Partida Rol por web

A eso de las 9:00 abrís un ojo. Os despertáis los unos a los otros y rápidamente os vestís para comprobar que estáis en alta mar. Algunos marineros están ultimando algunas cosillas que no comprendéis, pues ninguno conoce a fondo el arte de navegar. El resto de la tripulación está ociosa y tras saludar a Colin os bajáis de nuevo a una pequeña sala en la que os dan un café templado una torta a cada uno.

Tras el desayuno volvéis a subir y deambuláis interrogando a algunos miembros de la tripulación. Pocos hablan inglés, pues casi todos son cubanos, pero los que lo hablan apenas os pueden contar nada de interés salvo lo que sospechábais: Colin les debía dinero de viajes anteriores y con el dinero que le habían dado (vuestro dinero) les pagó lo atrasado para lograr que se unieran. También os enterásteis de que la empresa nunca tuvo mucho movimiento y os confirmaron que en efecto la mujer de Colin se largó con su socio, haciendo más insostenible la empresa si cabe y sumiendo a Colin en un estado de sopor y depresión permanentes alternadas por estados de euforia etílicos.

Como no teníais tampoco mucho más que hacer, os interesásteis por los trajes de buzo y Colin muy amablemente le pidió a Wolff que os enseñase su funcionamiento. Los trajes no tenían nada de particular, era simplemente colocárselos y descender, mientras Wolff accionaba las bombas de aire desde el exterior.

Minutos antes del atardecer, el barco se detiene y Colin da un grito para que echen el ancla. Está exultante, eufórico y no hace más que palmear espaldas de todos con los que se cruza.
 

- Acabamos de llegar al lugar que marca el mapa. Si el barco se hundió tiene que estar justo debajo nuestro. Voy a bajar a echar un vistazo. ¡Wolff acciona los compresores! -se dirige ahora a vosotros. Toda la tripulación está reunida en cubierta -¿alguno de ustedes quiere venir conmigo? tengo dos trajes más.

Ni de broma -respondió Konrad con sequedad. Ya se estaba arrepintiendo de no haberse quedado en tierra firme, como para encima ponerse a bucear. Y que Colin estuviera más endeudado todavía de lo que sospechaban solo incrementaba su suspicacia en torno a aquella "aventura"

Miro atentamente a los profesores. Lo suyo sería que dos de ellos bajaran con Colin, aunque uno está muy mayor y el que se llama Harper no parece en muy buena forma física. Me encojo de hombros, adelanto un paso y digo:

- Yo bajaré si no tienen inconveniente. – Después de todo alguien tiene que vigilar que Colin no mienta. Hemos invertido mucho dinero en esto, y aunque me da igual que los demás palmen pasta, no me gusta que jueguen con mi dinero. Si bajo puedo cerciorarme en persona de lo que hay, o no, ahí debajo.

En cierto modo, no sé por qué, me da cierta tranquilidad que Konrad permanezca en cubierta. Podrá tener vigilado a Wolff y el resto de tripulantes. No creo que Harper o Bangs pudieran hacer nada si llegara a ocurrir algo.

Dicho eso y si nadie se opone comienzo a colocarme el traje para bajar a las profundidades.

- No tengo mucha experiencia en buceo, pero si el señor Bangs no pone objeción me gustaría bajar al fondo para ver qué es lo que hay.

Estudio con la mirada los trajes para ver si quepo en ellos, a la vista parecen grandes y espaciosos, como tengo mis dudas respecto a la peligrosidad de la misión le pregunto a nuestro Colin:

- Supongo que no será muy peligroso, ¿verdad Colin? ¿Algún consejo o directriz que tengamos que seguir allá abajo?

- Es la cosa más sencilla del mundo, caeremos a consecuencia del peso del traje hasta el fondo lentamente, podemos maniobrar mientras descendemos como si estuviésemos planeando y cuando lleguemos al fondo podremos movernos andando o dándonos impulso. De todas maneras, sólo bajaremos a echar un rápido vistazo a ver si está ahí y en qué condiciones está. Por fortuna no hay mucha profundidad y yo iré con ustedes en todo momento. Cuando queramos subir, damos unos tirones a la cuerda y Wolff nos sube.

Por supuesto que no me importa.- le contesto George al profesor.- Bajad vosotros si queréis. Lo único que conseguiré sumergiéndome es agarrar una pulmonía o algo peor. Prefiero quedarme en cubierta disfrutando del sol de Florida charlando tranquilamente con el señor Summers.

Más de media hora tardan en tener todo preparado. Colin, Harper y Joe se enfundan los trajes de buzo y siguiendo las indicaciones de Wolff y con ayuda de varios marineros, se lanzan de pie al agua y comienzan a sumergirse. Muy pronto les perdéis de vista.

En tan sólo diez minutos, un par de tirones de la cadena de Colin indican a Wolff que han de comenzar la extracción. Uno a uno los tres valientes comienzan a emerger y los marineros les ayudan a quitarse los trajes.

Tenía razón Colin, el descenso es sencillísimo y no os habéis visto en peligro en ningún momento. Lo mejor de todo es que a muy poca profundidad ¡ HABÉIS ENCONTRADO EL BARCO! parece reposar sobre su parte inferior sobre una loma. La parte mala es que está al borde de un precipicio en cuyo fondo hay un arrecife de coral, lo que va a hacer peligrosa la tarea de bajar y recuperar los eventuales tesoros.

Habéis visto que el barco tiene el mástil roto en varias partes, en algunas zonas está enterrado bajo la arena y en otras han florecido estructuras de coral.

La tarea que Colin tiene por delante va a ser ardua...

Konrad aguantó la espera fumando un cigarrillo tras otro; le costaba imaginarse la voluminosa figura de Harper desenvolviéndose en ese traje de buzo y caminando por el fondo marino. La imagen le resultaba entre cómica y preocupante, lo que hacía que se pusiera de un extraño humor. Por fin, parecía que ascendían. Más le valía al tal Colin tener buenas noticias.

Cuando salimos lo primero que hago es quitarme la escafandra e inhalar un buen montón de aire fresco. Inspiro bien hondo y miro alrededor a la tripulación y sobretodo a Konrad. Es un hombre de acción como yo, y no debe de haber soportado muy bien la espera. Sonrío.

- Hemos encontrado el barco. - digo con tono triunfante. - Vamos a tener mucho trabajo pues no será fácil sacar de ahí los tesoros, pero la buena noticia es que no está a mucha profundidad. -

Continúo quitándome el resto del traje de buzo y dejo que Colin o Harper expresen sus opiniones si quieren.

Tras quitarme el traje con cuidado, sonrío ufano ante la tripulación, estoy en mucha mejor forma de la que me imaginaba. Así que una vez todo el equipo en el suelo comento a mis compañeros:

- Yo también lo he visto relativamente fácil, hay poca profundidad, lo único malo es que el barco está al lado de un precipicio. De todos modos que hable Colin que es el experto.

Tardó menos que el resto en despojarse del traje - práctica - y se encendió un pitillo mientras andaba de un lado a otro hablando - ¡ LO HEMOS ENCONTRADO! JAJAJAJJA ¡ BIEN HECHO SEÑORES! -se escuchan vítores -hay un precipicio y una caída de una veintena de metros o más, justo abajo hay un enorme arrecife de coral. Si el barco se desplaza un poco más caerá abajo y nos complicará mucho la vida por lo que hay que proceder con extrema cautela y cuidado. El mástil se ha roto en varios trozos y parece estar bien afianzado. Me ha parecido ver un agujero en el techo de la cabina del capitán donde presupongo que habrá cosas interesantes. Lo malo es que hay coral en ciernes junto a la trampilla de la bodega, nos dificultará la tarea si no encontramos un agujero en el casco. Wolff, vamos a tener que usar la grúa para levantar ya no sólo los eventuales tesoros, sino seguramente partes del barco. Ahí abajo es imposible maniobrar mucho. No tengo muy claro el tiempo que nos puede llevar hasta que me ponga manos a la obra -os vuelve a mirar -voy a necesitar la ayuda de uno de ustedes para proceder.

- Ahora lo que vamos a hacer es comer algo, tomarnos una cerveza bien fría , un par de pitillos y volvemos a bajar uno de ustedes y yo y nos ponemos manos a la obra.

Un pitillo y una cerveza son las dos cosas que mejor me vienen en este momento. Por una vez no pongo cara de asco ante algo de lo que dice Colin y miro al resto de los profesores para ver si alguno quiere bajar. Si nadie se ofrece voluntario yo lo haré, después de todo si no ayudamos al pobre bastardo me quedaré sin el dinero. Y desde luego ésa no es una opción.

Parecía que al final si que había algo. Era un paso, pero no bastaba para convencerle de bajar a ese barco.

- Aceptaré la cerveza, pero creo que me volveré a quedar en cubierta.
 

La idea de la comida me agrada y sonrío feliz ante la noticia. Dejando atrás el equipo de buceo me acerco a Colin y palmeándole la espalda le hablo así:

- Enhorabuena Colin, tu instinto de cazatesoros estaba en lo cierto, cuenta conmigo ahí abajo para ayudarte. Señores, estoy ansioso por estudiar lo que hay ahí abajo pero la idea de comer y reponer fuerzas es magnífica y prioritaria.

El anticuario estaba feliz. Las noticias que llegaban desde las profundidades eran muy buenas. Si todo continuaba como hasta ahora, recuperaría su dinero multiplicado por cien en pocos días.
- Debéis ser los jóvenes quienes bajen al navío, yo ya estoy muy viejo para estas cosas. Pero no diré que no a un buen cigarrillo y una cerveza.

Fue una auténtica gozada tomarse una cerveza helada con el agradable sol de Florida dándoos en la cara. Tras el breve descanso, Colin y Harper volvieron a meterse en el interior de los trajes y se volvieron a sumergir. Les deseásteis suerte y Colin y Wolff convinieron que antes de bajar las grúas harían una nueva inspección y lo prepararían todo, luego Harper sería izado y Wolff echaría la grúa al agua y Colin la agarraría a lo que fuese. Todo eran meros planes hasta entrar en materia claro.

Coliny  Harper se sumergen...

Descendéis lentamente como la vez anterior, con Colin delante y tú un poco retrasado. Colin desciende directamente hasta la parte posterior del barco, hasta la cabina del capitán y te hace una seña para que eches un vistazo en el resto del barco. El agua es transparente y está todo bien iluminado, lo que aunado a la profundida hace del todo innecesaria la iluminación artificial.

Puedes caminar sobre la cubierta del barco, echar un vistazo a la sima, echar un vistazo a la bodega, echar un vistazo a la aglomeración de coral sobre el barco, ir a proa o ir junto a Colin. Es decisión tuya el qué hacer.

Dejo el barco para Colin y me adelanto con mucha, muchísima cautela hacia la sima, quiero ver que hay. No sea que nos llevemos una sorpresa desagradable. Si no veo nada destacable me uno a Colin y con cuidado de no meterme en ningún sitio donde pueda quedarse enganchada la manguera que me une con la superfície.