Partida Rol por web

Recuerdo las palabras de Elizabeth, con la mirada perdida. "No hagas ninguna tontería". Soy impetuoso, eso es verdad. También es cierto que antes no lo era demasiado. No se si es la vida, con tantos avatares que me ha colocado delante, quien me ha cambiado. O el valor que me insufla pensar en ella. O el dragón que ha crecido en mi interior, que me llena de fuego e instinto. Qué lejos queda mi vida normal y anodina en Eagle River...

Ninguna tontería. ¿Qué clase de tontería podría hacer? No hay gran cosa que se pueda hacer, en realidad. El hechizo no se va a realizar, estamos atrapados en este tiempo, acosados por soldados demasiado bien pertrechados, encerrados en este cast...

Levanto la mirada, al darme cuenta de un detalle importante. Dejo de masticar un instante. Ni siquiera estamos atrapados en este castillo. No nos pertenece, tan sólo somos invitados. Y hemos estado hablando de permanecer aquí, de sobrevivir a esos soldados entre estos muros, sin tener en cuenta que estamos manteniendo falsamente la esperanza de nuestra anfitriona, a la que hemos ocultado todo cuanto sucede.

Si pretendemos crearnos un futuro en este castillo, necesitamos que ella lo acepte.

Salgo de la cocina con gesto serio, tragando con dificultad el trozo de carne que tengo en la boca. Cojo mi abrigo y me despido de las chicas con un gesto ausente, antes de salir del comedor.

Himiko entra en el comedor con tranquilidad, la vampiresa se coloca de pie frente a la mesa mas larga del comedor donde entran todos los presentes, indica a todos los presentes en el comedor que se sienten ahi mientras ella permenece de pie en el extremo mientras espera la llegada de todos.

- Gracias, Angie  -  le dijo Kat a la pelirroja.
- Si no es mala idea lo de los poderes, aunque no te precipites con los tratos.

Cuando vio entrar la vampiresa, a Katarzyna le dio un vuelco el corazón.  No podía evitarlo.  Además, puesto que le acompañaban los Ben y Liz, es que ocurría algo.  Miró de reojo la inequívoca señal de la señora del castillo ordenando a su voluntad cuando vio a aparecer a Kurt, al que hacía días que no veía.

- Kurt ... -  susurró, pues su voz se apagó al ver al resto entrar, incluida Natuk.

Esperó a que alguien se sentase antes que ella, tras lo cual iría sin rechistar, invitando a Angie a hacer lo mismo y refugiándose en ella.

Entré en el comedor junto a Kurt, Rina, Natuk y las gemelas. Observé un instante el suelo, justo la zona donde mi mente se había desplomado hacía poco más de una hora. No pude evitar sentir de nuevo aquellas agujas atravesando mi cabeza al tratar de recordar... era insoportable.

Kata y Angelica seguían ahí, por suerte estaban al margen de lo ocurrido en la habitación. Me acerqué a ambas separándome un poco de Rina, Natuk y los demás con los que había entrado al comedor.

─¿Nos sentamos? ─sonreí ligeramente.

Sin más miramientos decidí tomar sitio en el lado izquierda de la mesa, en una posición más o menos centrada. Miré hacia Rina y Natuk, invitándolas con un gesto de cabeza a que se sentasen en la proximidad.

Desde que entro al comedor, acompañado de Elizabeth, mantengo un mutismo absoluto. Veo cómo van llegando los demás, y ne doy cuenta de las pocas caras que hay que realmente me inspiren algo positivo. Gente con la que he discutido, gente que me ha amenazado, gente que me ha acusado de cosas que no he hecho y ha ignorado o tergiversado mis explicaciones, gente que ha tratado de hacerme daño sin tener motivos para ello. Son pocos los rostros contra los que no tengo nada, y menos aún aquellos en que confío.

Por ese motivo me mantengo abstraído y sin mirarles a la cara. A ratos mirando al suelo, pensativo. A ratos mirando a cualquier punto del comedor. De vez en cuando, compartiendo una mirada de mutuo apoyo con Elizabeth. Alguna vez, lanzando una fugaz mirada de preocupación a Himiko.

Invito a Elizabeth a sentarnos a la mesa, junto al lugar donde se sitúa Himiko.

Himiko observa a todos los presentes, su voz suena como siempre pero algo más tranquila, mira a todos y dice:

- Y bien... a que esperáis para hacer lo que tenéis que hacer?

Mira directamente a Natuk y dice:

- Supongo que te han dicho que necesitamos tu poder para poder arreglar esto... para que esté presente donde cazan a los que tienen poderes mágicos no se repita y se solucione volviendo todo a la normalidad...

Da una rápida pasada por todos los presentes y a continuación añade:

- Tenemos todo preparado para hacer el hechizo... que es lo que os detiene?

El espíritu parece prestar mas atención a lo que sucede, cuando Himiko habla se acerca un poco pero no se sienta en la mesa, permanece escuchando lo que dice sin decir ni hacer nada, por primera vez para muchos se pone seria y observa las reacciones de todos 

Natuk se había sentado junto a Rina y a Rox con las que se sentía mas cómoda o al menos esa era la sensación que daba, ante las palabras de la vampiresa agacha la cabeza, parecía que se sentía avergonzada por lo que estaba sucediendo y algo presionada

 Me siento cerca de Liz y Ben, que son, en parte, con los que más me identifico. Me cruzo de brazos y me recuesto ligeramente sobre el respaldo de la silla. Aun me sorprende ver al espíritu de la pequeña Rina como a uno más, aunque ya incluso algo menos.

 No contesto a Himiko, sino que, como ella, miro expectante a los demás, esperando la respuesta a la pregunta que acaba de formular, una explicación, ¿Esa chica que acaban de conocer, les importa más que todo y a todos los que han conocido en sus antiguas vidas?. Entiendo su 'humanidad', su punto de vista, pero no que les sea tan sencillo ponerlo en práctica, ni que tengan tan claro su orden de prioridades. Por mi parte, nada aminora mi convicción de querer volver al pasado a costa de lo que sea, o de quien sea. Ni Natuk, ni nadie. El espíritu tenía razón cuando me llamó egoísta, pero lo reconozco, y no me es una ofensa, si no un hecho que tengo ya bastante asumido, cada vez más desde que llegué.

 -​ Eso quisiera saber yo. - Murmuré molesta, mirando hacia otro lado. Pero más me molestaría si finalmente me viera obligada a quedarme aquí, en contra de mi voluntad, perseguida, y pasados trescientos años de todo lo que yo conocía. Humana, espíritu, monstruo, o lo que sea, podría haber seguido viviendo tranquilamente en 2015, con los míos, y queriendo decir con 'míos', mi familia y amigos, y no el resto de gente con poderes que, exceptuando a mi hijo, me darían igual.

- la respuesta es muy sencilla - dio un paso hacia delante, con sus manos en su espalda Natuk-san no quiere desaparecer, ni su historia ni su pasado, ni sus hermanas,porque viajar es hacer que ella misma no existiera, ni lo que ha pasado, ni lo que le paso a sus hermanas, no quiere que sean olvidadas ellas, ni ella misma, por eso no hemos hecho el hechizo, Natuk-san no quiere ser obligada a algo que no quiere hacer, ni siquiera es el miedo a la muerte, sino a desaparecer, y obligarla a aquello es un acto demasiado cruel, no tendríamos entonces ningún límite para conseguir nuestros objetivos, que no nos importa siquiera el sufrimiento de un inocente ¿acaso si fueran mas vidas tampoco nos importaría? Es básicamente eso, el límite y los escrúpulos, yo la respeto, y he prometido protegerla en lo que decida, y ver otras opciones, otros caminos, muchos no están de acuerdo, pero solo ven por sus propios intereses, no vale la pena una acción si significa el sacrificio... solo en las manos de ella esta la decisión de hacerlo o no, - se gira hacia Natuk-san.

- Himiko-sama, ha sufrido mucho por mantenernos vivos hasta ahora, esperando el momento para poder liberarse y retroceder a antes siquiera de ser lo que es ahora, ninguno, de hecho, conocería lo que ha conocido hasta ahora, ni el poder, ni la experiencia, ni la fuerza, ni el amor, nada, todo, hasta ese punto, dejaría de existir, y con eso, ella, sus hermanas y esta realidad... Pero ¿podemos empezar un acto así con un acto igual de cruel?... quizás mis palabras no lleguen a los oídos menos sensibles o aquellos que piensan que tienen el mundo en contra, pero, si estuvieran en la misma situación que Natuk-san, lo defendería de la misma manera, con la misma fuerza y la misma convicción, porque, pisotear lo que creemos correcto es una traición aún mayor a la de asesinar, y yo creo que esto es lo correcto... - apretó los labios.

- aun ni exploramos todas las opciones, si hay un hechizo que nos hace ir al pasado, pueden haber mas hechizos, incluso formas de hacer sobrevivir a Natuk, a nacer de nuevo, actuar porque es lo que está listo, porque es lo que se cree más fácil, sacrificarla como si fuera solo una pila, no los hace muy distintos a aquellos que nos atacan... - bajo los brazos.- he expresado mi punto de vista, mis argumentos y mi postura que no es pasiva, no sigo lo que no creo justo o correcto, no sigo a nadie simplemente porque se las dé de líder, sigo lo que mi razón y corazón llaman correcto, y esto no siempre es sencillo, no actuar bien lo es... - hizo pasar saliva pesadamente.

- incluso, buscar mas opciones es una salida, alzo un poco mas la voz - Victoria, si te dijera que para evitar tope esto debiéramos Matar a tu hijo... O  Foster-san, si te dijéramos que debes alejarte de Freeman-san, o Freeman-san, si te dijéramos que debes matar a tu novio ¿no deberían tener por lo menos la posibilidad de escoger aquello? ¿Tendríamos todos los demás el derecho para exigir algo? El que uno actúe de una manera no hace una regla para que todos los demás lo hagan, es por lo que abogo, ni siquiera es si porque encuentro la decisión correcta o no, sino por el derecho a decidir por nuestra propia existencia, historia, pasado y futuro, que a ella se le ha negado desde su nacimiento ¿en verdad podemos ser iguales a esos soldados? ¿A todo un gobierno? ¿Acaso podemos creer que ella, por no haber sido concebida de una manera es menos persona y por ser menos persona, debemos ignorar sus miedos? Yo le podría jurar que nunca olvidare a sus hermanas, que si pidiera, la llevaría en mi vientre para que naciera de nuevo, en una vida sin sufrimientos, pero incluso esa idea llena de bondad, se corrompe si la obligamos a algo... chicos, por favor... No cometamos un crimen... somos mejor que eso... - levanta la defensa, con una certeza enorme que no daba lugar a dudas en lo que pensaba.

Si ponerme en pie y aplaudir con fuerza no me hiciese quedar como una ridícula, lo haría. Rina no podía haberse expresado mejor, y yo personalmente, compartía casi en su totalidad el argumento que había expuesto.

─Por no repetir lo que acaba de decir Rina, diré que opino igual. Natuk merece elegir. Demasiado tiempo escapando, y sufriendo, como para que ahora seamos nosotros quienes nos rebajemos al nivel de usarla como si no fuese una persona.

Eché un vistazo a todos en la mesa, muy rápido, una vista panorámica. Me detuve en Kurt.

─Y debo añadir que, además de que puede haber más caminos como dijo Kurt; aquella tragedia de la chica que cantó y que desembocó en la caza de quienes no son... somos... 'comunes' ─encomillé la palabra con un tono más sutil─, por así decirlo, volverá a suceder. Tal vez no en el dos mil quince, ni en el catorce, pero tal vez sí viente años después, u ochenta, o cinco siglos.

Pausé un momento, y traté de contener el dolor de cabeza que aún me acechaba.

─Los sacrificios van a estar ahí. En ocasiones son necesarios, y no siempre son de la misma gravedad... pero antes de llegar al extremo de jugar o elegir por la vida de alguien... creo que habría que cerrar todas las opciones restantes.

Y después de esto, no me quedó nada más que añadir. Froté la espalda de Natuk con suavidad, tratando de confortarla.

Acompañé a Ben hasta el comedor, manteniéndome junto a él en todo momento, sin soltar su mano. Tomé asiento y escuché lo que algunos tenían que decir, viendo con decepción como se nos insultaba en nuestra propia cara. Pensé en permanecer callada, pero escuchar tanta palabra injusta me enervaba hasta a mí; aun así, pude hablar con calma. Solté la mano de Benjamin y me puse en pie.

P-prefiero hablar desde el respeto.- aclaré, antes de mirar a Natuk. -En ningún momento hemos intentado obligarte a hacer nada, sino hacerte ver nuestra postura. Yo escogí venir aquí para salvar a toda esa gente que ha muerto injustamente, sin saber si sobreviviría, simplemente por intentarlo; fue mi elección, solo te pedimos que hicieras la tuya. - dejé entonces de mirar a Natuk, dirigiéndome a todos. - Yo no tengo la verdad, no puedo afirmar cosas sobre el tiempo o hechizos que desconozco como han hecho otros, lo único que sé seguro es que la vida de centenares de personas vale más que las nuestras propias.

Volví a sentarme, mirando a Victoria y después a Ben, volviendo a agarrarme a la mano de este, mientras miraba de soslayo a Himiko.