Partida Rol por web

 Entro hago una reverencia, aprovechando para hacer el conjuro de adquirir habilidades de forma innata,ocultando lso gestos en los movimientos de la reverencia y susurrando las palabras al inclinarme.  

Bien seremos concisos, el agente Lautrec y yo mismo Etien, somos agentes especiales comisionados por el la misma emperatriz para el desarrollo de una misión de ámbito mundial. Lo que le voy a comentar es secreto y solo deberá comentarlos ante su monarca.

 Estamos embarcados en una misión contrarreloj para evitar el fin de los tiempos, el fin del mundo, su monarca posee uno de lo elementos que nos permitirán evitar que dicho fin se produzca antes de  que así sea por la voluntad de  Dios.

 Estamos  habilitados para usar los medios que consideremos oportunos para llevar a cabo nuestra misión sin reparar en gastos o daños. Como líder de la expedición estoy intentando solventar este asunto con la mayor discreción y diplomacia posible, pero si nos vemos forzados a usar métodos mas contundentes lo haremos.

 El guardia nos ha dicho que su majestad esta de duelo y luto, no queremos molestarle mas que lo mínimo, entendemos su dolor y lo respetamos pero el tiempo corre contra nosotros, y si no paramos esto, tendrá que llorar por todo su reino. 

Lautrec un ademán de saludo y se concentró durante unos segundos. Mientras Etien hablaba le dejó llevar la conversación, de todas maneras él solo necesitaba unos segundos para asegurarse. Poría haber formado la matriz con más mimo, pero le pareció mejor empezar lo antes posible. Esta vez se enteraría bien de lo que está pasando.

En cuanto ves un agujero en su defensa mental, decides atacar sus recuerdos para tener ventaja en un combate psicologico, obteniendo numerosa informacion reciente:

La misteriosa muerte del monarca, el nombramiento de su joven hijo, multitud de robos en la ciudad en un plazo de tiempo demasiado corto, esos comerciantes que traian esclavos de contrabando, la muerte de uno de los oficiales por el cual la Lider sentia afecto, varios noches en vela con turnos dobles para proteger al joven monarca, la Orden del Cielo exigiendo el tesoro nacional, la comida en mal estado de esta mañana, el castigo malevolo que le tiene preparado al guardia que perdio su sable esta mañana...

Los datos obtenidos son demasidos, seguramente se debe a que en estos momentos esta organizando el papeleo sobre ellos, pero de todos modos, la oledada de nueva informacion, seguida de su malhumor, te deja durante unos segundo algo mareado.

Al oir la frase de "usar los medios que consideremos oportunos", la mujer os lanza una mirada que destila ira:

-Venis diciendo que entreguemos algo para de salvar el mundo, pero lo unico que veo es que estas usando esa excusa para robarnos, y ademas, amenazando con usar la violencia si no te hacemos caso. Sabed que en Belfort yo soy la ley y venir y decirme eso a la cara solo tiene una respuesta: pasar la noche a la sombra, y mañana tendreis la oportunidad de ver al monarca: sera el juez de vuestro juicio por intento de hurto. ¡GUARDIAS!

Maldita sea, ahora que podía indagar en los detalles a la tiparraca se cierra en banda. No le daría tiempo. Cuándo aprenderán...

Con tono resentido empezó a hablar con tranquilidad -Argh, así que por preguntar se nos acusa de hurto para causar un conflicto con la corona imperial. Muy bien, no se nos pide ayuda, ni se tiene en cuenta que servimos de enlace, simplemente se nos trata con hostilidad y se nos convoca a una encerrona de juicio. Está bien, si es el juez veamos que piensa el monarca de este trato, en el que nos culpa de una situación que nadie nos ha explicado y se nos culpa de la mala situación general de la ciudad. Venimos por una misión de gran extensión, su tesoro nacional solo es una pequeña parte, hay más maneras de ayudarnos mutuamente, y de facilitarles la situación en la que se encuentran. Recuerde que una mano cuida a la otra, señora, pero usted coje y la aparta de un tortazo. - la respuesta era bastante pasiva-agresiva, total, ya los iban a encerrar, aquello no le daba miedo, podrían escaparse cuando quisieran, pero quería evitar las enemistades.

Señora es una lastima que no sepa distinguir entre una explicación y una amenaza, le he indicado lo que ocurre de forma breve y concisa como vos ha pedido.

 Detener a unos enviados investidos del poder de Abel, por presentarse pacíficamente actuar con educación y cortesía, exponiendo el motivo de su presencia en los términos que se le han pedido, no creo que sea una acción muy diplomática, le ruego recapacite.

 Entiendo su posición la carga de responsabilidad y de trabajo, pero usted en el conjunto del mundo no es nada, no se ofenda no es mi intención hacerlo, pero debe darse cuenta que por mucho que usted sea aquí la ley, cuando el caos, la muerte y la desesperación campen a sus anchas por su reino, destruyendo todo cuanto quiera y aprecie en esta vida y usted les diga que es la ley aquí, se rían en su cara y la dejen morir la última viendo como su reino se ha convertido en el infierno en la tierra, se dará cuenta de lo que ahora le digo.

 Le pido que sea razonable, antes de que esta situación se complique.

- Suerte. - Me despedí de mis compañeros que marchaban a palacio.

Era hora de tratar de averiguar algo. - Iré a hablar con la dueña de la taberna a ver si me cuenta algún rumor. - Les dije a mis compañeros. - Puede que saquemos algo mas que buen vino.

Me dirigí a la barra para hablar con la dueña.

- Buenas noches señora. - Dije dedicándole mi mejor sonrisa. - Esta taberna es estupenda para un cansado viajero. Hace ya mucho que no venia por aqui y me gustaria saber si hay alguna cosa que deba saber acerca de la ciudad... Podria ayudarme?

-Si hace mucho que no vienes por aqui, no sabras lo acontecido en la ultima semana-te dice la buena mujer, mientras te ofrece un poco de vino con un gesto-Nuestro bienamado Monarca murio en extrañas circunstancias y su heredero, a causa del luto por su padre, se ha cerrado al mundo. Ademas, la tasa de robos ha aumentado y la pobre lider de la guardia lleva varios dias sin dormir tratando de arreglar el asunto que le ha caido encima, dejandose los nervios en el proceso... una pena, era una chica muy tranquila y amable, pero desde el caso de los contrabandistas esta bastante malhumorada, no os recomiendo llevarle la contraria, podria tomarlo como una ofensa y dejaros una temporada a la sombra...

-Insistis en que sois emisarios de la Emperatriz... Mostradme una prueba de ello y quiza podamos olvidar este malentendido-en su cara, el ceño esta fruncido. Parece que no es personal, pero desconfia de todo por alguna razon.

Ademas, ois pasos corriendo por el pasillo, parece que los guardias llegaran pronto.

Muy despacio saco la placa que nos entregaron los caballeros del cielo y la pongo en la mesa, frente a la oficial teniendo mucho cuidado de no descolocarle ni tirarle ningún, papel o documento de la mesa.

Siguiendo el ejemplo de de Etien Lautrec sacó su placa, aunque simplemente se la mostró, la mujer ya tenía una que examinar si tenía duads no necesitaba las dos.

Vaya, más ladrones en la ciudad. Aquello podría ser un arma de doble filo. Por una parte, podría significar que la guardia estaría más distraída, pero por otra, tal vez estuviese más alerta. Y si era cierto que el heredero se había encerrado en el castillo, lo más probable es que fuera lo segundo.

- ¿Quienes son esos contrabandistas? -preguntó Nüll con curiosidad

En ese momento llegan varios guardias, que os apuntan con lanzas. La lider recoger la placa de Etien mientras vosotros, instintivamente, poneis las manos en alto; luego hace una mueca rara y dice a sus hombres:

-Avisad a las doncellas que preparen una habitacion para una conferencia, estos... "embajadores" de la Emperatriz necesitan hablar con Su Majestad.-luego, todavia con la cara de mal humor, os dice-Espero que no monteis demasiado jaleo, queridos "emisarios", porque el papeleo que tendria que cubrir no me pone de buen humor, precisamente

Dicho eso, sale por la puerta, suponeis que a avisar al monarca de vuestra llegada, mientras los guardias os escoltan a una lujosa habitacion, donde os dicen que espereis a que venga el monarca.

La camarera, al ver a Nüll, primero retrocede, algo asustada, pero al ver que "no muerdes", decide tratarte de forma normal:

-Ah, los contrabandistas... la verdad, ese asunto se llevo con bastante discrepcion, pues, segun dicen, eran traficantes de esclavos. Lo cierto es que hubo una pelea con la guardia, y murieron varios hombres honrados, pero por suerte, el problema ya se solucionó, aunque los presuntos esclavos no terminan de confirmar si realmente lo fueron, aunque es logico, cualquiera quiere hablar de ese asunto.-luego de decir eso, un pensamiento cruza la mente de la mujer-¿Vosotros no serias compradores de esclavos, verdad? porque aqui no aceptamos a esa clase de personas-dice poniendo los brazos en jarras, mientras os lanza una mirada inquisitiva.

Torció el gesto al escuchar a la mujer sobre el estado de la ciudad, sin duda era desgracia tras desgracia y sabía que la situación del heredero del monarca y la perdida de este podría retrasar mucho la misión. Miró a la mujer y le dedicó una sonrisa.

-No se preocupe señora, solo estamos de paso. La esclavitud es algo horrible, si viese algún mercader de esclavos le patearía el trasero sin dudarlo -  se cruza de brazos y asiente con la cabeza enérgicamente para reforzar sus palabras. Después miró a sus dos compañeros -¿creéis que estarán bien? la situación igual se les tuerce un poco...

- Tienes razón. - Le respondí a Narsharz. - Podríamos ir a la guardia a ver si podemos ayudarlos, y de paso granjearnos unas amistades y conseguir mas información. - Lo ultimo lo dije tan bajo que dudaba que la camarera me hubiese oído. - Podríamos ir yendo si os parece bien.

Lautrec sonríe socarronamente todo el trayecto. Eso de gozar del favor del trono es una nueva experiencia desde luego.

Cuando por fin los dejan solos empieza de inmediato. -Vaya con la...¿capitana?, no nos ha dado ni su nombre-

Hizo una pausa mientras observaba un poco la habitación. Ahora los trataban como embajadores.

-Etien, las cosas andan muy alborotadas por aquí. He estado haciendo de las mías. Al parecer el luto es por el antiguo monarca, y el nuevo, el que debería recibirnos, tiene bastantes problemas, el tumulto se ha desatado, robos, oficiales muertos, incluso venta de esclavos. La mujer que nos ha.... atendido, estaba muy estresada, preocupada incluso por la seguridad personal del monarca. Estoy seguro de que podemos convencerle de colaborar con la causa. Este arma está localizada, si no la obtenemos de inmediato no es problema. Además pueden facilitarnos el conseguir las otras armas, o siempre podemos conseguirla a cambio de ayudarles en algo, igualmente aumentaríamos nuestros recursos. A bote pronto se me ocurre que además podemos investigar un poco como va lo de que resuenen con nuestras almas al tener un arma cerca, para empezar nos sería útil y para seguir sería otra prueba de que estamos destinados a tenerla-

Es usted una caja de sorpresas señor Lautrec, gracias esa información es valiosa. Por ahora creo que las cosa van bastante bien a pesar de los sobresaltos, esperemos que el nuevo monarca se muestre colaborativo.

 No influyas sobre él, si no es para calmarlo un poco y ver cuales son sus necesidades inmediatas para poder llevar el tema a eso varaderos.  Intentaremos llevar esta situación lo más mundanamente posible.

-No te preocupes, de momento me estoy dedicando solo a mirar, no me gusta meterle cosas en la cabeza si no es necesario-

Nüll asintió. Si alguien sabía lo que pasaba en la ciudad, esa era la guardia. Bueno, también solían ser los delincuentes, pero prefería no juntarse con aquella gente mientras no fuera necesario.

- De acuerdo. ¿Puede indicarnos donde encontrar a esa mujer?