Partida Rol por web

Con la llegada del nuevo día, el grupo de mercenarios retomó el camino hacia su destino con Lorantha y Melissa por delante. Jalon ya no estaba con ellos por lo que ahora todo quedaba en manos del trabajo en conjunto y quizá en las amplias capacidades de la elfa. El camino fue muy difícil y a pesar de las renovadas energías del amanecer, no hubo forma de encontrar un buen ritmo de avance, y aun pero era el hecho de que las cosas parecían complicarse mas y mas a medida que avanzaban y ascendían.

Jaime había estado cantando una lejana canción de su infancia mientras para descontento de muchos, permanecía en la parte superior del carromato, justo por encima de la ubicación de Kurt, quien conducía con dificultades el maltrecho vehículo. Ahora, a medida que las charlas surgían, prestaba atención a todo ello, y habría querido decir algo sobre el hogar de la elfa y esa critica a las guerras, pero lo cierto es que no sabía nada sobre eso, por lo que se limito a intentar cambiar el tema.

-El panorama se ve hermoso desde aquí- exclamó en lo alto.

-Conocí a un hombre en Akendorf que aseguraba haber estado en Karak Azgal. Justamente en ese lugar llamado la puerta muerta. No recuerdo casi nada de lo poco que dijo, pero creo entender que era una especie de zona de refugiados. Alguna especie de extensión de la ciudad enana donde viven muchos de los extranjeros mas pobres y menos agradables-. Exclamó Hans a la pregunta del Kislevita mientras avanzaban con sus corceles.

-Allí tendrán ese lugar tan civilizado al que tantas vueltas les dan sus mentes- exclamó el mercenario. -Pues no se hagan muchas ideas con que los enanos nos reciban como héroes. Lo mas probable es que nos arrojen como a cualquier otro refugiado con promesas de rescatar sus tesoros. Abrirnos paso entre esa pila de ladrones- sin ofender Jaime- tomará mas tiempo del que puedan imaginar- Puntualizó mientras Jaime le miraba con un rostro sumamente extrañado, como si no comprendiera el por que del comentario dirigido a su persona; aunque sin duda lo sabía, al igual que todos.

Clavo la mirada en las montañas y  enseguida tuerzo el gesto porque donde el mediano ve belleza yo solo veo un problema y no me gusta tener que ser yo el que anuncie las malas nuevas .Tiro de las riendas y haciendo que el caballo se pare completamente hago un gesto a los demás para que me escuchen ,Oid  , creo que deberemos abandonar el carro porque esta montaña parece infranqueable o nos llevaría demasiado tiempo  .Es mas ,aunque no me haga ninguna gracia,incluso puede que debamos abandonar los caballos con lo que eso implica cuando queramos volver 

- No pienso abandonar mi caballo, aunque tengamos que ir lentísimo no me importa. Si a nosotros nos cuesta, a cualquiera que nos quiera o pueda seguir tambien le debe costar.

Le estaba costando mantener el ritmo a caballo, así que desmontó para no castigarlo.

- Los jinetes desmontad si acaso, este no es terreno apropiado para las bestias, ayudemos al carro a avanzar. Juntos lo lograremos.

Dicho esto se preparó para ayudar a avanzar, lentamente a la carreta. Llegarían, aunque les costara años.

Y de nuevo en camino. Pasamos una noche tranquila y al alba terminamos de despedirnos de Jalon. EL ver que se marcha hace que nuestro objetivo se complique, suerte de Lorantha y Melissa que le consiguieron toda la información que tenía Jalon para proseguir con nuestro viaje. A medida que ascendemos la escarpada montaña, empiezan las habladurías entre Hans, Jaime y Domo. Des del interior del carromato les escucho y rebusco entre mis pensamientos algo de información más sobre Karak Azgal. 

Al cabo de un rato escucho a Alfred decir que nos deshagamos de la carreta y que dejemos a los caballos, el camino ya de por sí es difícil, como para hacerlo con el equipo que llevamos. Cojo mi mochila, saco la capa con capucha del interior, me la coloco, me cuelgo la mochila a la espalda y me bajo del carro. Al menos el carro no iría tan cargado:-Con todo lo que ha pasado este carro y ahora quieres abandonarlo. Este vendrá con nosotros aunque haya que llevarlo a rastras.-le contesto a Alfred.

- Solo un par de días Alfred - dijo la elfa apoyando las palabras de Grunt y tratando de suavizar la rotunda negativa de Sir Hugo - quizá algo más, pero por suerte nadie nos persigue de momento y si bien es cierto que cuanto antes lleguemos mejor, la seguridad del grupo es una prioridad y no podemos arriesgarnos a sufrir ningún accidente y menos por unos pocos días de diferencia.-

Para la elfa era evidente que solo rodeando la montaña conseguirían llegar a su destino. Lo escarpado de la montaña impedían atravesarla siquiera con sus monturas, mucho menos con el carro, e incluso para ellos escalar la montaña podía suponer un grave peligro para su integridad física.

El lento ritmo que debían llevar consecuencia del carromato y de la lesión de la montura de Nathan hacían innecesario ir a caballo, así que la elfa prefería andar a su lado, tan solo se subía a su lomo cuando quería ganar cierta perspectiva visual.

El rodeo no obstante implicaba que debían buscar sustento adicional para no terminar con los recursos de los que disponían, por ello la elfa trató de encontrar también algo de alimento para abastecer al grupo.

A Nathan se le cayo la cara al suelo cuando miro al horizonte, y confirmo lo que sus compañeros comentaban, por lo que dijo:- Si, la montaña es infranqueable, al menos sin demorarse días o sin tener que dejar atrás al carromato y los corceles. Cosa que evidentemente yo no voy a hacer. El caso es que hay zonas muy empinadas, otras muy difíciles y otras tantas simplemente intransitables para el Carro. Por lo que sugiero bordearlo, mas ya dijeron los enanos que esos caminos no estaban protegidos.

Grim se pasó todo el viaje desde la fortaleza enana de mal genio subido en el carromato. Aprovechó a cincelar su casco poco a poco, golpes podían escucharse durante todo el recorrido mientras su mirada fija se olvidaba de todo lo que sucedía a su alrededor. Había abandonado una de sus mejores oportunidades de mejorar como herrero rúnico, aunque esperaba poder encontrar aun mejores herreros en la siguiente fortaleza había sido duro avanzar con su grupo. Molesto había decidido no desperdiciar ningún segundo y decidió comenzar a forjar una nueva runa antes de ponerse a intentar hacerlo para otras personas. Sería un trabajo largo y difícil pero si tenía éxito sería una mejora en su futura supervivencia. Al llegar a la discusión si abandonar el carro Grim lo tenía fácil, necesitaba poder seguir sobre él para no desperdiciar su tiempo mientras intentaba tallar su runa. - Aunque aceptaré lo que decidáis, preferiría poder continuar sobre el carro para poder terminar cuanto antes con mi trabajo en mi casco. Si preferís que continuemos andando - se encogió de hombros - dejaré el trabajo para más adelante.

La cosa no iba bien, Kurt podía jurarlo... Pero las sugerencias de abandonar el carro y otras similares no ayudaron precisamente a que el día mejorara.

-Si abandonamos el carro, abandonamos también a Igor-gruñó, mientras lo empujaba por una zona especialmente difícil-¿cómo si no va a poder alguien de su edad moverse por estas montañas? En cuanto a ti, Grim, bájate y ayuda, por el amor de Sigmar. Bastante cuesta ya esto, para tener que cargar peso adicional. 

La montaña no es infranqueable, sólo hay que encontrar el mejor camino. Así que la humana sigue adelante, el camino es duro y ahora, otra vez sin caballo, se nota lenta y con poca visión, camina junto a Lorantha que también va a pie y no duda en encaramarse a las rocas para buscar el camino o aguantar las riendas de su caballo, si es ella quien se adelanta para ver con sus ojos de elfa.

El viento es un poco más frío, según ascienden, el abrigo hecho con piel de huargo echado por encima del cubretodo mantiene su función con eficacia. Así que sólo toca seguir caminando, no puede evitar dar miradas al enano que sobre el carro golpea el casco con su martillo haciando alguna obra, no podía evitar pensar en la negativa de ayudarla hace unos días atrás por falta de tiempo.

El camino que habían marcado nuestras dos exploradoras estaba siendo difícil pero no parecía que hubiera otra forma de dejar estas montañas. Caminando tras ellas, solo podía fijarme en sus pasos....o en lo que nos rodeaba. Siendo así que en un momento en que ponía mas atención en el camino que en mis compañeras, vi lo que parecía una "vía" enana.

- ¡Lorantha, Grunt! Si podéis venir, parece un viejo camino enano. Digo mientras señalo con la mano el descubrimiento. - Podría ser un buen camino para pasar con el carro...pero el estado en que está podría dañar sus ya maltrechas ruedas, por eso pido vuestro consejo.

Parecía un buen camino, pero como dije podía ser un mal sitio para que una de las ruedas terminara rompiéndose. La otra cosa sería dejar abandonado el carro y las cosas que en el llevábamos, como había indicado Alfred.  

Me encojo de hombros poco dispuesto a llevar la contraria a la mayor parte del grupo pero si considero que no debo permitir  que haya un malentendido .No era mi intención dejar a nadie atrás y si hay que cargar con el enano no creo que faltasen voluntarios , yo el primero , pero cargar con un carro y la impedimenta .....Es cierto que ahora no tenemos enemigos a nuestras espaldas pero no sabemos lo que durara eso y cada dia , cada hora, que tardemos de mas en atravesar la montaña es tentar a la suerte .Resoplo y juro por lo bajo antes de atar mi caballo al carro y empujar el carro.  Si todos estais de acuerdo  no seré yo quien me oponga .

Trojan sonrió por el apego que Kurt demostraba hacia el carro. La verdad es que aquel destartalado transporte se había convertido en un compañero de viaje más, uno no muy silencioso a juzgar por el incesante traqueteo de sus ruedas.

Si los enemigos se nos echan encima antes por tenerr que llevarr el carro serrá mucho mejorr a que se nos echen encima más tarrde cuando estemos agotados porr el peso de la carrga que tendrremos que llevarr nosotrros encima.

Trojan estaba pensando en la pesada armadura que llevaba en la batalla, más su hacha, su arco, su fiel cuchillo...Sus compañeros parecían haber ignorado la fuerza invisible con la que los objetos se apegaban a la tierra.

La elfa prestó atención a la indicación de Walter y miró el aparente camino, pero no supo bien qué decir, por eso miró primeramente a Grunt, antes de hablar ella - No, sé. Podría estar bien y conducirnos al otro lado o por el contrario podría llevarnos a un embudo o cortarse en algún punto y hacer que nos tuvieramos que dar la vuelta, con la consecuente pérdida de tiempo adicional. -