Partida Rol por web

Escucho sorprendido la pregunta del viejo. Tiene agallas el jodido.

- Recuerde que yo llegué y pregunté primero, señor. - respondo con tranquilidad al viejo mientras doy un sorbo a la cerveza. - Además, todo lo que pueda granjearle beneficios al señor Baxter es asunto mío. Pronto lo verá. - Sonrío con confianza.

Supongo que Colin no nos habrá oído pero tampoco me importa mucho si lo ha hecho. Borracho como está no podría dar ni dos pasos antes de que le diera alcance.

Miro un instante al hombrito de gafas que se ha sentado junto a mí. - ¿Quiere una cerveza? - pregunto con toda la intención de invitarle a una. Si acepta le indicaré al tal Mike que le ponga una.

Por supuesto, a mi edad no creo que la policía me detenga por tomarme una. - le respondió el viejo al fumador.- Solo espero que este buena. Desde que empezó la maldita prohibición las cervezas que he probado se parecen más a orín de cerdo que a aunténtica cebada fermentada.

Parecía que Baxter tenía deudas con aquel hombre que se había pegado a ellos. Bueno, lo que hiciera Colin con su dinero no era de su incumbencia; él solo quería hacerle unas preguntas y lagarse. Luego el tipo aquel podría extorsionarle todo lo que quisiera. Se encongió de hombros y esperó a que Harper le respondiera.

Haciéndome hueco logro pasar con mi pesado cuerpo hacia delante para acercarme a Colin:

- Claro Colin... alzo mi mano para saludar al bebedor... ya sabes que la universidad siempre paga por adelantado. Tenemos que hablar.

Me dirijo al vejestorio de la barra y le indico:

- Ponga una cerveza para todos, esta ronda la pago yo. Y ya dirigiéndome a Colin.. Parece que has hecho un nuevo amigo aquí. 

- ME ALEGRA OIRLO . ¡NO PONGAS ESA MIERDA CASERA! SACA LAS MULATAS TÍO -el viejo entonces saca unas botellas de cerveza relucientes, al fijaros en la etiqueta os dáis cuenta de que son cubanas.

El viejo Mike saca una cerveza a cada uno de vosotros. Colin no se mueve de la barra mientras mira sonriente una de las cervezas, ahora que estáis más cerca os dáis cuenta de que apesta a alcohol y probablemente esté borracho.

Cuando cada uno tiene su cerveza, se abre la puerta del tugurio y entran un hombre fornido y una mujer joven - ¡BILLY ! ¿QUIERES UNA CERVEZA? ¿ Y TÚ ESME... ESMERALDA? a vosotros os dice ¿INVITAN A MIS AMIGOS A UNA?

El hombre fornido se acerca hasta la barra y se queda un poco más allá, junto a la chica. Ésta es una chica de unos veintitantos, vestida humildemente, con el cabello y los ojos de un negro profundo. Su acompañante, es un hombre fornido vestido con jersey de mainero de color azul y una gorra a juego.

- Mike ponles una- dice sin esperar la respuesta de nadie.

- He hecho algunos amigos aquí... aunque también un enemigo -dice con armagura sin darse cuenta, cuando lo hace, se muestra cabizbajo por haber hablado más de la cuenta -¿dices que eres alumno de mi padre?

El viejo Mike sirve otras dos al hombre y a la joven, que sin decir nada se limitan a beber en silencio mientras observan la pared. Parece que no se fían de vosotros y os echan miradas de refilón cuando creen que no miráis, es posible que tenga que ver con la ilegalidad del bar.

Cuando parece que ya todo el mundo está en su sitio me siento lentamente junto a Colin, los taburetes del antro no me dan mucha confianza, de hecho el mío se queja sonoramente bajo mi peso. Aprovecho la pausa para examinar la cara de Colin, me da pena ver al hijo de mi profesor en ese estado, sin embargo intento que mi voz no me delate:

. Sí, espero que me recuerdes Colin, soy el hijo de Mary Ballard, amiga de la juventud de tu padre, en Nueva Orleans. Nos gustaría hablar contigo más en privado.

Doy un largo trago a la famosa mulata y la paladeo con calma.

- Las cosas se han complicado por Boston y quizá necesitemos de tu ayuda. Pero, ya hablaremos más tranquilos, cuéntame qué tal te va por aquí.

Sí, que nos cuente qué tal le va. A ver si larga algo de ese enemigo que dice que tiene. No pienso dejar que a este tonto le pase nada hasta que pague su deuda.

Sonrío dándole pie a que le cuente al tal Harper qué tal le va, y doy otro trago corto a mi cerveza.

- Sí, cuéntenos qué tal le va... Dice que tiene algunos amigos aquí asi que no le puede ir muy mal... - 

Cogiendo la cerveza, Konrad se sentó junto a los demás en la mesa. No le gustaba aquella situación; no solía tener paciencia con los borrachos y la presencia de su nuevo "amigo" le incomodaba, ya que no sabía que intenciones tenía. Pero dejó que Harper condujera la conversación, limitándose a beber su cerveza a sorbos mientras no apartaba la vista de Colin y del nuevo miembro del grupo.

George degustaba la cerveza que le habían servido - parece que en Cuba no se han olvidado de como hacer una de estas.- pensaba mirando la botella mientras escuchaba atento la conversación dirigida por Harper y continuamente interrumpida por el hombre que se les había unido en la pensión y que visto como había reaccionado ante él parecía tener bastante carácter.

Finalmente me vuelvo un poco contrariado ante el tipo raro que vigilaba la pensión de Colin, al parecer quería llamar la atención de cualquier manera así que interpreté que era el momento de saber de quien demonios se trataba.

- Disculpe señor, creo que le vimos antes en la puerta de la pensión y no hemos sido presentados. Mi nombre es Harper Welles y ellos son mis compañeros y colegas de universidad: el señor Summers y el señor Bangs.

Indico a cada uno de ellos con un gesto de la mano, lo más amigablemente que puedo.

¿Y qué demonios hacen aquí? Desde luego el bajito no parece un profesor. 

Bueno, no importa. Sé que Baxter no tiene un duro así que si la universidad va a pagarle algo... Colin pagará de un modo u otro. Doy un trago a la cerveza y respondo al señor Welles.

- Un placer conocerles. - respondo al saludo mientras memorizo sus nombres. - Me llamo Joe Dillinger. - mis ojos no se separan de Colin ni un instante. Esa rata de cloaca debería ser capaz de relacionar mi apellido con mi hermano y su banda, y espero que no le dé por huir. - El señor Baxter aquí presente debe dinero, mucho dinero. Estoy aquí en representación de sus intereses económicos. Dice usted que la universidad paga por adelantado... si eso es cierto al señor Colin le podría venir muy bien. -

Hace una mueca al conocer la intenciones de Dillinger.

- Eh... lo lamento pero ahora mismo eh... bueno... no... no... no sé cómo decírselo señor -se refería a Dillinger-así que se lo diré sin rodeos. El socio que tenía me estafó y se largó con mi mujer -dice en una nueva mueca, ésta de amargura -así es la vida en fin... estoy sin blanca. ¡Pero no se preocupen! porque tengo el negocio perfecto. He localizado un tesoro que rescatar muy cerca, sólo necesitaría algo de... ayuda -dijo con una sonrisa .

Genial, sin blanca, borracho y buscando tesoros. Esperaba no tener que dedicarse a buscar ese tesoro con él para sacar algo en claro de todo aquello. A fin de cuentas, habían venido por petición del juez, y de paso para ver si sabía algo de Patterson. Pero algo le decía que así iba a tener que ser, y con aquel tipo de por medio, no les dejaría en paz hasta que Colin sacara algo de dinero para pagar sus deudas.

Maldito inútil. Sin dinero y estafado. Ya le dije a mi hermano que de donde no hay no se puede sacar.

A ver si explicas algo más de ese tesoro, borrachuzo, y quizá pueda sacar algo de dinero con el tema. De lo contrario tendré que volverme sin un pavo... pero de la paliza no te salva ni Dios, Colin.

Vamos a ver qué dicen estos hombres de la universidad y a ver cómo reaccionas Colin. Pero deberías saber que de ésta no te escapas.

¡Mujeres!. Esas brujas saben perfectamente cuando abandonar un barco que se hunde.- George continuaba degustando la deliciosa cerveza cubana mientras esperaba que Harper siguiera preguntando.
- ¿Por casualidad no tendrá también uno de esos cigarros Habanos?- preguntó al camarero.

Alzo las manos con las palmas extendidas solicitando paz y tranquilidad.

- Bueno señores, mantengamos la calma. Colin tranquilízate, sé que no es el momento ni el lugar para decírtelo pero los acontecimientos se han precipitado.

Hago una pausa para estudiar la reacción de Dillinger y de los otros dos recién llegados y prosigo:

- Estamos aquí porque tu padre sufrió un ataque al corazón y... falleció. Ha sido difícil localizarte... lo lamento.

Me quedo mudo sin saber por donde seguir. No era la forma en que había imaginado comunicárselo.

El viejales de la barra niega con la cabeza y dice algo así como "esto no es un hotel de lujo. Aquí sólo hay tabaco de liar", mientras, Colin, al escuchar la noticia abre los ojos y una babilla blanca empieza a caerle por la comisura derecha de la boca. Ante vuestro asombro, empieza a llorar desconsoladamente, sin duda como consecuencia de la ingesta masiva de alcohol.

- ¿pero...? ¿cuándo? no puedee seeer... mi padre... mi padre estaba bien... como un roble. No puedo creerlo, mi mujer, mi empresa y ahora mi padre-coloca los brazos cruzados sobre la barra y hunde en ellos la cabeza a la par que solloza como una moza.

Joder. Entiendo que la muerte de tu padre te puede afectar, pero ponerte a llorar como una mujer...

Así no me extraña que su socio le estafara y huyera con su mujer... este tipo es patético. Pero eso no quita para que tenga que pagar su deuda, de un modo u otro.

Ahora no parece que vaya a sacar nada en claro de este despojo humano. Sólo me queda seguir con la cerveza, armarme de paciencia y esperar a que se le pase. 

Eso que ha comentado de un tesoro me intriga. ¿Será cierto?