Partida Rol por web

La sangre del pueblo

Entrando en la ciudad

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24/10/2007, 20:06
Arthedain

"¡Raen anca menel craban!*", resopló Arthedain por lo bajini mientras se incorporaba y seguía a los demás.

Notas de juego

* Intraducible (pero muy grosero)

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24/10/2007, 20:38
Mama Brigitte

¿Raen anca menel craban? ¡Guau Arthedain! teneis un gusto exquisito para canalizar vuestra ira. Tengo que reconocer que no conocía tales vocablos ...esstaré atenta a vuestro léxico que veo es variado, muy variado y rico. Siento deciros a los demás que no hay traducción posible al común.

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24/10/2007, 20:40
Silvania

Silvania simplemente espero a que todo el mundo se hubiese levantado para ir cerrando la comitiva. Del carro sólo extrajo una daga que guardó entre sus pechos.

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24/10/2007, 21:00
Bhain

Bueno, parece que por fin nos movemos, ya era hora. vayamos a ver a ese Gnomo- bhain salio tras sus compañeros

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25/10/2007, 11:17
Robin Khelor

Robin se levantó tras sus compañeros y les siguió fuera de la posada, no sin antes pasar por la barra y pagar lo que tocaba... Y una ligera propina para la simpática tabernera. Se parecía a aquella otra chica, Lilian. ¿O era Syrian? No se acordaba muy bien del nombre, pero el parecido era innegable.

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25/10/2007, 13:19
Mama Brigitte

Notas de juego

¿El clérigo lleva el bote? xD

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25/10/2007, 17:53
Gaius Shelzar

- Demonios ¡al fin! - suspiró mentalmente Gaius.

Nunca había tenido que discutir para llevar acabó sus planes con nadie, exclusivamente para costos e información. Durante los minutos de debate se había mantenido apoyado y expectante en una de las paredes cercanas escuchando atentamente a sus compañeros, sólo unos breves instantes había abandonado su posición con clara intención de dejar la posada y despejarse.

Cuando regreso se fijó que todo ya estaba acordado y al final respiro tranquilo, por fin empezarían a trabajar. Siguió hacia fuera del establecimiento a Rómulo con el que acababa de cruzarse hacia unos instantes cuando ni si quiera se había fijado en él. – Parece que también le crispan las retorcidas discusiones – pensó acertadamente el asesino.

Mientras avanzaba en pos del mediano se percató de que el grupo en general no le buscaba para votar a favor de un plan o de otro, como si no se dieran cuenta de su presencia. Aun así bien habían hecho caso de su consejo, refrescándoles anteriormente la memoria, ir a buscar el gnomo era la mejor opción con diferencia. No estaba ni mucho menos enfadado, a fin de cuentas todo esto le agradaba, no ser un punto visible ,tanto dentro del grupo como fuera, le otorgaba una posición beneficiosa.

- No te frustres mi pequeño amigo, no todo será tan aburrido en el transcurso de nuestra aventura, ahora empieza lo bueno – comentó amistosamente a su acompañante Rómulo que avanzaba justo delante de él.

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25/10/2007, 18:02
Gaius Shelzar

Cuando ha salido de la posada Gaius se ha dirigido a la carreta y se ha pertrechado con su armadura. Luego ha cogido unos de sus estoques y lo ha escondido a sus espaldas oculto bajo la oscura capa.

Gaius no piensa ni por un momento entrar en el “Laberinto” desarmado, es más le trae sin cuidado las normas que dicte el grupo. El dicta sus propias normas, forma parte de esta cuadrilla de aventureros no por devoción sino por conveniencia. Su vida es lo primero y así seguirá siendo, a menos que alguien ablande su duro corazón.

- Tiradas (1)

Tirada: 1d20+10
Motivo: Esconder
Resultado: 4+10=14

Notas de juego

Digo yo que tendré que hacer una tirada para esconder el arma ¿no?, porque la armadura va bien escondida debajo de mis ropas aparte de ser muy ligera.

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25/10/2007, 18:47
Rómulo

Las palabras del silencioso hombre que los acompañaban alegraron al mediano. Realmente, hasta el momento, la que suponía una enorme aventura, solo había sido una serie de discusiones - Si, eso espero - le contestó, mientras miraba a su alrededor tratando de descubrir entre la infinidad de cuerpos de la ciudad alguno que perteneciera a un guardia.

Un suave silbido que salía de sus labios era suficiente para evitar que Remo se alejara demasiado. El perro, alegre de estar cerca de su amo y sin que las alforjas parecieran molestarle en lo más mínimo, trotaba feliz, alrededor del grupo.

Sin embargo, lo que realmente le molestaba a Rómulo era caminar. Que poco acostumbrado que estaba. Su montura era demasiado cómoda y se daba cuenta, con desazón, que la mayoría de los que lo rodeaban, conocidos y desconocidos le superaban ampliamente en altura. Evidentemente, estar montado era una ventaja, pero si había problemas podría evitarlos, quizás, más facilmente yendo de a pie.

Tranquilo, con calma, sin perder de vista el entorno, el pequeño druida se encaminó hacia donde pensaba que encontraría la taberna que les habían dicho. - Espero no falte mucho - fue su único comentario - y que nadie nos detenga. Ni a nosotros, ni a Remo.

Notas de juego

Aclaro que "la queja" es de Rómulo, no mía. Me encantan las partidas interpretativas ;-)

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26/10/2007, 15:52
Director

Finalmente el grupo se encaminó hacia los barrios bajos de la ciudad, conocidos comunmente como la Ratonera, no sin antes dejarle al mozo de las cuadras un par de monedas de oro para que cuidase bien de los carros donde, después de todo, habían dejado sus armas.

Bhain recordaba haberse encontrado la primera vez con Medus en el Goblin Muerto, así que todos coincidieron en que era un lugar tan bueno como cualquier otro para empezar a buscar. Según el mapa que llevaba Mama Brigitte se encontraba a poco más de veinte minutos de distancia. Aunque el tiempo no era mucho sí que se hacía un tanto extraño una distancia tan larga en el interior de una ciudad, sobre todo teniendo en cuenta que el destino estaba relativamente cerca. Recorrer Predemia de una punta a otra podría bien llevarles un par de horas.

Por el camino el grupo se cruzó con alguna patrulla de guardias. Constataba lo que ya había visto Arthedain: patrullas mixtas, de ambos sexos, en las que había una curiosidad variedad de razas: humanos (la mayoría), elfos, enanos (escasos) e incluso un semiorco. Las patrullas miraban de vez en cuando hacia el nutrido grupo de aventureros pero, o bien por pensar que serían inofensivos sin sus armas o bien por decisión lógica de no meterse sin motivo con un grupo aparentemente mejor entrenado, ninguna de las patrullas les dio el alto.

De hecho llegaron al borde de la Ratonera sin que sucediera ningún incidente. Allí constataron otra curiosidad de Predemia: los barrios bajos eran realmente bajos. Situados en un pequeño valle en el interior de la ciudad la calle que descendía hacia ellos lo hacía por una amplia escalera. ¡Menos mal que no habían traído los carros, pues sería inútil intentar bajarlos por aquí!

Durante su paseo hacia la taberna del Goblin Muerto destacaban varias cosas. Las casas eran evidentemente de peor manufactura y muchas parecían semiabandonadas. En su camino no se toparon con ninguna patrulla de la guardia, pese a que en un trecho inferior en la zona 'normal' ya se habrían cruzado al menos con tres. Y por último la gran cantidad de mendigos que había por el lugar. Sin embargo ninguno de los mendigos se aproximaba para pedir una moneda, sino que más bien se mantenían discretamente alejados del grupo. A esas horas de la mañana poco más había por las calles.

De hecho una nueva decepción esperaba a los aventureros: las puertas del Goblin Muerto, así como las contras de sus ventanas, estaban cerradas a cal y canto. Un destartalado cartel que se mecía al viento y en el que se leía el nombre de la posada junto a lo que parecía una figura empalada parecía reirse de ellos con el chirrído de sus cadenas.

Un muchacho de unas doce primaveras, con aspecto de malandrín desaseado se acercó al grupo cuando vió que se detenía delante de la puerta de la posada.

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26/10/2007, 15:55
Drim el Flaco

- Hasta la hora de comer no creo que abra... Ayer tuvieron juerga y Codos no se levantará temprano,- el chico lucía una amplia sonrisa - pero yo les puedo llevar a otra taberna por solo una moneda de cobre... ¡Está abierta a todas horas! Me llaman Drim el Flaco y conozco muy bien estas callejuelas señores... les puedo guiar a donde quieran.

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26/10/2007, 16:02
Director

La sordidez de los barrios bajos no había cambiado en absoluto, pero Gaius notaba el ambiente más tenso, más espectante... Sabía que los mendigos eran los ojos y la boca de la Ratonera. No vivían tanto de mendigar como de informar... En algún lugar en el centro de la Ratonera, bajo tierra, se rumoreaba que se escondía el Pozo de los Mendigos, donde su jefe Kozo se encargaba de mantener el orden en el gremio. Un gremio tan temido y respetado como el propio gremio de ladrones o asesinos.

Su espada a la espalda le reconfortaba levemente. En estos lugares había más de una ocasión en el que el único idioma que podía entenderse era el del acero.

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26/10/2007, 16:11
Silvania

Silva se acercó por detrás al muchacho, tan silensiosa que éste dio un respingo cuando le habló casi al oído.

- Buscamos a Medus.

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26/10/2007, 16:24
Rómulo

El pequeño druida estaba cada vez más asombrado por el tamaño de la ciudad. El amontonamiento, la basura, los olores, todo le resultaba bastante desagradable. Sin embargo, era un mediano de palabra. Se había comprometido a ayudar a eliminar a esos muertos vivientes y pensaba hacerlo. Eso si, lo más rápido posible, para poder volver a la naturaleza que, después de solo un rato ya estaba extrañando.

- Con razón le dicen la ratonera - murmuró al ver el estado del lugar - Como hacen para vivir aquí? Aunque... - Tras pensar un poco se animó a plantear una idea - Esas casas. Parecen abandionadas. Quizás serían un buen escondite. No parece que, por aquí tengamos problemas con las armas. No parece haber patrullas - Una radiante sonrisa iluminó su rostro al expresar su idea, pero fue subitamente apagada al ver que el lugar al que se dirigían estaba cerrado.

La aparición del mozalbete lo sorprendió lo suficiente como para que su su congérnere se adelantara con la pregunta - Si, eso - agregó - a Medus el gnomo -

Remo, mientras tanto, al ver como su amo conversaba con el pequeño se acercó a olisquearlo mientras movía alegremente su rabo.

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26/10/2007, 18:46
Mama Brigitte

Para Mama Brigitte todo aquel lugar le era tan familiar que le hacía mantener una actitud serena. Estaba acostumbrada a moverse por sitios así. Miraba a los mendigos como algo que formaba parte natural del paisaje; aún así, la maga caminaba balanceando los brazos y al pasar sus dedos pulgares cerca de ambos muslos, sentía los mangos de las dagas, sabedora que si fuera necesario, debía ser rápida en desenfundarlas. No sería la primera vez que su filo probara la sangre del cuello de algún incauto que en barrios como aquel, osaron echarle mano al saquete de monedas.
Al ver la posada cerrada, no le extrañó pues imaginaba que antros como aquel no servían desayunos y que sus puertas no suelen estar abiertas hasta bien oculto el sol. La voz del muchacho le hizo regresar de sus pensamientos; lo miró de arriba a abajo esperando una contestación a las preguntas de sus compañeros.

Notas de juego

Observo la indumentaria del muchacho y su piel, por si lleva algún tipo de tatuaje o algún distintivo que me diga algo o me pueda sonar de algo o me resulte extraño.

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26/10/2007, 20:59
Arthedain

Mientras los demás hablaban con el muchacho, Arthedain se iba fijando en los detalles del terreno recorrido, pero no en términos de riqueza o pobreza, sino en aplicaciones puramente militares. Aquel callejón era un buen lugar para tendre una emboscada; aquella casa dominaba un cruce de calles; aquella buhardilla proporcionaba un excelente puesto de observación; aquella pared en mal estado se podía derrumbar fácilmente en caso de retirada, permitiendo ganar tiempo...

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27/10/2007, 10:38
Drim el Flaco

El niño sonrió ampliamente ante la mención del nombre de Medus:

- Medus el gnomo. ¡Yo lo conozco! - su rostró se tornó repentinamente perspicaz, nada acorde con su edad, mientras miraba con más atención al grupo: - ¿Para qué lo buscáis? ¿Sois amigos suyos?

Los ojos de Mama Briggite escrutaban la fisionomía del infante buscando alguna marca distintiva, pero no encontraron nada. El niño era aún muy pequeño como para lucir tatuajes y si en su indumentaria hubiese algún marcador de pertenecencia no era visible para la maga.

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27/10/2007, 13:34
Silvania

- Exactamente... sus amigos.

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27/10/2007, 14:44
Bhain

La Ratonera, asi es como conocia Bhain a esta zona de la ciudad, apesar de las caras de desagrado que estaban poniendo algnos d esus compañeros para el esto era su hogar. Ladrones, prostitutas, asesinos... lo peor de la ciudad, pero para el se movia bien en este sitio. Bhain dio un vistazo a su alrededor y le parecio que la cosa no habia cambiado mucho desde la ultima vez que habia estado aqui. Observo el cartel de madera que colgaba encima de la puerta El Goblin Muerto Bhain observo al muchacho -Dile que un viejo amigo quiere verle

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27/10/2007, 15:01
Drim el Flaco

El niño balanceaba su peso de un pie a otro mientras examinaba todavía a los aventureros:

- Se lo diré... ¿Qué amigo? - preguntó al enano - ¡Y os costará dos monedas de cobre, nobles señores! Yo le llevaré el mensaje y si desea veros volveré a informaros.