Partida Rol por web

No hace falta que me lo diga dos veces, salgo disparado con la capa y la espada entre los dientes hasta que nos hemos alejado lo suficiente.

---Creo que si, estamos bien...- gruño mas que digo mientras cojo la capa con las patas delanteras- por lo menos tenemos la espada...

No hacía falta que le dijeran lo que debía hacer, salió corriendo cual alma que lleva el diablo. No se detuvo para nada hasta que se alejaron lo suficiente. Notaba el frío en su piel, se estremecía ligeramente mientras que con el calor que producía su cuerpo lo cobijaba por lo que tenía una temperatura estable aunque preferiría estar algo más calentito si fuera posible pero nada se podía esperar de aquel lugar, un páramo de nieve y gelidez.

Ante la pregunta de Sophia asintió mientras recuperaba el aliento - Si,....estoy bien - Aún tenía la respiración entrecortada. Se fijó en que la espada la tenía Fenix y sonrió - Ya la tenemos entonces pero - Echó un vistazo a su alrededor - Debemos seguir hasta el próximo punto de encuentro ¿no? - Preguntó mientras tomaba asiento debajo de un árbol.

- Me alegro que estemos bien... - Aunque siento lo de Yatusabi. - ¿Estamos seguros que esa es la espada? ¿Qué pasó exactamente ahí dentro?

No quería recriminar nada a Fenix, aunque necesitaba respuestas... 

---Estoy seguro que es la espada que buscamos,el propio Yandrak lo confirmó diciendo que se alegaba de deshacerse de ella - contesto entre gruñidos y ronroneos - En cuanto a lo que ocurrió dentro es largo de contar y creo que no es el momento para eso ¿no crees?

Digo mientras dirijo a Sophia una mirada intensa y me relamo los largos colmillos...

- Está bien Fenix... Será mejor que nos alejemos de este lugar... Me pone los pelos de punta... - Tras decir esto miro a mi alrededor, aunque el eco de lo que dice mi compañero permanece... ¿El dragón quería deshacerse de la espada? - Si no recuerdo mal, por aquí cerca nos habían dicho que podíamos encontrar otra arma... Fenix... Crees que en tu nueva... Forma... ¿Podrías encontrar algún rastro que nos lleve a un poblado cercano?

--- No soy un perro rastreador, soy Arturia, aunque no permaneceré mucho tiempo entre vosotros veré que puedo hacer...- gruño ante la petición de Sophia pero me giro y me pongo a rastrear el suelo en busca de algun rastro.

Olfateas a tu alrededor, todavia pensando en que deverias fijarte, y detectas, no muy lejos de tu posicion, con un ligero aroma a comida. Mira en esa direccion y ves una timida columna de humo, seguramente alguien la esta usando para calentar algo de comer.

Al llegar ese pensamiento a tu mente, recuerdas que os encontrais en mitad de la nieve y que llevais desde el desayuno sin comer nada, casi 18 horas de ayuno. Te rugen las tripas.

---Por allí viene el aroma de la comida y no sé vosotros, pero yo devoraria un venado entero, así que andando 

vuelvo a colocarme a 4 patas y comienzo a trotar en dirección donde huelo la comida

- Ya sé que no eres un perro Rastreador...

Arturia... Vaya. Había estudiado algo sobre las encarnaciones, aunque no esperaba que un niño tan pequeño supiera emplear una.

- Te seguimos Arturia, algo de comida y descanso nos vendrá bien.

¿Que el propio Yandrak se alegraba de desacerse de ese arma? Algo malo debía tener para que aquellas palabras fueran dichas por ese ser. ¿Sed de sangre? ¿Vínculo al individuo? Ni idea pero será mejor no empuñarla por el momento. Estaba pensando en las palabras que le había dicho Fénix por lo que permaneció callado un buen rato. Asintió ante las palabras de Sophia y siguió sus pasos de cerca aunque de vez en cuando echaba un vistazo hacia atrás por si alguien o algo los seguía, no sería la primera vez.
 

Tras caminar un rato por el frio, llegais a una pequeña gruta. En su interior, calentandose en una modesta fogata, se encontraba un enigmatico anciano* asando lo que parecian unas sardinas(que a saber de donde saco en este arido lugar). Al veros, os saluda con la mano y os hace señas invitandoos a que os senteis y comais algo.

- Hola Baba. - Saludo al ver al anciano. - Parece que nuestros caminos vuelven a cruzarse.

Observo con detenimiento el fuego y las sardinas... ¿De dónde habrá sacado un espíritu unas sardinas? ¿Serán otra ilusión? 

- ¿Podemos acompañarle en una noche oscura y fría como esta? Nos vendría bien descansar un poco. Este es nuestro amigo Fenix. - Digo señalando al gran león blanco.

Aunque fuese un espíritu, dado que un castillo lleno de zombis y esqueletos está cerca, no es algo que me tranquilice. Puede que los sentimientos negativos del castillo puedan afectar a Baba... 

Me dispongo a saludar cuando comienzo a sentir un quemazón por todo el cuerpo, me retuerzo un poco mientras el pelo desaparece y los dientes comienzan ha  encojerme hasta volver a su tamaño original.

---Uuuf... que frio- digo revolviendome un poco todavia- ¡ Hola Baba! ¡Yo soy fenix, como el ave que surge de sus cenizas, un placer!

Sin pedir permiso ni nada cojo uno de los pescados que hay listos para comer y comienzo a devorarlo.

---Jo, pescado- digo mientras mastico y hablo con la boca llena- ¿no hay nada de carne?

El anciano mira algo sorprendido como el tigre blanco que habia aparecido se transforma en un jovencito que se lanza sin preguntar a cojerle uno de los pescado. Con la misma sonrisa que pondria un abuelo al ver a su nieto, el anciano le dice:

-Fenix... recordare ese nombre, soy muy bueno recordando nombres, aunque a veces confundo las caras-bromea un poco. Luego saca de su zurrón un pequeño paquete envuelto en unas hojas verdes y lo tira al fuego, mientras le dice al chico mientras le guiña un ojo-En un poco se habra cocinado, no te preocupes

Mira a Aramil y a Sophia ahora.

-Curioso, muy curioso-murmura-es la primera vez que me encuentro caras conocidas tan rapido ¿No os fue bien en aquel castillo?-mientras señala la colina donde se alzaba el enorme castillo, veis como una niebla envuelve el edificio y, en apenas unos segundos, desaparece-Vale, no hay castillo... creo que me estoy volviendo gaga. Y sobre la cena... bueno, a estas alturas me es imposible negarme-sonrie

- Parece que el destino quiere que nos encontremos esta noche. - Digo mientras me siento ante la hoguera. - En cuanto al castillo... Podríamos decir que ya no tenía nada para ofrecernos...

Intento no perder de vista la espada en ningún momento. Sé que está envuelta en tela... Pero aún así... Si un dragón quería deshacerse de ella, nada bueno podía traer... Cuando descanse un poco intentaré ponerle más protecciones. 

- ¿Y qué le trae por estos parajes Baba?

El anciano se encoje de hombros y comenta:

-Pues nada, mi querida Sophia, como ya le comente antes, estoy un poco perdido, pero este lugar parece interesante, por lo que estoy pensando en quedarme un tiempo.-hace una ligera pausa en la que mira de reojo a Aramil y continua como si nada-¿Y vosotros? ¿Encontrasteis lo que buscabais?...  ¿Te encuentras bien? Parece que algo te preocupa-te pregunta cuando nota tus continuos vistazos a la tela-¿Hay algo malo con esa tela? No soy una persona de recursos, pero mis conocimientos son muy amplios, si me cuentas el problema, puede que pueda ayudar a solucionarlo