Partida Rol por web

Se sentó en  borde de la cama, justo al lado del espíritu, la kitsune levantó una ceja y se guardo el comentario acético que pasó por su cabeza, sólo suspiró.

-algo así masculló algo cansada dime, hermanita, ¿nos ayudarás? Prometo invocarte cuando estemos con la última, aunque eso me de algo de desconfiada... no sé que tramas - le hizo cosquillas en los pies.

La Kitsune sonríe y dice mientras pone cara de niña buena:

- Yo claro, acaso tú no quieres conocer a alguien que posee un poder como el de ella y que mantiene contacto con todos los espíritus?

Niega con el dedo de forma algo infantil mientras añade:

- Porque crees que los espíritus del bosque pueden seguir apareciendo si prácticamente toda la energía mágica ha desaparecido de este mundo? pues gracias a ella no hay otra explicación, no hace falta que sea en cuanto la conozcáis, de hecho mucho mejor es cuando confíe en vosotros.

Se gira poniéndose boca arriba y estira las piernas y las manos hacia arriba mientras dice:

- Y no tienes curiosidad de porque justo ahora? y a donde va? porque se mueve cargando esa canoa?

- ya me habían dicho eso mismo los espíritus del bosque, pequeña, y si, tengo muchas dudas sobre ella, pero me he detenido en la forma, creo que he perdido un poco el norte con todas las escaramuzas que han armado todos, en verdad, quisiera alejarme, pero ya vez suspira y se mueve hacia ella, sentándose para acariciar su cabello.

- si, también quisiera saber a donde va y que carga, creo que protege... Algo, o sea, eso es obvio, y debe ser la razón por la que no dejo acercarse a Mako-kun... en fin, tengo muchas dudas, imagino que cuando esté cerca nos daremos cuenta, imagino que como los espíritus se alimentan de ella, nosotros también podremos hacerlo, o yo, por lo menos, de todas formas... - - guarda silencio, cierra sus ojos, sus ideas se dispersaron.

- no puedo dejar de sentirme identificada con ella, quisiera alcanzarla... hermanita, pero también siento que en mi condición, será difícil, solo quiero ser como Beni, y que tú no seas tan revoltosa - se ríe y la abraza.

Busco la habitación de Katherine y llamo a la puerta, en tono suave, pero insistente.

- Kath - digo mientras llamo - Katherine, ¿estás bien?

Si no obtengo respuesta entraré con sumo cuidado, no quiero comprometerla.

Tras despertar a Katherine, me dirigí al antiguo despacho del director, la habitación de Himiko.

Llamé a la puerta golpeando dos veces con el puño, suavemente.

- Buenos días Himiko-chan. Soy Makoto.

Esperé respuesta.

La Kitsune suspira y dice:

• Si, son muy peleones todos y se han formado dos grupos, si todos trabajaseis juntos seguro que podría haber terminado antes… pero bueno, al menos no me aburro jeje… lo de esa última… no sé, me da muchísima curiosidad, pero que no quiera que se acerquen a ella

Sonríe y añade:

• A lo mejor tiene miedo de la gente… en tu situación difícil? Lo que te paso lo hice porque nos iban a matar… no es porque tú te descontroles, no voy a permitir que nos maten porque me perjudica bastante…

Se queda unos segundos callada y pensando, entonces dice como una niña pequeña algo asustada:

• No has visto la forma interior de Beni… da mucho miedo

Himiko estaba terminando de hacer la cama cuando Makoto llega, al verle dice:

• Buenos días, quieres algo? Supongo que hoy es cuando vais a partir no?

Hablaba tranquila, la vampiresa estaba bastante tranquila y parecía que se disponía a bajar a desayunar

- Así es Himiko-chan - digo con una sonrisa nostálgica. Sé que probablemente ella no es capaz ahora mismo de tener ese sentimiento, pero no olvido lo que vi anoche en la Biblioteca. La pequeña Himiko sigue ahí, en alguna parte.

- Sólo... - apoyo la mano en la katana que me regaló - quería darte las gracias una vez más y decirte que... - tuve que esforzarme por no llorar, al recordar todo lo que aquella pequeña que había conocido debió sufrir a lo largo de estos 300 años.

- ... que lo conseguiremos. Sé que ahora no lo sabes, pero inicié esto por ti y lo terminaré por ti - me di la vuelta y empecé a abrir la puerta, aún antes de salir alcancé a decir unas últimas palabras.

- Te quiero Himiko-chan. Gracias. - dije sin volverme. Era la última vez que iba a ver a aquella Himiko, la Himiko que dio su vida por nosotros. Fui incapaz de darme la vuelta, no quería que viera mis ojos cargados de lágrimas deseando salir a borbotones.

per- ¿y no te gustaría ser como ella? - se ríe y le besa los cabellos. Sentada a su lado, caviló sus pensamientos, mientras sus dedos pasaban acompasados por el hombro del espíritu- ahora comprendo mejor lo que pasó, aunque aun me duele el haber herido a Makoto... Si vuelve a pasar, debemos procurar no herir a nuestros aliados ni a Makoto.. ¿Vale? Igual algo me dice que nos encontraremos con mas soldados, y no se me hace tan mala idea el darles muestra de un poco de lo que tenemos -era una puesta arriesgada, llevaba haciendo varias en ese tenor.

- estoy segura que tiene miedo, algo debe tener que es muy importante, y la sabe que la persiguen, debió haber pedido a muchas personas... me es imposible no empatizar con ella, incluso me da resquemor que la vean solo como un medio, pero los sufre, llora... Esta muy asustada - la abraza mas contra ella - y ya me di cuenta, todos tenemos cualidades únicas, cada cual podría actuar desde su especialidad y resolveríamos esto, pero... Se odian, y de paso, detestan al resto, y creo saber el porqué, es Benjamín, él y su novia, parecen ser el blanco de la rabia de todos, no sé la razón, y aunque él no me agrada ni un poco, no tiene razón para haber apartado al resto, incluso a mí, es muy... infantil, me da asco - aprieta los dientes molesta.

-[b] pero ya estamos en esto, incluso yo, que no me agrada el dragón, me toca estar de este lado, porque sola, no haría nada, tampoco puedo dejar que se mueran si los lastiman, Mako-kun, el no dice nada, pero sé que es tan práctico  como yo... en fin.. pequeña, ¿me ayudaras a terminar esto?- sonríe con ternura, buscando su mirada.

La kitsune sonríe y dice:

- Bueno... cuando todos quieren ser lideres sin serlo pasan esas cosas, pero creo que el problema no son personas, sino ... ummm como decirlo... que nadie es consciente de lo que pasa en realidad

Mira a los ojos a Rina y dice con una sonrisa picara:

- Poder ir al tiempo que quieras... y porque esa tal ultima no lo ha hecho... me da que hay muchas más cosas que nadie más ve... jeje

Sonrie para dejarse abrazar y dice entonces:

- A mi no me gusta ninguno... bueno, no la pequeña rubia, Kathalgo-san, si ella y Victoria-san me gustan... y claro Mako también, sabes que si te descuidas lo hare mío totalmente...

Agarra a Rina cariñosamente y acerca su boca a su oído y le susurra:

- Y la ultima... que tiene que ser ante todo nuestra amiga porque somos las únicas realmente conscientes de lo que nos jugamos aquí

- es justamente lo que pienso, el dragón ya lo había mostrado en la cueva, enojándose con Mako-kun, creo que lo hizo porque él tomó la batuta... siento que si a Mako-kun le interesara un poco mas el poder... Hubiera sido un líder natural de este grupo, o yo misma, si no hubiera estado sumida en mi propia miseria, y ahora que tengo independencia, solo me mira mal... es muy agotador, demasiado - le hizo un coscorrón por lo de Makoto, pero no dijo nada sobre el asunto.

- etto, estas muy pequeña - agrega, se notaba que se había ligeramente molestado - creo que lo del hechizo es porqué está acá, y está escrito en un lenguaje extraño, quizás el tema es que sea que tampoco entiende, y él ir a cualquier momento... aún no me cabe en la cabeza algo así, y de matar a Maki, la cantante, ¿es necesario? También pienso que podemos decirle a Beni, o ir antes a eso, para hablar con la chica, o salvar a su novio, o detener a los soldados, creo que todos los demás solo juegan a ver quien gana,  ni les interesa lo que suceda,  ni siquiera sé que siente Mako-kun, pero confío en su buen corazón, pero me enerva que le lleve el amen en todo momento a Ben, y como todos lo hacen sin.. sin chistar... Ayyy... mejor me quedo callada, realmente me molestó mucho que dijera que él había pensado de antes lo que había dicho, pero como lo hace él está bien... pero ya no importa, lo importante es que se están haciendo las cosas bien, pero nos faltaran los demás, nadie es reemplazable, por mas que Elizabeth quiera pensarlo, ahora... todos estamos en desventaja por una pelea de egos, sin altura de miras y mezquina.. - suspira, y sigue acariciando su cabello.

- no sé qué pretenden, soy una kitsune, no sigo a nadie porqué sí, - hace un pequeño puchero, descargándose por fin, y apretando contra si a su espíritu -¡ listo! Ya me descargué la rabia, ejem.. Estoy bien, haré todo lo posible de hacerme amiga de la última, no me gusta eso de usarla o de lastimarla, muchos deben haber querido hacerlo antes y ha sufrido mucho, es momento de hacer la diferencia - se sienta en la cama y toma las manos del espíritu - pero para eso debo hacerme mas fuerte, no me queda otro camino, además, sé que no dejaré de ser lo que soy, creo que eso nadie se da cuenta, siempre fuimos esto, que volvamos en el tiempo a un punto anterior al despertar, no quiere decir que no lo seamos ¿cierto? Que no lo recordemos no quiere decir que no exista ¿cierto?- estaba preocupada, su rostro lo demostraba.

El espíritu se limita a decir únicamente:

- Lo que paso volverá a pasar, la única diferencia es si pasara de cara a todo el mundo o pasara únicamente de cara a unos pocos... todos tienen muchos egos porque todos se creen poderosos y poseedores de la razón, pero quien tiene realmente la razón?

La Kitsune se pone de pie, mira a Rina y dice:

- Yo no comprendo cómo funciona el tiempo, solo sé que las cosas que hemos hecho quedan en nosotros aunque no seamos conscientes... como dices las kitsunes no seguimos a cualquiera, porque seguir a cualquiera, si piensas algo hazlo, como yo lo hago, a fin de cuenta tu eres yo y yo soy tu, lo recuerdas? y la ultima...

Comienza a desvanecerse y dice terminando cuando se desvanece:

- Y si esa chica no quiere hacer lo que quieren todos?... y si ella es la que más ha sufrido y sufrirá? y si el pasado cambia, que le pasara a ella?

Cuando la polaca abandona la habitación de Himiko, me acerco la vampiresa sin ápice de temor en mi rostro. No pierdo la fe hacia lo que de la pequeña Himiko puede quedar en ella.

- Himiko-chan - avanzo mi mano hacia el brazo que trataba de ocultar, pero en el último instante lo retiro, gestualizando una muda expresión en mis labios - Himiko-chan ¿qué te ha ocurrido?

Finalmente apoyo mi mano en su hombro sano y le pregunto con preocupación.

- ¿estás bien?

Escena sexual entre Kurt y Nyara.

Nyara había logrado desvestirlo y podía ver el trabajado cuerpo de su amante. Kurt se había estado cuidando físicamente para mantenerse fuerte y evitar pasarse el día sentado con el bajo, objeto que le absorbía con demasiada facilidad.

Sentía las manos de Nyara tocarle con suavidad. Le sorprendía un poco su actitud, porque la había imaginado más agresiva, pero eso le daba pie a él a tratar de tomar la iniciativa. El joven alemán se acercó a su rostro para darle otro beso cargado de pasión, mientras tocaba cuidadosamente entre las piernas de ella.

- Así me gusta, que esperes a que te dé permiso para chuparla.

Le dijo entonces con más descaro del que le había demostrado nunca. Después le sonrió con complicidad, tratando de convertir aquello en algo divertido. La echó sobre la cama y apartó sus manos de su miembro, impidiendo que siguiera tocándole. Su amante se dedicó entonces a besar con fruición sus pezones y a aumentar la intensidad de su contacto con su vagina. Todavía no introducía ningún dedo en ella, y tan sólo rozaba su vulva, sin centrarse en ninguna parte en concreto.

- Sé buena chica y pídelo por favor. 

Le dijo mientras seguía disfrutando del cuerpo de la dama, que era realmente sensual. Nyara era toda una mujer en todos los sentidos y estar con ella era fantástico. Kurt la siguió llenando de besos, en ocasiones marcando sus dientes contra sus pezones. Finalmente, sus dedos, húmedos ahora gracias a los fluídos de la vagina, se aproximaron al clítoris y lo fueron rodeando, intensificando la sensación de placer.

Kurt estaba demostrando ser bastante más lanzado de lo que mostraba en público y eso realmente le encantaba a la morena de pelo rizado.  Ella, por una vez, no quería ser la que se lanzara a por el varón para conseguir lo que quería, sino que estaba más bien jugando y analizando cómo se desarrollaba todo aquello. Al escuchar la primera de las frases del rubio le sonrió y le soltó un mordisco en uno de sus brazos ya que había apartado los labios de ella.

Te quedan muchas noches suplicando para conseguir tal honor. No quiero que te enganches a mí tan rápido- bromeó, como dejando ver las habilidades bucales de la chica.

El sentir a Kurt jugando con su cuerpo de esa forma hizo que su zona íntima comenzara a lubricarse con facilidad.  No le gustaba el hecho de no tener acceso al miembro del alemán, pero sabía que era cuestión de tiempo que volviera a sus manos.   Lo cierto es que sí que quería que introdujera los dedos en ella y que le hiciera muchas cosas más, pero Nyara nunca había tenido que pedir algo por favor y esta no iba a ser la primera. 

-No creo que te gustara tanto si me comportara como una buena chica- le dijo mientras utilizaba sus dedos pulgar e índice para sujetar la barbilla de Kurt.

Cogió aire al notar los dedos cerca del clítoris y empezó a impacientarse porque ansiaba entrar en contacto con el varón.  Acercó sus labios al cuello del hombre y empezó a recorrerlo de abajo hacia arriba, llenándolo de besos.  El que se mantuviera tan alejado de ella –aunque en realidad apenas estaban distanciados- la ponía nerviosa, así que cuando llegó a la zona de la oreja enroscó sus piernas en torno a la cintura de Kurt y le susurró al oído.

-Tengo muchas ganas de hacerlo, pero si sigues con esta tortura acabaré devolviéndotela.  Ahora sé bueno- dijo repitiendo sus palabras- y déjame ponerme encima.-lógicamente ella no tenía la fuerza suficiente como parar tirarlo a no ser que él se dejara, pero movió ambas piernas hacia la izquierda para que él se dejara caer hacia ese lado y la dejara llevar las riendas un rato. 

Ante el empujón, Kurt hizo fuerza en sentido contrario para mantenerse en su posición, impidiendo el giro.

- Me da la impresión de que me ha intentado empujar una hormiga.

Sonrió tratando de picarla y siguió acariciando su vulva, aunque disminuyó el ritmo, pues realmente tan sólo pretendía dilatar un poco el momento.

- Sabes que lo vamos a hacer en la postura que yo quiera.

Kurt mordisqueó con suavidad el labio inferior de Nyara y después, mirándola con firmeza, la besó dulcemente. Relajó su cuerpo y se dedicó a perderse en sus ojos azules y disfrutar de esos morritos que le perdían. Nyara era hermosa de principio a fin, no lograba encontrar ninguna imperfección en ella, salvo el hecho de que no quisiera comportarse como una buena chica.

El joven la abrazó y rodó entonces, colocándola a ella encima y la miró, sin dejar de toquetear en su entrepierna.

- Vaya, lo conseguiste.

Le dijo con naturalidad y la besó, esperando que ella hiciera lo que quisiera. Era su turno ahora.

Mover a alguien como Kurt no iba a resultarle fácil, sobre todo después de observar el escultural cuerpo que tenía el hombre.  Listo, guapo y en buena forma. ¿Dónde estabas en mi tiempo? La verdad es que ella ya sabía la respuesta a eso, pero quizá si lo hubiera conocido a él las cosas serían diferentes.

-Las hormigas consiguen su objetivo con esfuerzo, no te descuides guapo- le dijo queriendo transmitirle que al final acabarían como ella quería, tan solo era cuestión de tiempo.

Cuando se aferró a ella y comenzó a besarla con tranquilidad de ese modo tan dulce y especial, la modelo sintió un cosquilleo en el estómago, pero trató de desecharlo porque aquello era sexo y solo sexo; no obstante colocó sus manos en la espalda del varón y siguió su juego, encontrando los labios de ambos de un modo continuado y cariñoso.  Le sostenía la mirada y durante unos instantes subió una de sus manos para echarle el cabello hacia atrás.

Cuando Kurt la colocó sobre él- porque no había otra forma de denominar esa acción-, la chica de pelo rizado le sonrió y le guiñó un ojo.  Se sentó sobre su miembro pero sin introducirlo, de manera que ambos pudieran rozarse.  Tras aquello se echó hacia delante para poder acceder al cuello de Kurt sin problema alguno y comenzó a mover las caderas para que su vagina humedeciera el gran miembro del varón. Llevó las manos del alemán al culo de la joven y fue dejando un manto de besos y pequeños mordiscos por todo el pecho del joven.

-No pensaba que fueras a saber tan bien… debería decírselo a la vampiresa, para que se aprovechara- bromeó justo antes de morderle cerca de la zona del pezón.

Con el continuo roce que Nyara había provocado entre ellos, la muchacha se sintió cada vez más encendida. No sintió que tuviera que ponerse a preguntarle porque la confianza entre ellos dos existía, o así lo veía ella.  Cuando ella estuvo preparada se incorporó ligeramente para introducirse el miembro de Kurt sin pedirle permiso, aunque él tenía la última palabra a fin de cuentas.