Partida Rol por web

Al pasar el mediano por su lado, Mama le contestó en tono casi susurrante -No sé dónde está exactamente ni a cuantos piesss, sólo sé que está ahí, lo intuyo, noto su fuerza y mirada escrutándonos desde ahí.

¿Un solo muerto viviente? Aquello le pareció a Robin una bendición caída del cielo y, con paso confiado, se decidió a avanzar.

- Estad tranquilos, si se trata de un muerto viviente, a no ser que sea extraordinariamente poderoso, creo que lograré hacerlo huir. Avanzad sin miedo, pues Random nos protege, compañeros.

Robin avanzó hasta llegar al lado del mediano, al que trató de animar con una sonrisa.

- Tranquilo Rómulo, si pocas mujeres son capaces de resistir mi encantadora sonrisa, aún menos numerosos son los no-muertos que pueden contemplar el brillo del poder de Random sin emprender la huida. Avancemos sin temor.

Por primera vez desde que un peligro les acechaba, Mosest no hizo el amago de palparse la cintura. En su aprendizaje le habían hablado de aquellos horribles seres que desafiaban a la vida misma y por lo tanto a Gloranai, su diosa. Sabía que para luchar contra ellos no necesitaba armas. Sacando de su pecho el símbolo sagrado de la diosa que lleva colgado al pecho, avanzó hasta ponerse a la altura de Robin, a quién le dijo sin dejar de mirar al frente:

- Sigo sin entender que un dios permita a sus servidores hacer uso del tabaco, la bebida y las mujeres sin medida, pero si su poder nos ayuda tanto como el de Gloranai, bienvenido sea. Avancemos pues.

- Clérigos y muertos vivientes – pensó sonriente Gaius mientras veía como se adelantaban Robin y Mosest – como el ratón y el gato -.

Aun con las palabras confiadas de la nigromante respecto al número y poder de la criatura, el asesino no se confió y desenvaino su cimitarra, echando de menos a su arma gemela que debía descansar en un carro en lo que ya parecía la lejanía. Se acercó a su compañero Rómulo, que como el parecía algo escéptico, esperando la reacción de los religiosos.

La experiencia le había enseñado que nunca debía fiarse de nadie pero en especial de criaturas mágicas, y creía que a los muertos vivientes se les podía encuadrar en ese grupo. Un recuerdo de un consejo hizo presencia en su mente, no estaba muy seguro de que fuera cierto pero decidió compartirlo con el resto.

- Si esa criatura intenta morderos evitarlo a cualquier precio – aconsejo el humano – creo recordar que pueden transmitir horribles enfermedades -

Mosest, a falta de su espada, blandió el cetro solar y golpeándolo contra una pared iluminó su avance y el de Robin. Éste último, con un silbido confiado, sacó el Alyan y acarició como tantas otras veces su superficie. El poder de su dios lo reconfortaba y lo llenaba de valor. ¡Muertos vivientes! Por fin algo de lo que se podía hacer cargo fácilmente.

Tras los dos adalides del bien esperaban espectantes Rómulo, montado en su fiel Remo, y Gaius que jugueteaba con su cimitarra. No es que no se fiara de los heraldos de los dioses, pero visto que últimamente cada uno fallaba de forma trágica en sus papeles (ladrones cayendo por precipicios, enanos ciegos en la oscuridad...) no era su intención dejar nada a la confianza del azar.

Repentinamente un grito de alarma del mediano alertó a Robin y Mosests:

- ¡CUIDADO! ¡EN EL TECHO!

Efectivamente. Mientras los aventureros se afanaban en encontrar el rastro de la criatura a ras de suelo el monstruo se deslizaba por el techo como la parodia de una enorme araña. Era una criatura antropomórfica, aunque sus largos brazos parecían más insectoides que de bípedo. Su cuello era largo y extraño, finalizando en una horrible cabeza que tenía los rasgos atormentados de un anciano, pero cuyos ojos saltones se parecían más a los de una especie de insecto. Su mera visión era una repulsa para la vida y el orden natural.

Sin poder reprimir un sobresalto Robin alzó su alyan enfrentándolo al rostro desesperado del monstruo, que casi había alcanzado su posición en el techo.

- ¡Por el poder de la Luz y Vida de Random! ¡Retrocede monstruosidad!

El alyan parecía brillar con una tenue luz propia mientras el clérigo lo alzaba. Tal fue el resplandor que la criatura estalló en mil pedazos sobre la cabeza de Robin y Mosest, bañándolos en un inmundo combinado de carne putrefacta, vísceras malolientes y sangre reseca...

La aparición del engendro por los techos y la rápida reacción del clerigo preocupó y alivio, en simultáneo, al druida. Por un lado, si los bichos venían por el techo no podría atacarlos con su perro, como tenía pensado hacer, por otro, estaba claro que el poder del clérigo era mucho mayor de lo que el había supuesto.

- Bien hecho - lo felicitó antes de dirigirse a la nigromante - Mama, detectas algo más - preguntó mientras seguía mirando a su alrededor, buscando algún otro de esos infectos seres tanto con los ojos como con los oidos.

Arthedain miró con un gesto de repugnancia a los restos del muerto viviente y, de repente, una sonrisa asomó a sus labios.

"Amigos, bien podemos decir que ese bicho os ha dejado bien moqueados"**

-Suerte que e sel sitio seguro, por que armados como vamos y visto que este sitio esta mas poblado que las catacumbas de Ark at mun donde estuvimos una semana luchando con esos zombis de las narices -Bhain suspira, mira a sus compañeros -Bueno habra que seguir avanzando, sera mejor que sigamos atentos

- Vaya... ¡MIERDA! -gritó Silvania- ¡JODER!

-No Rómulo, no detecté nada másss -contestó la maga a la pregunta del mediano. Su rostro aún miraba estupefacta la techumbre como sorprendida ante la eficacia de sus nuevos compañeros.

Robin sacó un pañuelo y empezó a limpiarse con cara de asco, pero lo único que consiguió fue cubrir de restos putrefactos su pañuelo y mejorar en muy poco su imagen.

- Gracias, Random, por la rápida y "explosiva" eficacia de tu intervención.

"Dioses", pensó. "No saben lo que es la moderación".

"Que asco. Los bardos que narraban las historias nunca hablaron de mugre y vísceras encima de los héroes..." pensó Mosest con una mueca de desagrado. Había comprobado que la fe de Robin era poderosa a pesar de esos vicios de los que gozaba. ¿Por qué en su culto eran tan restrictivos entonces?.

Embarcado en esos pensamientos, continuó adelante mientras intentaba quitarse los restos de aquel bicho de encima.

El grupo continuó por el pasillo. Esta zona del subsuelo difería de las otras, ya que la mampostería de las paredes ya no era lisa y monótona, sino que estaba formada por un sinfin de trazados circulares en la piedra que no parecían tener otro sentido más que el ornamental. Bien cierto era que si se mantenía demasiado tiempo la vista fija en uno de los trazos provocaba una extraña sensación de mareo. ¿Quienes o qué habían construído aquel extraño submundo bajo la ciudad?

Gaius volvió a adelantarse para atender cualquier posibilidad de una nueva trampa. El pasillo, todos lo notaban, comenzaba a descender nuevamente. No hubo novedades hasta que los aventureros desembocaron en una amplia sala circular, de unos seis metros de radio, cuyo techo acababa en una cúpula de piedra a escasos tres metros de altura. La sala era realmente un cruce de caminos, para desesperación de los aventureros, y había túneles que horadaban la tierra en las cuatro direcciones, todos de forma que parecían descender aún más.

En el centro de la sala había una amplia fuente de piedra que ocupaba una circunferencia de unos tres metros de diámetro. En su interior manaba de forma continua a través de una boca central un extraño y viscoso líquido de color gris, que formaba una asquerosa masa gelatinosa en la superficie de la fuente.

¿Donde infiernos estaban?

-Nos encontramos denuevo delante de un dilema ¿ que camino hemos de seguir ? y a etsa pregunta le pueden seguir varias mas ¿ hemos seguido el camino correcto ? ¿ nos han enviado a una trampa ? NO se vosotros pero yo creo que debemos seguir haciendo caso de las indicaciones que nos dieron, ahora debemos estar cerca de la salida y el proximo camino que hemos de seguir es el de la izquierda. De todas formas creo que a estas alturas no nos queda mas remedio que seguir las indicaciones, ya estamos metidos en este laberinto y tratar de salire de el sin indicaciones puede ser algo costoso

El mediano, deteniendo a Remo antes de acercarse a la fuente, asimtió - Si, supongo que izquierda es lo mejor. Aunque... esa fuente? alguien sabe que es eso? - preguntó.

Meneando la cabeza aferró sus armas con más fuerza - Me da mala espina -