Partida Rol por web

Tras hacer que Enki se fuera, el grupo empieza a caminar en la direccion que habia indicado Huracano, esperando encontrarse gente. El viaje en si fue sencillo, pero los efectos ambientales a los que no estabais acostumbrados os pasan factura. Despues de una "dura" travesia por este campo blanco, conseguis llegar al punto donde se habia divisado la columna de humo: una cueva. Sin embargo, pese a estar en el interior de una montaña, las paredes que la recorren, o por lo menos los de la entrada, estan cubiertos por hielo, dando lugar a una bella imagen como cueva de espejos.

Avanzais por el interior siguiendo el rastro que dejaba el humo durante un tramo algo largo que se retocia en el interior, como si de una serpiente se tratara. Al cabo de casi una hora desde que dejasteis el punto donde luchasteis con el cyborg, conseguis llegar a una gran sala en el interior de la montaña. Estais en un saliente en la parte alta, por lo que teneis una vista aerea del lugar: un caida de casi 15 metros para llegar a una especie de campamento nomada que se habia instaladado en este area bastante grande. Podeis ver varias cabañas hechas con pieles de animales y algunos aldeanos con sus animales entre las tiendas, se podria decir que esto es una proto-ciudad en crecimiento.

- Gracias  Yatusabi, aunque  no  tienes  que  preocuparte. - Contesto ante  la  pregunta  de  mi compañero. - No  es  cansancio  físico...Sino  más  bien  espiritual... Cuando  duerma  un  poco  estaré  mejor...

[...]

¡Bien! Un  pequeño  pueblo, ¡Gracias  a  Abel! Ahora  solo  nos  faltan  15  metros  de  caída...

- Bueno... - Empiezo a  decir  observando  el  descenso  mientras  saco  una  cuerda  de  mi  mochila. - Solo  un  poco  más... Podemos  sujetar  la  cuerda  aquí  arriba  e  ir  bajando  de  uno  en  uno. Solo  nos  tenemos  que  dejar  caer, no  tiene  que ser  complicado... Además, puedo  reducir  vuestro  peso  para  que  todo  sea  más  fácil... Luego, Huracano  puede  desenganchar  la  cuerda y  bajar  levitando... Eso  es  lo  que  se  me  ocurre, aunque  se  aceptan  ideas...

Podría  perfectamente  hacerles bajar  con  mi  magia  sin  problemas, pero  no  quiero  abusar... 

Y ahora una cueva congelada, genial, más frío todavía. Llegamos a una cueva, espero llegar a algo más caliente proximamente. Ése campamento tiene que estar muy bien, y para vivir aquí todavío más aclimatado de lor nomal. Esperemos sean amistosos.

-Me parece buena la idea, Sophia - mientras da su aprobación intentando no alzar mucho la voz por el eco que pueda producir a cueva.

El frio no bajaba y ya habíamos pasado el punto que yo había desviado ahora estábamos en una cueva y no precisamente cálidos.

-Sigamos avanzando, debemos buscar un lugar donde dormir no quiero despertarme y ver estatuas en vez de compañeros-digo avanzando mas rápido.

Yo me ofrezco para bajar primero - digo a todos mientras me adelanto, sacando la soga de mi bolso - Luego desde abajo haré guardia mientras ustedes bajan.

Casi sin esperar respuesta, comienzo a buscar un lugar seguro para atar la soga y entonces descender.

- Como  quieras Yatusabi, mientras  bajas  nosotros  vigilaremos. 

Busco  un sitio  para  poder atar la cuerda, aunque  me  temo  que  no hay  nada.

- Que  aquello  que  necesito surja  en mis  manos.

Mientras  recito  las  palabras hago un  par de  movimientos  con  las  manos  y, en  un instante, entre  ellas  aparece  una  gran estaca  de  metal  de  dos  metros  de  longitud.

- Podemos  clavar  esto  en  la nieve  para  que  funcione  de  soporte  para  la  cuerda. 

Suelto un estornudo mientras no dejo de temblar del frio, aquel lugar era completamente distinto, al principio no lo habia notado con el calor del combate, pero ahora comenzaba a sentirlo en sus carnes.

--- Bueno, pues demonos prisa, no quisiera estar en la nieve mucho mas tiempo...- digo sin dejar de temblar en mi sitio.- ¿Quien es el primero en bajar?

Emprendo el vuelo y con el empiezo a descender sin mucha velocidad, para no perder el control.

-Yo, así os diré que hay abajo-digo sonriendo mientras desciendo

Al llegar al suelo, Huracano indica que no hay ningun tipo de peligro, por lo que el grupo baja. Ya en el suelo, podeis ver como algunos aldeanos os miran desde una distancia curioseando. Alguno mas "valientes" se  acercan y os hacen algunas preguntas en un idioma desconocido

Bueno, parece que la menos son pacíficos, por el momento. 

El que se acerca habla Arkes, con un fuerte acento... Por suerte es uno de los idiomas que aprendí en la universidad, aunque le tengo algo oxidado...

- Hola... Buenas noches... Estamos perdidos... ¿Hay algún lugar... para pasar la noche... cerca? 

Desde mi posición observo ( sin dejar de temblar de frio) como visten aquellos hombres ¿ como no podian estar congelandose con ese frio?  Al observar a mis compañeros veo que estos tampoco parece que les afecte, asi que comienzo a moverme nervioso para ver si consigo entrar en calor

Al oir la pregunta, una anciana sale de entre la multitud de curiosos y se dirige a Sophia, quien daba muestras de entender el idioma:

-¿Quienes sois, mjöksiglandi? Yo soy Bera, una de las matriarcas. Nuestro pueblo siempre recibe con los brazos abiertos a nuevos visitantes, pero quiza deberiais decir que os trae por aqui...

- Es un placer Bera. Yo soy Sophia y estos son mis amigos... - Voy haciendo una indicación con la mano mientras digo sus nombres. - Aramil... Fenix... Huracano... y  Yatusabi... Como dice... Somos viajeros... Aunque me temo que estamos algo perdidos... Si nos podría decir donde nos encontramos... Y donde podemos pasar la noche... Mañana por la mañana volveremos a ponernos en marcha... 

Cuando oigo mi nombre saludo con la mano con una sonrisa y emito una serie de silbidos  y sonidos raros en respuesta.

-Os encontrais en el humilde pueblo de Ërah, en la isla de Belgemir, pero hija, esta muerta de frio-luego se dirige a unos chicos que se encontraban detras y le dice-Vosotros, traedles unas mantas, que estos chicos estan tiritando.

Al cabo de un poco, unos chicos os envuelven en mantas, al parecer, de piel de animal, pero no por ello menos calientes. Luego la mujer tras pediros que le sigais, os lleva a una de las tiendas, donde os invita a pasar.

-Esta tienda se suele utilizar de almacen, pero os puede servir para pasar la noche-informa, luego, coge una piedra, se sienta y pregunta-¿Puedo saber de donde venis? Apareceis medio congelados y preguntado donde estais, cualquiera diria que acabais de salir de un glaciar que se ha derretido...

Cuando recibo las pieles lo miro apenado.

---Pobre animal...tuvo que sufrir mucho...-digo con tristeza, aunque rapidamente me la pongo  y me acurrico donde puedo tratando de entrar en calor.

-Sophia, no les digas de donde venimos, no sabemos quienes son ni que lado tienen-digo mirando a todos mis compañeros haciéndoles saber que iba lo mismo por ellos.

-yo votaría por decidle que venimos de una ciudad no muy lejana, pero que nos perdimos-sin mas me quito la manta y se la echo a Sophia encima ella la necesitara mas que yo