Partida Rol por web

Silvania simplemente hizo lo que hacían los demás, y rápidamente se introdujo en aquella casa abandonada. Una vez dentro, una flecha reposó sobre la cuerda ligeramente tensada, lista para ser disparada en un segundo si era necesario.

Todos se reunieron en el decrépito hall de la casa. Al ver que la maga no entraba cerraron la puerta tras de sí.

Finalmente aparecieron por una de las calles dos guardias. Iban embutidos en cotas de cuero y portaban las mazas reglamentarias. Al ver el cuerpo de su 'compañero' se aproximaron con cierta cautela, sin dejar de mirar a su alrededor. Sólo cuando estuvieron a su altura el más joven de los dos - un mozalbete de unos veinte años a lo sumo - se dio cuenta de que el guardia derribado seguía vivo:

- ¡Compañero!- dijo examinando la herida - ¿Qué ha sucedido?

El otro guardia desenfundó su maza mientras miraba nerviosamente alrededor.

No podía evitar estar preocupado por ella, sabía que era una  tontería. Mama había demostrado que sabía lo que se hacía.  Bhain se giro hacia sus compañeros , intentó disimular su preocupación desenbarazandose de su escudo, el cual apoyó contra la pared .

-Habrá que empezar a pensar en que hacemos luego de que Mama se saque de encima a esos tipos.-Mientras hablaba sus dedos tamborileaban  sobre el mango de su hacha.
Bhain giro la cabeza hacia la puerta cerrada, la cual le separaba de Mama y de los guardias.- Quizás debería echar un vistazo por una rendija para asegurarme de que todo va bien.- Susurró sin demasiada convicción, no muy seguro de si era la razón u otra causa la que le había hecho hablar así.

Necesitaremos movernos lo antes posible…- Dijo a sus compañeros en un susurro

- Pues antes de movernos deberíamos descansar... era lo que queríamos hacer cuando esas sombras nos sorprendieron - el mediano contradijo al enano casi sin darse cuenta - Pero si, deberíamos asegurarnos que la maga no tenga problemas -

Con cara de héroe legendario, aparto con firmeza las manos del joven y con voz profunda de guerrero curtido en mil batallas, le dijo al joven patrullero: -¡Aahsss! -se quejó levemente Mama-soldado guiñando un ojo y alzando levemente la parte superior izquierda del labio, como aquel que no quiere mostrar su verdadero dolor pues entiende que la muestra de debilidad es muestra a su vez de falta de honor -Tranquilo "mouchachou", sólo es un rasguño sin importancia... me sorprendieron... acudí aquí inmediatamente cuando comenzaron los temblores... desde aquella esquina (dijo señalando una calle completamente opuesta al callejón donde se habían escondido sus amigos)...no pude identificarles...sus sombras desaparecieron tan rápido como el virote que ahora descansa en mi pierna.

Arthedain busca un rincón en el que acomodarse y reemprender así el interrumpido descanso.

"Avisadme si hay que salir a dar palos", afirma con voz cansada.

Los dos guardias todavían parece pensárselo un momento cuando Mama señala el callejón. El mayor afirma dudoso:

- Quizás deberíamos acompañarte a la enfermería...

Pero ante la mirada firme que le dedica Mama-Soldado no puede más que, a regañadientes, intentar no quedar como un cobarde ante el muchacho que parece dispuesto a salir hacia el oscuro y nada apetecible callejón oscuro.

- Está bien...- dice casi resignado - Supongo que podrás llegar solo al cuartel...

Dicho lo cual va tras el muchacho. Es evidente que no tiene pensado correr, pero al menos Mama ha conseguido su objetivo: ambos se alejan.

Por un momento Mama se dirige casi cojeando hacia la puerta hasta que se percata de que su herida es totalmente fingida. Sin poder reprimir una sonrisa llama a la puerta...

A las palabras de Arthedain responde una llamada en la puerta. Mosest se aproxima y, antes de que nadie pueda impedirlo, la abre servicial. Al otro lado está Mama todavía disfrazada como un guardia herido. Los demás echan un vistazo inquieto a la calle pero nadie más aguarda en la noche...

-Creo que de momento los guardias no nos molestarán; les he mandado en otro sentido en busca de unos supuestos atacantes. Aún así, permaneceré con el disfraz hasta que se pase el efecto del conjuro... por si lass mossscas. Si os parece bien, haré la primera guardia y luego me pondré a estudiar los conjuros que debo tener preparados para mañana.

- Bien hecho! - Rómulo estuvo a punto de palmear al "guardia" en su cintura (el sitio donde se lo permitía su altura) aunque finalmente se detuvo, sin saber como se lo tomaría la maga que no lo parecía.

- Bien, entonces, Mama la primer guardia. Yo me encargo de la segunda - aclaró servicial - Todos necesitamos descansar y, en la mañana, decidimos como seguimos... se me ocurre que hay un gnomo que debemos visitar para aclarar las cosas - acotó como al pasar - nos debe algunas explicaciones -

- Supongo que el enano hará también la primera guardia, haré la última.

Si, yo hare la primera guarida junto con mama. –Dijo a modo confirmatorio a lo dicho por silvania.  Giro la cabeza para mirar a Mama  y a pesar de saber que le será más útil que mantuviera la forma de Mama-Soldado, deseó que se le pasara el efecto.
Si, creo que ese Gnomo nos debe una explicación, pero no debemos olvidar que debemos informar en el campamento sobre lo que hemos descubierto,  lo que sabemos es demasiado importante como para que la información llegara a perderse.- Su contestación sonó un poco  pesimista, pero se adaptaba  a la realidad, estaban en una ciudad peligrosa y de bien seguro que ya los estaban buscando

- Estoy de acuerdo, en el fondo hay que reconocer que hemos tenido suerte a la hora de salir de esa maldita tumba. Antes de volver a entrar creo que sería recomendable ir al campamento a informar, y volver a hablar con el gnomo.

La cara del soldado se puso roja de furia, los músculos se le tensaron, los ojos se le inyectaron en sangre y con la vena marcada en el cuello... pero con la voz chillona y estridente de la maga...interrumpió gritando -¡Eso JAMÁSSSS! ¡Os recuerdo que mi mentora sigue ahí dentro en peliiiigro... más aún ahora tras los temblores!
El virote clavado en su muslo desapareció de golpe para transformarse en su murciélago que se soltó de la pierna de Mama-soldado y comenzó a revolotear en círculos en torno al enano y la mediana emitiendo su característico chillido como si recriminara a los dos héroes por sus desafortunados comentarios.

- Tranquila, muj... eh... tranquila - estaba claro que Rómulo no sabía como tratar a la "transformista" - Iremos por ella, pero no creo que podamos volver a entrar allí. Debe haber otro acceso... y supongo que ese gnomo que nos envió a una trampa lo debe conocer. No tengo dudas que, con Remo olfateándole la cara querrá ser más sincero con nosotros. De hecho, aunque aún el no lo sepa, creo que nos deberá acompañar... atado y amordazado, pero si nos lleva a otra trampa será el primero en caer - dejó caer su plan con una sonrisa.

El mediano miró a los presentes y finalmente dió su opinión - Pero si, es cierto que deberíamos avisar al campamento... quizás uno de nosotros debería ocuparse de eso mientras el resto va por el gnomo... No creen?. Será una misión complicada. Hay que salir de aquí sin llamar la atención y transmitir todo lo que averiguamos. No se si alguien se animará a hacerlo en solitario... -

Cita:

Desde su rincón, Arthedain habla sin alzar la voz, ni siquiera molestarse a abrir los ojos. "Vamos, Rómulo, piensa un poco. Para eso se han inventado los conjuros como mensajero animal."

Las palabras del elfo sorprendieron al pequeño mediano mientras se preparaba para descansar, jugueteando con sus mascotas. El druida escuchó la sugerencia y no pudo menos que asentir - Si, es cierto... solo que no he solicitado a mi diosa el poder de hacer algo así el día de hoy... lo podría hacer en la mañana... pero es un poder poderoso. Si lo hiciera no podría hacer nada de poder equivalente -

Tras pensarlo un momento añadió - Si no hay voluntarios, rezaré en la mañana para resolver de esa forma la comunicación. Seguramente un paloma pueda llevar el mensaje sin problemas... solo espero que nadie la cace en el camino -

- También mi señora está secuestrada por esa chusma -aclaró  la mediana sin levantar la voz- No hablo de huir, sino que esa información sobre la fiebre y la forma en que se transmite puede ser crucial para la guerra. Debemos advertirlo a nuestros aliados, el riesgo de morir es alto, y ya es suficiente con que represnte el fracaso de nuestra misión y la pérdida de nuestras vidas, como para que además represente el fracaso en esta guerra.

Ni una modulación en la voz desveló sentimiento alguno en Silvania, sólo exponía un argumento lógico.