sus ojos, delante del escudo, mostrándole a la muchacha el pomo de la misma - Hemos sido comisionados para guiaros a vuestro destino - se explica - Y por la cruz de mi espada y la luz de mi escudo que os protegeremos de los peligros del camino con todos nuestras fuerzas - sentencia seguro de si mismo

- Os adelanto desde ahora que vuestra seguridad es nuestra misión por lo que no correreis ningún riesgo mientras me quede un hálito de vida -

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01/09/2015, 12:04
Denia

Sonrió al caballero de rubios cabellos -No dudo en que sois muy capaz Sir...- lo miro, pues no sabia su nombre -aunque espero que no tengáis que sacar esa esplendida espada más que para cortar leña y guarecernos- no le gustaban nada las armas, pero sabía que un caballero sin una, era como un leñador sin hacha, ella era más de dialogo.

Toqueteo con sus dedos la carta que tenia en la mano -Creo que esta carta es para vos, bueno, realmente es para los tres- dijo mirando a los demás y se la entrego.