Partida Rol por web

La Semilla de Azathoth

4. Garrison, Montana

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11/04/2013, 11:24
Director

El Lunes 15 de Mayo los cuatro hombres toman el tren de la Northern Pacific en Providence, tienen que hacer transbordo en Cleveland, Toledo y Gary para llegar cinco días después a Helena.

El viernes 19 de Mayo a última hora poco después de la cena se apean de la estación de Helena, descargan su equipaje y buscan un lugar para alquilar caballos, pero como la noche se les echa encima, deciden descansar allí y partir a primera hora a caballo hasta Garrison.

El Sábado 20 salen hacia Garrison, pero al no estar acostumbrados a montar a caballo no les queda más remedio que volver a Helena y contratar un guía pues ni conocían los caminos ni aguantaban más de media hora a caballo. El viaje hasta Garrison que normalmente se hacía en medio día, les llevó un par de días hacerlo y hasta el Lunes 22 de Mayo  a primera hora de la mañana no se plantaron en el pueblo de Garrison con unas agujetas horribles, muertos de sed, sucios y hambrientos.

Notas de juego

Que cada uno se reste 51$ + 21 $ (guía de Helena a Garrison y caballos una semana)= 72$

Haced un primer post y en seguida paso a describir el pueblo y vamos al lío.

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11/04/2013, 11:57
Konrad Summers

El viaje había sido una auténtica tortura. Parecía increíble que, con todo el boom económico e industrial del que presumía USA, de la "democratización" de los bienes de consumo y todas esas tonterías que Coolidge, Hoover y otros como ellos soltaban a diestro y siniestro, nadie hubiese inventado un coche que sirviese para viajar entre ciudades. Y allí estaban, en un pueblo perdido de la mano de Dios, usando caballos como si estuvieran aún en la posguerra y apestando a barro y sudor. No ayudaba en nada a mejorar el humor de Konrad, eso desde luego.

- Dios Harper, esto te va a salir caro, desde ya te lo digo.

Konrad caminaba de una forma un tanto cómica, la mejor para evitar el dolor de las agujetas que le había provocado el montar a caballo.

Notas de juego

Coolidge - Calvin Coolidge, presidente de los EEUU entre 1923 y 1929. Hoover fue su sucesor.

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11/04/2013, 16:24
Michael Hall

Una semana de paisajes fugaces tras la ventanilla de aquel emblemático ferrocarril fue suficiente como para despertar mí más infantil y curiosa faceta aventurera. Era la primera vez que afrontaba un viaje tan largo y también mi primera incursión tan al Oeste.

Pero mi ánimo no fue capaz de contrarrestar totalmente el agotamiento, solo de atrasarlo, y cuando este se hizo finalmente notable, resultó mucho más severo.

Cuando por fin llegamos al pueblo para mí todo carecía de importancia si lo comparábamos con la urgente necesidad de aseo y alimento.

-Me siento como si me hubieran pateado el trasero durante días. – Me quejé al tiempo que palpaba mis posaderas con mi diestra, buscando instintiva e inútilmente la forma de eliminar aquella molesta sensación.

-¡Busquemos un lugar donde poder tomar un buen baño y comer en condiciones! – Añadió intentando elevar los ánimos mientras escrutaba el pueblo en busca de aquel oportuno lugar.

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12/04/2013, 01:11
Vladimir Kuznetsov

No sé de que se quejaban tanto. En Rusia, tenías que cruzar durante una semana toda la estepa sobre un ñu si querías ir a por agua. Además, ya estaban avisados de lo que había.

Pero con todo, sí que tenía que admitir que estaba cansado, sucio y sudoroso, y que necesitaba un baño. Así, añadí a los comentarios del resto—. Sí, busquemos un lugarr donde descansarr y asearrnos. Crreo que nos hace falta con lo que se nos viene encima...

Dicho esto, busco por los alrededores un lugar parecido a una pensión o un hostal. Hoy no hay tiempo para más...

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12/04/2013, 03:56
Harper Welles

Los viajes en tren me gustaban mucho, eran mi medio de transporte favorito, en tu compartimento con tu periódico, charlando amigablemente con tus amigos, y sobre todo, el vagón restaurante siempre a tiro. Y todo ello sin preocuparse de nada más que comprar el billete y buscar el asiento. Lo disfruté a pesar de todos los días pasados y de las preocupaciones.

Sin embargo la equitación fue un suplicio. Al acercarme a elegir montura note el nerviosismo del caballo, y eso que me señalaron el caballo más grande del establo. Para mí fue una tortura, pero no quiero pensar en lo que sufrió el jamelgo.

Desparramado como bien pude sobre la silla americana recortaba una silueta no muy habitual para un cowboy, así que no pude por menos que esbozar una sonrisa ante la ocurrencia de Konrad y pensar para mis adentros:

- Si por dinero fuera no estaría dando este espectáculo.

Una vez pie en tierra nos ponemos a buscar un lugar de un bien merecido descanso. Por mi parte después de tanto sufrimiento he decidido darme un homenaje y prescindir de la dieta. Al menos hasta que algo me haga perder el apetito...

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12/04/2013, 11:26
Director

El pueblo tiene al parecer sus orígenes en un antiguo campamento minero del siglo anterior. Las casas son casi todas de madera a excepción de media docena que combinan madera y ladrillo, es un pueblo polvoriento e incoloro en el que hay poca vida, unas doscientas personas viven en él y hay poco de interés a excepción de un Almacén que hace las veces de oficina de correos. Por no haber no hay ni un hotel o una posada o similar. Al llegar se os cae el alma a los pies porque os imagináis durmiendo al raso después del larguísimo viaje.

Casi no se ve a nadie por la calle, hace muchísimo calor y la poca gente que se ve va ataviada con camisas blancas desgastadas por el sol, sombreros claros y pantalones bombachos. Un par de personas se paran al veros llegar, os miran de arriba a abajo y sin decir nada, continúan su camino. Es posible que estén acostumbrados al hombre moderno a causa del observatorio, pues que sepáis, no hay ningún pueblo más en los alrededores.

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12/04/2013, 12:40
Konrad Summers

El paraje era más desolador de lo que a simple vista parecía. Por no haber, no tenían ni un sitio donde caerse muertos

- Oh no... ¿No hay ni una triste taberna?

Konrad sacó su petaca y dió un trago; se había prometido a si mismo racionar mejor el alcohol (no podría volver a comprar hasta que no estuviesen en otra ciudad, ya que era complicado encontrarlo fuera), pero en aquel momento lo necesitaba

- Será mejor que acabemos con esto lo más rápido posible

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14/04/2013, 19:08
Vladimir Kuznetsov

No podía ser. ¿No había ni un simple hospicio donde pasar la noche? No quería, ni mucho menos me apetecía, pasar la noche al ras.

Así, antes de perder la esperanza, dije al resto—. Tal vez deberríamos de prreguntarr en la oficina de correos. Puede que sepan de algún lugarr donde nos alquilen unas habitaciones, aunque sea un casa parrticularr.

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14/04/2013, 21:36
Michael Hall

-Maldición... – Mascullé mientras limpiaba el sudor de mi frente con uno de mis pañuelos de tela.

Las afirmaciones de mis compañeros sentaban como un jarro de agua fría. Veía imposible que aquella empresa fuese tan corta como para hacer innecesaria la búsqueda de una alternativa.

-Buena idea, seguramente sea el lugar más concurrido de este pueblo. – la mejor de nuestras opciones tras aquel rápido vistazo. Si había algo que pudiera servirnos seguramente allí sabrían indicárnoslo.

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15/04/2013, 17:30
Hank Buffington

Entráis en la oficina de correos, el único edificio comercial del pueblo. El interior es caluroso y está lleno de cajas a medio abrir de mercancías muy diversas: Ropa, Comida, Elementos de Aseo, Papel, Lapiceros,Armas...

Un tipo de unos sesenta y pocos os sonríe abiertamente al veros entrar.

- Buenos días tengan caballeros, mi nombre es Hank Buffington y estaré encantado de ayudarles en lo que pueda.

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15/04/2013, 17:45
Konrad Summers

Konrad se adelantó a responder al encargado de aquella oficina, aunque dudaba que aquel hombre pudiese ayudarles de algún modo. Aquel pueblo parecía muerto.

- Buenos días. Antes que nada, nos gustaría saber si hay algún sitio en este pueblo donde podamos alojarnos. Estamos sucios y cansados después del viaje.

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15/04/2013, 18:44
Hank Buffington

Niega con la cabeza

- Siento decirles que no contamos con ninguna posada, taberna, albergue, hotel o sucedáneo... lo siento mucho. Pero no crean que soy una de esas personas que les van a dejar en la calle. Seguro que encontramos alguna solución. ¿Puedo preguntarles quiénes son y de dónde vienen?

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15/04/2013, 18:59
Konrad Summers

Konrad soltó un bufido frustrado al oir las noticias, pero se presentó

- Mi nombre es Konrad Summers, investigador privado. Ellos son el señor Michael Hall, también investigador, el señor Harper Welles, antropólogo, y el señor Vladimir Kuznetsov, parapsicólogo. Venimos de Providence con la intención de visitar el observatorio que hay por aquí.

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15/04/2013, 19:22
Hank Buffington

- Ah el observatorio... los pocos forasteros que vienen por aquí van al observatorio, no sé si han dado cuenta pero este pueblo no es muy atractivo que digamos. Casi todos los que vienen por aquí son rusos. ¿ Han traído caballos? Hay un buen trecho hasta el observatorio, casi un día entero andando.

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15/04/2013, 20:04
Konrad Summers

Cada nueva palabra del encargado de la oficina era como un disparo para Konrad. Más travesía a caballo... Y durante casi un día... Casi deseaba seguir en coma.

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15/04/2013, 20:33
Michael Hall

-Si, tenemos caballos. - Respondí.

-Pero la verdad es que ni siquiera sabemos cómo llegar allí... – Intervine guiado por la necesidad de asistencia. Ciertamente era un nuevo batacazo saber que tendríamos que volver a montar o a caminar durante un día entero, pero al menos había algo esperanzador en sus palabras y actitud.

Parecía optimista y colaborador, mucho más de lo que habían sido la mayoría de las personas en la gran ciudad.

-¿Puede contarnos algo del observatorio o de quienes lo administran? – Pregunté con curiosidad.

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17/04/2013, 00:22
Vladimir Kuznetsov

No dije nada, preferí dejar hablar al resto. Desde luego, no sabíamos ir, pero para eso teníamos un guía, que nos llevase él. No obstante, pensé que sería alguna argucia para tirar de la lengua al funcionario.

Fuese como fuese, espera que no nos llevase mucho tiempo. Estaba cansado, y quería encontrar un lugar donde descansar y reponerme. Necesitaríamos todas nuestras fuerzas para lo que se nos avecinaba.

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17/04/2013, 01:55
Harper Welles

- Otra vez a lomos del jamelgo.

Fue mi único pensamiento tras las palabras del bueno de Hank, dudo mucho que supiera el caminito que habíamos traído hasta el observatorio. Dicho sea todo y sea como fuere teníamos que acceder a él, sobre todo tras lo del diario de Rasputín.

- Sólo necesitamos avituallamiento, no hemos llegado hasta aquí para abandonar al final. Debemos llegar al observatorio.

Notas de juego

Estoy dando por hecho que nuestro guía sabe llegar.

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17/04/2013, 11:27
Hank Buffington

- Al principio cuando la gente vio de repente tanto ruso, pensaron que eran blolcheviques, sindicalistas o algo incluso peor, pero en seguida cambiaron de opinión, dos docenas de personas del pueblo ayudaron a construir el observatorio y ahora trabajan llevando suministros, los rusos no parecen mala gente.

Muchos rusos han estado yendo y vieniendo pero los que siempre están son  Dimitri y Vasily.

 

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17/04/2013, 21:09
Konrad Summers

Si el observatorio recibía tantos visitantes, entonces estos tenían que residir en algún lado de aquel paraje abandonado

- ¿Donde suelen hospedarse esos visitantes? ¿El propio observatorio les sirve de hospedaje?