Partida Rol por web

Makoto también se acercó en seguida a tranquilizar a Rina, pero antes de ello esta me respondió escuetamente, rechazando mi propuesta de hablar. Alegaba que ahora había cosas más importantes, pero si algo tenía claro en todo esto es que nuestras naturalezas iban a ser fundamentales a la hora de solucionar lo que fuera a lo que nos enfrentábamos.

Vi como tomaba la mano de Makoto y después se disculpaba con todos, para a continuación centrarse en obtener más información de los espíritus. No creía que fuera a obtener mucha más información de estos, pero no estaba de más probar. Esto dependía de nosotros, de todos nosotros.

Miré a mi alrededor, observando la cara de todos, vislumbrando tanto caras de desconcierto como de temor, y algunas de preocupación. Me detuve en Ben, que trataba de aclarar algunas cuestiones, y seguidamente miré a Makoto, acercándome algo a él y susurrándole.*

Algunos continuaban haciendo preguntas, y otros, como Chris, estaban más interesados en actuar. Este propuso hacer un barrido del lugar con un dron improvisado, y salió al exterior con el móvil de Rina.

Me dirigí a Ben y le tomé del brazo para llamar su atención, al ver que había terminado de hablar con los chicos.

-Puedo buscar a “la última”, pero tenemos que organizarnos, trabajar juntos. – comencé a susurrar de forma inaudible para el resto. - Quizás deberíamos organizarnos en grupos, algunos deberían ir a buscar comida y madera… Y creo que tú deberías ir. – dije contundente aunque con gesto triste, consciente del peligro que ello podía suponer, sin olvidar que estaba aquí por mi culpa.

Apreté su brazo y me volví hacia los demás.

-P-perdonar… C-creémos que sería buena idea organizarnos un poco, ¿O-os parece bien? – pregunté temerosa de que alguno no estuviera dispuesto a trabajar en equipo. – E-estaría bien que algunos fueran a buscar víveres y algo de madera, - comencé nerviosa, pero fui adquiriendo seguridad. -  mientras otros vigilan la entrada y alrededores, y un tercer grupo se queda aquí tratando de ver qué pasa con ese arco y terminando de orientarse… - hice una pequeña pausa y miré a Rina, que continuaba con su invocación – Tú y yo podríamos quedarnos aquí con los chicos que aún no conocen sus habilidades y orientarles. – le propuse y volví a mirar a todos. – Ben irá a por provisiones con quien quiera acompañarle, ¿K-kurt? ¿M-makoto? Es sólo una idea, pero personalmente creo que es lo mejor…

- H-he visto lo que Rina, su otro yo... P-parece no querer hablar conmigo del tema, pero no creo que debamos dejarlo pasar, incluso eso podría tener que ver con todo esto... N-no digo que sea así, - le dije apurada, no quería meterle miedo. - pero es una posibilidad... Y en cualquier caso, si nos enfrentamos a algo... Necesitamos a nuestra Rina. Tu Rina. ¿Podrías hablar con ella después? Si puedo verla, quizás pueda ayudar de alguna forma. - le sonreí.

Siento cómo alguien me agarra del brazo y, al girarme, veo a Liz a mi lado. Me susurra su idea, que no me gusta en parte. No me agrada la idea de marcharme y dejarla aquí, no me uní a toda esta aventura para esto. Lo hice para estar con ella, para protegerla. Y sin embargo, no puedo quitarle la razón. Me miro una mano, pensativo. Sí, sin duda es de sentido común que yo vaya al bosque con ese grupo.

Asiento, accediendo a su planteamiento, y toma la palabra tratando de organizar a la gente.

Preferiría que al menos uno de nosotros tres permaneciera cerca del campamento. -Añado mirando a Kurt y Makoto, aunque es evidente cuál es mi preferencia. Se lo importante que es la presencia de Makoto para Rina, y lo vital que es para todos que la Kitsune este bajo control- Por lo demás, ¿quién se apunta a buscar comida y leña? -Digo dando una palmada, mirando a los demás en busca de voluntarios.

Angelica no sabía que hacer, que pensar o que decir y encima una de las gemelas se le había atravesado. Vaya que ahora la chica de los bucles la tenía en el punto de mira. Cogió aire y continuó con ese grupo de... gente rara que se conocían entre ellos y algunos que no (para su alivio, no era la única que se sentía pez fuera del agua). Para más inri para la pelirroja entraron en una cueva un tanto rara y aquí es donde empezó la "fiesta".

Se cruzó de brazos, escuchando y observando todo... y las cosas que se decían la dejaban ¿horrorizada?, ¿alarmada?, no sabía muy bien como sentirse al respecto -¿pero qué diablos pinto yo aquí? ¿qué es eso de espíritus y esa...garra? Angelica... te has metido algo muy fuerte seguro, no hay otra explicación...-  se dijo a si misma. Evergreen era el que había acertado, eran lo que parecía una panda de frikis de esos que salían e las películas de hoy en día - y los tenían en un castillo, que encantador...- piensa con sarcasmo, poniendo los ojos un poco en blanco.

Para mejorar la cosa había una chica más, tan perdida como ella y egoístamente se volvió alegrar que hubiese alguien tan desorientada como ella, así no desentonaba tanto. Se encogió de hombros ante la proposición de Elizabeth - sería muy amable una explicación larga y tendida sobre que demonios pasa... y eso de las "habilidades" - ¿qué yo tengo de eso? pff, claro... 

Cogió aire, todo esto la superaba y empezaba a sentirse muy nerviosa, demasiado... no quería aparentar ser una cría asustada y perdida. 

Negué con cierto gesto de frustración.

- No vi nada - agaché la cabeza hacia al suelo, para luego levantarla y mirar a Elizabeth a los ojos.

- ¿La viste verdad? Tú... Pudiste verla. Ella me utiliza.

Sujeté a Elizabeth por el brazo, suplicando no sé exactamente qué.

- Me utiliza para desestabilizarla. Quiere hacerse con el control ¿entiendes? - apreté inconscientemente la mano con la que sujetaba su brazo.

- Lo... Lo siento - dije mirando mi mano y aflojando la presión en su brazo - ella hablará contigo - asentí  y volví la mirada hacia Rina - lo hará. Y vencerá.

Estoy aún esperando voluntarios cuando una chica pelirroja que se había mantenido callada hasta ahora suelta que si podemos explicarle lo que pasa. ¿Dónde ha estado todo este tiempo? Si ya lo hemos explicado...

Eh... Hola, no se cómo te llamas... -Insto a la chica a presentarse, acercándome un poco a ella, desconcertado- ¿Podrías ser un poco más concreta y decirme qué es exactamente lo que no has comprendido? Llevamos un rato explicando todo esto...

Ben parecía amable de tal punto que nota el impacto que generaba en la mente de los nuevas su gran garra de dragón.

- Pues cuando uso su poder y perdono mi vida y no hacerlo en mi corazón - contesto frente a lo sucedido con el árbol. No lograba entender como no se habían dado cuenta todos al despertar cuando había sido a un lado de aquel lugar de inició.

Chris hacia pedido para ponerse manos a la obra y quizás aquel muchacho era super inteligente de transformar moviles en drones o valla uno a saber su extraña habilidad; Erik palpo sus bolsillos pero allí no había nada. Quizás debía agradecer el hecho de tener sus ropas. No le preocupaba tanto la falta del aparato tecnológico sino más el no tener su cuchillo fileteador de la suerte.

La chica Rina parecía recomponerse y empezaba a pedir disculpas, no entendía porque quizás por eso que era un kitsune; pero aun así no le había quedado claro a Erik del todo si eso era malo o bueno.

La chica nueva al igual que otra muchacha parecían volver a pedir explicación, quizás el shock emocional las había nublado y aquellos que Erik había tenido un par más de minutos para cuestionar y asimilar parecía que a ellas se le había caído todo de un porrazo. - Cada vez que pienso más peor es para mi razón - sin dudas necesitaba despejar y la idea por parte de Liz era su escapada.

 La simple idea de armar grupos para empezar a organizarse era un excelente comienzo y para Erik el planteo de ir en búsqueda de alimento era una buena salida para alejarse de aquella extraña muchacha Rina y de su enemigo de turno, Kurt. Pero aun así el hecho de separarse de los otros "nuevos" no le era de muy agrado; pero aun así debía colaborar.

- Podría ayudar con la recolección de comida. Se diferenciar especies comestibles de las que no, ser chef no es únicamente tener un restaurant. - comentó con un poco de miedo como dando a conocer una utilidad de su parte al grupo.

Suspiró un poco y miró al muchacho que le habló- perdonad mi modales, mi nombres es Angelica Hudson y vivo en Londres...- frunció un poco los labios y miró ahora un poco de reojo a los presentes.

Mi actitud no ha sido la más correcta, pero comprended por favor que no es una situación normal para mi... bueno, creo que para nadie. Estaba durmiendo en mi cama y de repente estaba aquí... - arrugó la nariz, con una pequeña expresión de disgusto- para algunos esto parece algo "normal" - reflejó las comillas con los dedos de ambas manos- y por que acabo de ver cosas raras, si no pensaría que estas... bueno como dulcificarlo... no muy bien de la cabeza, con perdón. Pero seres mitológicos, gente con poderes, por mucho que expliquéis es raro ¿entiendes?

Dejó caer los hombros, derrotada - además yo no tengo nada de eso... soy una chica normal y corriente o eso quiero creer. Además ella se ha ofrecido a "orientarnos" ¿no?

Cuando Rina junta sus manos las llamas azuladas se juntan y comienzan a danzar, tras unos segundos aumentan su tamaño en gran medida y aparece la imagen de un gato, Rina en esos momentos se siente realmente cansada, como si hubiera estado varias horas corriendo. El gato tiene una mirada curiosa y simpática y mira a todos los allí presentes. Con una voz infantil habla en la cabeza de todos:

- Ah...si es la chica zorro, ahora si hablaras? no te quedaras dormida como aquel día hace tantos años?

Christopher cogió el móvil de mi mano mientras seguía con la mirada fija en los movimientos de Rina. Ojalá su idea surtiera efecto.

Tras la breve conversación con Elizabeth, me queda la sensación de que puede haber algo positivo en el hecho de que Liz sea capaz de percibir aquello que perturba a Rina.

En cualquier caso, Liz tenía razón, era momento de reaccionar, y la observación de Ben me pareció acertada. Miré a Kurt y luego de nuevo a Ben, encogiendo los hombros.

La sombras que el fuego fatuo que rodeaba a Rina dibujaban en la pared de la cueva desviaron mi atención por un momento y, al volver la vista a los muchachos, opiné.

- Creo que lo más sensato es que me quede - busqué la mirada de Kurt por si tenía alguna objeción.

La chica pelirroja parecía realmente aturdida. La miré fugazmente frunciendo el ceño. Iba a intentar orientarla cuando una etérea voz infantil suena en mi cerebro invadiendo mis pensamientos.

Me giré repentinamente y pude ver a Rina, parecía agotada, y la imagen de lo que parecía un travieso espíritu felino formada frente a ella.

Me acerqué respetuosamente hacia donde Rina se encontraba, evitando mirar directamente al espíritu, y la ayudé a sostenerse en pie cruzando su brazo sobre mis hombros.

Apareció, las mejillas de chica estaban sonrojadas, y comprendió que aquellos dos hechizo habían hecho que se agotara en gran medida, la Kitsune de todas formas sonrió, e inclinó su cabeza en señal de saludo al gato, Makoto llegaba a ella, pero puso su mano en su mejilla, lo miró escuetamente: "estoy bien", fue lo que estaba impreso en ese gesto,  y se agachó, aún las llamas la rodeaban, iluminando aquel lugar con un fulgor  azuloso. Todo lo que habían dicho hasta ese momento los demás, había pasado a un segundo plano.

- sí... lo recuerdo... - respondió algo apenada - estaba cansada aquella noche - "ante noche de hecho"; pensó - pero... dígame señor Gato, ¿cuantos años han pasado de aquella noche?, hemos despertado en este momento y no sabemos nada de lo que está pasando... ni como entrar a la cueva, ¿cree que nos podría ayudar? - suena muy cordial y servicial con el gato, para ganarse el caprichoso corazón del espíritu, que si había escogido a un gato como manera de manifestarse, de seguro era travieso y ladino, como todos los de su raza. 

El gato se acicala un poco y dice mientras se mueve de un lado a otro:

- Para nosotros los espíritus el tiempo pasa de forma diferente pero... ummm veamos...si creo que han podido pasar 300 años desde esa noche, mucho tiempo verdad?

El  gato se mueve y se acerca a Vicky hace un movimiento como de frotarse con su pierna y dice:

- Esa puerta la protegió la mujer zorro... ella dijo que solo podría entrar quien estuviera preparado

Sí, definitivamente parecía que iban totalmente en serio. Angelica, aunque hablando por ella misma, expresó bastante bien cómo me sentía, mientras que la otra pelirroja trataba de ordenar grupos, sugiriendo si no había entendido mal que me quedara con ella, la kitsune y quienes estuvieran perdidos además de Angelica y yo para "orientarnos" y hablar sobre unas supuestas habilidades desconocidas. -La única orientación que quiero es la necesaria para volver a casa. - La organización era una buena idea, y aunque algunos como Erik estaban dispuestos a colaborar, yo solo quería marcharme a casa, ya que todo esto me daba mala espina, y más aún si tenía que quedarme con la kitsune.

-¿Es que no puedo simplemente volver a casa? Todo esto es muy raro, yo no quiero formar parte de algo así.-Expliqué más como una súplica para que me dijera cómo hacerlo que como una afirmación, temiendo poder verme envuelta en problemas.

Luego vi como los fuegos tomaban la forma del espíritu parlante que, para mi sorpresa o decepción, era ni más ni menos que un gato. Aun así, y sin poder apartar la mirada del etéreo felino, preferí intentar disimular sin mucho éxito mi sorpresa, y no inmiscuirme en esa extraña conversación mientras el gato se frotaba en mi pierna, sin saber bien qué decir, como paralizada recordando lo que dijeron de que los espíritus son susceptibles. ¿Es que me hablaba a mi, que era la que menos entendía de nada de esto?

Alguien nuevamente preguntaba sobre como volver, la Kitsune resopló, y pudo haber respondido para ya cortar aquel asunto que se había vuelto bizantino, porque ya no sólo estaban lejos físicamente, sino en el tiempo también de cualquier punto conocido de sus vidas. "Rina ya no existe, casi ni existe su pasado". Pero la Kitsune se enfocó en el gato que ahora quería ronronear entre las piernas de otros, precisamente entre las piernas de la joven "Vicky", que se había echado para atrás, consternada por la aparición del gato.

- así que 300 años...- para los que comprendieran eso, sabrían que ya no había manera de volver, ninguna - ha sido mucho tiempo, sí, señor gato - se mordió el labio inferior - y ¿sabe que hay que hacer para estar preparados?, ¿la mujer zorro dijo algo más? ¿algún mensaje en especial para nosotros? - debía ir con cuidado, no molestar al gato, o se iría. 

- ¿y sabe si podríamos ir al castillo?... estamos algo desamparados aquí, y su ayuda es inconmensurable -  extiende su mano para que se acerque, y hacerle cariños.

Tranquila, Angélica. -Digo mirando de soslayo cómo Rina hace aparecer una especie de gato espiritual y trata de obtener información de él- Esto no es fácil para nadie, ni "normal". Ten en cuenta que sólo os llevamos cinco días de ventaja... -Me acerco aún más a ella, mientras asiento a Makoto, que acepta como preferible permanecer en el campamento. Cuando estoy justo ante Angélica, pongo mis manís en sus hombros, tratando de tranquilizarla- De Londres, ¿eh? Que casualidad, Elizabeth también es de allí. Puede que un día recordemos todo esto tomando algo los tres juntos en algún local londinense. Estaría bien, ¿no crees? -Es una idea estimulante, pensar en un futuro tranquilo en que todos estos miedos y peligros queden atrás. Puede que eso le sirva para centrarse y dejar a un lado el tremendo shock que supone todo este desatino.

Vale, ahora escúchame y trataré de resumirlo todo de forma sencilla. Todas esas historias fantásticas sobre hadas, duendes, hombres lobo, magos, dragones... Bueno, no se si todas en realidad, pero muchas tienen una parte de verdad. Son... somos seres que habitamos este mundo conviviendo con los humanos, muchas veces sin conocer nuestra verdadera naturaleza. -Buen comienzo, espero que al menos esto quede claro. Voy mirando también a los demás, haciéndoles partícipes- No lo puedo asegurar, pero creo que todos los presentes lo sois. Eso significa que en algún momento esa naturaleza se manifestará de un modo u otro. Yo estaba tan tranquilo y mi brazo se cubrió de escamas y surgieron las garras, por sorpresa, durante unos segundos. Me di un susto de tres pares de narices y acabé en el suelo, jaja. -Me echo a reír al recordarlo, aunque cuando sucedió estaba aterrado, creyendo que me convertiría en un monstruo deforme, incluso temiendo hacer daño a mis seres queridos. Me giro brevemente, lanzando una mirada a Elizabeth, que estuvo a mi lado en ese trance. Sin su apoyo y cariño no se que habría sido de mí- Mi consejo es que, si notáis cualquier cosa rara, busquéis apoyo, lo habléis con alguien. Puede que no tengamos todas las respuestas, pero os podremos comprender, al menos. -Dicho esto, habrá que abordar el tema de los castillos- A nosotros nos fue revelado todo esto a través de una organización con presencia en todo el mundo. Gente como nosotros que se reunía en castillos para ofrecer consejo y ayuda a los seres especiales. Nos invitaron a ir, nos contaron todo el asunto, y dejaron que nuestras naturalezas se manifestaran. -Aunque desde luego no ofrecían información más que a cuentagotas. Nadie se molestó en aclarar las cosas de verdad- La mayoría estábamos en el castillo de Suiza, pero Makoto y Rina vinieron desde el de Japón, que fue atacado por unos tipos bien armados. Gente, supongo, que teme y desprecia a los que son diferentes. Realmente no sabemos si son ellos o no los responsables de lo que se auguró que pasaría... -Digo, enlazando con el asunto del presagio- Varios tuvimos un sueño, o distintos fragmentos de un sueño mayor. Beni, una poderosa Kitsune que habitaba estas cuevas, nos dijo que era un presagio de lo que iba a venir, que los castillos iban a desaparecer y que la gente como nosotros se extinguiría. Y nos dio la opción de viajar al futuro que habíamos soñado para tratar de evitarlo. Por eso estamos nosotros aquí. Vosotros... -Vuelvo a barrer al grupo con una mirada casi de did culpa, encogiéndome de hombros- ...realmente no se qué hacéis aquí, lo siento. Pero el caso es que estáis, y eso no lo podemos evitar. -Miro a Victoria- No podemos agitar una varita y devolveros a vuestra casa, lo siento. Lo único que podemos hacer, todos, es colaborar para salir adelante. Y eso, ahora mismo, significa organizarnos para montar un campamento en el que poder descansar, reponernos, y aguantar al menos la noche. Así que os pido que, por favor, penséis en qué tenéis que ofrecer al grupo y os unáis a uno de los equipos para repartir tareas, ¿de acuerdo?

Joder, menudo discurso. Espero que no haya sido demasiado para ellos...

Katarzyna escuchó como una niña buena las reprimendas por su “berrinche”. Las explicaciones, las reacciones y los reproches brotaban incluso tras la crisis de Rina, con Makoto como su eterno guardián. Algo más aparte, el bueno de Benjamín se había acercado a Victoria y Angélica para darles explicaciones; y Erik y Eli también se habían aproximado para hablar de organizarse.

- Están tan asustados como nosotros. - extrañamente, este pensamiento le dio fuerzas y le dotó de decisión.
- ¿Grupos?. ¿Organizarse?. ¡Ja!. Un juego de niños - Un orgullo surgió, fruto de la reprimenda anteriormente sufrida.
- Chicos, venid - se aproximó al citado grupo, tirando como pudo de T.J. y llamando a Chen y Roxana con la mano.
- Venid, dejadles habl … atender a nuestro distinguido invitado - les instó a retirarse más de Rina y Makoto.
- Erik, Victoria y Angélica; buscad comida. Es lo prioritario ahora. - Los miró con confianza.
- Benjamin, Chen, T.J. Si queréis, id con Chris, a ver como podéis explorar el lugar. - hizo una pausa para respirar.
- El resto uníos como estiméis mejor. - miró fugazmente a Kurt y Giulia.
- Benjam … Ben. Eli y yo nos quedamos con los japoneses. Cuidaré de ella … o ella de mi. - dijo honestamente mirándola.
- Roxana, deja que mire esa herida, quizás debieras quedarte con Chris y no forzar … - concluyó

Intentó no “sacar pecho”: organizar grupos era algo que había hecho mil veces y sabía de sobra que era mejor estar ocupados y con objetivos “asequibles” y necesarios. Además, así podrían digerir la situación. Empezó a mirar la herida de Roxana, instando al grupo a moverse hacia afuera, y de paso dejando tranquilos a Rina y Makoto con aquel inquietante ser azulado.

Miró preocupada como Rina sufría una crisis y rápidamente era arropada por Liz. Probablemente aquello era algo que las chicas mentalistas comprendían mejor entre ellas, así que prefirió no agobiar a Rina y simplemente le hizo un gesto cómplice.

Cuando surgió el fuego fatuo y les habló en sus cabezas sintió un dejavu. Parecía que algunos de los nuevos no se alteraban por aquél fenómeno. Quizás eran más rápidos aceptando las nuevas noticias.
Se dedicó unos momentos para mirar a la última en llegar. ¿Habría aparecido detrás de un arbusto y por éso no la habían visto? Si había sido así se sentiría mal por haberla dejado atrás.

Se retiró unos pasos, permitiendo a Rina hablar con el espíritu. No quería estropear los protocolos y ofenderlo. Ben se había puesto a dar discursos, sin mostrar respeto al espíritu y hablándole al resto como si no importase tener un fuego fatuo en su presenci. Suspiró negando con la cabeza y se centró en el ser sobrenatural. Lo que decía era como lo que le había dicho Beni en su momento, sobre la auto aceptación.

Escuchó a Katarzyna intentando organizar el grupo. Le pareció gracioso que a ella y a Kurt les diese carta libre. Se acercó a Kurt y se acercó a su oído para susurrarle algo sin molestar al fuego.
-Macho alfa, cuida del grupo. Echaré un vistazo por el bosque, quizás puedo ir suficientemente alto para ver algo- y tras éso se dirigió con pasos silenciosos hacia la salida de la cueva, saludando al resto con la mano, señalizando que ella salía hacia fuera.