Partida Rol por web

Realmente preocupado por aquel ruido y por la "frágil" mujer y el pequeñajo, corrió hacia donde estaban ellos, dispuesto a salvarlos de lo que fuera necesario. Cuando llego con el hacha de guerra en ristre, se paro en seco y viendo el percal la guardo nuevamente en su poderosa espalda. No se lo pensó mucho y decidió bajar tras la muchacha -¿estar bien?- miro a su alrededor, viendo al hombre bajo el peso de su compañero, no dijo nada pues ya se estaba ocupando de la situación el clérigo.

A Esma se le iluminó la cara cuando apareció su compañero Ulkhan. La chica asintió ante su pregunta y mantuvo un agarre firme en el mango de su espada.

-No ha salido como planeamos-se encogió de hombros-Deberíamos aprovechar nuestra mala suerte e interrogar a este hombre ya que aún respira-le lanzó una mirada cómplice a Gvaldi, con quien había intentado una emboscada muy desastrosa.

Esma asintió cuando Caronte soltó su discurso.

-Eso mismo, compañero ¿Cuál es vuestro propósito en una torre que no os pertenece? ¿Cuántos de vosotros se esconden aquí abajo?-repitió las preguntas de su compañero, por si el asustadizo clérigo de Orcus no se hubiera enterado bien.

Por lo que podía apreciarse, Caronte está vivito, coleando y listo para seguir segando vidas en nombre de su fe. Gvaldi sonrió ampliamente ante su vivaz iniciativa... Aunque procuro desaparecer su dicha rápidamente, estaban en un momento serio.

Miro hacía adelante y dejo que el resto de sus compañeros continuará con el interrogatorio, lo tenían controlado. Dió un par de pasos hacia adelante para librarle peso al misterioso hombre y apunto a la oscuridad frente suya antes de iniciar su marcha de reconocimiento.

Día 2 - Nidaros (La vieja torre)
14o día del 1er mes de Cosecha
Llovizna - Brisa Fuerte - Anocheciendo 

- Tranquilos, tranquilos- pidió el hombre con las manos en alto y aún tirado en el suelo bajo el peso de su compañero- no disparéis.

De un rápido vistazo, los compañeros confirmaron que se trataba de un clérigo de Orcus pues de entre los pliegues de su túnica negro se mostraba un medallón con el símbolo del dios corrupto, la maza y la calavera.

- La torre estaba abandonada y casi en ruinas, como veis- protestó- no hay razón para que no pudiéramos ocuparla. Quién sois vosotros para venir aquí, matándonos a sangre fría.

Agachado sobre el cuerpo del clérigo oscuro, fruncí el ceño y volví a hablarle. La daga la mantenía cerca de su gaznate, presionando un poco para hacerle ver que iba en serio.

-"Da igual quienes seamos. Solo debes saber que aunque esta torre está abandonada, tiene dueño, y ese dueño nos ha contratado para ver quién había ocupado esta torre y echaros de aquí si hacía falta. Cosa que vamos a hacer, tenlo presente. Como te he dicho antes, nosotros hacemos las preguntas, así que responde a lo que te pregunte. ¡No me hagas perder la paciencia muchacho y ni se te ocurra mentirnos!"

- Está bien, está bien- pidió levantando las manos en señal de rendición- no sé lo que habrá pasado ahí arriba. Aquí abajo solo estamos tres- hizo una pausa mirando a su compañero aseteado- o dos, supongo. Dejadnos marchar y no volveremos a ocupar la torre- propuso- podréis dar la misión por concluida y cobrar vuestra recompensa.

Gvaldi observó la situación. Se encontraban en la parte baja de la escalerilla que desembocaba en el principio de un estrecho y oscuro pasillo de fría piedra que remataba girando hacia la izquierda. No obstante, justo antes de llegar al recodo, el halfling creyó distinguir el hueco de una puerta a mano derecha.

Puso una gran mano a en el hombro de Caronte, dejándole claro con la mirada que habían matado a uno, que no hacía falta matar por matar, era raro que un semiorco tubese esos ideales, pero no era un semiorco normal -seguir investigando, limpiar a fondo, dejar pobres clérigos locos-

Gvaldi alzó un poco la voz tras tantear en la oscuridad y descubrir el umbral cerrado de una puerta al final del pasillo.

—¡Hey! Aquí hay, digo, algo está en el fondo del pasillo... ¡Es una puerta!

Esta vez esperaría la respuesta de sus compañeros, con la flecha en una mano por si era necesario volver a las armas ya estar preparado. Si había escuchado bien al clérigo que interrogaba Caronte todavía no habían terminado de escudriñar en aquella torre totalmente.

Parecía que el acólito de Orcus empezaba a colaborar. Mientras me respondía, le registré los bolsillos, al igual que a su compañero caído. Ulkhan posó su mano en mi hombro y me conminó a soltarle.

-"Bien, parece que vamos entendiéndonos. ¿Dos dices? ¿Dónde se encuentra el otro que falta? Y aún no me has respondido a todas las preguntas. ¿Quiénes sois y qué hacéis aquí? ¿Cuál es vuestro cometido?"

Me giré un momento al semiorco y le comenté en un susurro:

-"Tranquilo, se lo que hago. Si no te importa, ves atando a este tipejo. Tendrá que responder ante las gentes de la aldea."

Mirando a Esma, la dije en alto:

-"Deberías de decirle a Gvaldi que no se internara él solo tan al fondo. A ver que más nos cuenta este tipo."

Esma escuchó con atención a todos los implicados y la explicación del clérigo le olió a chamusquina. Dejó que Caronte terminara su interrogatorio para añadir un comentario:

-Sí... la torre estaba abandonada, pero el dueño ha intentado venderla varias veces y en todas las ocasiones los compradores han sido espantados por esas pequeñas criaturas-señaló hacia arriba, pues se estaba refiriendo a los goblins que habían pululado el primer piso de la torre-No os hagáis los inocentes.

Esma prestó atención a la sugerencia de Caronte y asintió. Ulkhan y Caronte podrían arreglárselas bien sin ella. La exploradora apartó la punta de su espada del cuello del clérigo de Orcus y retuvo un instante al halfling:

-Esperemos a los demás. No sabemos si hay trampas así que será mejor que investiguemos todos juntos-Esma le sonrió.

Después, Esma se dirigió al clérigo que aún estaba en el suelo.

-Por favor, responda a las preguntas de mi compañero. Y si es tan amable, ¿qué hay detrás de esa puerta al fondo del pasillo?

Caronte empezó el registro sin mucho tiento y el hombre, desde luego, parecía sumamente incómodo. Finalmente, dio con una pequeña llave de latón en uno de los bolsillos de la túnica a lo que el clérigo respondió con un gruñido.

- Ya os lo dije, solo buscábamos un lugar para establecernos y profundizar nuestros estudios. Como comprenderéis, no somos demasiado bienvenidos en los sitios a los que vamos así que solemos defendernos antes de que nos ataquen.

Gvaldi permanecía en la avanzadilla, a medio pasillo, mientras sus compañeros, de momento, seguían tratando de obtener información.

- ¿Esa puerta? Es el almacén en el que guardamos los víveres. Si es tesoro lo que buscáis no habéis venido al lugar indicado. Dejadnos ir- pidió nuevamente- el dueño recuperará su torre, podréis ponerla patas arriba si es vuestro deseo y nosotros no volveremos a molestaros.

Mientras Hulfur ata al acólito, me guardo la llave de latón. 

-"Lógicamente, no sois bienvenidos en ninguna parte, clérigos oscuros. Practicáis la nigromancia y atacáis la vida, no tenéis derecho a venir y atacar a la gente. Pero dime, ¿qué abre esta llave? En la habitación de al lado hay una sala con barrotes, ¿abre esa reja? ¿Dónde está tu compañero que falta? ¿Quién es el líder de vosotros?"

Ya atado, le ayudo a que se ponga de pie y le empiezo a dirigir hacia la habitación de los barrotes. Será un buen sitio donde encerrarle si logro abrir la reja con esta llave.

Hulfur rezongó algo de decapitar mientras sacaba la cuerda ante la dubitativa mirada del clérigo oscuro que se apresuró a responder.

- No, no es esa llave. Esta que tienes en la mano abre la puerta de mi habitación que está algo más adelante siguiendo este pasillo.

El enano ayudó al clérigo a liberarse del cadáver de su compañero con la ayuda de Ulkhan y luego anudó concienzudamente las manos del sacerdote a la espalda, de forma que apenas pudiera moverse sin sentir molestos pinchazos de dolor. El gesto del hombre ante el último tirón le confirmó que había logrado su objetivo.

- Cartaramûn es nuestro líder, está en la sala de estudio- respondió levantando con un gesto de la cabeza, indicando que también dicha sala se encontraba siguiendo el pasillo en el que ahora se encontraban.

Maldita sea, mi idea de encerrarle en la celda no iba a poder ser. Le indiqué a Hulfur que también le atase los pies para que no huyera y una vez inmóvil y dejado en un rincón de la habitación también atado a algo, les hice una seña con la cabeza a mis compañeros para que avanzáramos por ese pasillo por el cual se había ido Gvaldi.

-"Tienes suerte de que sea un acólito de Valion. Yo sí respeto la vida y la palabra dada. No te haremos daño, pero tendrás que ser juzgado en la aldea por tus fechorías. Conténtate con eso, por lo menos no morirás y podrás hacer expiación de tus pecados. Ni se te ocurra moverte de aquí."

Me preparé con el escudo y la maza y avancé hasta esa puerta que se veía al fondo. El pasillo giraba a la izquierda, eché un ojo, asomando solo la cabeza.

Día 2 - Nidaros (La vieja torre)
14o día del 1er mes de Cosecha
Llovizna - Brisa Fuerte - Anocheciendo 

Los compañeros avanzaron por el estrecho pasillo dejando al clérigo atado a su espalda. El hombre era consciente de que sus posibilidades de supervivencia serían muchas si cumplía pero también sabía que no dudarían en atravesarle la garganta si intentaba huir. Ahí estaba su compañero para atestiguarlo.

Esma sintió de repente la humedad y el frío del ambiente subterráneo y un escalofrío le recorrió la espalda. En silencio, los cuatro alcanzaron a Gvaldi y avanzaron hasta situarse delante de la puerta que de la habitación que esperaba a su derecha y que el discípulo de Orcus había identificado como el almacén.

La puerta era bastante grande, fabricada con gruesos listones de madera de roble, reforzados con una banda de hierro verdoso y húmedo que cruzaba la puerta en diagonal, rematada con tachones de metal herrumbroso. Gvaldi hizo un primer intento antes de anunciar al grupo lo evidente.

- Está cerrada.

Desde su nueva posición, observaron el resto del pasillo que giraba haciendo una ele hacia su izquierda hasta terminar, unos veinte metros más allá, en un muro de piedra tosca. Al inicio del corredor había dos puertas de hierro, la una frente a la otra. Ambas se encontraban bastante deterioradas, mostrando grandes zonas oxidadas y sendas cerraduras gruesas con tachones negros redondeados. Un poco más allá, en el muro que quedaba a la derecha, había tres puertas más, con paneles de madera embutidos entre recios barrotes.

Me quedo escuchando, por si se oye algo. Atento a cualquier movimiento.

Gvaldi se acercó a Caronte y se rascó la barbilla. No quería interrumpir su discreción, pero los humanos son tan ruidosos cuando no quieren serlo que el halfling ni siquiera se dio cuenta de que lo estaba interrumpiendo.

—Oíga, jefe —le llamó, asumiendo que él era el que llevaba las riendas del grupo al ocuparse de parlamentar con el clérigo maligno—. ¿Por qué no hacemos que el viejo llame a su líder, y le tendemos así una emboscada? ¡Estoy seguro de que tiene la llave del almacén! No es que quiera, digo, no es que quiera robar... Solo... Tal vez deberíamos, digo, inspeccionar y confiscar lo que halla dentro.

Asintió mirando a Caronte ante las palabras del Gvaldi, estaba de acuerdo con él,  no creía que le sacasen mucha más información de la que ya había dicho y dudaba que su habitación tuviese algo de valor que les interesase a quien los contrato. Tenía claro que no debían separarse y sabía lo dado que eran Gvaldi y Esma a inspeccionar por su cuenta, dio gracias de que esta vez se quedasen cerca y no fuesen por libre, ya habían corrido peligro bajando allí solos, encontrándose con aquellos clérigos, ya habían perdido un compañero, no estaba dispuesto a perder a nadie más. 

-tender trampa, Ulkhan piensa que bien, pero estar alerta, igual no venir solo, ser peligroso - 

Miré a mis compañeros fijamente, pensando en lo dicho.

-"Sí, puede ser una buena idea. Aunque si ha dicho la verdad ese tipo, y creo que sí la decía, solo hay un clérigo más aquí. Si entramos los cinco le cogeremos de sorpresa y nos haremos con él rápidamente. También está esa opción."