Esto sí que es un laberinto... Normal que no lo haya encontrado... Ni yo, por lo que veo, tampoco la inquisición, cosa que me alegra. Aunque, viendo la maestra de Janiel, es normal que esto sea así...
La pregunta no es quién es... Sino... ¿Qué es? Parece una Sylvain... Aunque... ¿Y esas alas? ¿Será alguna mezcla entre Sylvain y Ebudan? Miro de reojo a mi grupo, espero que se controlen, no estamos hablando con cualquiera.
Doy un paso adelante e hinco una rodilla en el suelo, haciendo también una inclinación con la cabeza. Prefiero que sea la maestra la que nos de permiso para hablar antes de meter nosotros la pata abriendo la boca.
Aunque no sea de organización alguna relacionada son Samael, imito a Janiel. Me arrodillo delante de la mujer, ya que, a pesar de no ser mi maestra, me parece de buena educación dado que estamos invadiendo su terriorio.
Motivo: Memorizar
Tirada: 1d100
Resultado: 2(-30)=-28
Creo que me fiaré más de Fénix :D
PD: menuda M de tirada -.-'
La dama, al oir la voz de su pupila, se gira con una sonrisa y le dice:
-Mi querida Janiel, te tengo dicho que me llames Dinah,-su voz es calida, como cuando una madre le habla a su hijo-y no le des tantas vueltas, que ya te dije que era una tarea casi imposible de realizar, aunque creo que para entonces ya te habias ido corriendo-a continuacion, mientras os sonrie, se dirije a vosotros-Y vosotros levantaos, que no soy una Diosa a la que adorar, de hecho, ni siquiera soy de noble cuna-dice medio en broma- Aunque la verdad, ese asunto de salvar el mundo me intriga, ¿puedo saber de que se trata? puede que realmente me interese colaborar, a fin de cuentas, supongo que hablamos de salvar el mundo en el que todos vivimos, yo incluida.
---¡¡¡Yo se lo explico!!!- digo levantando la mano y doy un par de pasos hacia delante- Pues veras, resulta que un mago profetizo....profetizo....- trato de seguir pero las dos alas llamas mas mi atención que otra cosa- ¿ Tambien tienes un espiritu a tu alrededor como Janiel?- el brusco cambio de tema y la pregunta parece importante poco, me acerco a las alas pero Sophia me detiene, trato de seguir caminando pero es inutil- ¿ Eh, por que no me dejas verlas mejor? ¡Quiero verlas de cerca!
Ante las palabras de Dinah, me levanto. Por un segundo miro a mis compañeros... Sé que mi nombramiento como líder es más simbólico que otra cosa, pero aún así creo que debo hablar yo.
En cuanto veo a Fénix adelantarse, le agarro del hombro y le dejo a mi altura.
- Sentimos la interrupción Señora Dinah. - Contrólate Sophia. - Mi nombre es Sophia Baptiste. Estos son mis compañeros... Fénix... Aramil... Yatusabi... Y Huracano. - Mientras voy diciendo los nombres, los voy señalando con la mano. - Somos emisarios de la Emperatriz Elisabetha Barbados. - Y saco de mi bolsillo la insignia que nos dio Kisidan. Sé que es bueno poner todas las cartas sobre la mesa, aunque creo que con esta mujer no podemos andarnos con jueguecitos... - Tenemos la misión de recuperar una serie de armas, las cuales ayudarán a que el mundo no sea destruido... Carecemos de todos los detalles... Aunque lo que sí tenemos claro es que, si no recuperamos las armas, el mundo será destruido...
Guardo silencio unos segundos, reordenando mis ideas.
- Y estamos aquí porque nos han informado que Samael tiene una de dichas armas...
LO DIGO BIEN ALTO
NO DEJO QUE FÉNIX NI NADIE SE ACERQUE!!!!!!! EN CUANTO FÉNIX PASA A MI LADO LE AGARRO DEL HOMBRO Y LE MIRO CON CARA DE POCOS AMIGOS!!!
Y MENOS QUE TOQUE LAS ALAS!!!!!
QUEDA CLARO???
La mujer mira divertida como Fenix es sujetado por Sophia, luego comenta:
-Pareceis dos hermanos... -luego, todavia con la sonrisa en la cara- Samael posee varias armas, aunque supongo que la que buscas sera especial, si me dices alguna caracteristica para poder distinguirla, te podria decir si esta o no bajo mi jurisdicción
---Se trata de una de las armas de los Lim Sidhe- digo desde mi posición mientras trato de avanzar de manera inutil- Somos sus descendientes
Miro un momento a Fénix y le mantengo bien agarrado. Intento mantener la sonrisa... Cuando salgamos de aquí, será mejor que dejé algunas cosas claras...
Ante la actitud de Dinah, me relajo un poco, parece que por el momento se está mostrando colaboradora. Aunque en seguida me vuelvo a poner tensa ante lo que dice Fénix.
- Estamos buscando una de las armas forjada por la religión Lilum. Hasta donde sabemos, se trata de una especie de mandoble con ciertos poderes sobrenaturales. A parte, puede... Sincronizarse con la persona que la porte otorgándole su verdadera fuerza... - Esto puede que sea delicado. - Solo queremos tomar el arma prestada, ya que, cuando superemos con éxito la crisis por la que las buscamos, las armas serán devueltos a sus propietarios.
Eso es lo que nos aseguró Kisidan, que las armas serían devueltas, aunque no todo el mundo podrá o querrá fiarse del imperio... Esperemos que Dinah no sea uno de estos casos...
Tercera vez... ¬¬
Voy a empezar a dejar de currarme los post y poner dos líneas, porque vamos... ¬¬
La sonrisa de la mujer al escuchar la descripcion del arma desaparece. Bajando la cabeza, os dice con una tono de voz muy serio:
-Bram, la espada negra del Infierno, la espada del mas oscuro, sanguinario y deprabado de los Lim Sidhe, el Rey Oscuro Dullahan; si, la conozco, pero no os la puedo dar. El peso que conlleva esa espada es mayor al que cualquiera podria soportar, por eso esta oculta al mundo, asi nadie tendra que llevar su maldicion sanguinaria.
Me levanto y coloco detrás de Sophie, la líder, a pesar de tener tan poca edad parece ser muy inteligente y cautelosa con sus palabras y acciones. Procuro estar atento de los alrededores por si algo malo pudiera acontecer, aunque no se ven intenciones hostiles nunca se sabe.
Sin poder contenerme, suelto un leve suspiro... Sabía que no podía ser tan fácil...
- Siento mucho escuchar esas palabras. - No solo demuestro que estoy alicaída sino que lo estoy. - Entiendo que, si tan peligrosa es esa arma, quiera que permanezca oculta y enterrada para que no pueda causar ningún daño. No conozco en profundidad las capacidades de dicha arma aunque, por sus palabras, entiendo que su naturaleza está ligada al sufrimiento, al dolor e, incluso... A la muerte... Sin embargo, no pretendo ser irrespetuosa, dicho sufrimiento carece de importancia cuando hablamos de salvar a todas las personas del planeta.
Tengo que medir muy bien mis palabras...
- Sobre nuestras espaldas... - Y miro a mis compañeros. - Se encuentra el peso de todos los ciudadanos de este planeta. Nuestro deber es protegerles a todos, aunque el precio lo tengamos que pagar con nuestra propia sangre... Por esa razón, por sanguinaria que sea esa espada... Debemos hacernos con ella... Por favor... - Y me pongo de rodillas. - Necesitamos esa espada para salvar el mundo. - Me inclino hacia delante y coloco mi frente en el suelo. - Se lo suplico... Necesitamos esa espada...
Hasta ese preciso momento, había guardado el más sepulcral de los silencios, notaba el olor del bosque y de las plantas, la brisa del aire suave moviéndome los cabellos.
Mis ojos se habían pasado examinando cada detalle y cada movimiento, intentando aprender más de todos los que me rodeaban.
Cuando dijo lo de a espada, me acerque a ella, impidiendo que Sophia me agarrara, y bese la mano de DInah.
El beso fue de respeto totalmente, duro lo justo y necesario, ni más ni menos, luego subiendo la vista dije:
-No le diré que somos los mejores, ni los mas adecuados, pero parece, que si los elegidos- En ese momento saque la tarjeta que me identificaba como tal, la que nos dio la orden.
La habitación, la maestra de Janiel, las alas flotando a su alrededor, el bosque... Todo era magníficamente bello, digno de los Kamis más poderosos. Nunca había visto tanto esplendor mágico a mi alrededor en tan poco tiempo. Mi cara, si se pudiera ver algo, mostraría asombro absoluto.
Observo el comportamiento de Fénix junto al de Sophia, mientras ella intenta hablar con Dinah. "Este chico nos traerá más problemas que soluciones" - pienso al instante. Huracano también se adelanta, ante todo intento de Sophia de impedírnoslo... Al parecer esta chica tiene 2 integrantes en su grupo que no la respetan como "líder", pero si alguien habría de corregir eso, sería ella... Y de esa forma quizás se gane su puesto más "verdaderamente."
Cuando Sophia me señala, diciendo mi nombre, hago una reverencia hacia Dinah. Entonces doy un par de pasos adelante, aunque siempre distante... No quiero que se disguste con mi incómoda apariencia. Luego de eso, ante la negativa de la mujer a entregar la espada, digo desde la parte de atrás del grupo:
Señorita Dinah, disculpe mi atrevimiento, pero nunca dijimos que nosotros íbamos a usar esa espada personalmente. Al menos no en principio... Tan sólo queremos reunirla con sus "hermanas." Sólo las usaríamos si ellas mismas eligen a sus usuarios, como nos explicaron los Caballeros de la Orden del Cielo.
Luego me acerco un poco a ella, aunque a una distancia a la que yo creo no molestarle (y a Sophia inclusive). Entonces, sin agacharme o hacer reverencias, le digo nuevamente:
Entiendo perfectamente que no quiera confiar en extraños, aún más si vienen con historias casi increíbles que predicen la destrucción de todo el mundo... Pero apelo ante usted la reconsideración de su respuesta. - y entonces me agacho y apoyo una rodilla en el suelo, mientras la continúo mirando fijamente. Entonces quito mi máscara y mi cara vendada puede observarse claramente. No es algo agradable... Pero al menos es la única expresión de confianza que puedo darle a alguien.
Le tengo una propuesta: algún enviado suyo podría venir con nosotros, o inclusive usted misma, y asegurarse de que la espada sea usada para el bien y no para causar sufrimiento... ¿Qué le parece?
Perdón por el muro de letras xD
En el rostro de la mujer se vuelve triste, como si le doliera decir el paradero del arma
-Me temo que el problema reside en la propia espada, no en la mano que la empuñe, pues se trata de un arma que obliga a su portador a matar para poder sobrevivir, de ahí que este sellada; si se quitara el sello y alguien la empuñase, se veria obligado a matar para conservar su propia vida. Que yo sepa, esa maldicion es absoluta y no hubo un portador que no labrase su nombre en la Historia como un cruel guerrero.
Calla un momento, observando a los que estan en la sala, como si los sometiera a un juicio que en el que solo ella sabe los cargos y continua:
-Puedo deciros quien custodia la espada Oscura, pero localizarlo os sera bastante dificil, ya que reside muy al norte, en Haufman, y no se suele dejar ver por "mortales", aunque desde hace unos siglos se muestra algo tranquilo... quiza, si lo que decis del fin del mundo es cierto, este despierto y pueda... atenderos.
Yatusabi, no te cortes con los "muros de letras", me encanta leerlas, sobretodo cuando son tan elaborados XD
Y para los curiosos, Ocultismo del bueno, que este "ser" no es algo muy comun que digamos(aunque tambien podeis preguntar)
Motivo: Ocultismo
Tirada: 1d100
Resultado: 23(+200)=223
Es cierto que Fénix solo es un niño y tiene una excusa, ¿pero Huracano? ¿Qué diablos está haciendo? ¿Ese idiota no ha visto que no dejé acercarse a Fénix? ¿Ha pensado que lo hice por gusto o qué? Tendré que ajustar las cuentas con él más tarde... Mientras que ahora...
Con que el mandoble está en Haufman... Aunque lo que ha dicho Dinah es más preocupante de lo que había pensado en un primer momento... ¿La espada obliga a matar gente para sobrevivir? Eso puede ser bastante complicado... Esperemos que lo que tengamos que hacer para salvar al mundo, no necesite que empuñemos el arma necesariamente... Aunque será mejor que pensemos en todo esto cuando nos hagamos con el arma.
- En verdad es una espada... Bastante complicada... - Supongo que si Huracano puede hacer levitar a Fénix, podrá ser capaz de hacer levitar la espada que nadie la coja. Mientras yo seguro puedo inventar algo para protegerla... Paso por paso Sophia. - Aunque estoy segura que podremos transportarla sin que nadie la tenga que empuñar. De esta manera no debería haber peligro... Muchas gracias por su preocupación señora Dinah. La prometo que si nos dice su localización, haremos lo imposible para que esa terrible habilidad no sesgue ninguna vida.
Haufman... Una terrible habilidad... Un par de compañeros poco disciplinados... Y un custodio que parece que nos va a dar problemas... ¿Qué más se puede pedir?
Cuando llevo un rato intentando acercarme sin éxito me rindo y me quedo al lado de Sophia, los adultos comenzaban a hablar de sus cosas y esto comenzaba a ser aburrido, tenia la esperanza que al encontrarse con Samael encontraría a muchas mas personas y sobretodo, con niños de su edad con los que pudiese jugar mientras los demas hablaban de cosas banales...
Me giro y me pongo detras de todos sentándome en el suelo y dando la espalda mientras miro una de las paredes aburrido, es en ese momento en el que me acuerdo de la pelota de Huracano, asi que la saco y distraidamente comienzo a hacerla botar y ha rodarla contra la pared ( sin hacerla botar) para que revote y vuelva a mi sin dejar de escuchar lo que dicen los otros.
Por cierto ¿ he pasado la tirada? XDD
De joven, tu tio te contaba historias de miedo cuando queria hacerte rabiar por alguna travesura, y la que mas le gustaba, o por lo menos la que mas repetia, curiosamente ocurria en Haufman, para ser mas precisos, pues tu tio era lo suficiente puntilloso para dar hasta el mas minimo detalle, en la isla mas al oeste de la zona, en un lugar llamado el Castillo de Medianoche. Cuenta la leyenda que el castillo recibe ese nombre porque solo aparece en el intervalo de las 11 y la medianoche, durante las noches de luna llena. Se dice que en su interior se encuentran multitud de tesoros, pero tambien se encuentra Hringham, un ser terrible y despiadado que muerde a sus presas para succionarle la sangre a traves de sus afilados colmillos. Se dice que Hringham es un ser inmortal que comanda un ejercito de muertos vivientes que usa para robar mas tesoros, pero su presa favorita son los niños revoltosos, pues su sangre es el mas dulce nectar...
espero que te haya gustado esta definicion en plan cuento de miedo, porque a mi me parece que quedo bastante lograda :)
---Creo saber de quien se trata, señora- digo en voz alta mientras le doy un ultimo toque a la pelota y la recojo, aunque sigo sentado en el suelo mirando a la pared aunque giro el cuello lo suficiente para mirarla a la cara- Está hablando de Hringham ¿Verdad? él custodia el arma
Perdon por el doble post ;)