Partida Rol por web

La senda del destino II

E1.- Batalla en el río de la sangre

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11/09/2014, 17:42
Jaime Sanpanza

El mediano Jaime, líder del clan sombra lunar, se preguntaba como era que habían llegado a esa terrible situación. Lo ultimo que recordaba era que tras los acontecimientos la fortaleza de los mercaderes de sangre, fueron obligados a viajar con las fuerzas del imperio para apoyar a la cacería de los orcos. Tras largos días de marcha, las fuerzas del imperio habían logrado alcanzar a las huestes de pieles verdes que intentan cruzar el rió de la sangre para poner rumbo a las tierras yermas. Tras aquella apurada marcha, las ya cansadas fuerzas se encontrarán a punto de trabar batalla contra el enemigo. No obstante, el capitán Hansel había dejado en claro que deseaba evitar que los pieles verdes pudieran escapar a través del rió mientras eran empujados por las fuerzas imperiales y sus refuerzos.

Al menos eso es lo que recordaba Jaime mientras, allí parados en las llanuras desoladas de las tierras yermas, el y sus compañeros, junto a unos pocos soldados del imperio, montaban guardia para hacer frente a los pieles verdes que llegasen a cruzar el río.

-Como maldita sea llegamos a está situación- blasfemó el mediano, -¿quien fue el imbécil que se ofreció para hacer está estupidez?-.

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11/09/2014, 17:45
Domochievski

-Si no mal recuerdo fuiste tú mismo- señaló el kislevita con poco interés en los comunes alegatos sin sentido del mediano, e incluso como en todo combate que enfrentaban, Domochievski parecía mas concentrado en lo que estaba por acontecer que en sus acompañantes.

-Tú mismo fuiste el que le indico a Hansel que para conseguir que los pieles verdes no escapasen, se necesitaba de un grupo de hombres que cruzaran rápidamente el río y les plantaran batalla. Peor aun, tú le sugeriste que ese grupo tendría que ser versátil y experimentado en tareas tan poco usuales- la expresión del mediano ante las palabras de su guardaespaldas personal, dejaban en claro que ya sabia todo eso, simplemente buscaba encontrar algún culpable en la nada.

 

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11/09/2014, 17:46
Jaime Sanpanza

-Al menos conseguí que nos dieran 6 hombres versátiles y capaces de entre sus tropas- dijo el enano intentando defenderse de lo expuesto por el Kislevita. Al menos aquello era cierto, el capitán Hansel les había proporcionado a seis hombres aparentemente capaces, aunque Domochievski y otros estaban casi seguros de que lo hubiera hecho aun sin que Jaime se lo hubiese solicitado.

Así, junto al grupo de mercenarios del clan Sombre Lunar compuesto por la misteriosa elfa Lorantha, los enanos Grunt y Grim, los enemistados Walter y Kurt, el caballero bretoniano Sir Hugo, el Norsca Trojan, el kislevita Domochievski y los humanos Nathan y Valdia; se encontraban seis militares del imperio, dos arqueros llamanos Hans y Ralf, dos soldados llamados Taler y Alfred, ademas de dos aparentemente mercenarios, una llado Justin y otra que era curiosamente mujer y que respondía al nombre de Melissa.

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11/09/2014, 17:48
Valdia

-Por suerte accedió también a poner a Igor a resguardo, aunque creo que eso no le gustará al anciano- formuló Valdia, la cocinera y miembro fundadora del clan al tiempo que miraba al horizonte donde la batalla parecía estar a punto de desarrollarse.

-Pronto todo se teñirá de rojo- sentenció, -debemos estar preparados o la pasaremos mal, no sabemos cuantos pieles verdes van a lograr cruzar y probablemente serán muchos. Dudo que el truco de los estandartes funcione-. Por idea también de Jaime, el grupo había llevado con ellos varios estandartes del imperio; la idea era ponerlos en lo alto de sus posiciones para aparentar que había un grueso contingente allí esperándolos. No obstante, por imbéciles que fueran, cualquier orco que lograse cruzar el río de la sangre, se daría cuenta de que las defensas posicionadas del otro lado del río eran muy reducidas.

Notas de juego

Todos: Iniciamos con la trama dado que los nuevos jugadores ya prácticamente están listos.
Todos: Se encuentran en las orillas del río de la sangre esperando a los pieles verdes que estén por cruzar. Están allí para tenderles una emboscada y evitar que crucen para así permitir que las fuerzas del imperio les aplasten contra el río.
Alfred y Melissa: Ustedes son dos de esos seis hombres que se unieron a las fuerzas de Jaime para enfrentar batalla contra los pieles verdes del otro lado del río.

Fecha: 26 de Mittherbst del año 2523

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11/09/2014, 18:39
Trøjan Önnunsonr

¿Hasta cuándo tendrremos que esperarr?

¿Cómo iban a "emboscar" al enemigo si le avisaban de antemano que estaban allí, con aquellos estandartes ondeando al viento? Lo cierto es que tal vez tendría más efecto la presencia de los estandartes, como elemento disuasorio, que una emboscada, la cual Trojan ya había descartado mentalmente. No terminaba de cuadrarle.

Trojan pasaba el tiempo practicando con el arco. Había sido una tardía adquisición para el nórdico pero estaba resultando ser un arma práctica, cierto es que el norsca era más diestro en un combate cercano, cuando la sangre de tu enemigo te cubría con cada golpe de hacha; pero los duros orcos eran rivales inquietantes, y era mejor mantenerlos lejos...y muertos.

En la muerte pensaba últimamente, en su ausencia, para ser exactos. Se había dado cuenta de que quería vivir; amaba la batalla, la lucha, el sudor y la sangre. Pero le gustaba poder celebrar la vida después, y eso sólo se podía hacer estando vivo. Malos pensamientos esos para alguien como él: un guerrero de una tribu guerrera.

Notas de juego

Director: ¿Hemos construído defensas o usaremos el terreno? ¿Cómo vamos a "emboscar" si damos aviso a los orcos poniendo estandartes?

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11/09/2014, 19:35
Sir Hugo de Châtillon

- Recordad que los imperiales nos salvaron la vida. Jaime, defender el río es lo menos que podemos hacer por ellos, si estamos aquí es gracias a sus tropas. Es... de justicia. Quizás la trampa llegue a funcionar, nunca se sabe. Aunque hemos de prepararnos por lo que pueda pasar. ¿De cuántas armas a distancia disponemos? propongo colocarnos frente al río en terreno elevado a esperar y en cuanto estén en la orilla ir a por ellos.

Dijo todo aquello colocando la mano como visera para intentar ver algo al otro lado, pero de momento no se veía nada. Desmontó del caballo y dejó sus armas a pocos pies de distancia apoyados directamente sobre el suelo y se dedicó a hacer estiramientos. Luego se arrodilló y comenzó a rezar.

Notas de juego

¿Es muy precipitado usar la bendición de la dama o mejor me espero?

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11/09/2014, 20:04
Alfred Kalb

Escupo a un lado antes de clavar la mirada en el horizonte por donde se supone que vendrán los orcos intentando distinguir polvo , reflejos metálicos , o algo que indique que se acercan .Armas a distancia estaría bien  ,daría algo por un par de cañones .Digo en voz alta sintiéndome obligado a participar en la conversación de los mercenarios para intentar romper el hielo ;al fin y al cabo somos los nuevos y ellos ya se conocen .La verdad es que son ruidosos pero no hay como la sensación de  saber que están ahí  para guardarte las espaldas .He visto cargas frenadas en seco por una buena andanada .Chasqueo la lengua antes de seguir hablando pensativo .Si , nos vendrían bien un par de cañones ...

 

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11/09/2014, 20:25
Walter VonHoffen

No habíamos salido por los pelos de una mala situación, cuando nuestro líder decidió ponernos de nuevo en el candelero. Aunque debíamos la vida a los soldados del imperio que nos habían socorrido, el dolor en la pierna que hacía pocos días había terminado de sanarme no presagiaba nada bueno. Me mantengo de pie apoyado en la alabarda, intentando no forzar la pierna que gracias al mercader de sangre casi pierdo.

- Espero que esos sucios seres lleguen pronto, entre el frío y la espera, la herida de la pierna me está matando. Sir Hugo puede tener razón, pillar a los orcos desde un punto elevado puede tener sus ventajas. A menos que porten arcos entre sus armas y nos dejen llenos de flechas antes de acercarse.

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11/09/2014, 21:53
Melissa P.

Estoy sentada sobre una roca con las piernas cruzadas. Todavía hay ropas interiores que no se han secado desde que hemos cruzado el río. Eso me tiene de bastante mal humor. Encima me han enviado a lo que, a todas luces, parece una estupidez de plan. Somos pocos, así que espero que esos tíos sean buenos. Muy buenos.

Miro de refilón a los del grupo de tal Jaime, por entre mis mechones rojos desordenados, parecen duros, por lo menos nadie tiembla, hablan con normalidad de lo que vamos a hacer, parecen una especie de asamblea o algo.

El pelotero de Alfred intenta hacer amigos. Agacho la cabeza y sigo jugueteando con uno de los virotes de la ballesta, dándole vueltas entre mis dedos con habilidad.

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12/09/2014, 15:49
Kurt Schüman

-Pero no tenemos cañones, amigo. Las armas a distancia son la mejor opción, pero creo que no vamos muy sobrados. Yo tengo mi ballesta-dijo el mercenario, mientras miraba en dirección al río, y omitiendo la pistola con la que se había hecho en el castillo de aquellos cabrones. 

"Otra genial idea de Jaime... No sé que es más increíble... Su capacidad para meternos en estos líos, o que hayamos logrado sobrevivir a todos"

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12/09/2014, 23:40
Lorantha

Tras los acontecimientos en fortaleza del rey de Muzing era evidente que el equilibrio se había roto y con él una parte de ella. A pesar de sus esfuerzos, no había conseguido encontrar la serenidad ni la calma restañando las heridas de los combatientes y sin pretenderlo, a menudo se encontraba descargando sus flechas sobre montones de paja, una tras otras hasta que vaciaba su carcaj.

No pasó mucho tiempo antes de que se movieran de aquél funesto lugar con la idea de dar cazar a los orcos que perseguía el capitán. Idea que sin saber bien por qué, le atraía cada vez más.

En un primer momento lamentó la intervención de Jaime para convertirlos en fuerza para terminar con los pieles verdes que consiguieran escapar de la batalla, sin embargo, tras reconsiderarlo, el pensamiento de acabar con todo posible superviviente se le antojó como una pequeña especie de redención, trayendo en aquellos momentos previos al combate sosiego a su atribulado espíritu.

La elfa escrutó con detenimiento el río y la orografía de los alrededores mientras escucha las palabra de sus compañeros. Lo primero a determinar era cuál era el punto del río con nivel de agua más bajo, un posible vado,  y su anchura. Luego con la orgrafía y los estandartes pedidos por Jaime podían completar su misión.

- Valdia, somos pocos para cubrir toda esta extensión de terreno. Los estandartes solo tienen que cumplir la función de guiarlos hacia nosotros y así evitar que se dispersen. Si los colocamos algo alejados pero visibles, en lo alocado de su huída, con los imperiales hostigándoles por la retaguardia, no creo que quieran verse atrapados entre dos fuegos, así que intentarán sortearlos y ahí es donde estaremos nosotros, listos para terminar con sus vidas. El efecto será mejor, si alguien se queda donde los estandartes y con unas ramas levanta polvo simulando el efecto de la caballería imperial. -

- Ya solo nos queda determinar cuál es el punto que nos da mayor ventaja táctica para el combate y hacernos fuertes en él, como cuando combatimos contra ellos en el paso. - apuntó esto último tras el comentario de sir Hugo. - No somos suficientes para combatirles en campo abierto, ni siquiera desde una posición elevada Walter, al menos no antes de determinar que somos muy superiores en número y eso no creo que ocurra. Aunque la opción de atacarles con proyectiles mientras cruzan el río no es mala, siempre y cuando encontramos un buen lugar desde el que hacerlo. -

La voz de Trøjan le seguía resultando molesta y más tras formular aquella pregunta infantil - Ni más ni menos que hasta que lleguen, pero vamos, puedes huir si quieres mientras nosotros les esperamos.- respondió con su ya habitual tono de desprecio al kislevita.

También le sorprendieron las palabras del soldado imperial y su intervención, pues de nada valía lamentarse por lo que no tenían, pero se guardó su contestación tras ver que Kurt ya se hacía cargo de dar respuesta al comentario.

Notas de juego

* Una descripción de la orografía estaría muy bien, un mapita de esos tuyos para colocarnos y preparar la estrategia.

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13/09/2014, 05:01
Grim Hrafnkell

La paciencia se me estaba terminado, después de todo por lo que habíamos pasado lo ubico que quería era continuar con el viaje para encontrar grandes tesoros y piedras preciosas. Sin embargo esos brutos del imperio seguían utilizándonos a su conveniencia sin los menores escrúpulos, palabrerías en su favor como las del bretoniano me exasperaban de sobre manera, sin embargo el mirar a mi al rededor y ver al contingente imperial que habían dispuesto con nosotros no podía hacer otra cosa mas que tragarme el enojo. En cuanto al plan estaba a favor y en contra de varias de las cosas que planeaban los compañeros, los escuchaba atentamente antes de emitir mi juicio. -Concuerdo en que debemos buscar un punto elevado, eso nos daría una gran ventaja contra esas bestias sin cerebro, sin embargo los que no podemos usar esos artilugios y somos mejor para el combate cuerpo a cuerpo (dirijo una mirada a Trojan) deberíamos buscar un lugar donde ocultarnos y salir después para emboscar a los enemigos, podríamos ser el factor sorpresa después de que reciban la lluvia de flechas.- Digo sin mucha convicción, con mas intención de probar suerte oculto que utilizando una de esas cosas dispara flechas.

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14/09/2014, 18:35
Alfred Kalb

Yo tampoco tengo ningún arma para atacar a distancia  y también estoy más cómodo peleando cuerpo a cuerpo así que lo que  dice el maese enano me parece bien .Digo levantándome mientras me apoyo en la alabarda .Vosotros diréis como les haremos  frente ...

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15/09/2014, 09:49
Sir Hugo de Châtillon

- Bien pensado, posición elevada y los que tenéis armas cuerpo a cuerpo podéis esconderos en la espesura para salir a su encuentro a modo de trampa. Yo puedo colocarme a cierta distancia y cargar contra los que queden.

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15/09/2014, 21:32
Walter VonHoffen

Sea como fuere deberíamos decidirnos ya, no creo que esas bestias tarden mucho en llegar a nuestra posición.....y no me gustaría que nos pillaran en paños menores. Tendremos que buscar una posición que nos deje entre la zona por la que lleguen los orkos y en la que podamos ser cubiertos por los que tienen las armas de proyectiles. Me encojo de hombros. - Pero como vosotros digáis. 

Aun estaba un poco apesadumbrado por las heridas recibidas en batalla y mi ánimo ante esta nueva contienda no me acompañaba.

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18/09/2014, 05:55
Director

Mientras los mercenarios del clan Sombra Lunar y las fuerzas conjuntas del imperio dialogaban acerca de lo que se les venia encima, enfrente, del otro lado del río, la batalla empezaba a desatarse. Las fuerzas del imperio avanzaban hacia contingente de pieles verdes, que, a diferencia de lo que habían planificado, superaba los 150 efectivos con facilidad y quizá llegaba a los 200. Eso, si se consideraba que los imperiales eran apenas algo mas de 300 era un grave problema; aunque esto no por que la batalla estuviera comprometida, seguramente serian suficientes para obtener la victoria, pero a su vez no eran suficientes para atropellarlos contra el río de la sangre y muchos menos para obtener una victoria sin considerable costo humano.

Y tal como esperaban, los pieles verdes no retrocedieron, si no que fieles a su característica locura salvaje, se lanzaron a la batalla, directamente en contra de las finas de infantería humana que los esperaban con sus picas y pesados escudos; la pólvora ya era poca (tras la larga campaña) como para que el fuego a distancia de pistolas y cañones causaran suficiente caos en el enemigo.

Si las cosas seguían así, quizá no tuvieran mucho trabajo, o peor aun, en el pleno de la batalla, con los altos costos de vida que tendría, sería poco probable que las fuerzas del imperio pudieran perseguir a los orcos que huyeran hacia el río. Con cincuenta de ellos que cruzaran con suficiente entereza, las reducidas fuerzas allí apostadas tendrían serios problemas.

Notas de juego

Sir Hugo: Creo que desde este turno sería bueno hacerlo, has tu narración normal y al final indica que empiezas a orar.
Nathan y Walter: Han tenido tiempo para descansar la pierna herida, no obstante tienen un penalizador de uno al movimiento pues cojean, y toda acción súbita que implique el uso de la pierna herida puede requerir una difícil tirada.
Kurt: Tu mano ya debe estar bien.
Lorantha y todos: Al final del post tienen lo que solicitan.
Grunt: Tienes que ponerte las pilas y participar al ritmo correcto, si bien la partida es corta, la saga es larga, me interesa que realmente puedas postear con el correcto ritmo para que tu personaje cobre importancia, de lo contrario da lo mismo que fuera un NPC.
Todos: Miren sus posiciones en el mapa y consideren si alli es donde quieren estar para cuando inicie el posible combate.

Mapa del terreno

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18/09/2014, 05:58
Jaime Sanpanza

-Eso pinta mal- comentó Jaime al mirar lo que sucedía del otro lado del río, -seguramente no tendremos trabajo por ahora, pero cuando todo termine allí, a nosotros nos tocará lo peor, quizá deberíamos huir- señaló con cierta sonrisa de atrevimiento en el rostro.

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18/09/2014, 06:01
Domochievski

-Claro- habló Domochievski con cinismo en el rostro, -puedes huir e internarte cuanto gustes en las tierras yermas, tarde o temprano te toparas con aun mas pieles verdes de los que tienes ante ti- advirtió.

-Incluso, yo me preocuparía mas por las bestias que pudieran atacarnos desde la retaguardia mientras estamos aquí apostados que por lo que cruce del otro lado del río. Con tanto jodido estandarte, es imposible que no hayamos llamado la atención ya a algún clan de pieles verdes cercano-.

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18/09/2014, 06:02
Valdia

-El capitán Hansel nos ha prometido a dos docenas de jinetes provenientes del fuerte en la entrada al paso del perro loco, si tal como dijo, ya han cruzado el río, no tardaran demasiado en estar aquí- indicó Valdia en un intento por calmar los ánimos y dar cierta esperanza ante las circunstancias adversas a las que parecía habrían de enfrentarse.

-Solo tenemos que esperar hasta que los jinetes lleguen aquí, con dos docenas podremos quebrar sus lineas si evitamos que se agrupen tras cruzar el río-. El único problema en todo ello, era que a la derecha de sus posiciones actuales, a no mucho mas de cien metros, había un pequeño río que desde el sur unía sus causes con el río de la sangre y que cortaría temporalmente el avance de los jinetes. Incluso, aun cuando pudiera parecer idónea la ubicación cerca de aquel río para evitar que los pieles verdes se dispersarán, que era lo que había señalado el capitán Hansel, ese río solo era util si el enemigo cruzaba en pequeños contingentes, lentos y sin moral; si por el contrario el enemigo cruzaba con fiereza y en grandes números, tendrían a todos esos pieles verdes avanzando de forma concentrada hacia ellos.

Notas de juego

Mapa de la región:  1, 2

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18/09/2014, 06:04
Domochievski

-No veo con que arqueros e infantería vas a lograr eso- señaló el Kislevita con renovado cinismo, -cuando esas bestias crucen el río, lo mas seguro es que ellos nos empujen a nosotros en lugar de nosotros a ellos; si los jinetes llegan a tiempo, lo único que que evitaran es que acabemos muertos, de lo cual no me quejaría-. Su pesadumbre era característica y conocida por sus compañeros, no obstante, en aquel momento todos hubieran preferido mucho mas optimismo en el letal guerrero procedente de Kislev quien en muchas ocasiones había ideado buenas estrategias que les habían salvado la vida en batalla.

Y su sentir probablemente se habría traslado a lo largo de las filas que conformaban aquel reducido contingente si no fuera por que súbitamente, desde el norte se escucharon tambores de guerra con un retumbar que a intimidaba aun a la distancia. Al girar la vista, todos pudieron ver pronto una pequeña nube de humo que indicaba el avance de un gran ejercito, quizá de mas de 500 efectivos. Casi con seguridad estos no eran otros mas que los enanos de Barak Varr, quienes llegaban en el mejor momento posible y que no solo les cerrarían el flanco izquierdo a las tropas de los pieles verdes, si no que garantizarían que el enemigo se viera obligado a replegarse hasta el río de la sangre, tal como todos deseaban.