Partida Rol por web

La noche llego y como siempre cada uno decidió irse a dormir, algunos temprano, otros tarde, pero a fin de cuentas todos se acostaron en sus camas con el convencimiento de que la mañana siguiente sería diferente o tal vez igual, nadie lo sabia realmente, algunos esperaban un día tranquilo, otros un día importante, pero todo el mundo tenía ciertas esperanzas en el día de mañana, ya que un nuevo día siempre trae cosas nuevas o acaso esa era una mentira que algunos se habían inventado.

El sueño llego antes para algunos y después para otros, sin embargo, algo sucedió durante la noche, un sueño, un extraño sueño que se repitió en durante la vigilia de varias personas, algunos sabedores de su especialidad, otros aun no lo sabían y algunos simplemente sabiendo que eran personas normales, de diversas nacionalidades, de distintos países, no importaba, todos pudieron verlo, ese sueño, ese extraño sueño:

Una barca de madera está sola en la nieve, la embarcación tiene cerca un par de arboles, sin embargo, estos apenas se ven ya que hay una fuerte tormenta de nieve, el frio se siente real, tanto frio que realmente cuesta hasta respirar, la nave parece lejana, está sola, no se escucha nada en el bosque, solo el sonido de la nieve caer, ni siquiera se escuchan animales, es como si no existieran mas sonidos en el bosque, como si solo la nieve fuera capaz de hacer ruido, de perturbar la paz de ese lugar

Cuando el sorprendido soñador se disponía a acercarse siente una fuerte ráfaga de viento que hace que desvíe la mirada, cuando vuelve a mirar no ve nada, no está, la embarcación ha desaparecido, pero escucha unas pisadas, la nieve sigue cayendo pero con menor intensidad sobre el soñador.

Es entonces cuando al girarse hacia las pisadas ve a una persona que camina con dificultad arrastrando la canoa, vestida con ropas de abrigo hecha de pieles la chica tiene el pelo largo y negro, es imposible distinguir sus rasgos ya que está demasiado lejos y la nieve no deja ver nada, sin embargo, si puede distinguir que lleva unas raquetas en los pies para poder caminar mejor por la nieve. La chica camina rápidamente, parece que huye de algo, se mueve con prisas, sin duda parece asustada, de vez en cuando mira hacia atrás y no deja de tirar con fuerza de la embarcación

El soñador iba a acercarse cuando siente algo, un tremendo escalofrió, siente una sensación de malestar y de miedo, y la ve, la chica esta justo detrás suyo, está de espaldas y está totalmente quieta, el sorprendido soñador comienza a caminar para poco a poco encararse a la chica, pero esta comienza a hablarle, la voz sonaba joven, rondaria la treintena, y habla con miedo y desesperanza

- Porque ha pasado esto? nunca debería haber pasado esto... no... por favor no...

La chica empieza a girarse para encarar al soñador mientras dice terriblemente asustada y casi gritando:

- No vengas....no vengas...es tarde, no sirve para nada, no vengas, no deberías estar aquí

En ese instante la chica se derrumba y cae de rodillas, cuando el soñador trata de agacharse ve algo que no esperaba, la chica ha desaparecido en lugar de ella el soñador puede ver como esta ascendiendo poco a poco en el aire, es entonces cuando ve la canoa y la chica dentro de ella durmiendo, entre sus manos parece proteger algo que no consigue ver

Y es entonces cuando el soñador se despierta, esta vestido con su ropa habitual, nada más que eso, sin embargo, no está en su casa, está en un bosque, en un bosque nevado rodeado de varias personas que no conoce, esas personas al igual que el soñador están dormidas, hace frío pero es soportable ya que por fortuna no está nevando, es por la mañana temprano, la hora a la que habitualmente se despertaría, sin embargo, ni esa es su casa ni está en su habitación y las personas que tiene a su alrededor, ¿quiénes son?

abro los ojos lentamente "que pereza salir de la cama, hace frio" pero se que me espera un largo dia, quiero y trato de ocultar mi cabeza bajo la almohada para que la luz no me moleste. pero al girar mi cara se estampa contra la nieve.  "pero que mierd.." abro los ojos sobresaltada, me siento. "donde carajo estoy!?" a mi alrededor solo veo un bosque nevado, no estoy en mi habiacion. como llegue hasta aqui?? me levanto, aun aturdida, a mi alrededor personas durmiendo en el suelo, como yo hace unos momentos. no conozco ninguno de sus rostos. quienes son? porque estamos aqui? como..? el panico crecia cada vez mas en mi interior y con los ojos buscaba desesperadamente algo familiar, algo que me diera una explicacion de como llegue a este lugar 

Con los ojos aún cerrados, Katarzyna levantó el brazo perezosamente para frotarse el cuello, el cual, agarrotado y molesto, parecía haber sido víctima de una mala postura al dormir.  Frunció las cejas, pues sus ojos se negaban a abrirse aún, y un leve -uff- se le escapó en forma de suspiro.

Aún tumbada, levantó la cabeza y notó como su otro brazo, o más bien toda la parte izquierda de su cuerpo, estaba adormilado y con esa sensación acolchonada tan molesta.  Conforma abría los ojos, un horizonte blanco con un cielo claro se formaban lentamente en sus retinas.

- ¿Pero que ...?

Se incorporó de golpe, provocando que su espalda, lastrada por esa mitad de su cuerpo que aún no respondía, gritase de dolor.  Ante el asombro, se esforzó para plantar su pie derecho en el suelo y a empezar a levantarse, ayudándose con la mano y no sin un gran esfuerzo.

Encorvada y con la cabeza gacha, pero ya en pie, consiguió mirar alrededor lo suficiente para ver un suelo nevado, con varios bultos oscuros alrededor suyo, que resultaron ser otras personas.  Frotandose su helado brazo izquierdo, dio unos inseguros pasos para llegar a la más cercana: parecía estar durmiendo.

Alzó como pudo la vista y se tomó unos segundos para procesar la situación.  Más personas yacían esturreadas en los alrededores, por lo que Katarzyna decidió examinar algunas de ellas para ver si estaban bien.  Parecían estarlo (solo que dormidos), por lo que finalmente se arrodillo y, empujando levemente a uno de ellos, dijo:

- ¡Oye! ¿estás bien? ¿cómo hemos llegado aquí?

A poca distancia, aunque le sonara como si fuera a mil millas, oyó una voz femenina que parecía estar formulando las mismas preguntas que ella tenía en mente.  Levanto la vista y vio a una joven, a todas luces menor de edad, que dado su bronceado no parecía encajar con el frío paisaje.

- ¡Oh!, ¡dios mío! ¿estás bien?

- Maldita ventana - aun permanecía con sus ojos cerrados, quería continuar descansado pero el frío parecía querer evitar aquel tiempo de recuperación que necesitaba después de una larga noche de trabajo. De forma instantánea comenzó a mover su brazo, deseaba poder encontrar sus sabanas; pero aquella no se encontraban. El frió tacto de su mano con la nieve lo hizo exaltarse, incorporándose rápidamente; la última vez que había sentido algo fue ante una joda por parte de Derek "el vecino" luego de compartir unas bebidas con los habitantes del pequeño edificio.

- Que mierda de joda mojar mi cama - exclamo aun con los ojos cerrados sentado en la blanca espesura. - Si estoy bien. Estamos en mi apartamento Ashley - respondió a la joven voz de Katarzyna. - Parece que Derek quería molestar - comentaba aun con los ojos cerrados estirando sus brazos y bostezando. 

Fue allí cuando abrió los ojos, la luz solar que incidía y revotaba con la nieve al principio le resultaba molesta por lo que froto un poco sus ojos para quitar las lagañas y parpadeo un par de veces para acostumbrar sus ojos. Aquel panorama lo dejó perplejo - Que carajos?! - mientras observaba a las personas dormidas cercanas sin lograr comprender del todo que era lo que pasaba. - Ashley? - preguntaba dandose vuelta en búsqueda de su vecina, pero aquella voz era la de otra muchacha.

El hecho de escuchar voces desconocidas en su habitación le hizo abrir los ojos como si de un resorte se tratase.

El potente reflejo de la luz solar en la nieve le obligó a volverlos a cerrar con fuerza, debiendo parpadear varias veces para acostumbrarse a aquella inesperada intensidad lumínica.

Tras rascarse la cabeza, habiendo mirado a su alrededor e intentando poner en orden sus pensamientos bostezó e hizo gala de su exótico acento -¿En serio, chicos? ¿ Novatadas a estas alturas? Esto tiene que ser cosa de Josh...-Se frotó los ojos- Ja-Ja, muy graciosos, de verdad...¿Donde está Josh? creía que no íbamos a empezar el rodaje hasta la semana que viene.

Con sus manos desnudas cogió un puñado de fría nieve, la cual espachurró.

_ ¿Como diantre habéis conseguido nieve polvo? creía que era de bajo presupuesto...

Mike se levantó y se sacudió los pantalones, que estaban mojados y llenos de nieve, a la vez que empezaba a espabilarse y a darse cuenta de que aquello no era ningún plató, era demasiado real,no había techo, ni focos ni cámaras...

-¿Josh...? Esta vez, la pregunta había abandonado la jocosidad con la que había estado hablando hasta aquel momento, y se podía apreciar un tono de preocupación en ella.

miro aun asustada a la mujer que me hablo, comienzo a reunir la poca informacion que tengo. hay nieve, la mujer me hablo en ingles y no es hebreo... no... definitivamente no estoy en Israel... como carajo llegue hasta aqui? -creo que estoy bien...- digo en un ingles que aprendi en la secundaria, es decir no muy bueno, y con un fuerte y aspero acento.. -quien eres? donde estamos?-

El ruido de gente la sacó de su duermevela. Se removió en su sitio, notando cómo se quejaba su cuerpo por haber estado expuesto al frío tanto rato. Entreabrió un ojo, cegada.

¿Volvemos a estar en la cueva? Se preguntó, recordando la excursión de apenas unos días. Se incorporó en su sitio, ¿habían salido del castillo y no se acordaba? Al conseguir sentarse el panorama volvió a ser, como siempre, desconcertante. Reconoció a los compañeros del castillo tirados en la nieve y respirando, pero habían nuevas caras. Y parecían aun más desconcertados si pudiese esperarse.

Le vino un flash. El sueño, la chica. ¿Era éso de lo que hablaron con el director y Beni, cierto? Les había pedido ayuda, ¿no? La buscó con la mirada, pero nada. Miró de levantarse, visiblemente más calmada que los presentes. 

-No hay manera de acostumbrarse a esto... Ciao, ¿estáis bien?-les preguntó en voz alta. Su voz sonaba cantarina, delatando que la chica provenía de Italia. Giró sobre sí misma mirando alrededor, asegurándose de intentar reconcoer algo. Quizás estaban cerca del castillo. El castillo.

-Me llamo Giulia, ¿venís de otros castillos?-preguntó llanamente, sin más explicación. Se acercó a algunos de sus compañeros, acariciándoles la espalda para cercionarse que estaban bien mientras lanzaba miradas a los nuevos.

- ¿Castillos? - Preguntó con voz pastosa mientras se rascaba la entrepierna, sentado ya sobre la nieve. Tenía el pelo revuelto y mojado, la ropa arrugada y mojada y un frío de dos pares de cojones que lo hacía tiritar ligeramente, acostumbrado como estaba a las temperaturas más cálidas de Los Ángeles. Amén de estar en mitad de un páramo abandonado de la mano de Dios y rodeado de peña a la que no había visto en su puta vida. - ¿De qué coño estás hablando guapita? - Porque menudo pivón la tal Giulia, virgen santa.

De hecho, ahora que se fijaba así en general, ese pequeño pedazo de infierno helado estaba a rebosar de pivones, aunque también hubiera un chino y otros chavales tirados por el suelo roncando como cabrones. Se le reflejaba en la cara hinchada y los ojos inyectados en sangre que se alegraba de que hubiera muchachas de buen ver en ese campo de nabos. Si uno tenía que despertarse en mitad de la nieve, joder, por lo menos que fuera bien acompañado.

- Bueno, me parece que no estamos en Kansas y toda esa mierda, ¿Eh? - Se levantó, sacudiéndose la nieve de los vaqueros gastados - ¿Alguien sabe de qué va toda esta movida? Porque no me mola nada, se empieza en la nieve con un puñado de peña en plan "Oh tío, ¿qué está pasando aquí?" y se acaba corriendo por el bosque con un grupo de colgaos podridos de pasta detrás a lo "Blanco Humano". Solo que en plan jodido, porque no veo al Van Damme por aquí.

Repasó a las chicas del grupo a fondo y se palpó los bolsillos en busca de su tabaco, sin éxito.

- ¿Alguien lleva un pitillo?

El piropo a la tal 'Giulia' provocó una punzada de celos en Katarzyna, lo que hizo que por un momento se olvidase de la precaria situación en la que estaban.  Resignada, observó que algunos de los presentes podrían ser portada de revista, algo muy alejado una paliducha chica bajita como ella.

Examinó a los despertados como si fueran clientes de cuando trabajaba de guía turístico en Italia o Grecia.  El apuesto rebelde y el asiático escupían palabras que solo un estadounidense diría; y la chica piropeada era italiana al 100%.  Sobre el otro chico: bueno, una chica de Polonia como Katarzyna reconocería a un alemán hasta debajo de agua.  Tampoco le costó identificar a la bronceada joven, pues no era infrecuente encontrarse con israelíes en Grecia.  Miró a ésta última que, por cierto, aún esperaba respuesta.

<No... no lo sé>  - dijo en el poco hebreo que sabía, pero tuvo que continuar en inglés.
¿Castillos? ¿A qué te refieres? - dijo dirigiéndose ahora a la italiana.
No sé de qué estás hablando - su tono descubrió la mezcla de miedo y enfado de Katarzyna ante tan confusa situación.

Otra vez aquella escena pero en esa ocasión la mujer de cabello negro del sueño se dirigió a ella y antes de darle tiempo a reaccionar se derrumbó tras gritarle cosas que Nyara encontró incoherentes... y a partir de ahí todo se tornó más extraño aún.

Pienso negar que haya vuelto a soñar con esto. Dijo en cuanto la negrura de la consciencia borró el sueño mientras se hacía la remolona para desperarse al igual que cada mañana.

Sentía algo clavándosele en la piel y voces cerca de ella, voces que no conocía, obligándola a despertarse incorporándose de golpe.

-Mnhhg Qué es...- estaba vestida. Lo que se le clavaban eran las costuras de los vaqueros negros que llevaba (sensación que no tenía desde la adolescencia cuando caía dormida después de una fiesta sin fuerzas para desvestirse), además estaba calzada con sus deportivas y llevaba una especie de jersey de escote desigual que caía por un lado dejando un hombro completamente al descubierto, cosa que le habría traído sin duda algún disgusto de poder sentir el frío que sin duda, esa gente que estaba en el mismo bosque que ella podía sentir.

-Esto tiene que ser una broma de Beni, ¿eh, Kya?-preguntó antes de desperezarse y mirar a su alrededor, barriendo con la mirada esmeralda la superficie nevada del bosque. Kyara no estaba con ella.

Se incorporó, ignorando los copos de nieve que adornaban los bucles dorados que le enmarcaban el rostro confiriéndole un aspecto casi salvaje y buscó a su hermana sintiendo cómo el estómago se le  retorcía dolorosamente por el pánico. Miró uno por uno a quienes estaban ahí en pie, una niña con cara de ser más mayor que la propia Nyara, una rubia preguntando sobre los castillos, un chino, filipino o lo que narices fuese y otros dos individuos además de Lia.

Lia, la única persona consciente que conocía y a la que no podría ayudar ni preguntar hasta que no encontrase a su hermana.
-Lia,¿has visto tú a mi hermana?- preguntó mirando a la italiana mientras caminaba por la nieve dejando sus huellas impresas en ella, acercándose a cada bulto que dormitaba en el suelo, evitando acercarse demasiado a las parejitas hasta que encontró un ovillo de tirabuzones oxigenados. Corrió hacia ella y se arrodilló a su lado, moviendo los labios pero sin hablar lo suficientemente algo como para que se la pudiese escuchar, zarandeando a la inconsciente con evidente angustia.

Kya, despierta, Kya. Joder, no me dejes,estamos en un bosque, Kya, abre los ojos... no me dejes, Kya.

Eso que acababa de vivir...¿Era de lo que los otros hablaban..la nieve...la chica...la canoa...entonces desperté.

Abrí los ojos, estaba acostado de lado, y noté la fría nieve sobre mi cara y fue lo que vi.

"¿Será posible? No me puedo creer que haya echo esto. Esta Nyara...me las va a pagar..."

Me levanté de golpe, esperando ver mi habitación completamente congelada o algo, pero no fue así, no había techo, ni paredes, estábamos al aire libre, miré a mi alrededor, había cuerpos tirados por el suelo y algunos se estaban levantados, otros ya completamente de pie. Pude distinguir a Lia y Nya, a las cuales me dirigí. Y ya comprendiendo que aquello era algo raro bromeé un poco.

-Joder Nyara, que lo dije de coña...pero te has pasado...no esperaba que de verdad babeases tanto como para liar esta...-Y le dí un codacito a Lia para recordarle que era por el comentario de ayer.

Abrió los ojos de golpe al notar el frío tacto de la nieve en su cara. Se sobre saltó a la primera visión e hizo que se incorporara hasta quedar sentada. Con los ojos muy abiertos y una expresión de horror, miraba todo a su alrededor. Estaba en un bosque, eso era seguro y estaba nevado. Arrugó la nariz por el frío y se fijó ahora en ella -¿Pero qué...?- estaba con su ropa normal y lo último que recordaba era que estaba en su habitación. Se mordió el labio, imaginándose lo peor. Entonces se percató de otra cosa que había ignorado sin darse cuenta, había otras personas.

Alzó la cabeza  para mirarlos, eran bastantes y algunos parecían que se conocían. Esto hizo que la chica se alarmase un poco -¿y si son ellos los responsables? -se incorporó con lentitud y miró a los presentes, solo dio un par de pasos para acercarse hacia ellos.

-Disculpen... Soy Angelica Hudson y no he podido evitar escuchar que esto es una... ¿broma?

Frunció un poco los labios, a ella esto no le parecía una broma y mucho menos conocía a alguien con tan pésimo gusto para hacer algo tan pesado. 

Miró sobre su hombro para encontrarse con Kurt, ya despierto y reprimió las ganas de ponerse a gritar a su hermana para que despertase de una puñetera vez, rezando para que no hubiese entrado en trance durante el sueño, hasta que escuchó una nueva vocecilla, otra random cuya brillante mente había llegado a la conclusión que todo eso podía ser una broma por pillar al azar un comentario de Kurt sacado de su contexto original... el día anterior.

-Una puta mierda una broma- espetó a malas sin volverse, moviendo a su hermana aún tendida en el suelo. No estaba de humor para seguirle el rollo a Kurt con la coña de la oveja y mucho menos para aguantar a advenedizos salidos de la nada que empezasen a actuar como adolescentes secuestrados en una película de terror.-Si vas a seguir preguntando estupideces mejor quédate callada o ayuda a otros a despertarse.

KYARA ROSSEAU POR TU PUÑETERA MADRE, ABRE LOS OJOS.

DESPIERTA,KYA.

DESPIERTA DE UNA VEZ MALDITA MARMOTA CUKONA.

El comentario del chico que pedía un cigarrillo le sorprendió. Así que ellos... ¿nada? Levantó una ceja, mirándole fijamente desde sus ojos verdes -¿Guapita? Povera bambino...*-le comentó con cierto sarcasmo, inclinando la cabeza y dejando que la cabellera cayera en cascada a un lado. Luego dedicó unos segundos a mirar a la chica rubia que también negaba provenir de algún castillo. Suspiró profundamente, deseando con sus fuerzas seguir en Suiza. 

Entre los bultos que era el resto de gente se arrodilló al lado de un chico de pelo rizado, asegurándose de que respiraba sin problemas. Al confirmarlo se sintió aliviada y se quedó a su lado hasta que escuchó a Nyara y a Kurt. Los miró rápidamente y se sorprendió ante el nerviosismo de Nyara-Nyara, parece que sólo están durmiendo, tranquila-con la mirada reprochó a Kurt, no con severidad pero indicando que no parecía el momento para bromas. La voz de otra muchacha la sacó de sus pensamientos y antes de poder responder ya lo había hecho Nyara. Suspiró ante los modos de su amiga, no era buena idea decirle que se tranquilizase porque probablemente aun se encendería más.

-En fin... tiene razón. Lo importante ahora es que el resto despierten y asegurarnos de saber donde estamos. Si seguimos en Suiza podemos ir al castillo donde estábamos, si no...-se colocó el pelo tras la oreja. No es que tuviesen un plan. ¿Dónde estaba el director cuando lo necesitaban?-A ver... ¿Recordáis algo?-preguntó a los nuevos.

Un movimiento seguido de un quejido surgió de entre la nieve, pues la chica estaba empezando a despertar con mucha pereza, pero con el jaleo que se estaba montando a su alrededor no era para otra cosa.

-Ya voy -dijo con voz pastosa mientras se levantaba con cuidado- os ponéis muy pesados para una vez que consigo dormir bien... aunque he tenido el puto sueño de la tipa de la canoa de nuevo -en ese momento se puso en pie y con los ojos entre abiertos miró a su hermana y luego a los demás, y de pronto, pudo ver todo el tinglado en el que estaban metidas.

-¡PERO QUE COÑO ES ESTO! -gritó abriendo los ojos de par en par- ¡¿ES QUE YA NOS HAN MANDADO?! ¡PUTA BENI Y PUTA JANET, QUE NO PODÍAN ESPERARSE! -gritó a la nada mientras intentaba ponerse en pie, ayudándose de su hermana para levantarse por completo.

En ese momento pudo ver que había más gente en ese lugar, y miró a la chica pelirroja y a los otros que danzaban por este lado- ¿Y estos de donde salen? No me digas que nos han tocado noobs, ¿verdad? -ahora se encontraba ante el puto problema de tener que explicarles como iban las cosas, pero no lo haría, si no querían creerles que se fueran por otro sitio.

Acababa de decidir que esa gente no era peligrosa -Por lo menos no mas que cualquiera que se pudiera cruzar en el centro social de su barrio una mañana de domingo-, que unos cuantos se conocían de antes y tenían historia, que los demás eran unos completos desconocidos tan descolocados como él y que nadie parecía llevar tabaco encima.

- Puta vida - Pateó el suelo frente a si levantando una nubecilla de nieve y se acercó al árbol mas cercano para apoyar la espalda contra él, con las manos en los bolsillos. Con solo los vaqueros gastados y una camisa fina de cuadros rojos no estaba preparado ni de coña para esa temperatura.

- Recuerdo acostarme viendo una de chinos - Respondió a Giulia, la única de la chupipandi que se estaba tomando la molestia de preocuparse un poco por los "noobs" - Sueño chungo con una chavala, una canoa, fundido en negro, vosotros y nieve metida hasta los huevos en el puto mejor despertar de mi vida. - Enumeró tranquilamente - Nada más.

Mas que preocupado o nervioso como los demás, parecía molesto.

- ¿Alguien va a explicarnos a los noobs de qué cojones va esto o qué?

En cuanto su hermana decidió por fin abrir los ojos la joven suspiró y relajó los hombros, pasándose una mano  por la frente y echando así los rizos hacia atrás pese a que no sirvió de nada pues enseguida volvieron a enmarcarle el rostro.

Asintió con la cabeza e inspiró al incorporarse,sacudiéndose la nieve de los pantalones y lanzando una mirada a la pelirroja de soslayo. Había vuelto a ser demasiado impetuosa, la preocupación por si su hermana había revelado más mierdas de eso de ser una rareza entre el mundo de las cosas extraordinarias se había impuesto ante la escasa cortesía que Nyara regalaba.

Dile a la pelirroja que siento haber una borde de mierda, bastante acojonada está ya. Paso de hablar de más con los noobs presentes... a saber qué coño pintan aquí.