Partida Rol por web

Estrecho la mano de Angela y la de Emmott sucesivamente.

- No podía faltar, no me lo hubiera perdonado por nada del mundo. Ya sabes cuan querido era tu padre para mí. Me ayudo mucho en su momento.

Echo un vistazo a mi alrededor mientras comento en voz baja:

- Me duele no ver a más gente despidiéndose de él, era un buen hombre y un gran profesor. Aún no me puedo creer que haya sido todo tan repentino.

Visiblemente afectado como no podía ser de otra manera - gracias Harper, sé que lo sientes. Eras uno de los profesores más queridos por mi padre y uno de sus mejores estudiantes de Psicología, siempre lo decía - comienza a rebuscar en su bolsillo - siento que no nos podamos quedar a charlar contigo Harper- no parece hacer caso a Konrad, aunque tampoco han sido presentados formalmente -¡mira el día que hace! tenemos mucho que hacer como podrás figurarte - saca una tarjeta de su bolsillo - toma mi tarjeta, llámame o ven a verme cuando quieras - vuelve a tender la mano a Harper - espero tus noticias.

Se despide con un gesto, sin tender la mano esta vez y se limita a decir - ya sabe donde estoy Señor Wells, estaré en casa de Philip una temporada - camina hasta un coche no a muchos metros sin mirar atrás.

Los asistentes dieron muestras de no querer permanecer en aquel lugar demasiado tiempo, bien por lo doloroso de la ceremonia o simplemente por que el tiempo no acompañaba de manera especialmente amable. En cualquier caso tenía que actuar rápido si no quería que mi presencia terminara resultando inútil.

No interrumpí a la señora ni a su acompañante, dejando que sus conversaciones fluyeran sin obstáculo alguno con otro de los asistentes, en lugar de eso me centraría en el doctor Douglas Walters, quien podría informarme me la extraña enfermedad acaecida en el difunto.

-Doctor Walters... –Me acercaría de forma afable, guardando también toda formalidad y educación oportunas en ese tipo de actos públicos.

-Soy el detective Michael Hall... lamento lo sucedido. – Desconocía si se acordaba de mí, en cualquier caso, le tendí la mano a modo de presentación y solidaridad.

-Me gustaría hablar con usted a cerca de la causa de la muerte. - Podía suponerse que me interesaban los detalles referentes a si la enfermedad o la muerte mostraban algo extraño o peculiar o si por el contrario lo encontraba, como médico, todo en orden.

Mientras esperaba su respuesta me vi alertado por el ruido de un motor, parece que no tendría oportunidad de conversar con la señora para aclarar mis dudas, en todo caso y dada la evidente complicidad que habían mostrado con el tal Welles, tendría que hablar con él en cuanto me fuera posible.

Michael se aleja del corrillo en el que Emmott, Harper y Konrad están y se acerca al doctor Walters que camina hacia su auto a unos metros del corrillo.

Inclina la cabeza respetuosamente

- Encantado de saludarle Señor Hall, ahora no dispongo de mucho tiempo pues he de atender mi consulta. Estaré encantado de charlar con usted pero ya le digo que no revelaré datos médicos confidenciales.- dice prudentemente.

-Lo comprendo... – No pretendía que se ausentara de sus obligaciones, pero entre ellas se encontraría también colaborar con mi investigación y por sus palabras pude suponer una ligera desconfianza en forma de advertencia.

Fruncí ligeramente el ceño, podía suponer que no me lo había tomado demasiado bien, sin embargo, optaría por encontrar algo de paciencia entre los restos de mis virtudes. No me gustaba sacar conclusiones precipitadas pues pocas veces resultaban ser acertadas...

-En ese caso, ¿cuándo y dónde podríamos vernos? – Podía acudir a su consulta en cualquier momento, pero no dispondría de una situación muy diferente a la actual si el doctor no me había citado con anterioridad, éste era el momento de que lo hiciera.

Mira su reloj  - pues esta mañana la tengo completa, pero si gusta venga a verme a primera hora de la tarde a eso de las... 15:00 , con mucho gusto le atenderé y ahora si me disculpa... - el hombre se despide con un gesto de la cabeza dando por terminada la conversación y camina hasta su coche, entrando dentro.

Parece que este hombre no está en absoluto dispuesto a colaborar con un detective, es uno de esos hombres (o al menos lo parece) que sólo consideran autoridad a la policía propiamente dicha, esos que reniegan de los investigadores privados. Has conocido bastante de esta calaña.

El tipo que estaba junto a vosotros con aires de interesante se acerca al doctor y tras intercambiar varias frases, aquél se aleja del tipo y se mete en su coche.

Como si recordara algo súbitamente me vuelvo hacia Konrad a la vez que estrecho la mano de Emmott.

- Disculpa Emmott, he sido un maleduado. Este hombre que me acompaña es Konrad Summers un amigo que ha venido a acompañarme en la despedida de tu padre.

Tiende la mano a Konrad antes de irse - un placer señor Summers, gracias por venir - luego se gira de nuevo a Welles - bueno ya sabes dónde encontrarme. Hasta pronto.

Lees la tarjeta que te acaba de dar Emmott:

Visiblemente sorprendido le muestro discretamente la tarjeta a Konrad y en voz baja le pregunto:

- ¿Qué diablos es esto?¿te suena de algo?

Konrad miró la tarjeta que el hijo del fallecido le había dado a Welles

- Bueno, parece que tienen en estima. Quizás solo sea una mera formalidad, o quizás tengan algo interesante que contarte.

Viendo que la lluvia empezaba a chorrearle por el ala del sombrero, decidió que era hora de largarse

- ¿Y si vamos a comer algo y mientras tanto hablamos de este pequeño asunto?

En la tarjeta que te tiende Harper pone lo siguiente:

Anoté la hora de la cita en mi bloc antes de continuar, sin embargo no tenía un buen presentimiento del doctor y no depositaba demasiadas esperanzas en que su actitud cambiara... ¿Pero se trataba simplemente de un recelo especial hacia los detectives o en realidad tenía algo que ocultar? Aun no sabría responderlo.

Suponiendo que alguien de su posición, cercana a la ley y su correcto cumplimiento, no pusiera impedimento en una investigación avancé esta vez hasta la ubicación del juez Braddock, con la esperanza de que en esta ocasión pudiera tener mayor éxito.

-Buenos días Braddock – Saludé nuevamente de forma oportuna y protocolaria. No podía evitar que la presencia de aquel tipo me impusiera algo de respeto.

-Soy Michael Hall y estoy al cargo de la investigación de la muerte de Baxter... – expuse sin mayor pomposidad, no pretendía alardear, menos en un lugar como este y ante alguien como él.

-Me gustaría contar con su colaboración. – No fui demasiado detallista, pero entendía que alguien de su prestigioso cargo no necesitaba demasiadas explicaciones para saber lo que realmente necesitaba de él.

Las palabras de Konrad hicieron que volviera a notar el vacío de mi estómago. Tocándome ligeramente la barriga pienso en mi dieta.

- Es hora de comer, tienes razón. Apenas he probado bocado en las últimas veinticuatro horas.

Me guardo la tarjeta en la cartera y medito sobre lo acontecido en el entierro mientras nos dirigimos al restaurante.

- Perfecto. ¿Alguna sugerencia en particular? Tengo el coche aquí mismo

El coche de Konrad es un lujoso Mercedes; lo compró de segunda mano a un ex-millonario arruinado, pero aún así le costó una buena cifra. Pero merecía la pena; el coche era impresionante y funcionaba de maravilla.

Mirando el reloj y al hombre que tiene a su lado

- Sé quién es usted señor Hall, le conozco de oídas. ¿No le van muy bien las cosas eh? debería haber ingresado en la policía... eso sí que es un buen trabajo. Y seguro si me permite que se lo diga, detective... yendo de aquí para allá... bueno en fin. Mire, tengo que llevar al Profesor Wilson* a la estación para que no pierda el tren- señala al hombre que está a su lado -  Y ya sabe que los jueces no tenemos por costumbre colaborar con ustedes, para eso precisamente está la policía - hace un gesto a Wilson y al hombre que tiene a su otro lado para que le sigan y los tres juntos caminan hacia la hilera de coches aparcados.

- Vayamos a un sitio tranquilo, no tengo ganas de bullicio, no estoy de humor.

A pesar de mi estado no puedo evitar esbozar una sonrisa al montarme en el asiento del copiloto del coche. Es tan cómodo este coche. No dejo de mirar la tarjeta durante el viaje, sobre todo el nombre tapado.

- ¿No te suena de nada Edward O'Donnell? ¿por qué estará su nombre tachado?