Partida Rol por web

Estoy caminando ya hacia Elizabeth, cuando Rina chasquea la lengua comenzando a hablar. Nada de lo que dice me convence, más aún, asume un montón de cosas equivocadas. Ella, que habla de prejuicios. Ella, que se comporta como si estuviera en posesión de toda la verdad acerca de nuestras naturalezas. Ella, no es capaz de comprender asuntos tan sencillos y mundanos como algunos que nos atañen. Y, como siempre, termina por echarse encima toda la culpa, volviendo al sentimiento de autocompasión que siempre arrastra.

No puedo culparla de eso, no se cómo estaría yo de haber pasado por lo mismo que ella...

Rina. -Llamo su atención antes de que abandone la sala, sin moverme de mi sitio, ni tratar de seguirla, pero confiando en que tendrá la educación de concederme un minuto al menos y no dejarme con la palabra en la boca- Eres tú la que no comprende. Te comportas siempre como si estuvieras en posesión de la verdad absoluta, pero no es cierto. No me conoces a mí, lo que realmente soy, ni sabes lo que Beni, una Kitsune mucho mayor y más sabia que tú, me dijo acerca de mi naturaleza en la cueva. Y desde luego, por tus palabras, tampoco comprender los motivos de la discusión en el bosque. -¿Un ataque? ¿Cómo puede estar tan ciega?- Es más, crees que viste rechazo en mis ojos, cuando me preocupé en la cueva por tratar de evitar que te atosigaran cuando sufriste ese ataque. ¿Y soy yo quien lleva una venda en los ojos? -La miro con lástima, aunque no la siento sólo por ella. Veo cómo voy perdiendo a todos los que me importan, poco a poco, y no soy capaz de remediarlo- Te crees un monstruo. Yo no, aunque no lo creas. Si alguna vez quieres quitarte esa venda de los ojos, hablaremos de ello. Y ahora vete, si es lo que quieres.

Me giro y me encamino, como pretendía, junto a Elizabeth.

 Agarré la chaqueta que me acercó Lia para ayudar a presionar la herida, pero afortunadamente Rina, a quien necesitábamos, no tardó en llegar y me aparté con urgencia, dejándole su espacio para que sanara a T.J. mientras parecía que algunos de los chicos trataban de contener a Erik. 

 Preocupada, miré a T.J., expectante de lo que pudiera pasar, y tal y como esperaba su herida se cerró mágicamente con la intervención de Rina. Aún y así, tras agradecerle como pudo su ayuda, el chico perdió la consciencia. Por un momento me preocupé incluso más, pero Rina me tranquilizó asegurando que estaba mejor, por hoy al menos.

 Tras eso suelta una parrafada sobre el respeto, el control personal y de nuestra naturaleza, y matarnos entre nosotros, reprochándonoslo, además de lo que parecen algunas indirectas especialmente sobre Ben. Es cierto que ahora mismo las palabras que pudiera tener para Erik o Kat, con la que yo también estaba pagando el problema por el simple hecho de haber elegido en un principio el bando del alemán tal vez sin saber que esto ocurriría, no serían las más respetuosas ni controladas del mundo, pero, ¿No debería decirle todo eso a Erik? ¿Qué habíamos hecho los demás, si no ayudar? No es que T.J. suela tener las mejores formas con la gente en general, pero él SÍ se contuvo, a diferencia del cobarde alemán, a quien no parece afectarle tanto como a otros mancharse las manos de sangre de algo que no vaya a cocinar... O a comerse, en todo caso, teniendo en cuenta a nuestra anfitriona.

 Antes de que cayera inconsciente, Ben animó a su manera al chico, antes de preguntar por mi ayuda y disponerse a contestar a Rina y explicar a ella, y a todos, su postura sobre el control que pudiera tener el chico.

 Vaya momento que tuvo la chica para sacar a relucir el temita moralista, que hasta ahora consideraba innecesario debido a su obvio mensaje, pero visto lo visto, alguno sí que necesitaba que le pusieran los puntos sobre las ies, aunque ahora no fuera la situación más adecuada.

 -¿Eh?-  Ben me despeja de las cargadas palabras de la kitsune al pronunciar mi nombre. - S- Sí, claro... Pero...- Miré hacia la dirección que me había indicado, luego a  T.J., aún tumbado en el suelo, rendido, y de nuevo a Ben.- No podré cargarlo yo sola.- Admití agobiada.- Alguien tiene que ayudarme a llevarlo.- Lancé al aire, esperando ayuda de cualquiera que se ofreciera voluntario, y deseando por dentro que no fuera Kat, con la que por el momento no quería relacionarme, mientras la miraba de reojo.

  Ben y Rina continúan discutiendo hasta que la chica se va, aunque lo cierto es que no me importa, si no todo lo contrario. Mejor así, no entendía a qué venía tanta palabrería y dramatismo mientras T.J. continuaba tendido en el suelo y crecía mi incertidumbre sobre lo que harían con Erik, y eso empezaba a molestarme. Por otra parte yo también estaba deseando quitarme ya de en medio para despejarme de aquel tenso momento, además de dejar de ver a ese par de rubios, y no, no me refiero a Kurt. Ocuparme del chico me vendría bien para tener el tiempo de reflexión en soledad que necesitaba, o al menos mientras él durmiera. Ya pediría explicaciones más tarde a quien creyera necesario sobre la actuación, los motivos y las consecuencias de lo que Erik acababa de hacer, ahora sólo quería estar tranquila, lo contrario no aportaría nada bueno.

Mientras me mantenía entre Erik y la salida, el discursito de Rina llegó a mis oídos como mil agujas. "¿En serio? ¿Ahora esto?" Yo no sabía de monstruos interiores ni nada por el estilo, pero a mi parecer, la que más se preocupaba de que saliese algún monstruo de su interior era la propia Rina, y razón no le faltaba, lo entendía, pero de ahí a acusarnos de que todos la temíamos y la rechazabamos...tsk, volví a sentirme realmente asqueado y con unas increíbles gnaas de gritar para no escuchar más de todo aquello, me arrepentí de mantenerme despreocupado por si pasaba algo, ya fuese con la kitsune o cualquier otro, pero que nos acusase y encima el idiota del Erik frente a mi...apreté fuertemente los puños en mis bolsillos y apreté los dientes por no sacarme de verdad un monstruo de mi interior y comenzar a destrozar todo el comedor a ver si se callaban todos de una vez y dejaban de verse todos como lo que podrían ser en vez de verse como lo que quieran ser, personas ante todo. Empezaba a dudar seriamente de eso.

Paralizada e impotente, Katarzyna observaba la "pintoresca" escena, pero con la expresión de rabia que T.J. le había dedicado grabada en sus retinas y con la voz de desprecio de Vicky martilleando sus oídos.  La culpa la embargó: tan inútil y desamparada se sentía.

Kat se durrubó.  Arrodillada como estaba, se dejó caer.  Con la cabeza hacia arriba, mirando a los que estaban de pie, el labio inferior temblando, y en una posición indefensa, como una niña, balbuceó:

- ¿Por ... por qué lo has hecho, Erik?.  Yo confiaba en ti.  -  dijo entre sollozos
- Yo ... yo solo quería q ... que no os peleaseis.  -  Casi no podía ver por las lágrimas.
- Vosotros dos no.  -  con voz ahogada y lastimera.  Tuvo que hacer una pausa para tragar saliva.
- Ojalá me hubieras pegado a mi  -  ya solo atinaba hablar con palabras infantiles
- ¡Ojalá no hubieras hecho nunca ese cuchillo!  -  gritó, desconsolada.

La mera visión del cuchillo era insultante, allí manchado de sangre del americano.  Concentró todo su odio en él (aparte de en si misma).  Si no fuera por él, Erik no habría estado cansado y T.J. no le hubiera pegado una patada.  Si no fuera por ese odioso cuchillo, Erik no habría podido hacer daño a T.J.  Fijo su mirada en él, deseando hacerlo desaparecer.
 

Mil actos, acciones, palabras, gente a su alrededor; pero aun así Erik no hacia nada. Su ira, su cólera se habían apagado, extinguido, muerto al momento instantáneo de la acción al observar su mano caliente y roja por la sangre de victima.
Había entrado en shock, la situación, el estrés, todo habían echo eclosión en su mente y como acción de resguardo su ser, había hecho un reset. Su mirada era perdida enfocada en algún punto imaginario del espacio; su cuerpo estático en aquel lugar en el cual Mike y Makoto habían ido a interceptar.
Los poderes de Elizabeth y la sensación del mismo parecía fallar ya que al instante que había sentido, la joven, un estado apoderado de ira; luego estaba vacío, inerte en sentimientos.
El verdadero Erik estaba perdido, dormido en alguna parte de su sistema nervioso; deseando que aquel fuerte evento no lo perjudique o incapacite conciderando la fragilidad de la mente humana

Cuando sentí que la tensión de Erik parecía desaparecer, casi derrumbarse, di por hecho que la actuación de Liz había funcionado. La miré por última vez antes de aflojar mi presión sobre el alemán y quitarle el cuchillo que aún sujetaba en su mano.

- Dame eso Erik - dije a pesar de no estar seguro de si me estaba oyendo y esperando no tener que usar la fuerza mientras cogía el cuchillo por la empuñadura hecha de ropa.

La situación parece bajo control. Erik no se resiste, más bien parece completamente rendido, como sumido en un shock. Makoto le tiene bien sujeto, y le arrebata el rudimentario utensilio empleado como arma. También Mike, quien se enfrentó a él en primera instancia, está controlándolo, y yo, obviamente. Estoy cerca, donde me he situado por si fuera necesario emplear mis poderes, aunque es evidente que no lo va a ser. Ahora el problema es otro.

¿Qué hacemos con él?

No hay una figura de autoridad, estructura ni liderazgo, por aquí. Himiko es la señora del castillo, pero no creo que vaya a inmiscuirse en este asunto. Y, visto lo visto, tampoco es que me hiciera gracia entregárselo para que haga con él lo que le plazca. Temo la decisión que pudiera tomar. De modo que ¿qué hacer? Es de suponer que la decisión se adoptará por mayoría, o que alguien dirá algo y los demás estarán de acuerdo no no, si no se limitan a "seguir la corriente". Eso me lleva a mirar a Makoto, que parece tener la situación bien controlada y ya demostró en la cueva que sabe llevar a la gente por donde quiere. De modo que ¿para qué molestarme? No soy ni necesario ni útil...

Desvío la mirada al interior de la cámara, donde Victoria sigue al lado del cuerpo aparentemente inconsciente de T.J., algo en lo que no había caído. Ella sola no podrá llevar al grandullón a una habitación. Me giro a Elizabeth y rodeo su cintura con una mano, dándole un beso en la frente para calmarla tras la tensa situación, antes de susurrarle.

Aquí ya no pintamos nada, cariño, que hagan con Erik lo que crean, Makoto se encargará de todo. -Le digo, echando la cabeza para atrás y clavando mis ojos en los suyos- Echemos una mano a Victoria con T.J. y descansemos también nosotros, ¿te parece? -Elizabeth asiente, y juntos vamos hasta la cámara, junto a Victoria. Pongo una mano en su hombro al llegar, y cojo un par de latas grandes de conservas, cada una de las cuales parece capaz de alimentar convenientemente a dos personas sin problemas. Se las tiendo a Elizabeth, guiñándole un ojo- Habrá que comer algo, mira a ver si hay unos cubiertos y un abrelatas por ahí. Victoria, ¿tú de un hombro y yo del otro? -Le indico, tomando a T.J. de un brazo.

Tras ser apuñalado TJ, Erik se dispone a marcharse de la sala, sin embargo, Mike se coloca en una posición defensiva delante suya, estaba claro que las intenciones del chico era no dejarle salir y desarmarle si era necesario, Elisabeth se acerca y se concentra en usar sus poderes, mientras Makoto se coloca detrás y Kurt delante, haciendo que la chica inglesa pueda usar sus habilidades. Erik comienza a sentirse realmente extraño, como si no fuera capaz de marcharse, muy calmado y en cierta forma sentía arrepentimiento por lo que había hecho, aunque no sabía si era cosa suya o influido por Elisabeth algo que esta si sabia cual era el origen.

Cerca de la cámara frigorífica Ben estaba atendiendo a TJ cuando Katz llega y rápidamente se pone a presionar la herida de la espalda del chico que aunque aun sangraba, parecía que estaba consiguiendo que sangrase de forma menos profusa, Victoria llego y se puso a taponar la herida momento en el que Katz trata de calmar a TJ o al menos tratar de hacer que su dolor sea menor, rápidamente Lia llega con la camisa que TJ se quito un rato antes para ayudar a taponar la herida, cosa que realmente estaba empezando a funcionar.

Rina coloco sus manos sobre la herida de TJ y se concentro, tras un par de minutos aunque le dolía aun al chico y se sentía muy débil, había forzado a la herida cerrarse, aun podría abrirse con facilidad, pero al menos ya apenas sangraba. ( recupera 5pdv) tras esto algunos acontecimientos se dan y Ben y Victoria se acercan para desplazar a TJ a algún lugar

Himiko había permanecido sin decir nada en su posición ante todo lo que estaba sucediendo, no es hasta que todo parece encaminado que habla, seria:

- Espero que no volváis a mostrarme ese espectáculo tan deprimente... y vosotros pensáis salvar a esa chica si no sois capaces ni de convivir entre vosotros...

Da un saltito y se baja de donde estaba subida y dice:

- La enfermería está demasiado dañada, llevadle a una habitación mejor, que descanse y que se alimente bien... si no queréis que muera, si muere... podéis incinerarlo fuera, en cuanto al agresor

La vampiresa camina hacia la puerta y dice en un tono totalmente carente de sentimientos:

- Tenéis hasta mañana para ocuparos de el

Y sin esperar ninguna respuesta sale de la sala

Afortunadamente, mientras yo me disponía a calmar a Erik, Rina llegaba hasta T.J. para tratar de sanarle. Al comenzar a concentrarme ya contaba con la ayuda de Makoto, sujetando al chico, y apoyo de Kurt, preparado para lo que pudiera pasar.

Antes de que terminara de utilizar mi habilidad, ya había comenzado a escuchar a Rina, aunque no capté todo el mensaje; sin embargo, este tenía un evidente tono a moralina, y es que por la parte que había podido escuchar hablaba de todos como si fuésemos un peligro en potencia. Para mi sorpresa Ben comenzó a replicarle, aludido por lo dicho. Algo debía estar perdiéndome, porque para que Ben reaccionara así debía haber una buena razón. Sin embargo, eso era lo de menos ahora, así que no aparté mi mirada de Erik.

Mi habilidad parecía estar dando sus frutos, mientras Ben y Rina continuaban hablando, ésta contradiciendo lo anterior, y diciendo que…

¿Todos la rechazamos? ¿Y la primera vez que entró en “crisis” en el comedor cuando llegó al castillo y me acerqué a ella? ¿Y qué pasa con cuando antes de la excursión a las cuevas me acerqué a ella al verla sola e intenté charlar? Y ayer sin ir más lejos, ¿Quién acudió a tranquilizarla cuando vi a su otro yo y a ayudarla cuando cayó rendida de agotamiento?

Empecé a ponerme nerviosa, tensa, pero me contuve. No era momento para estas cosas, por muy dolida que me sintiera. Aunque tal dolor no era sólo por mí, sino también por ella. ¿Qué le estaba pasando? No entendía nada.

Finalmente salió, después de que Ben le dejara claras algunas cosas más. Su forma de actuar, tan directa, no iba para nada conmigo, pero la verdad es que compartía la mayoría de lo que había dicho.

Ben se situaba a mi otro lado, mientras Makoto hacía por desarmar a Erik, que ya se encontraba calmado y con otra expresión en su rostro. Ahora era la voz de Katarzyna la que escuchaba, aunque mucho más afectada y descontrolada que la de la japonesa. Me giré para mirarla, sin descuidar mi posición frente a Erik.

-Katarzyna, tranquilízate, por favor. – miré a la chica, suplicante, a pesar de la seguridad con la que hablaba. – Esto no es culpa tuya, sólo trata de ayudar, ¿De acuerdo? No conviene que alteremos a ninguno de los dos… - desvié la mirada a T.J. y volví a mirar a Erik.

Entonces Ben rodeó mi cintura, dándome un beso en la frente antes de susurrarme. Asentí ante sus palabras, acercándome a Makoto antes de dirigirme a ayudar a Victoria con T.J.

-Makoto… - dije acercándome al chico por un lado, intentando no acercarme mucho a Erik. – Encargaros vosotros por favor. El efecto de mi habilidad debería mantenerse, pero por si acaso… Quizás habría que amarrarlo. Confío en ti. – le dije con tristeza en mis ojos, a la vez que posaba mi mano en su hombro y apretaba este ligeramente.

Me acerqué un momento a él y le susurré*, antes de volver a dirigirme a Katarzyna.

-¿P-podrías ir a buscar a Rina, por favor? No habrá ido muy lejos, parece que ya ha estallado la tormenta... – dije mirando por la ventana. – Pero no te alejes del castillo, t-ten cuidado.

Me reuní con Ben y Victoria en el almacén, y este me indicó que cogiera algunos útiles tras darme un par de latas de comida. Volví a asentir, mientras tomaba un abrelatas y algunos cubiertos, y ellos cargaban con T.j.

Mientras le sacábamos de la cocina Himiko volvió a dirigirse a nosotros, evidentemente decepcionada, y nos informó de que la enfermería estaba inhabilitada y sería mejor que utilizáramos una habitación. Las indicaciones con respecto a Erik no fueron demasiado claras, pero entendí que si no nos encargábamos de mantener el órden respecto a él, sería ella la que se ocupara del asunto.

Y ya nos ha dicho lo que hace con quien intenta matarla…

Esta salió y nosotros salimos poco después, cuando conseguimos llevar a T.J. hasta la salida.

* Susurro

-T-tenemos que hablar... – le susurré en tono preocupado, nerviosa. – Estoy preocupada por Rina, ella no era así… - bajé un segundo la mirada. – P-pero también estoy preocupada por ti. – dije volviendo a mirarle. – Sala de audiencias, a la hora de la cena. – le dije forzando una sonrisa, antes de volverme hacia Katarzyna.

Aprovechando la aparente relajación de Erick termino arrebantándole el artefacto de su mano mientras inclino la cabeza hacia Liz cuando se acerca para decirme algo.

- Claro, eso está hecho - contesto a Elizabeth intentando transmitirle tranquilidad en mi tono de voz, usando mi única respuesta para todo lo que me había dicho.

Me acerqué a Mike y a Kurt cuando Elizabeth, Benjamin y Victoria abandonaron la sala con T.J.

Tengo una mano apoyada en el hombro de Erick mientras hablo con los dos compañeros que tenía más cerca.

- Buen trabajo Mike... de no haber estado ahí.. - niego con la cabeza dando a entender que no quiero ni pensar que habría ocurrido si Erick le hubiera asestado una segunda puñalada.

Entonces miré a Kurt, quién no dudó ni un segundo en interponerse entre él y T.J.

- Creo que no estaría de más intentar encontrar unas bridas, correas, cinturón o cuerda... cualquier cosa que nos sirviera para maniatarle por el momento. No sería raro que los soldados llevaran algo parecido. Ya visteis la reacción de Himiko. Debemos actuar, sea cuál sea la manera, antes de que lo haga ella.

Tenía claro que la opción de Himiko iba a ser más sangrienta y dolorosa.

Tras una rapido vistazo puedes encontrar que los soldados tienen un par de bridas de esas de plastico que se usan para esposar a los delincuentes e las manifestaciones

- ¿Lo sujetas por favor? - hablo a nadie en particular mientras me acerco pensando en mis últimas palabras a los cuerpos de los soldados y agachándome al llegar a su altura. Busco por unos segundos.

Justo lo que necesitábamos. Estas bridas usadas para rehenes o cautivos serán perfectas.

- Esto servirá - me dirijo a los chicos con la mano levantada, sujetando un par de bridas.

Miro a Mike y a Kurt mientras me acerco esperando que estén atentos, por si Erick se revolviera, cosa que dudo que suceda viendo su estado actual y trato de cruzar sus manos tras su cintura para atar las bridas tratando de no apretárselas más de lo justo y necesario.