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La última cena: Crónicas Giovanni

Escena 3: La cena esta servida

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02/09/2016, 18:30
Anfitrion

 

La cena esta servida,

El pato esta asado,

Las zanahorias en su punto,

el estofado humeante,

y el cordero como plato principal preparado.

¿alguien sentirá compasión por el cordero?

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02/09/2016, 19:18
Anfitrion

¿Victor qué haces en esta cena?

¿Acaso tu espalda no duele lo suficiente?,

Y el horror de esa mujer que sin compasión te ha golpeado,

Te ha maltratado y dicho cobarde…

¿acaso era justo que un criado recibiera golpes?

¿acaso era justo que tú los recibieras?

Sea como sea hora, estas sentado en la mesa, no puedes hablar a pesar de que deseas gritar, no puedes moverte, a pesar de que deseas correr ha esa puerta. La mirada de la esa mujer, la sientes presente en ti,  en tus pensamientos, no puedes dejar de no hacerlo, tratas de luchar sin lograrlo, no puedes, es más, hasta sientes que debes sonreír  a pesar de que tu espalda esta llena de sangre, te ha lastimado, es más, el dolor que sientes es enorme.

Ahora solo puedes ver como uno a uno van llegando a la mesa. Kavi, el gitano estaba en la mesa hace mucho, parece dormido, ausente, sea como sea, no parece estar, la duquesa aparece luego y se sienta cerca a ti, y la miras, parece que ambos pueden entenderlo, pero ni ella y tu pueden moverse.

Posteriormente puedes ver que el musulmán lo traen en brazos como si se hubiera emborrachado y lo sientan en la mesa. Lian Mcornagac viene arrastrado por una mujer quien lo pone como saco en la mesa, esta conciente, aunque parece que tampoco puede hacer mucho. Guiolano, el monje, hombre de Dios, lo puedes ver con la cara deforme como si hubiera recibido un golpe, esta inconsciente.  Pietro aparece con el traje lleno de tierra parece estar confundo, algo inestable. Así mismo estaba  Benedicto y Alexei.

Algunos llegaron de ultimo, al parecer un poco mas concientes, podrías pensar que no se han dado cuenta de que ustedes no se encuentran bien. Vladimir  unos guardias lo han traido  y a la fuerza lo han sentado en la mesa mientras  murmuraba maldiciones. Miguel Aranda ha llegado muy formal a sentarse en la mesa, aunque sus ropas parcialmente están mojadas, y por último Jean Baptiste ha llegado  tranquilo a la mesa.. parece tener uso de todas sus facultades, por alguna rara razón.

Notas de juego

No puedes hablar con los demás. Hay una fuerza que no te permite moverte.

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02/09/2016, 19:28
Anfitrion

¿María Borgia qué haces en la oscuridad?

¿porqué sientes ese dolor en tu corazón…. Ese miedo?,

Y el horror de ese hombre que por  una rara  magia te ha mandado a la oscuridad.

Gritas, se suplicas, lloras sin poder hacer nada quien sabe durante cuanto.

Y de repente cuando pensaste que ibas a morir, como si nacieras de nuevo observas la luz, y nuevamente te encuentras en ese balcón. Pero inmediatamente sales el hombre te ordena que no grites, lo sigas, y te sientes en silencio  en la mesa.

Y tú,  a pesar de luchar contigo misma, a pesar de todo le sigues, no hablas y te sientas en la mesa.

 

Sea como sea hora, estas sentada en la mesa, no puedes hablar a pesar de que deseas gritar, no puedes moverte, a pesar de que deseas correr ha esa puerta. La mirada de ese hombre, lo sientes presente en ti,  en tus pensamientos, no puedes dejar de no hacerlo, tratas de luchar sin lograrlo, no puedes, es más, hasta sientes que debes sonreír  a pesar de todo.

Ahora solo puedes ver como uno a uno van llegando a la mesa. Kavi, el gitano estaba en la mesa hace mucho, parece dormido, ausente, sea como sea, no parece estar, Victor, el otro noble también está, puedes ver  marcas de sangre por la espalda de su camisa, pero no parece demostrar dolor. Lo miras, parece que ambos pueden entenderlo, pero ni tú y ni él pueden moverse.

Posteriormente puedes ver que el musulmán lo traen en brazos como si se hubiera emborrachado y lo sientan en la mesa. Lian Mcornagac viene arrastrado por una mujer quien lo pone como saco en la mesa, esta consciente, aunque parece que tampoco puede hacer mucho. Guiolano, el monje, hombre de Dios, lo puedes ver con la cara deforme como si hubiera recibido un golpe, esta inconsciente.  Pietro aparece con el traje lleno de tierra parece estar confundo, algo inestable. Así mismo estaba  Benedicto y Alexei.

Algunos llegaron de ultimo, al parecer un poco mas conscientes, podrías pensar que no se han dado cuenta de que ustedes no se encuentran bien. Vladimir  unos guardias lo han traído  y a la fuerza lo han sentado en la mesa mientras  murmuraba maldiciones. Miguel Aranda ha llegado muy formal a sentarse en la mesa, aunque sus ropas parcialmente están mojadas, y por último Jean Baptiste ha llegado  tranquilo a la mesa.. parece tener uso de todas sus facultades, por alguna rara razón.

Notas de juego

No puedes hablar con los demás. Hay una fuerza que no te permite moverte.

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02/09/2016, 20:21
Anfitrion

Lian, Lian, Lian.. ¿qué hace un lisiado en el techo?

Es ridículo ahora que lo piensas, ¿querías revolcarte en el techo con una desconocida que ha demostrado ser una salvaje?

¡por lo menos has demostrado que no eres un cobarde!... pero por alguna razón sientes que la mujer está un poco decepcionada de ti… sea como sea, ese sabor a hierro en tu boca y sus últimas palabras antes de que te arrastrara (casi literalmente) por las escaleras que bajaban el techo, y te lanzara como saco de vegetales en la mesa de la cena.

Por más que trates no puedes hablar, no puedes moverte y tampoco puedes quejarte. Por más que desees escapar, atacar o moverte no puedes hacerlo.

Pero algo raro ha pasado, a pesar de los golpes, las lastimaduras y todo lo ocurrido con esa mujer loca, y a pesar de que tu pierna debería sentirse muy adolorida, la verdad es que ciertamente no sientes dolor,  ni la sensación rigida en tus músculos, es, como si en todo este trauma  no se sintiera, como si fuera un sueño, o fuera irreal, sea como sea, te puede doler tu orgullo, puedes sentirte asustado al no poder moverte o hablar, pero lo único que no tienes es dolor.

Cerca a ti hay tres personas. Victor, la duquesa y Kavi. Los dos primeros te miran sin hablar, parece que están pasando por lo mismo que tú. Kavi esta  dormido en la silla.

Poco después han colocado en sus sillas inconcientes al Monje Giuliano y al musulmán. El primero tiene la cara golpeada como deforme,  ciertamente no había llegado con ese rostro. Luego llegan tres más. Pietro aparece con el traje lleno de tierra parece estar confundo, algo inestable, al igual que Benedicto y Alexei.

Algunos llegaron de ultimo, al parecer un poco mas conscientes, podrías pensar que no se han dado cuenta de que ustedes no se encuentran bien. Vladimir  unos guardias lo han traído  y a la fuerza lo han sentado en la mesa mientras  murmuraba maldiciones. Miguel Aranda ha llegado muy formal a sentarse en la mesa, aunque sus ropas parcialmente están mojadas, y por último Jean Baptiste ha llegado  tranquilo a la mesa.. parece tener uso de todas sus facultades, por alguna rara razón.

Notas de juego

No puedes hablar con los demás. Hay una fuerza que no te permite moverte.

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02/09/2016, 20:33
Anfitrion

Pietro, ¿vas a morir?

Morir… desaparecer…

Estas muriendo, te han enterrado vivo al igual como hiciste con el sacerdote. ¿Acaso es un castigo divino por negarte a sepultarlo?, pero ciertamente, cuando lo hiciste no tuviste culpa, porque es así, la muerte, siempre ha estado a tu lado.

Morir…

Vas a morir…

Irás al infierno…

Te comerán los gusanos…

Ohh que ansiedad, Nunca en tu vida habias sentido tal dolor, tal  asunto turbio,   sentir que eres un esqueleto, que todo en ti se pudre…

¡La muerte te persigue!

Pensamientos y más pensamientos, en ese espacio, en ese pequeño espacio oscuro.. Y de repente se abre la puerta de la caja, y la tierra que te sepultaba ya no esta encima de ti.

La mujer que te ha lanzado  te sonríe: vas por buen camino- te dice- pero es hora de cenar, ahora comprendes que no hay nada sagrado..- se rie-

De repente sientes que por más que quieras insultarla, salir corriendo y golpearla, no puedes, algo dentro de ti, como una fuerza te impide hablar, solo puedes seguirla, ella te dice que te sientes en la gran mesa, pero no puedes hacer más, simplemente obedeces…

En la mesa hay varios de tus compañeros. Victor, la diquesa y Lian te miran sin hablar, parece que ellos también están bajo el influjo de esa fuerza. Kavi, el musulman, y el monje están inconscientes. Este último tiene la cara deforme.

Benedicto y Alexei.llegan luego de ti también confundidos.

Algunos llegaron de último, al parecer un poco mas conscientes, podrías pensar que no se han dado cuenta de que ustedes no se encuentran bien. Vladimir  unos guardias lo han traído  y a la fuerza lo han sentado en la mesa mientras  murmuraba maldiciones. Miguel Aranda ha llegado muy formal a sentarse en la mesa, aunque sus ropas parcialmente están mojadas, y por último Jean Baptiste ha llegado  tranquilo a la mesa.. parece tener uso de todas sus facultades, por alguna rara razón.

Notas de juego

No puedes hablar con los demás. Hay una fuerza que no te permite moverte.

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02/09/2016, 20:34
Anfitrion

Oh que mala suerte Vladimir Romanov.

¿cómo demonios te metiste en este lio?

¿cómo ahora tu vida tiende de un hilo porque un idiota te acusó de algo que no hiciste?

Cuando te sientas a la mesa lo único que puedes hacer es murmurar maldiciones,  y viran a los demás con disgusto. Parece que todos al rededor tuyo estan especialmente callados, lo cual no te incomoda pues no estas de humor para hablar con nadie, aunque ahora que te fijas, algunos parecen estar dormidos (posible han bebido), Kavi, el monje, el musulman estan dormidos sobre sus sillas. Los últimos en llegar son Miguel y Jean Baptista que parecen sentarse de últimos por sus propios medios.

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02/09/2016, 20:43
Anfitrion

Miguel, has llegado a la mesa y al parecer la totalidad de tus compañeros, o casi todos están sentados. Muchos están muy serios y no hablan y otros están dormidos, posiblemente porque han tomado mucho.  Mientras te sientas puedes ver que algunos de ellos te miran, pero no te dicen palabra. No comprendes mucho, te  miras la ropa, estas parcialmente mojado, pero no te importa, te limpias y  esperas, la cena se servirá en cualquier momento.

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02/09/2016, 20:53
Anfitrion

Jean Baptiste, por un momento sientes que le has caído muy bien a este hombre, quien te acompaña a la sala  y se queda hablando por un segundo con algún otro de los invitados.

En silencio te sientas en la mesa.

Es extraño, cuando lo haces sientes que muchos te miran pero no dicen nada, otros están dormidos, posiblemente borrachos.  Algunos de tus compañeros parecen haber sufrido algún percance,  Miguel que ha llegado un poco al mismo tiempo que tu  tiene parte de su ropa mojada, otro Pietro,  esta con la ropa llena de tierra,  el monje que parece estar dormido parece tener el rostro algo deformado, parece como si se hubiera dado un golpe.

El resto están en silencio en la mesa mientras poco a pocos los demás se van sentando alrededor.

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02/09/2016, 20:54
Anfitrion

Despues de sentir que los animales te comían vivo Kavi, y que tu mismo te suicidabas despiertas. Estas en la mesa rodeado de todos los invitados y anfitriones,  te tocas  la cara sorprendido, !estas vivo!,  te miras donde te clavaste el cuchillo, ya no existe la herida, sorprendido miras mal al hombre que tienes a tu lado (Gabril), dispuesto a gritarle o insultarlo, pero no puedes hacer nada "Te quedarás callado y quieto en la mesa mientras comienza la cena" dice el hombre y tu sin querer no puedes hacer otra cosa.

Miras a los demás y notas que mientras algunos estan inconcientes (y despertando) otros te miran, pero nadie habla.

Notas de juego

No puedes hablar con los demás. Hay una fuerza que no te permite moverte.

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02/09/2016, 20:59
Anfitrion

Ni siquiera sabes que te pego Abdul Al Hazim.

No lo viste llegar.

Con un dolor enorme de cabeza te despiertas, Te encuentras sentado en la mesa, y al rededor tuyo estan los demás invitados, la gran mayoría te mira, pero no te habla. Te tocas el cuello y sientes una cortada superficial que arde.  Miras al rededor, tratas de hablar, pero no puedes, tratas de levantarte de la silla, pero no puedes. Miras a los demás, y notas que los demás  tambien estan en el mismo estado. Parecian existir unos pocos más tranquilos, pero a pesar de que desearas escapar no podias, y al parecer los demás tampoco.

Notas de juego

No puedes hablar con los demás. Hay una fuerza que no te permite moverte.

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02/09/2016, 21:04
Anfitrion

Despiertas, e inmediatamente te tocas tu rostro. Y lo sientes igual de deforme por lo que la mujer te hizo. Asustado miras a los demás, y tratas de gritar, pero no puedes. No puedes moverte, no puedes hacer nada. Asustado miras a los demás, ellos te miran asombrados, pero tampoco pueden hablar, lo que te hace pensar que no solo tu estas sufriendo de esto, es como si una fuerza  superior no te dejara moverte, tu cara de angustia es evidente. Solo parecen que hay  tres que parecen ser más autonomos,  Vladimir Romanov que parece estar muy molesto, Miguel que está con las ropas algo mojadas, y Jean Baptiste quien mira con frialdad la escena.

Notas de juego

No puedes hablar con los demás. Hay una fuerza que no te permite moverte.

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02/09/2016, 21:32
Anfitrion

Oh la cena, la cena, todos están en la mesa,  y al lado de cada uno de ustedes se sienta la persona con la que hablaron en los últimos momentos.

La mesa esta encabezada por el señor Giovanni, acompañada de la joven Marianna.

A la derecha están  Lady Jadviga Almanov- Victor,  Leopold Valdemar- Duquesa María Borgia- Bajazet Al-nazir-  Abdul Al Hazim- Gabril- Kavi- Lord Mieczyslav- Jean Baptiste, Lady Dimitra- Lian

A la izquierda de Giovanni están  Lady Theophana- Alexei- Lord Wenceslas - Benigno de Alarcón- Matrona Violetta- Giuliano Piccolomini-  Lord Casmir- Miguel-  Marchettus El bravo - Vladimir Romanov

En la otra punta estaba Lady Amisa, y a su lado Pietro.

Los músicos comienzan entonces a tocar una hermosa melodía medieval y al lado de ustedes  criados llegan con carritos de comida, pato asado, lechón, buey y deliciosas y suculentas piernas de cordero.

Lothar se mueve de un lugar a otro afanado porque todo sea perfecto.

Notas de juego

Iba a rolear todo el asunto de corrido, pero creo que es interesante que ustedes roleen sus reacciones iniciales  en la mesa. Si algunos quieren poner sus pensamientos publico pueden hacerlo, pero ojo con  el meta juego, una cosa es lo que sabe el jugador y otro el personaje. El domingo o el lunes  continuo...;)

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02/09/2016, 21:34
Anfitrion

A pesar de que no puedan moverse, o  hablar, a medida de que los sirvientes les van pasando los platos con suculosa comida no pueden hacer otra cosa que comer y beber. La comida  esta buena pero todo lo hacen no porque sea un deseo propio sino porque desean hacerlo, si la disfrutan o no, será cuestion de cada cual.

Notas de juego

Podeis poner sus reacciones mentales  si desean ante todos (bueno, si no quieren solo para el director)

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02/09/2016, 21:37
Anfitrion

A medida que estan en la mesa y pasan los carros de comida proceden a comer, hay que decir que la comida es deliciosa, los demás comienzan a comer aunque casi ninguno habla.

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02/09/2016, 21:40
Lady Jadviga Almanov
Sólo para el director

A medida que los platos van pasando y comienzan a comer,  la mujer de elegante vestir grita de manera alegre: !Un brindis!, !Un brindis a este anfitrión por tan honorable cena!!

Se levanta- Un brindis  por el lider que ha sabido darle sabor a nuestra cena

Un brindis por quien es lo bastante inteligente para atacar su propia sangre a nuestro beneficio. !Por Claudios Guiovanni y por la destrucción Japhet hijo de Cappadocius!!!

Los demás anfitriones aplauden y  gritan !Que hable!, !Que hable!!

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02/09/2016, 22:21
Miguel Briand Aranda

Veo aparecer la comida y sonrío para mis adentros.

Realmente estaba hambriento. Después de la comida en la posada del cordero aquellos manjares me parecían comida de dioses. El ultimo mes no había comido lo suficiente, o por lo menos lo suficientemente bien como para no agradecer una buena comida.

En la mesa miro de reojo a Lord Casmir. Era curioso verlo sonreir en la mesa a los comensales. Después de la charla que habíamos tenido antes, todo parecía indicar que lo que hacía, para él era su día a día y lo veía normal. Así que  recogí mi copa de vino y le hice un ademán  de "salud" antes de beber. Un hombre extraño, sin duda alguna.

Después miré a los demás a mi alrededor, mientras cogía un trozo de carne asada en mi plato, intentando adivinar qué cubierto era el correcto usar en ese momento. Todos tenias un semblante... preocupado. Tenia que hacer algo al respecto. Esto era una fiesta y esas caras largas me apenaban por dentro.

- ¿Que tal la comida, mis amigos?- Pregunte a los mas cercanos para romper la tensión, ignorando completamente que aun tenía bastante mojados mis cabellos.

Notas de juego

A todo esto... los vampiros comen? es decir.. comida normal? XD

Respuesta de la master: Ustedes "aún" no son vampiros.

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03/09/2016, 22:31
Abdul Al Hazim

Me despierto sobresaltado, alrededor de la mesa del conde Giovanni como si nada hubiese pasado. Intento llevarme la mano a la nuca, buscando el lugar donde Al-Nazir me golpeó, pero no logro moverme. Intento mirar a los demás y hablarles, pero solo puedo mover la cabeza y observarlos como un tonto. Empiezo a entrar en pánico hasta que me doy cuenta que todos están igual, lo cual hace que, si bien no deje de estar nervioso, empiece a calmarme un poco.

Así continuo hasta que traen comida a la mesa. Por alguna razón no puedo evitar probarla como si no pasase nada, al igual que varios de los comensales, por lo que decían sus caras. Me preguntaba cuánto iba a durar esto, qué nos harían, y qué clase de brujería nos habían maldecido con para que no podamos más que seguir sus juegos.

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04/09/2016, 08:07
Jean Baptiste

La velada prosigue en su ambiente inquietante, estremecedor. Tomo asiento en silencio, como temiendo perturbar la tensa calma imperante y echo mano a las excelentes viandas y vituallas que me son brindadas con idéntica reserva.

Logro comer, a pesar de todo, y aunque soy consciente que la pitanza es extraordinaria, soy incapaz de hallarle sabor, absorto como me hallo en escrutar al resto de comensales, hallándolos cambiados, como afectados por una severa borrachera o narcotizados a base de absenta... un escalofrío recorre mi espalda, advirtiéndome, nuevamente, acerca de la terrible trampa en la que hemos caído.

¿Que tal la comida, mis amigos?

Uno de los comensales quiere romper la angustia imperante... logro engullir un excelente trozo de cordero que hacía ya unos momentos que se revolvía en mi boca - Buena... - acierto a balbucear dubitativamente, sin ni siquiera atreverme a hablar demasiado alto por si eso pudiera importunar a alguien. Siento un enardecido deseo por que la cena termine y consiga salir con vida de ese lugar...

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04/09/2016, 13:30
Pietro Pagliuca

El mercenario no habló, tampoco había hablado mucho durante el viaje, era un tipo callado. Comió cuando le sirvieron, pero lo hizo en silencio. Sin embargo sus ojos no estaban quietos. Pietro no dejaba de mirar a todos los lados. Evaluaba su situación, valoraba a los comensales que junto a él estaban sentados en torno a la mesa. En su cabeza había muchas posibles alternativas, pero le era posible llevar ninguna a cabo. No podía reaccionar como a él le gustaría y eso era algo que le pesaba profundamente.

La comida y la bebida eran ciertamente buenas, mucho mejores que la comida que él tomaba de forma habitual. Quizás debiera alegrarse después de todo de haber ido a aquella posada y haberse subido en aquel carro, pero aún quedaba mucho por ver. Estaba seguro de ello. Iba a tener que continuar en silencio y atento durante más tiempo. Necesitaba concentrarse para poder recabar toda la información que le fuera posible y ser capaz de actuar con ella.

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05/09/2016, 14:20
Relicta, el Abandonado

Fray Giuliano estaba atónito y una profunda desesperación se dibujaba en su deformado rostro. La mandíbula desviada y colgante; uno de sus ojos apenas visible tras un colgajo de piel grotescamente hinchado; la nariz torcida como si hubiera recibido un puñetazo en plena cara. Aún así, sus manos se movían mecánicamente, como un marioneta guiada por una voluntad oculta y superior. La comida era transportada hasta la boca desencajada, con gestos sencillos y lentos, como si el cuerpo se negara a aceptar la deformidad de los labios que hacía que parte de lo que intentaba deglutir, cayera otra vez sobre los blancos manteles sin llegar a su destino.

Pero nada podía hacer por evitarlo. No podía gritar aunque su alma estuviera lanzando alaridos de puro pavor. No podía girar la cabeza para buscar la mirada de otro de los invitados, ansioso por encontrar una luz de piedad o comprensión en alguno de los que habían viajado como él hasta ese lugar abandonado de la mano de Dios.

Solo una lágrima, una solitaria y triste lágrima, surcó indolente la mejilla del franciscano, viajando por ese rostro que minutos antes había sido normal y que ahora no era más que una parodia de la faz de un hombre. Y el fraile lloró, más por dentro que por fuera, perdida ya toda esperanza de salvación.