Partida Rol por web

La última de los vuestros

Zona Atemporal

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05/09/2015, 16:04
Kurt Rainer

Kurt notó cómo la hermosa mujer acomodaba su miembro dentro suyo y no dejó de prestar detalle al ritmo que imprimía en ese momento, pues era una información valiosa para futuros encuentros. Nyara se movía, provocando placenteras sensaciones en ambos cuerpos.

- No le des ideas a la vampiresa.

Comentó mientras observaba el hipnótico movimiento de su cuerpo. Kurt esperó un poco para ver el ritmo que Nyara necesitaba y entonces se incorporó un poco, sentándose en la cama, agarrando sus glúteos y ayudándola a ascender y descender, penetrándose con lujuria.

- Tienes un coñito delicioso.

Le dijo otra vez con descaro, porque ya que Nyara rehuía el romanticismo lo que haría sería provocarla y para eso tenía que recurrir a la rudeza. Kurt levantó uno de los senos y agachó el cuello para besarlo. Después, sin romper el contacto, la echó hacia atrás hasta tumbarla y pasó él a imprimir el ritmo, consciente de que debía ser el justo para hacerla disfrutar sin dejarse llevar.

- Me gusta mucho este chochito tuyo, tan estrecho. Lo voy a follar hasta el fondo.

Kurt la empujó para introducirse bien dentro, remarcando sus palabras.

- Así es como te gusta, ¿no?

Trató de provocarla otra vez.

- Díme cómo te gusta que te lo haga.

 

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09/09/2015, 18:09
Nyara Rosseau

Mientras ambos se entregaban al placer que sus cuerpos provocaban, Nyara disfrutaba de la sensación de poder comunicarse con Kurt de una forma tan clara sin que este se molestara por sus comentarios.  Kurt se incorporó para sentarse y estar así a su altura y la mujer respondió soltando un pequeño gemido al notar como el miembro de este se adentraba con más potencia dentro de ella.

-Ya sabes, algún día puedo dejar que lo pruebes con otras partes de tu cuerpo- le dijo justo antes de besar sus labios, dándole la evidente pista de a lo que se refería con ese comentario.

Las atenciones del rubio eran tales que la mujer iba sintiéndose acalorada por momentos puesto que el empeño –y la habilidad- del alemán eran excepcionales.  Ella, por su parte, se negaba a quedarse atrás y aumentaba el ritmo de las penetraciones para que ambos disfrutaran. Mientras el varón se perdía en sus senos ella deslizaba las manos por el pelo de este, tirando ligeramente cuando Kurt la provocaba en exceso.

-Esta noche…- tuvo que interrumpir sus palabras por la potente embestida de su compañero- tienes permiso para follarme, o para que te folle- continuó tras el siguiente empujón- el tiempo que quieras.

Le extrañó que le preguntara sobre cómo le gustaba, quizá porque en su anterior relación las cosas habían sido bien distintas.  Prefirió volver a desechar ese pensamiento, puesto que cada vez que se acordaba del malnacido de su ex se le quitaban las ganas de hacer cualquier cosa, y ahora mismo la situación era demasiado atrayente. Ya tendría tiempo de cabrearse más tarde.

-Me gusta tal y como me lo haces.

Detuvo aquella frase con un beso pasional, perdiéndose en los labios del rubio. Movió sus caderas para que el hombre continuara como hasta el momento.

Me gusta que no te pares, y que te dejes llevar.  

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09/09/2015, 23:01
Kurt Rainer

A veces las palabras podían mentir, pero era muy difícil que un beso lo hiciera, y el de Nyara sabía a que ella estaba disfrutando, así que eso le motivaba.

- Sí, tendremos tiempo para besarnos todo el cuerpo.

Le dijo mientras continuaba penetrándola, manteniendo el ritmo con el que ella parecía estar disfrutando.

- Está bien que te entregues a mí toda la noche. Ya vas pensando como una buena chica.

Siguió con esa extraña competición para ver quién quedaba como vencedor del encuentro. Nyara no se dejaba amilanar en absoluto y trataba de llevarle la contraria en todo momento. Aquello no era más que un juego y Kurt deseó que siguiera ardiendo y gozando. Cogió sus dos manos y la mantuvo así apresada, mientras la miraba a los ojos con intensidad.

- Gíme. Mírame mientras te poseo...

Le pidió ansiando escucharla y que le siguiera mirando con esos ojos en los que quería perderse toda la noche. El joven no cesaba de penetrarla con viveza, esperando notar cómo su cuerpo se contorsionaba y se acercaba poco a poco al clímax.

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15/09/2015, 21:51
Nyara Rosseau

La verdad es que el tiempo era lo que menos le importaba a Nyara en un momento como este.   Aquella noche era un buen momento para darse una oportunidad, aunque quizá deberían haberlo intentado anteriormente en vez de haber tonteado a lo largo de aquellos días.

-No te pases, boyband- bromeó- puedo enfriar las cosas con facilidad.

No iba a dejar que Kurt pensara que ella era una buena chica.  La verdad es que sus intenciones era que ambos disfrutaran de aquel encuentro, y creía que el varón tenía exactamente las mismas que ella.  Cuando la apresó con sus perfectas manos la mujer dejó escapar algo así como un ronroneo, porque eso la había encendida aún más de lo que ya estaba.  

La orden de Kurt fue bastante precisa en esa ocasión y, tras dedicarle una sonrisa encantadora, la mujer se dedicó a cumplir los deseos del alemán.  La verdad es que gemir no le costaba porque con cada embestida ella se encontraba más y más dispuesta a alcanzar el clímax, y mirar a su amante era algo que realmente le encantaba.  Sin embargo la afroamericana tenía debilidad por los labios del hombre, así que continuamente se acercaba a ellos para perderse durante el tiempo que fuese oportuno.

El ritmo de las caderas de Nyara se aceleró gradualmente, pretendiendo que él también comenzara a sentir el subidón previo al orgasmo.  Nyara no tuvo reparo alguno en gemir tal y como sentía las embestidas, así que era responsabilidad del varón el controlar la intensidad de las continuadas penetraciones.

-Joder, me pones muchísimo. Esto es injusto- dijo al sentir que le quedaba poco tiempo para alcanzar el clímax. Clavó sus uñas sobre las manos de Kurt porque era lo único a lo que llegaba y movió su cabeza para que sus labios se encontraran con el cuello del hombre para cubrirlo de atenciones. 

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16/09/2015, 08:50
Kurt Rainer

Kurt continuaba moviéndose a buen ritmo. No dejaba de advertir en ella señales que le indicaban que aquello iba bien, de modo que no paraba de motivarse. Él trataba de imponerse del modo más placentero posible para ella. En parte, porque no quería que lo tomara por poca cosa. El comentario de ella le resultó gracioso. - Tranquila, spicegirl, que todo está bajo control. Tu también estás bajo control.

Dijo divertido, sabiendo que iba a fastidiarla un poco, pero no era más que una broma. Aprovechó para besarla y mientras lo hacía liberó sus manos. La estaba notando más ardiente, con la respiración más intensa. Ella estaba disfrutando mucho y llegado a ese punto ya daba igual todo lo demás. Tan sólo tenían que sentirse el uno al otro y dejarse llevar. Concentrarse en la unión de sus cuerpos. Hasta las palabras sobraban ahora.

Estaba en la gloria pensando que estaba logrando su meta, que no era otra que satisfacerla. Ella podía estar acercándose al clímax y lo que no tenía claro era si él iba a poder retardar el suyo propio, pero debía hacerlo.

Le dio otro pequeño beso, pero ahora estaba dedicado en cuerpo y alma a llevarla hasta el final y fue por esa razón que incrementó la velocidad ligeramente, mientras hacía esfuerzos por controlarse a pesar del ritmo vivaz.

- Córrete, ojitos.

Le dijo escuetamente, deseando notar su cuerpo vibrar y retorcerse. Se perdió otra vez en su mirada, pues en mitad del coito se tornaba increíblemente sensual. Le estaba atrapando y gracias a eso se detenía el tiempo y esos momentos llegaban a equivaler a todo lo vivido el resto del día.

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17/09/2015, 19:21
Nyara Rosseau

Nyara sonrió con picardía cuando Kurt le dijo que ella también estaba bajo control. Quizá a él le gustaba el poder manejar la situación, y porqué no, manejarla a ella; la verdad es que a la modelo le gustaba bastante ese juego pero no podía reconocer su derrota en un primer encuentro sexual.   Más quisieras, guapo, más quisieras-  respondió antes de que Kurt la hiciera callar con sus besos.

Preferiría que Kurt y ella acabaran a la vez, pero las circunstancias eran las peores posibles ya que no tenían nada con lo que protegerse.  En un momento como este lo mejor que podía pasar era que ella acabara en primer lugar y que se ocupara después del alemán, pero la verdad es que no podía pensar en ello cuando todo el placer la inundaba por completo.

La frase de Kurt fue lo único que necesitó para dejarse llevar por el clímax que había estado intentando controlar durante todo ese tiempo.  En ese momento dejó de apretar el cuerpo del alemán con el suyo y, al contrario de como estaba antes, en ese momento abrió las piernas para dejar que el hombre la inundara con su miembro por completo.  Sus gemidos en ese momento se hicieron algo más audibles y, queriendo ofrecerle a Kurt su recompensa por aguantar como un caballero, alcanzó su orgasmo mientras lo miraba a los ojos y se mordía el labio inferior para reducir el volumen de su clímax.  Mientras lo alcanzaba agarró con una de sus manos la nuca del hombre y con la otra agarró las sábanas que estaban en la cama, apretándolas de forma inconsciente.

Tras acabar se quedó bajo el caliente cuerpo de Kurt unos segundos, recuperándose del intenso orgasmo.  Quería devolvérselo y, lo más importante, quería que el alemán fuera incapaz de olvidarse de esa experiencia.

-Déjame encima. Voy a provocarte escalofríos- le dijo, algo bromista, haciendo referencia a sus propias habilidades.