Partida Rol por web

Tras un rato haciéndome con el texto del libro, en vista de que Makoto tarda con la llave de la enfermería, me dirijo a los comedores, para ver si puedo hacer el suero para hidratar a la pobre Natuk.

 Entro en la biblioteca y busco algún libro, periódico o revista de interés sobre la gente con poderes y su historia, o que me ayude a comprender mejor la naturaleza de ellos, su procedencia, o cómo descubrirlos.

Por lo que Vicky encuentra está claro que no se sabe exactamente cuáles fueron los origines, hay mucha información sobre estudios que se han hecho de las personas con poderes, casi todos determinan que los poderes están muy relacionados con los seres mitológicos y de las leyendas locales, y curiosamente la localización territorial es la misma, es decir, donde hay leyendas de hombres lobo es donde hay apariciones, donde hay leyendas de otros seres es donde están esos seres.

Puede encontrar alguna información que habla sobre un gen y la posibilidad de replicar ese gen, sin embargo, parece que todos los intentos habían sido inútiles y resultaba que no era posible hacer que todo el mundo tuviera poderes, según decían la mayoría la sangre era demasiado débil. Fue cuando encontró un documento en el que podía ver un dossier que le llamo la atención.

Nombre: Maki Hakase

Tipo de ser: Desconocido

Características: Se conoce que posee la capacidad de afectar los sentimientos y manipular a las personas que la escuchan cantar con su voz, no se conoce si posee poderes adicionales pero se sospecha que podría haber presentado unos poderes mayores en el futuro ya que fue capaz de afectar a toda la población del planeta con uno de sus poderes sin que todos le escuchasen. Extremadamente peligrosa, se considera que puede poseer una sangre muy poderosa dentro de la gente con poderes por lo que se recomienda su estudio y posibles aplicaciones.

Misión: Es de vital importancia recuperar el cadáver de la chica, se encuentra en unas instalaciones de seguridad, por fortuna fue rechazada por su familia y el gobierno de los EEUU tiene plenos poderes sobre el cadáver a lo que el gobierno japonés se muestra molesto ya que también desean investigar sobre él, es necesaria la rápida recuperación, para ello se contara con un equipo especializado para la infiltración y traslado del cuerpo, es de vital importancia poder analizarlo y comenzar los estudios para la investigación y posible replicación

En el dossier bastante desgastado se incluyen algunas fotograficas:

El resto de fotos son varias de la chica muerta en una camilla y una de ellas es realmente desagradable ya que muestra la herida de la chica, una bala le atraveso el corazon

Katarzyna entró en la biblioteca esperando encontrase sola.  Cuando vio a Vicky se paró un segundo, esbozando un rápido saludo - Hi - junto a un leve gesto con la cabeza, pero continuando rápidamente a su destino.  Ahora menos que nunca le apetecía otro desaire más de la latina, desaires que ya sonaban a trillado.

Se dirigió a la zona donde había libros de medicina y enfermería, cuya situación sabía perfectamente, ya que los había consultado hace poco (de hecho aun tenía uno de los libros en la mano).  Buscó sobre trasfusiones de sangre: quería saber si era conveniente y seguro aplicárselas a alguien en el estado de Natuk.

Luego buscó otra cosa más sibilina.  Ben había dicho que había visto una foto de la cantante, y que no se parecía a Natuk.  Pero tanto Katherine como Himiko decían que se parecía.

- ¿será algún hechizo o algo de los poderes?  - se preguntó, buscando esa foto de tan famosa cantante.

Cuando Katz entra puede ver como Victoria tiene algunos documentos, una carpetilla con varios documentos y fotos, al pasar cerca de ella se da cuenta de que uno de los documentos es una especie de ficha o dosier de alguien e incluye una fotografía, aunque parece que la chica tienes más fotos que no es capaz de ver

Entonces empieza a buscar en los libros de medicina, según encuentra la trasfusión puede aportar nutrientes a Natuk, pero también indica que no pueden inyectarle demasiado puesto que sería contraproducente, tendría "demasiada sangre" y no sería algo bueno. Tras buscar un rato encuentra algunas fotografías bastante desgastadas de la cantante

Katarzyna dejó el libro que había cogido unas horas antes en su lugar y salió sin más.

 - Pft... - Dejo el dossier donde lo encontré, asqueada por la noticia y las fotos, y me dirijo a la cocina para coger algo de sopa, y luego ver a Natuk.

Entré apresurada a la biblioteca, la suela de mis botines remarcaban un ritmo rápido que resonaba en el eco que dormía en aquella estancia. Me llevé una mano al pecho, sobre donde se encuentra más o menos el corazón, y noté mi pulso. Acelerado. Vertiginoso.

Notaba como una presión en el pecho me oprimía, necesitaba descansar y relajarme. Miré a mi alrededor. Las sombras parecía proyectarse más de lo normal, las paredes... juraría que se movían hacia mi, las estanterías parecían estar curvadas, creía estar volviéndome loca por segundos. Mi pulso comenzó a temblar, noté la piel de mis manos más pálida de lo normal. Apenas tenía fuerzas para cerrar el puño.

Me acerqué a una silla, posando mi mano sobre el respaldo, y retirándola de la mesa con un estruendoso chirrido de las patas al hacer fricción contra el suelo. Me senté, y eché la parte de mi cuerpo sobre la mesa, con los brazos cruzados bajo mi cabeza ladeada. Tenía los ojos entrecerrados, solo podía recordar, y eso ya era algo que me costaba.

─Le odio... le odio tanto... si no fuese por su maldita culpa yo ni siquiera estaría hoy aquí. Si pudiese agarrarle del cuello y... estrangularlo... juro que lo haría sin pensarlo... lo juro.

Siempre que tenía un problema tenía a quien culpar. A él. A mi padrastro. Pero esta vez el malestar que tenía y el cual me estaba consumiendo lentamente no tenía nada que ver con él, más bien tenía que ver con las alcachofas y las anchoas de la cocina, quizás no me sentaron... demasiado bien.

Aún recostada sobre la mesa extendí mi mano izquierda delante de mi vista. Recordé aquella sensación de odio, rencor y deseo de venganza en la cueva. Este último rato habíamos estado hablando sobre nuestros poderes y...

─Creo que... es importante que aprenda a dominarlo sola. Lo es... es mi responsabilidad.

Cerré con fuerza el puño, apretando los dedos, notando mis pequeñas cicatrices insensibles rozar con el resto de mi piel... tuve esa sensación amarga en el estómago. Odio, rencor, una sensación de crueldad y desidia que nacía desde lo más profundo de mi vientre, trataba de dirigirla hacia mi puño cerrado. Notaba y veía como se marcaban mis venas, como mis tendones estaban tensos, como mi piel se erizaba y estremecía... mi respiración se estremeció.

La chica se sentía con ira, con angustia, sin embargo, no era exactamente lo mismo que cuando estaba en la cueva, era cierto que sentía el mismo odio hacia su padrastro, pero ya no estaba asustada, era puro odio y en parte notaba esperanza, la esperanza de poder ser alguien diferente, alguien mejor y el convencimiento de que ya no podría hacerle nada, que ahora ella era más fuerte y podría superar aquello, podía y tenía que hacerlo, a fin de cuentas estaba sobreviviendo en el futuro, en un futuro hostil, frio y con desconocidos algunos de los cuales son realmente peligrosos.

Fue entonces cuando lo siente, un escalofrío en todo su cuerpo y ve como de su cuerpo empieza a salir un humo similar al que salía cuando estaba en la cueva, pero en esta ocasión era diferente, era de un tono marrón y la rodeaba, subía por todo su cuerpo y la rodeaba, al principio no notaba nada y se angustiaba, pero finalmente nota que aunque le rodea todo el cuerpo no pasa nada, puede respirar sin problemas, extrañada puede ver como el humo se desvanece, la joven se mira las manos y ve algo que le llama la atención, era como si estuviera hecha de piedra, al moverse da en una mesa sin querer y la rompe con suma facilidad, como si hubiera sido golpeada por una roca

Después de que la humareda se disipase y el polvo se impregnase en mi piel, destruí una mesa... sin querer. La contemplé. Una mesa de madera, consistente y fuerte, no era ninguna broma partir en dos algo así sin tan siquiera inmutarme.

Giré mis manos mientras las miraba, observaba mis palmas. Poder.

Admitiré que al principio me asusté un poco, en especial cuando la mesa se fue contra el suelo hecha añicos... pero...

─Esto es... es...─quedé un par de segundos sin encontrar la palabra─ maravilloso...

Estaba descubriendo cosas que iban más allá de cualquier novela de ficción, de cualquier serie de super héroes e incluso de cualquier sueño en el que imagines ser poderoso. Y a la par que aquella sensación de poder me gustaba, me inspiraba confianza y seguridad, valentía y coraje, también me transmitía un cierto grado de responsabilidad.

Traté de mantener la concentración, continué sintiendo aquel cosquilleo en toda mi piel. No me era desagradable, sentía como la primera vez que te pones una prenda con una textura que nunca antes habías vestido, aterciopelada, suave y que cosquillea un poco...

Tomé con una mano el borde de una mitad de la mesa astillada, pude notar como casi sin ejercer presión el mismo borde se resquebrajaba, parecía que estaba siendo aprisionado por un yunque en lugar de por mi mano. Lo levanté y sonreí. Miré hacia el techo de la biblioteca y cerré los ojos, contenta, feliz. Me estaba descubriendo a mi misma, una nueva Roxana.

─No debo demorarme más... hay que limpiar este estropicio... Rox, concéntrate.

Apilé los pedazos de madera que estaban rotos, y los cargué como pude, rompiendo alguno demasiado grande para hacerlo más transportable, bajo mi brazo izquierdo. Caminé de forma apresurada hacia la puerta de la biblioteca. Noté como mis pasos parecían más sonoros que cuando entré hacía unos minutos.

Ya dentro de la biblioteca, comienza a revisar los libros, en busca de información sobre los kitsune, necesitaba saber más sobre sí misma y sobre sus habilidades, además, pensaba en sacar a su espíritu interior, para comentarle sobre la última, aunque aún no se decidía a lanzar el hechizo.