Partida Rol por web

El paladín empujó la puerta ante la espectante mirada de sus compañeros. ¿Acaso las aventuras heroicas se reducían a eso? ¿A empujar una puerta? Mosest casi estaba esperanzado de encontrar un monstruo al otro lado, quizás un muerto viviente... Pero nuevamente se vio defraudado. Solo unas escaleras ascendentes. Unas escaleras de piedra húmedas y malolientes.

-Bueno si recordamos ls palabras de " nuestro amigo" decia que subieramos por la segunda escalera y no otra, aqui veo estas, peor no veo ninguna mas

- Si, cierto, la segunda escalera, pero cada vez le creo menos a ese gnomo. Por lo menos esto sube - acotó el mediano, mientras hacía avanzar a su montura y verificaba que no hubiera ningún pasillo al lado de la escalera, ayudado por su, ahora iluminada, cimitarra .

- Y parece que muchas alternativas no tenemos, no? - terminó mientras miraba a su alrededor con curiosidad.

Mamá miró la humedad de la escalera e intentó retener el olor que desprendían ¿Se parecía el olor al desprendido por las aguas que acababan de dejar atrás? Quería recordar si dichos olores formaban parte de deshechos de algún componente para creación de muertos vivientes. Si el olor de la escalera se parecía al de las aguas fecales del puente, era posible que no estubieran dirigiendose precisamente a una salida. -¿Las bocas de los lobos huelen así? -preguntó una vez más la maga al resto del grupo con ese cinismo que le caracterizaba y que no encumbraba los ánimos precisamente.

- Subamos ya por esa maldita escalera! Cuanto más protegido y embarrado esté el camino, más probable es que nos acerquemos a nuestro objetivo... Y empiezo a estar ligeramente harto de este subterraneo.

Todos los obstáculos que se habían cruzado en el camino de la expedición habían resultado ser más bien leves molestias que mortales enemigos; nada de lo que el habilidoso Gaius no pudiera protegerles. Robin empezaba a necesitar un enemigo con una cara concreta a la que pegarle un puñetazo...

- Tengo ganas de salir de aquí, esta oscuridad no es buena para mí, necesito aire...

El mediano se esforzaba por encontrar algún pasadizo oculto, algo, alguna señal... Solo las escaleras ascendentes y el olor que a todos recordaba claramente a unas letrinas sin limpiar y recién utilizadas... Nada que Mama distinguiese especialmente como parte de un conjuro...

Maldito cabron, tendre que enseñarle a ese a hablar y a explicarse mejor - El enano iba refumfuñando por lo bajo y pateando el suelo con sus gruesas botas. - Al final daremos con la salida, ante sestabamos a unos seis metros por debajo del suelo, y ahora estamos ascendiendo asi que ....

- Supongo que solo queda subir - comentó el mediano desesperanzado ante su falta de éxito - y esperar que lo que haya arriba no sea demasiado.. eh... malo - terminó, mientras se hacía a un lado y se preparaba a tomar su posición a la retaguardia.

Cita:

"Que así sea", entonó Arthedain, que cerraba marcha para prevenir sorpresas. "Tengo tantas ganas de respirar aire libre que me da lo mismo con quién haya que pegarse para llegar hasta el exterior."

- Si, salgamos de aquí cuanto antes. Tengo que limpiarme cuanto antes toda esta mugre que llevo encima...

- Ascendamos pues - espetó desilusionado el asesino - rezar a vuestros dioses para que en la cumbre de esta escalera encontremos una salida -. Las palabras de Gaius estaban cargadas de pesimismo como si no creyera en ellas. Aunque tenía un ego enorme sabía que su suerte con las trampas no duraría para siempre, y si se mantenían mucho tiempo en aquellos subterráneos no tardaría mucho en tener que volver a arriesgar su vida.

Bhain abrió el paso del grupo hacia lo alto de las escaleras. El enano avanzaba esperanzado porque, según sus cálculos, estaban solo a unos pasos de alcanzar el exterior. Tras él Gaius lo seguía con gesto fúnebre, como era habitual.

Las escaleras ascendieron unos metros antes de finalizar en una pared. Una sólida pared plana. ¿O quizás no tan sólida? Gaius se adelantó unos pasos por delante del enano, que empezaba a refunfuñar, y palpó la superficie. Nuevamente un truco. Su mano atravesó la pared con cierta facilidad. Una pared mágica. Los ojos del ladrón revisaron la superficie ilusioria. ¿Acaso estaba sin protección? Desde luego nada parecía presagiar ningún daño. Aguantando la respiración Gaius asomó la cabeza a través de la pared fantasmal.

¡Las alcantarillas! Aquel pasadizo los conducía de vuelta a las alcantarillas de Predemia. No estaban todavía en el exterior pero al menos el ladrón pudo ver un haz de luz a unos cien metros por delante. La luz que entraba desde una reja situada en el techo del túnel semiinundado del sumidero al que acababan de desembocar. Mientras el resto del grupo avanzaba sorprendido tras él fueron aproximándose a la promesa de libertad.

Situados bajo la reja podían ver la luz del sol predemse. Una escalera de mano, de metal, prometía una sencilla ascensión hacia el aire libre. Los ojos de Gaius la examinaron lentamente. Nuevamente parecía estar libre de trampas, y la reja superior carecía de cierre alguno. Era tan sencillo como ascender hasta la calle en la que desembocase aquella reja.

Remo emitió un triste gemido que casi parecía humano. Para un mastín subir por unas escaleras de mano era una tarea harto difícil. El túnel continuaba unos metros antes de desembocar en un cruce...

"Rómulo: ¿cuánto pesa tu perro?", preguntó Arthedain.

"Prefiero cargármelo a hombros a seguir recorriendo alcantarillas, subterráneos o lo que sea."

- No es "un perro", es... - comenzó a contestar el mediano sin embargo finalmente cayo en la cuenta que el elfo solo quería ayudar - ... mi compañero - terminó con mejor tono - Y en cuanto al peso, realmente no lo se, nunca tuve que levantarlo... Aunque quizás hoy sea la primera vez -

Mientras miraba hacia arriba, el druida acarició a su inteligente animal - No te preocupes, ya nos arreglaremos y sino seguiremos por ese tunel... aunque no me guste demasiado -

Con todo, pese a los nervios el mediano aclaró - Yo también quisiera salir, pero... no nos conviene tratar de llegar más cerca de la posada? Quizás podamos encontrar un camino, por este asqueroso lugar, entre la posada y nuestro destino que es... que es... -

El mediano no tenía muy claro cual era el objetivo. Sabía que quería salir de allí, pero una vez afuera, que harían?

Mientras Mama Briggite dejaba una muesca junto a la pared ilusoria Arthedain observó el enorme mastín... Sería tan pesado como un hombre y quizás un poco más complicado de agarrar...